Gaudete et exsultate in patria aequatorianae/ Alegraos y regocijaos en la patria ecuatoriana hoy miércoles 31 de octubre del año del Señor de 2018 en que cúmplese el IV centenario del nacimiento de la virgen quiteña Mariana de Jesús Paredes Flores y Granobles, cuya canonización fue posible el 9 de julio de 1950 gracias a un milagro atribuido a su celestial amparo en la persona de Hernán Crespo Toral in illo tempore alumno del colegio jesuita Rafael Borja in conchensis urbe super flumina Tomebamba.
Casa que fuera de la familia Crespo Toral, hoy convento de
las hermanas Marianitas.
Ad maiorem Dei gloriam, la curiosa historia aconteció de la siguiente manera: El día 14 de junio de 1944, cuando Hernán Crespo Toral tenía 6 años de edad, ingresó a su casa en brazos de dos de sus compañeros de escuela con un intenso dolor de vientre. Su padre, el doctor Emiliano Crespo Astudillo diagnosticó el caso como una apendicitis aguda. Mas, preocupado por el asunto, llamó a los doctores Julio Enrique Toral Vega y Humberto Cazorla con quienes detectaron que Hernán tenía fiebre alta, náusea, vómitos y una taquicardia de elevado rango. La respiración de Hernán era disneica y su palidez era de ultratumba. Todos los galenos coincidían en el diagnóstico: apendicitis aguda, pero para asegurarse recurrieron a un examen de sangre con el doctor Timoléon Carrera, quien diagnosticó leucitosis exagerada de 41.000 leucocitos por milímetro cúbico de sangre, recomendando a Rodrigo Crespo Toral, también ex alumno del Borja y hermano del paciente, a que la cirugía fuese inmediata.
Ad interim, la madre de Hernán Crespo Toral, doña Dolores Toral de Crespo, mater admirabilis inter familias, en cuanto supo que tratábase de una apendicitis aguda aplicó en el vientre de su adolorido hijo una reliquia de la beata Marianita de Jesús, a quien encomendó fervorosamente la salud del infante. Los dolores cesaron ipso facto y el niño quedó profundamente dormido sicut miraculum vitae ad gloriam Dei.
Emiliano Crespo Astudillo
En este instante, el esposo de Dolores, doctor Emiliano Crespo Astudillo, quien había salido del aposento por unos minutos, ingresó al dormitorio y quedóse sorprendido de la desaparición de todos los síntomas en el pequeño Hernán.
Rodrigo Crespo Toral
Mientras tanto, Rodrigo Crespo Toral, primer ex alumno del Borja y aún vivo en los actuales días, in tertio millenio ineunte, ingresaba desesperado con los exámenes del laboratorio y el instrumental quirúrgico para la operación de Hernán. Su madre, amabilis et singularis semper, díjole que ya no era necesaria la cirugía pues Hernán estaba en perfectas condiciones gracias a la reliquia de la beata Marianita de Jesús.
Efectivamente, Hernán Crespo Toral, al despertarse dijo sentirse bien y expuso que tenía una hambre leonina. Por precaución, sus padres dejáronlo en su habitación en completo reposo. Allí encontrólo jugando refocilado y alegre, el día 15, el Reverendissime Pater Vigna, SDB, Pro Vicario Apostólico de Méndez y Gualaquiza, quien lo confesó para que hiciera la Primera Comunión el día 16 de junio, in sollemnitate Sacratissime Cor Iesu/ en la solemnidad del Sacratísimo Corazón de Jesús.
Nadie explicábase, por criterios médicos, la milagrosa curación de Hernán y el caso fue llevado a Roma, in nostra Sancta Mater Ecclesia, donde las autoridades eclesiásticas, con abogado del diablo incluido, dispusieron que hiciéranse todos los análisis para determinar que esta sanación fue milagrosa y con ella la beata Mariana de Jesús Paredes Flores y Granobles fue elevada a los altares por el Santo Padre Pío XII. El tapiz que ilustra este parágrafo, ut supra, fue colocado en la catedral de San Pedro, in Roma semper aeterna, el día de la canonización de la virgen quiteña. Esta obra de arte da cuenta del hecho milagroso con la imagen de Hernán Crespo Toral, de rodillas, en el día de su Primera Comunión. La inscripción que hállase ad infra informa del suceso in lingua latina, lingua sacra in Sancta Romana Ecclesia: «PUER FERDINANDUS CRESPO. SUBITO AB APPENDICITE ACUTA LIBERATUS. PRIMAE COMMUNIONI ECCEDIT», frase que en nuestra maravillosa lengua de Castilla significa: «NIÑO HERNÁN CRESPO. LIBERADO SÚBITAMENTE DE APENDICITIS AGUDA RECIBE LA PRIMERA COMUNIÓN».
Post factum, Hernán Crespo Toral, preclaro ex alumno de los jesuitas en el colegio «Rafael Borja», donde estudió hasta el quinto curso de secundaria, solía contar con chispa elocuente que aquella experiencia fue un tanto traumática puesto que luego de la sanación y durante algún tiempo, algunas personas beatas de la capital de la morlaquía cuando encontrábanlo solían acercársele con intenciones de tocarlo cual si fuese un objeto milagroso. La familia Crespo Toral tuvo que guardar una gran discreción para que estos incidentes pasaran siempre a segundo plano.
Mas el arquitecto, distendido y afable como chistoso y chispeante, riddendo semper inter nos, ya como ejemplar esposo de su maravillosa María Esther Bermejo Canals solía bromearnos diciendo: «que lo malo de todo el asunto no era tanto la experiencia traumática de las beatas cuencanas cuanto el hecho de que él no había podido estar presente en la magna ceremonia del Vaticano pues nadie habíalo invitado».
Para la Unidad Educativa Particular Borja y para la Compañía de Jesús este hecho es singular in historia nostra, puesto que la Azucena de Quito, la santa jesuita par excellence in patria aequatorianae, cuyo IV centenario de su natalicio celebramos hoy miércoles 31 de octubre de 2018, fue canonizada gracias al milagro operado en uno de sus más preclaros ex alumnos: Hernán Crespo Toral, a quien Cuenca le debe la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad ya que cuando ejercía las funciones de Agregado de la UNESCO para asuntos culturales en París, la Ville Lumiére, fue el devoto y circunspecto artífice de esta declaratoria ad futuram rei memoriam. Gratias tibi ago, dilecte frater Hernán Crespo Toral, in conchense collegium Rafael Borja et super omnia in memoriam Sanctae Marianae a Iesu, dulcis virgo in quitensis urbe.
OMNIA AD MAIOREM DEI GLORIAM
Diego Demetrio Orellana
Datum Conchae, super flumina Tomebamba, mensis octobris, die XXXI, Anno Dominicae Incarnationis MMXVIII, octava Dominica XXX per annum.
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OPINIONES CIUDADANAS
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OPINIONES CIUDADANAS
1 nov. a las 18:07
FECHA: 1 nov. a las 18:07
Querido Demetrio,
Mil gracias por el correo oportunamente enviado. En este día, desde temprano, Santa Marianita ha estado en mi corazón y he recordado con más emoción el milagro cuando abriendo el teléfono he encontrado su bello mensaje. Gracias. Reciba mi cariño.
Esther Bermejo viuda de Crespo Toral.
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GRACIAS MI QUERIDA ESTHERCITA: PAX CHRISTI ANTE OMNIA. IGUALMENTE VA MI CARIÑO PARA USTED. ME ALEGRA QUE JUSTO EN EL CUARTO CENTENARIO DEL NATALICIO DE SANTA MARIANITA DE JESÚS ME ACORDÉ DEL MILAGRO OPERADO EN EL ARQUITECTO HERNÁN. NUNCA OLVIDO LA FRUICIÓN CON LA QUE CONTÁBAME ESTE ASUNTO. ERA JUSTO QUE, IN HONOREM AMICITIAE, ESCRIBIERA ALGO EN UN DÍA TAN ESPECIAL COMO ÉSTE. PARA LAS PERSONAS DE FE, COMO USTED, COMO EL ARQUITECTO, QUE EN PAZ DESCANSE, O COMO YO, SABEMOS QUE ES SANTA MARIANITA LA QUE LO HIZO POSIBLE Y ES ELLA LA QUE, QUID PRO QUO, HA PERMITIDO A USTED RECORDARLA INTENSAMENTE PARA LUEGO ABRIR MI MAIL, PUES NADA SUCEDE AL ACASO CUANDO EL SEÑOR, PROVIDENTISSIMUS DEUS, NOS MUESTRA SUS INSONDABLES DESIGNIOS AD MAIOREM DEI GLORIAM. SANCTA MARIANA A IESU: ORA PRO NOBIS ANTIQUI SOCIETATIS IESU ALUMNI IN PATRIA AEQUATORIANAE.
* DIEGO DEMETRIO ORELLANA
DATUM CONCHA, APUD FLUMINA TOMEBAMBA, ANNO DOMINI MMXVIII
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