Santa Ana de los Ríos de Cuenca, abril 5 del año del Señor de 2014
In vesperas V Dominica
Quadragessima, AD MMXIV
Dr. Paúl Granda López
ALCALDE DE CUENCA
ALCALDE DE CUENCA
Dr. Juan Pablo Salgado
DIRECTOR
MUNICIPAL DE CULTURA
Ing. Ruth Caldas
PRESIDENTA
DEL COMITÉ PERMANENTE DE FESTEJOS
Ciudad.
De mi consideración:
«RESPECTUM
ET REVERENTIA CUM HISTORIA IN CONCHA»
Como bien lo
sabéis, la Agenda Cultural de las fiestas fundacionales de Cuenca hállase ya en
circulación y contiene una curiosa contradicción cuando anuncia información temática sobre parques cuencanos y, a contrario sensu, se describen a algunas plazoletas de la ciudad y el cantón. No obstante, este despiste quédase corto cuando en los textos se han publicado varios datos erróneos
de la historia de Cuenca que deberíanse corregir, por lo que me permito, a
través de estas líneas, enlistar dichas imprecisiones in honorem urbis et in stricta reverentia cum veritas.
PARS PRIMA. En la
página 5 de la Agenda Cultural publícase un texto sobre la plazoleta de El
Rollo, de autoría de Narcisa Barbecho Q., en el cual altéranse los hechos de la
fundación castellana de Santa Ana de los Ríos de Cuenca al decir in scriptis: «Poco antes de la fundación de Cuenca el 12 de Abril de 1557, ya existió
un trazo de la plaza central y las manzanas de su alrededor, por lo que en el
lunes santo de entonces únicamente se procede a señalar o adjudicar cuadras y
solares para la plaza central, para la iglesia matriz y para otras
edificaciones y la historia lo narra que entre ellas ese mismo día se colocó un
ROLLO Y PICOTA de madera como símbolo visible de los poderes civil, judicial y
administrativo…».
Traza primitiva de Cuenca, según Octavio Cordero Palacios
Este parágrafo
es tremendamente falso, puesto que no es cierto que cuando Cuenca se fundó ya
existió una traza de la plaza central y las manzanas de su alrededor. El acta
de la fundación castellana de Santa Ana de los Ríos de Cuenca lo confirma in veritas semper fidelis, ya que en
este documento que guárdase en el Museo «Remigio Crespo Toral» se da cuenta que
el Lunes Santo 12 de Abril de 1557, en cumplimiento de la provisión del Marqués
de Cañete Andrés Hurtado de Mendoza, III Virrey del Perú, fúndase la ciudad de
Cuenca firmándose dicha acta con el
escribano Antón de Sevilla, quien consigna que Gil Ramírez Dávalos elabora ese día la
traza de la naciente ciudad hispana, en forma de damero, determinando los
solares y manzanas con los que erigíase la nueva urbe.
Vestigios de Todos los Santos, con los molinos de Rodrigo Núñez de Bonilla
Ergo, por lo tanto,
las afirmaciones de Barbecho son absurdas y confunden un hecho histórico
ineludible en la historia del nacimiento castellano de la Atenas del Ecuador,
por el que se sabe que antes del 12 de Abril de 1557 ya existió un asiento castellano
en los territorios de la provincia de Tomebamba, el cual fue fundado por
Rodrigo Núñez de Bonilla, encomendero de los cañaris, aproximadamente por el
año del Señor de 1542, mas dicha población, a la que el historiador Ricardo
Márquez Tapia llama la villa de Santa Ana de los Ríos, no estaba establecida
con cuadras y solares, ni plaza central con manzanas a su alrededor, como dice
Barbecho, pues tal localidad erigida por Rodrigo Núñez de Bonilla ubicábase en
el sector de la llamada ermita del Uzno, que levantóse en los predios de la
actual iglesia de Todos los Santos, mientras los españoles que por entonces
habitaban en la antigua ciudad de Tomebamba ocupaban los territorios
circundantes a esta ermita, teniendo justamente como núcleo a los molinos de
Núñez de Bonilla, sitio que hoy es conocido como los vestigios de Todos los
Santos y que hállase muy distante de la plaza mayor de Cuenca y su centro
histórico creado ciertamente el 12 de Abril de 1557, en la fundación castellana
de la capital de la morlaquía.
La verdad
histórica confirma, sensu stricto,
que en la plaza mayor de Cuenca determinóse un espacio para el establecimiento
de un rollo y picota, que era símbolo de la administración de justicia en la
naciente urbe, pero eso no significa que el propio día de la fundación ya se
construyó este elemento, como Barbecho escribe con notoria liviandad.
El Rollo o Picota, en El Vecino, Cuenca, Ecuador
ALTERA PARS. Ex abrupto, Narcisa Barbecho, en un
lenguaje abstruso y falto de precisión semántica, narra enseguida algunas cosas
relacionadas con la picota del Rollo y engarbulla a los lectores al afirmar ad absurdum: «Posteriormente curiosos y controvertidos procedimientos que registra la
historia a lo largo de la época colonial, donde muestran en algún modo la
realidad político – jurídico – social y sus diferentes connotaciones de la
época, lo jurídico no fue la excepción y la picota de El Vecino o el Rollo que
se erigió durante la Gobernación del Alférez de Navío, Joseph Antonio Vallejo y
Tacón, en el año de 1787, se convirtió como símbolo de la justicia implacable.
En el ápice se muestra una pieza de piedra de cuatro cuerpos sobre el que
descansa una figura de un león rampante. Espacio donde se colgaba el cuerpo de
los transgresores a la ley».
La confusa
redacción de la ciudadana Barbecho nos compele a aclarar, ante omnia, que El Rollo es un elemento escultórico de la parte
septentrional de Cuenca, en el barrio de El Vecino, el cual es conocido también
como «La Picota», siendo una columna de piedra que, secundum historica veritas, solíase levantar a la entrada de los
municipios que gozaban de plena jurisdicción. Aquí exponíanse los cuerpos o
cabezas de los ajusticiados, así como los reos a la vergüenza pública. Si
ejecutábase la pena capital, ésta solíase llevarse a cabo en un lugar escogido ex professo extra muros, a las salidas de la villa, mas siempre a la vista de
los caminantes o viandantes, a fin de obtener un efecto ejemplarizador.
Por lo tanto,
es falso lo que Barbecho afirma cuando dice que en el ápice de la picota
colocábanse los cuerpos de los transgresores a la ley. A similis, la picota representaba un símbolo del Antiguo Régimen,
con todas sus injustas desigualdades, por lo que las Cortes de Cádiz, mediante
decreto del 26 de mayo del año del Señor de 1813, abrogaron el uso de las
picotas, muchas de las cuales demoliéronse in
diebus illis/ en aquellos días, en las colonias españolas.
Fernando VII, monarca español
Pero cuenta la
Historia, Magistra vitae, que en 1814
el rey Fernando VII recuperó el trono de España y restauró el absolutismo,
suprimiendo gran parte de las leyes dictadas por las Cortes de Cádiz. Así, este
decreto dejóse de aplicar y probablemente esta es la razón por la cual no se
destruyeron todos los rollos y picotas en la América hispana, perviviendo
algunos al correr de los tiempos, como sucedió con Cuenca, única ciudad
ecuatoriana que mantiene este elemento histórico colonial.
Plazoleta del Rollo, Cuenca, Ecuador
Sibi tamen/No obstante,
podríase columbrar que el Rollo de Cuenca salvóse de su destrucción porque en el
año del Señor de 1812 la capital de la Real Audiencia de Quito trasladóse a
nuestra ciudad por algunos años, en la precisa época en que las Cortes de Cádiz
decretaron la demolición de estos elementos. Si un día halláranse documentos fehacientes
que confirmen esta presunción nuestra historia habríase de precautelar in stricta iustitia.
In via veritatem, suélese llamar picota a
todas las columnas de este tipo, existiendo una interesante distinción con el
rollo, puesto que nómbrase así a los elementos que son de más categoría en las villas
o ciudades hispanas, lo que indicaba el régimen al que estaban sometidas, ya
fuese el señorío real, concejil, eclesiástico o monástico.
Plazoleta del Rollo, Cuenca, Ecuador
El Rollo de
Cuenca es entonces una columna de piedra rematada por una especie de cruz y
representó, in aeternum, la categoría
administrativa de la Gobernación de Cuenca, que en la Colonia tenía plena
jurisdicción desde que fue constituida en las postrimerías del siglo XVIII.
Ad initium tertio milenio/ Al inicio del tercer
milenio, denomínase rollo o picota a un mismo
monumento, sin la distinción precedente, puesto que nuestra incomparable lengua
de Castilla permite que, por extensión, se admitan los dos términos para la
misma cosa. El Rollo de Cuenca establecióse por disposición del Gobernador
Antonio Vallejo y Tacón, en el año del Señor de 1787, como símbolo de justicia
implacable.
El León de Castilla en El Rollo, Cuenca
Por otra
parte, el Rollo de El Vecino corónase por el «León de Castilla», símbolo de la
monarquía española y su poder real. Aquí subyace otra terrible equivocación de
la señora Barbecho cuando dice que trátase de un león rampante, lo cual no es
cierto, puesto que, ad exemplum, el
león rampante representábaselo parado con sus dos patas inferiores y sus
extremidades anteriores en señal de combate, tal como puédese ver en el escudo
de armas de Santa Ana de los Ríos de Cuenca.
En este escudo de Cuenca puédense apreciar los dos leones rampantes de la Heráldica
Antonio
Vallejo y Tacón fue, ciertamente, un Gobernador estricto, severo, duro e
implacable para la administración de su gobierno y esta cualidad de su modus actuandi hubo de incidir para que
decretara la construcción de El Rollo. La leyenda que encuéntrase grabada
debajo del león de Castilla, y que actualmente prácticamente es ilegible, dice:
«EL SEÑOR GOVERNADOR YNTENDENTE D. JOSE ANTONIO VALLEJO. DIVISIÓN DE LOS
CAMINOS QUE MANDO PONER DON JUAN BARTOLO ARSE CUANDO FUE RL. QONTADOR EL AÑO DE
1787». Esta inscripción fue descrita por el II Cronista Vitalicio de Cuenca,
don Antonio Lloret Bastidas, basado en las investigaciones de Víctor Manuel
Albornoz y otros historiadores de la capital azuaya, por lo que fuentes seguras
para investigar existen, apud flumina Tomebamba, pero la ciudadana Barbecho no
las consultó.
PARS TERTIA. En la
misma agenda de eventos encuéntrase un texto de Fausto Cardoso Martínez, quien
al hablar de la Plazoleta de San Roque realiza una inexacta conclusión que la
transcribimos de verbo ad verbum: «Las familias de San Roque están conformadas
en su mayoría por segundas y terceras generaciones de moradores cuyos padres y
abuelos fueron los primeros habitantes del barrio».
Iglesia de San Roque, Cuenca, Ecuador
Mas resulta
que este barrio constituyóse en el año del Señor de 1751 cuando créase la
parroquia eclesiástica del mismo nombre y hasta la fecha han transcurrido 263
años, lapso en el cual no pueden existir tan solo tres generaciones de personas
como para afirmar que los padres y abuelos de los actuales habitantes de la
zona hayan sido los primeros habitantes del sector.
PARS QUARTA.
Inmediatamente, en la página 15 de la agenda de eventos, el ciudadano Arturo
Matute escribió un texto sobre el parque de Santa Ana, parroquia rural del
cantón Cuenca, escrito en el que afirma algunas falsedades inadmisibles con las
que altérase la propia historia de dicha comunidad. Lo copiamos ex integro: «La parroquia Santa Ana lleva su nombre en
honor a la Virgen llamada Santa Ana, que de acuerdo a detalles de sus primeros
pobladores, la Virgen estaba siendo trasladada por unos devotos y cuando se
posó a la altura de lo que actualmente es la Escuela Central, los devotos
pararon con la Virgen para descansar y al continuar con su travesía, en el
sector llamado Auquilula, repentinamente y sin explicación alguna al siguiente
día la Virgen nuevamente apareció en el primer lugar que los peregrinos optaron
para su descanso. De allí que el nombre de la parroquia Santa Ana sea en honor
a la Virgen de su mismo nombre y el lugar además en donde se emplaza la iglesia
central».
Imagen de Santa Ana en el presbiterio de la iglesia de la parroquia de su nombre
Lo que
acabamos de leer ad peddem litterae no
tiene sentido y más allá de la incorrecta narración existe una imperdonable
confusión con Santa Ana, quien no es una virgen, ya que en la Santa Madre
Iglesia Católica, Apostólica y Romana Santa Ana es la madre de la Virgen María,
por lo que sorprende esta confusión entre la Santísima Virgen y su mamá,
patrona de la parroquia.
Por otro lado,
la leyenda que el señor Matute cuenta para narrar el origen hispano de la
parroquia encuéntrase alterada pues la correcta relación de los hechos es la
siguiente: «La imagen de Santa Ana, de un
tamaño de 20 a 30 cm., llegó traída por personas del Perú, quienes caminaban
pidiendo limosnas, pero al pasar por el lugar del cementerio (hoy sector de la
Escuela Central) hicieron un alto en el camino para descansar y beber un poco
de agua de una fuente natural cercana. Al querer continuar con su peregrinación
no pudieron hacerlo por el exagerado peso que inexplicablemente adquirió la
imagen. Se dice también que, como se encontraba en una loma, decidieron
llevarla a un lugar más plano o mejor ubicado como Auquilula, y que la imagen
regresó en forma misteriosa al mismo lugar, encontrándosela con el vestido
mojado y con semillas de Shirango».
Santa Ana y su hija, la Virgen María, Mater Dei et Mater Nostra
Según este
relato, ello explicaría que «pudo
regresar sola, caminando» y es por eso que decidióse hacer una primera
iglesia en el lugar donde se encuentra la actual. Pero el fabuloso relato
concluye que «en uno de los varios
recorridos que realizaban por el sector de Gualaceo, pidiendo limosna para la
construcción de la iglesia, Emilio Farfán y otros vecinos regresaron con la
ingrata noticia de que la imagen original les fue arrebatada y nunca más se
supo de ella». Entonces, la imagen que actualmente venérase en la iglesia
de esta parroquia fue tallada en madera, en un tamaño natural, constituyendo un
ícono de la comunidad.
PARS QUINTA. En la
página 17, al hablar de la Plazoleta de Todos los Santos, la Hna. Elizabeth
Ochoa, de la Congregación de Madres Oblatas, escribe algunas cosas que riñen
con la verdad histórica cuando afirma sine ratio et lógica: «La iglesia de
Todosantos es la primera edificación cristiana en la ciudad que data
aproximadamente del año 1534. Aquí se han encontrado los cimientos de la
pequeña capilla de San Marcos sobre la que se edificó la capilla de Todosantos
y posteriormente la iglesia y es el lugar en donde se dio impulso a los fieles
para la independencia de la ciudad en 1820» .
En este
parágrafo, la reverenda madre escribe una barbaridad insólita cuando dice que
la iglesia de Todos los Santos es la primera edificación cristiana en la ciudad
que data del año 1534, dato totalmente falso, pues en el año del Señor de 1534
todavía no estaba fundado el asiento castellano de Santa Ana, por Rodrigo Núñez
de Bonilla, quien establece dicha población de españoles alrededor del año
1542, época en que erígese la ermita del Uzno, primigenia edificación cristiana
que tuvo Cuenca.
Iglesia de Todos los Santos
Por otro lado,
se sabe que en la actual iglesia de Todos los Santos hánse encontrado huellas
de la antigua capilla de San Marcos, que sustituyó a la ermita del Uzno durante
la Colonia, pero justamente sobre esta capilla edificóse la iglesia de Todos
los Santos en las postrimerías del siglo XIX, gracias a la beneficencia de
Monseñor Miguel León y Garrido, Obispo de Cuenca, mientras no ha existido jamás
una capilla de Todos los Santos previo a la actual iglesia, como tampoco desde
este lugar se dio impulso a los fieles para la independencia de la ciudad en
1820, como dice erróneamente la religiosa oblata, la cual no puede escribir
correctamente el nombre de su iglesia, a la que llama «Todosantos» cuando lo
correcto es «Todos los Santos» o «Todos Santos».
PARS SEXTA. Pero para que el pecado sea mortal y como si todo esto fuera poco, los textos de la mayoría de colaboradores, en la agenda de festividades de las fiestas abrileñas de Cuenca, no fueron cuidados ad summum en su redacción y los disparates hállanse incluso en los títulos de los diferentes artículos, como puede apreciarse, ad effectum videndi, en la imagen precedente, en la que en vez de escribir Parque de la Madre digitaron Plarque de la Madre.
PARS SEXTA. Pero para que el pecado sea mortal y como si todo esto fuera poco, los textos de la mayoría de colaboradores, en la agenda de festividades de las fiestas abrileñas de Cuenca, no fueron cuidados ad summum en su redacción y los disparates hállanse incluso en los títulos de los diferentes artículos, como puede apreciarse, ad effectum videndi, en la imagen precedente, en la que en vez de escribir Parque de la Madre digitaron Plarque de la Madre.
Esplendorosa vista de la Catedral de Cuenca, Ecuador.
AD CONCLUDENDI. Es una
interesante idea, Señor Alcalde, Señora Presidenta del Comité Permanente de
Festejos y Señor Director Municipal de Cultura, publicar notas históricas sobre
Cuenca en las agendas de festividades, pero deberíanse revisar los datos que
escriben las personas a quienes se les solicita que contribuyan con artículos
que educan a los ciudadanos, a fin de que la publicación sea un aporte cultural
para la comunidad y no un agravio a la verdad histórica de la urbe adversas veritas in culturalis aspectibus.
Estas
aclaraciones tienen como leit motiv defender a la historia de Cuenca, la cual
es permanentemente alterada con una agenda cultural que, lejos de hacer honor a
la Atenas del Ecuador, desinforma y confunde a los ciudadanos a los cuales va
dirigida.
Sin nada más
por el momento, recibid un cordial saludo y mis sentimientos de consideración y
estima.
Atentamente, in Iesu, Pontifex sancte et impollute,
Diego Demetrio Orellana
Datum Concha,
apud flumina Tomebamba, mensis aprilis, die V, reparata salute Anno Dominicae
Incarnationis MMXIV
OPINIONES CIUDADANAS
OPINIONES CIUDADANAS
DE: Eulalia Vasconez
PARA: diegoorellana2002@yahoo.es
ASUNTO: RE: UNA AGENDA CULTURAL Y SUS INFAMIAS
Hoy a las 4:46 PM
Hola Diego:
Una vez más me he deleitado del análisis tan prolijo de los datos publicados en la Agenda Cultural.
Me he deleitado digo, porque tu singular manera de aclarar tiene un sentido pedagógico que hace que el lector, en este caso yo, aprenda que una nota debe publicarse con respaldo verídico, con datos emitidos de una investigación y que al haber la bibliografía suficiente, los responsables de esta publicación ni siquiera se dieron el trabajo de leer, porque me imagino que como no saben del tema entonces qué pueden opinar o enmendar.
Aprendo mucho de tus observaciones. Admiro mucho tu capacidad lingüística y tu sabiduría. Además, admiro la rectitud en tus actos que te permiten disentir con fundamentos basados en la verdad y en la lógica porque, por ejemplo, en el caso de la llamada Santa Ana sin pensar dos veces cualquier ciudadano sabe que la virgen no tenía otro nombre y que se puede deducir con simplicidad que Santa Ana es la madre y no la virgen de la que habla o nos enseña la Religión o Iglesia Católica.
Bien por la Cultura. Sigue adelante .Una vez más has actuado en lo correcto (Martin Luther King ). No me acuerdo mucho la frase pero él dijo que hay que actuar no de compromiso, o por política sino porque es correcto.
Bueno, ha sido una interesante oportunidad para saludarte expresándote la mejor de mi consideración y estima.
Nota. Cuéntame cómo te responden ante este reclamo las personas a quienes diriges esta carta.
Con aprecio,
Eu