In communitate
nostra, al parecer, el único fotógrafo azuayo
del siglo XX que incursionó en la fotografía iluminada, en Gualaceo, fue Víctor Coello
Noritz, cuya actividad artística fue relevante en la segunda década de la
vigésima centuria. Coello nació en 1890 y murió en 1967 y cuando dedicóse al
arte de la imagen frisaba de 20 a 30 años. El fotógrafo gualaceño hizo muchas
imágenes en blanco y negro firmándolas con el anagrama «VC», mas desconocíase
que también incursionó en el sistema de foto iluminada hasta que ha encontrádose
una de ellas en el archivo fotográfico de Carlos Freire Soria. Trátase de una
foto del antiguo Cristo de San Juan, una escultura hoy inexistente, de gran valor
artístico, la cual incendióse en 1940 y era una imagen taumaturga que convocaba
a miles de fieles movidos por la fe en apoteósicas manifestaciones religiosas,
pues el Cristo tenía fama milagrosa. Con la pena que causó su desaparición, en
el inopinado flagelo, la familia Polo Arce mandó a construir una réplica que es
la que hoy venérase en dicha parroquia.
Ad
effectum videndi, la
foto iluminada del Cristo de San Juan es valiosa como retrato del desaparecido
crucifijo que fue una obra de Miguel Vélez. Coello la fotografió en la antigua puerta
del frontis de la iglesia de San Juan y si la analizamos, a capite ad calcem, vemos en ella que cada llaga de Jesús, Dominus ac Redemptor, tiñóse de un rojo sanguinolento
con un grato efecto cromático sobre la atmósfera sepia de la imagen, mientras
Coello coloreó, en el pómulo izquierdo de Nuestro Señor, un azulado hematoma
que resáltase cual detalle singular in
sollemnitate de passione Domini.
Ad
infra, en el ángulo inferior izquierdo de la
foto, hállase el anagrama «VC», con la yuxtaposición de estas dos iniciales,
dando fidedigna cuenta que la fotografía fue realizada por Víctor Coello. Según
la fecha que hállase en el reverso de la imagen, la foto tiene exactamente 99
años de antigüedad, pues es de 1917, por lo que trátase de un elemento centenario
que registró un tesoro infaustamente desaparecido. Así, Víctor Coello Noritz es
un fotógrafo gualaceño que incursionó en el sistema de foto iluminada con
habilidad y solvencia dejando ab aeterno
una obra artística para la historia. Las fotos de Coello son pues valiosos
testimonios documentales que débese conservar in saecula saeculorum.
Hace 100 años, las fotografías
revelábanse a blanco y negro y antes de que apareciese la foto de color, in universa Terra, los fotógrafos
acostumbraban colorear las imágenes bajo el sistema conocido como «foto
iluminada», que consistía en revelar los negativos y tinturar luego algunas partes
de las fotografías para que apareciesen coloridas. Algunos fotógrafos
demostraban así que eran artistas natos, pues la foto iluminada convertíase en
una auténtica obra de arte in diebus
illis/en aquellos días. Como el método no era sencillo, no todos los
antiguos fotógrafos incursionaron en él y, ad
initium tertio millenio, al analizar las fotos de hace 100 años confirmamos
que ciertos artífices de la imagen fueron artistas que dejaron curiosas piezas de
nuestro patrimonio cultural.
La fotografía ha registrado el desarrollo
de la imagen in patria nostra gracias
a los fotógrafos que, como Víctor Coello Noritz, perennizaron valiosos acontecimientos
y objetos, cuyas imágenes hoy son reliquias del patrimonio cultural de la
región in patria aequatorianae.
Diego Demetrio 0rellana
Datum Concha, mensis Iunii, die XIV, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXVI, in Anno Misericordiae