Foto de Luis Ignacio Ramos Mancheno
Solus Ad Maiorem Dei
gloriam in Riobambensis urbe, el pasado 4 de
febrero realizóse una ceremonia religiosa en el colegio «San Felipe Neri» para
conmemorar el primer aniversario de la creación de la Banda de Guerra de los ex
alumnos de esta institución educativa que en octubre del año 2016 cumplió 180
años de vida in patria aequatorianae.
Efectivamente, el colegio «San Felipe Neri» fue fundado en 1836 en
Riobamba y desde 1864 está dirigido por los padres jesuitas, habiendo alcanzado
in excelsis –a través de los años- una
trayectoria educativa de primer orden bajo la pedagogía ignaciana que hace de
la Compañía de Jesús una orden preeminente para guiar a la juventud en los
campos de la ciencia, el estudio, la piedad y la fe.
La institución jesuita es icónica en el centro del país y uno de
sus símbolos más relucientes ha sido, a lo largo del tiempo, la banda de guerra, la cual ha dejado magnas páginas históricas que débense registrar in scriptis cuando la malhadada
disposición del actual gobierno de la Revolución Ciudadana para que los colegios
dejen de tener sus bandas de guerra atentó contra la supervivencia de estos
maravillosos ensambles que, ad exemplum, en el colegio «San Felipe Neri» llegó a
representar un símbolo identitario y querido que ha engalanado a Riobamba como
un particular «signum fidei» o «signo de fe» que remítenos a la epónima
presencia jesuita in nostra communitate.
No se conoce con precisión la fecha en la que la banda de guerra
del colegio «San Felipe» fúndase, pero presúmese que ya existía desde las
primeras décadas del siglo XX debido a la existencia de antiguas fotografías
que dan cuenta de aquello. En todas las imágenes que consérvanse sobre el
ensamble puédese distinguir la real preponderancia que tuvo siempre como elemento peculiar del colegio «San Felipe Neri» en Riobamba.
Un dato curioso y destacado es el hecho de que uno de los mejores
cachiporreros, en esta proficua historia, llegó a ser uno de los más grandes
alcaldes de Riobamba. Trátase de Daniel León Borja, quien nació el 2 de febrero
de 1914 y en 1931, a los 17 años, era cachiporrero felipense como pruébalo esta
histórica imagen en donde posa justamente uniformado y con la cachiporra que
súpola llevar distinguido y elegante, tanto como marcial y galante in Riobambensis urbe.
Conspicuos ex alumnos felipenses han contribuido a sus glorias, in aeternum. Exempli gratia, el famoso Negro Luzuriaga, quien como director de
la banda, entre 1972 y 1973, creó los timbales, entre cuyos ejecutantes destacáronse Luis
Venegas, Guillermo Haro, José Albán, Víctor H. Benítez, Páez y Vaca.
El mismo Negro Luzuriaga, inspirado en
un histórico film del año 1941, diseñó el uniforme de la banda de guerra para
que fuese azul marino, color que volvióse identitario ad súmmum como distintivo indeleble de este histórico ensamble
riobambeño ad perpetuam rei memoriam.
Juan Zapata, quien fue brigadier de tambores en el año 1986, es desde hace
varios años Jefe de Seguridad del Municipio de Quito y se piensa que gracias a
él y a su especial cariño por la banda de guerra del San Felipe los uniformes
de la Policía Municipal del Distrito Metropolitano de la capital de la
república tienen hoy los colores de la banda sanfelipense como
distintivo particular de este cuerpo de seguridad ciudadana in Quitensis urbe.
Las memorias que la banda de guerra del colegio «San
Felipe Neri» ha dejado en los riobambeños, durante casi un siglo, son
trepidantes y gozosas como para no desconocer su gran influencia, a punto tal de
que hoy en día hablar de ella es retrotraerse a
gloriosas gestas de solemnidad, encanto, belleza y tradición. Por esta razón y
luego de 8 años de haber desaparecido como ensamble institucional, el 2 de
enero del año 2016 fue restablecida majestuosa y excelsa con los ex alumnos del colegio «San Felipe Neri», evocando desde entonces la
centenaria presencia jesuitica in patria
nostra gracias a la fuerte identidad ignaciana que cada uno de sus miembros
posee para integrar «sicut fratres in
unum/ como hermanos en uno», la más solemne y marcial banda de guerra existente
hoy en el centro del país, cual sol irradiante de luz y de vida en el concierto
de colegios centenarios de la república.
In stricta iustitia, la
idea de conformar esta banda de guerra era un deseo que venía circulando en
algunos ex alumnos sanfelipenses y durante mucho tiempo. Las conversaciones
terminaron en la creación de un grupo de Facebook, el cual fue abierto por Álvaro Gabriel Benítez, ex alumno del colegio «San Felipe Neri», de la
promoción de bachilleres del año 2006, en el centenario del milagro de la
Dolorosa del Colegio «San Gabriel». La cuenta fue creada con el nombre de «Banda Ex Alumni SAN FELIPE NERI». Álvaro cuenta que «tras cumplirse los 110 años del milagro de la Dolorosa y en añoranza al rescate de la
tradicional banda de guerra colegial contribuí para que la banda de guerra sea
una realidad convocando, vía Facebook, a todos los antiguos alumnos del San
Felipe para que integraran el ensamble. Así entonces se llevaba a cabo una idea muy
querida por muchos compañeros ex alumnos».
Hubo también conversaciones personales antes de la convocatoria con ex alumnos que terminaron decidiendo que se hiciese una invitación general. Tales personas fueron adhiriendo al grupo a más exalumnos para que la iniciativa se difundiera y se concretara. El llamado fue exitoso y muchos de los viejos integrantes de la banda colegial acudieron el 2 de enero del año 2016 para la conformación de la banda de guerra de los ex alumnos del colegio «San Felipe Neri». Para Álvaro, es la Madre Dolorosa quien guió quizás, espiritualmente, que esta idea de los ex alumnos felipenses hiciérase realidad con tanto éxito y aclamación colectiva. Con su hermano coordinaron la compra de instrumentos. Poco a poco, el entusiasmo de muchos antiguos compañeros del colegio jesuita riobambeño crecía, mientras los integrantes que podían buscaron proformas y luego llamóse a los proveedores para los repasos a fin de ofertar sus instrumentos con sus precios y ventajas. De esta manera, consensus omnium, por consenso general, decidiéronse las compras.
Post factum, la banda de guerra de ex alumnos
del colegio «San Felipe Neri» integraríase a la Asociación de antiguos alumnos,
ASIA San Felipe, cuyo presidente, Patricio Mancheno, fue también uno de los
entusiastas ex alumnos sanfelipenses que ha mostrado gran convicción para la conformación
de la banda y su pervivencia. No tardó en acudir al llamado para fundarla el 2
de enero del año 2016 preocupándose, como titular de ASIA San Felipe, que el
ensamble fuese parte de este importante grupo de antiguos alumnos de la
Compañía de Jesús.
Los ensayos han sido desde entonces buenas oportunidades para mostrar un gran compañerismo, fraternidad ignaciana tanto como solidaridad entre todos los integrantes, en una especie de «collegialitas effectiva» o «colegialidad efectiva» que ha sido el verdadero leit motiv para que este ensamble manténgase vigoroso y firme preanunciando una «vita longa in Societate Iesu» o «vida larga en la Compañía de Jesús», bajo cuya égida la histórica banda de guerra forjóse para constituir tradición y leyenda in patria nostra.
Un momento singular e inolvidable del resurgimiento de la banda lo constituyó la bendición de los instrumentos, a cargo del jesuita icónico del colegio «San Felipe de Neri», el reverendo padre Rubén Boada, SJ, quien representa como una especie de personal Aristóteles en la institución jesuita, siempre amado y respetado por alumnos y ex alumnos cauchos in Riobambensis urbe. La banda intégrase de tambores, bombos, timbales, flautines, cornetas y platillos en una admirable armonía de ritmos y melodías que a su paso atraen ipso facto las miradas de viandantes y circunstantes que no pueden abstraerse de su elegante presencia y donaire.
Cabe resaltar que los timbales tienen un modelo original y propio que no lo posee ninguna otra banda, puesto que fueron hechos a medida y proporciones de cada uno de los ejecutantes y pintados con las flamas blancas en fondo azul que son también sui generis a capite ad calcem.
Cabe resaltar que los timbales tienen un modelo original y propio que no lo posee ninguna otra banda, puesto que fueron hechos a medida y proporciones de cada uno de los ejecutantes y pintados con las flamas blancas en fondo azul que son también sui generis a capite ad calcem.
El 2 de enero del año 2016 se eligió esta directiva: COORDINADORES GENERALES: Álvaro Benítez, Juan Carlos Santillán y Alex Viñán; COORDINADORES DE INSTRUMENTOS: Iván Cantos, Carlos Robalino, Fernando Pérez; COORDINADORES DE REPASOS: Alex Rivera, Edgar Espinoza; COORDINADORES DE UNIFORMES: Cristián Pastor, Dennis Ríos, Fabián Mancheno. Tras varias reuniones eligióse un Comité de Honor o Disciplina compuesto por 7 personas: Víctor Hugo Benítez, Luis Venegas, César Valdivieso, Fernando Molina, Guillermo Layedra, Fabián Vásconez y Marcelo Jijón. Bajo este comité central el ensamble tuvo una brillante
participación en el «Desfile de la Riobambeñidad» organizado para conmemorar las
fiestas riobambeñas del 16 de abril, cuyo nombre fue propuesto por Marcelo Jijón Paredes,
desfile en el que tuvieron también una relevante presencia los colegios
Maldonado, Juan de Velasco y Carlos Cisneros. Un hecho anecdótico que vale la pena resaltar es que la noche del 16 de abril, justamente cuando la banda de guerra sanfelipense desfilaba en Riobamba, los riobambeños conmocionábanse por tan elegante Desfile de la Riobambeñidad, mientras el Ecuador entero trastornábase por el terremoto acaecido en ese mismo instante. Y gracias a Dios la gran cantidad de gente no se alarmó al
punto de una estampida por la que las consecuencias pudieron ser fatales. Así, prefirieron quedarse para no perder sus puestos y aunque resulte hilarante decirlo, el dato es certero y los miembros de la banda no podían marchar bien por la cantidad de gente que agolpábase en el mayestático desfile.
Un mes después, el 21 de mayo nombróse como brigadier de la banda de guerra a César Valdivieso, quien es el ex alumno más antiguo de todos los integrantes del ensamble y bajo cuya guía la banda funciona y pervive ad gloriam Dei in Societate Iesu.
Un mes después, el 21 de mayo nombróse como brigadier de la banda de guerra a César Valdivieso, quien es el ex alumno más antiguo de todos los integrantes del ensamble y bajo cuya guía la banda funciona y pervive ad gloriam Dei in Societate Iesu.
Otro evento de entrañable memoria fue el acto de honores a la Madre Dolorosa, con el que la banda de guerra de los ex alumnos del colegio «San Felipe Neri» rindió pleitesía a la Mater semper amata in vita communitatis, la Mater Dolorosa, sol refulgente de todos quienes hemos pasado por las aulas jesuitas in patria aequatorianae. Mas, la verdad sea dicha, el motivo superlativo de quienes conforman la banda de guerra sanfelipina ha sido justamente rendir honores a la Madre Dolorosa, evento que ha proyectádose para que sea una celebración anual in honorem Mater Dolorosae, aunque en el año 2016 dichos honores realizáronse en mayo provocando ex admirationem muchos sentimientos filiales enternecedores y sublimes, pues el 20 de abril, a causa del terremoto que asoló a la nación entera tristis et afflictis, no fue posible llevarlo a cabo ad gloriam Domini.
En noviembre del año 2016, la banda de guerra participó
brillantemente en Cuenca, en el IV Encuentro Nacional de Bandas de Guerra de
los colegios centenarios del Ecuador, siendo la sorpresa y la atracción más
elegante de todos los grupos marciales que hiciéronse presentes en la capital
de la morlaquía, venidos desde todos los rincones de la patria para tan magno evento que quedará registrado en los anales de la historia de Cuenca, apud flumina Tomebamba.
Así pues, con todo lo dicho, la banda de guerra de los ex alumnos del colegio «San
Felipe Neri» de la ciudad de Riobamba es sinónimo de tradición, belleza,
elegancia y gallardía in patria
aequatorianae et solus ad gloriam Domini in Societate Iesu et in perpetuum. Salutem et benedictionem iuxta Primus Annus in riobambensis collegio Societatis Iesu.
Diego Demetrio Orellana
In Concha, mensis februarii, die V, currentis Anno Domini MMXVII