Ad aperturam libri, circula en estos días una parcializada publicación de la Arquidiócesis de
Cuenca intitulada «GRITEMOS
EL EVANGELIO DESDE LA PROPIA VIDA», por el centenario del natalicio de Luis Alberto Luna Tobar, pues el 15 de
diciembre de 1923, hace exactamente 100 años, nació a la vida del siglo quien
sería conocido como el tercer arzobispo de Cuenca in nostra Sancta Mater Ecclesia.
La obra distorsiona la vera effigies de Luna Tobar mostrándole
como un exemplum vitae o modelo de virtudes cristianas, omitiendo sus sombrías
acciones, sus horrorosos defectos y su tenebroso lado oscuro que, en el balance
consolidado de su existencia, deberíanse abordar in via claritatis ad capescedam
et obtinendam veritatis.
En la introducción de la obra léese una frase que esconde con fraudulenta
intención la real búsqueda de la verdad que débese perseguir, de
facto, a la hora de evaluar, sine ira et studio, a un célebre personaje
que escrútase desde todas sus facetas in via veritatis, pues la historia
que encúbrenos lo malo no es historia, en la misma forma en que la luna no sería
tal sin su lado oscuro. Y Luna Tobar, tal como la luna en el colosal universo, acrecentaba
per
se una tenebrosa faz que justamente cuando está muerto débesela develar
in
veritatis honorem. Sólo así la estatura real del personaje habrá de justipreciarse
in
stricta iustitia como un indeleble recuerdo de su paso por la vida ad
perpetuam rei memoriam.
No mostrar el lado oscuro de Luna, con intención macabra de canonizarlo, es
una insolente manera de burlarse de la inteligencia de quienes viven ávidos por
descubrir el «gaudium
de veritate» o «gozo de buscar la verdad» in communitate nostra.
Y la bendita frase de la introducción de la obra que comentamos dice in
scriptis: «Al hablar de Luis Alberto Luna Tobar no puedo
separar mi razón de mi corazón…» Ad absurdum, la expresión
inmediatamente precedente, que hémosla transcrito en rubicundas letras, plantéase
como premisa de la falsaria investigación extraviando la objetividad que la verdad
reclama in via historiae o en el camino de la historia, puesto
que si el historiador déjase llevar por sus sentimientos, febricitantes siempre
en el corazón de los hombres, evade la frialdad que la razón exige para tamizar
los hechos históricos en su real dimensión, amalgamando lo bueno y lo malo, los
gozos y tribulaciones, los éxitos y fracasos que hacen de un personaje cualquiera
un ser terrenal y contingente que deja un legado de trascendencia in
perpetuum.
La aludida frase es de autoría del padre Julio Castillo Bernal, vicario de
pastoral urbana, quien inficiónase de sus intensos afectos hacia el personaje
obnubilando su conocimiento, al parecer, para no analizar a Luna con adecuada perspicuidad,
desubicándose del camino para no mirarlo como un ser contingente, pletórico de
virtudes y defectos, con una extraordinaria inteligencia que, desgraciadamente,
muchas veces la utilizó maquiavélicamente para confrontar a quienes hacíanle
sombra, a fin de dejarlos fuera de su prepotencia y omnisapiencia con las que burlábase
de Raimundo y todo el mundo, escudado siempre en su condición aristocrática de rancio
abolengo, con la asquerosa farfolla de su supuesto alto copete o prevalido de
su cargo episcopal, como si aquello hubiera de prodigarle un privilegiado status
para ser un ciudadano de primera clase ab intra ecclesiae et in vita societatis. En
la revistilla ocúltase que a Luna gustábale ser mimado y consentido hasta el hastío,
mientras gozaba de ser contemplado y ensalzado o adulado con esbirrismo, no
siendo afable con quienes no mostrábanle la indignante reverencia de los seres
inferiores que lanzan piropos y loas sin cuento a las vacas sagradas in
vita societatis.
ALBERTO LUNA TOBAR Y SU MADRE
ANA MARÍA TOBAR DONOSO
Lo dicho pruébase en que Luna mantuvo siempre excelentes relaciones con la
clase alta de la capital de la morlaquía, en donde refocilábase ad
summum, mientras con el pueblo llano disfrazábase fácilmente de Santa
Teresa de Calculta, siendo capaz de dormir junto con el pueblo craso para despertar
al alba, en la misa matinal, con la gente de esclarecida estirpe, en la misma
forma en que, desde el perfil político, era habilísimo para acostarse con la
izquierda y amanecer no más abrazado de la derecha, si eso conveníale a sus personalísimos
intereses e insanas apetencias. Así es como denunciábalo, con acritud, el
escritor azogueño Marco Robles López.
SUPUESTAMENTE LOS POBRES DEL AZUAY
HABÍANLO EVANGELIZADO
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No obstante, pudiera ser, -como muchas veces él mismo gustaba de proclamar
a los cuatro puntos cardinales de su circunscripción eclesiástica-, que llegó a
sintonizar con los pobres de la arquidiócesis
cuencana, a punto tal de que ellos habíanlo evangelizado, pero nunca habrá sido
absoluta la curiosa conversión, a la manera de un Leonidas Proaño, de quien
tuvo la osadía de proclamarse su heredero cuando en 1988 el obispo riobambeño,
de verdadero origen humilde, partió a la casa del Padre dejando un vacío que
hasta hoy ningún obispo ha llenádolo in patria aequatorianae.
MONSEÑOR LEONIDAS PROAÑO,
AUTÉNTICO OBISPO DE LOS POBRES
MONSEÑOR ALBERTO LUNA TOBAR, OCD
FRAUDULENTO OBISPO DE LOS POBRES
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Aunque los parangones no son recomendables, in societatis historia,
puesto que nadie es igual a nadie inter nos, dígase que en un
ejercicio comparativo entre los dos prelados, Proaño era de modesto origen y su
empatía con los humildes era auténtica, a capite ad calcem, a flor de piel, para sentir lo
que decía y decir lo que sentía, mientras en Luna Tobar su rancio origen aristocrático
hacía que su acercamiento a los pobres no fuese auténtico sino postizo, pues
admitiendo que pudo haberse abajado desde su alto copete para contemplar a los
humildes sólo pudo intentar imaginar con ellos lo que sienten y presienten, en sus
trágicos destinos, a la manera de quien pasa por el hielo del dolor para llegar
al incendio del amor.
Quid pro quo, no será jamás
igualitario, por tal motivo, sentir la discriminación racista que un indígena puede
vivir frente a un atrabiliario blanco, EN CARNE PROPIA, que contemplar, siendo ario, el
discrimen racista hacia los indios para inficionarse de caridad cristiana, in via solidaritatis, y
volverse antirracista in fraternitatis aspectibus.
Así es como recuérdase, con ríspida actitud, la afinidad excelsa de Alberto
Luna Tobar con Fernando Cordero Cueva y la nueva derecha cuencana frente a la
opción preferencial por los pobres, hábilmente manipulada, ab intra ecclesiae, en
sus visitas pastorales a infelices y desgraciados pueblos de la arquidiócesis
en donde la foto postal del arzobispo junto a los desheredados de la tierra era
el mediático instrumento para ser llamado obispo rojo u obispo de los pobres en
la ampulosa propaganda eclesial que la arquidiócesis difundía urbi
et orbi, mientras no tuvo jamás reparo alguno en proteger y encubrir a
curas pederastas como el tristemente célebre José Luis Sánchez, ventajosamente
suicidado a causa de sus nefandarios crímenes. Pero el efecto rocambolesco de su falso sistema de lealtades con el corcho Cordero dióse en el año 2010 cuando Cordero, in diebus illis o en aquellos días presidente de la Asamblea Nacional, condecoró a Luna con la presea Vicente Rocafuerte y el arzobispo emérito, poseído ya de la demencia de mentecato anciano, ni siquiera pudo reconocerlo vis a vis lo que probaba que el Alzeheimer habíalo idiotizado ab aeterno, pues el corcho Cordero era como su antiguo hijo putativo, en quien depositaba sus complacencias in tertio millenio adveniente.
REVERENDISSIME PATER CÉSAR CORDERO MOSCOSO
IN CONCHENSE URBE SACERDOS IN PERSONA CHRISTI
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Mas Luna no era un valiente a tiempo completo y tampoco tuvo valor para
denunciar al cura César Cordero Moscoso por sus nefandos episodios de abusos
sexuales a infantes de la urbe en los centros educacionales que regentaba, toda
vez que Cordero era, a similis, desde la otra orilla, uno
de los personajes de esclarecida inteligencia al que Luna temía como monja
carmelitana que huye del demonio en un convento contemplativo, por mirarlo como
coteja frente a su brillante inteligencia y sentirse igualitario en sus
esclarecidas estirpes.
Ergo, Luna Tobar nunca aceptó la rebeldía de Cordero para no rendirle jamás pleitesía en la
arquidiócesis, como muchos curas hacíanlo, a contrario sensu, para verse
agraciados o favorecidos de las canongías episcopales con las cuales pagaba con
creces la lealtad que confúndese con el servilismo in vita communitatis. Pues
lo que está más claro que el agua es que Luna tenía, en su cosmovisión del mundo,
un falso sistema de lealtades adversum dignitatis in vita ecclesiae.
Así entonces, nótase que la premisa de Castillo ha incidido para gestar una
revista en la que escriben personajes completamente parcializados, que analizan
a Luna como un ser extraterrenal, fuera de lo común, una especie de modelo de
virtudes cristianas que va camino a la santidad ab intra ecclesiae. Ese
es el pecado capital de la publicación de marras, la cual pierde credibilidad
en tanto pontifica sobre las acciones de Luna equiparándolas como si fuesen
evangélicas ad summum, en un armatoste por el cual contémplase una
caleidoscópica mirada donde todas sus ejecutorias parecerían destinadas a
erigirse como vaca sagrada de la morlaquía o como excelso fantoche para ser
llevado a las hornacinas de los altares in nostra Sancta Romana Ecclesia.
FR. PEDRO ORTEGA, OCD,
FRAUDULENTO BIÓGRAFO DE LUNA TOBAR
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Semper idem, los
artículos biográficos de la publicación de marras están escritos con la pasión
que el fanatismo reclama, lo que llévalos a exagerar, ad absurdum, las
ejecutorias de Luna Tobar con hiperbólicas expresiones hasta los límites de la
ridiculez y las fronteras de lo paroxístico. Eso es lo que puédese percibir en
los textos de Marco Pérez Caicedo, Néstor Herrera, Julio Castillo Bernal,
Adalberto Jiménez Mendoza, Elina Guarderas, Carmelo Hernández y Pedro Ortega.
Inclusive, los yerros históricos de la revista son de veras calamitosos como
cuando el carmelita Pedro Ortega, quien firma como historiador, comete el error
de afirmar, en la página 8, que «Luna Tobar realizó
sus estudios primarios en el pensionado Pedro Pablo Borja y la secundaria en el
pensionado San Gabriel (1936 – 1939), ambos de los padres jesuitas».
Lo inmediatamente precedente, en el errático texto de Ortega, ad
exemplum, es un hilarante absurdo que no débese aceptar in
culturalis res, puesto que el pensionado Pedro Pablo Borja jamás ha
sido de los jesuitas, mientras la verdad histórica confírmanos, con prístina
realidad, que nunca ha existido el pensionado San Gabriel, como institución educativa
de los jesuitas, sino el colegio San Gabriel in quitense urbe, en tanto
es imposible que Luna Tobar haya realizado los estudios primarios y secundarios
en sólo tres años, entre 1936 y 1939 como erráticamente afirma este cura
carmelita que funge de historiador ad absurdum et contra veritatis.
CUESTIONADO CURA MARCO MATAMOROS,EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
CUESTIONADO CURA FERNANDO VEGA CUESTA,
SUSPENDIDO A DIVINIS IN NOSTRA SANCTA MATER ECCLESIA
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
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En otros casos, hay autores fatuos que dejan hojarascas de palabras hueras con
la tinta en el papel, como si con ello demostraran mas bien su condición de infames
esbirros pagando los favores que Luna habríales hecho en vida, como sucede con
el caso de los cuestionados y escandalosos curas Marco Matamoros, Fernando Vega
Cuesta y Pablo Mogrovejo Cárdenas, cuyos artículos no podrían haber sido más amelcochados,
melosos y atiborrados de lisonjeros adulos hacia el arzobispo emérito, parcializados
y alejados de la verdad ante su controversial figura en la comunidad cuencana.
REVERENDISSIME PATER RAMÓN LATORRE TAPIA, SJ,
EL PÁRROCO DE CUENCA Y DELIBERANTE SIEMPRE
ANTE LA PREPOTENCIA DE LUNA TOBAR
IN NOSTRA SANCTA MATER ECCLESIA
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In honorem veritatis, la verdad sea dicha, Luna Tobar era como la medida de todas las cosas en
una urbe que extrapolaba toda posibilidad de crítica mordaz a sus pasiones
humanas inficionadas, en ocasiones, de bajos instintos contra quienes éranle
deliberantes. Ad exemplum, Luna nunca perdonó al benemérito padre jesuita Ramón
Latorre Tapia,SJ, su altiva capacidad de contradecirle cuando en 1986, una vez
muerto monseñor Miguel Cordero Crespo, opúsose a que el Niño Viajero llegara a
la catedral cuencana, como era la costumbre mientras Cordero debutaba como
mantenedor principal de la pasada del Niño Viajero. «Monseñor, su decisión es errática porque la
catedral no es suya, la catedral es del pueblo» habíale dicho el ilustre jesuita, párroco
del Santo Cenáculo -en una reunión del
presbiterio de la arquidiócesis- ante las intenciones de Luna de minimizar
y quizás desaparecer a la pasada del Niño Viajero, una vez que su egregio mantenedor
había partido a la casa del Padre.
REVERENDISSIME PATER JULIO TOBAR GARCÍA, SJ
PRIMO HERMANO DE LUNA TOBAR, A QUIEN PRETENDIÓSELO UTILIZAR COMO INSTRUMENTO DE VENGANZA DE ALBERTO LUNA TOBAR, OCD
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Las represalias no hiciéronse esperar en contra del padre Latorre hasta verlo
fuera de la parroquia del Santo Cenáculo que por aquél entonces fue administrada
por la Compañía de Jesús. Pero las bajas pasiones de Luna llegaron más allá de
lo imaginable cuando, valiéndose de su primo hermano, el reverendissime pater Julio
Tobar García, SJ, no menos ilustre jesuita que Latorre, intentó desterrar de
Cuenca al benemérito párroco del Santo Cenáculo para no verle más en la capital
de la morlaquía. Pero justo por aquél entonces, Tobar García había ya dejado de ser provincial de la Compañía de Jesús y su sucesor, el reverendissime
pater José Araujo, SJ, opúsose a las insanas pretensiones de Luna dejando
a Latorre en Cuenca como uno de los jesuitas que vivió aún en el colegio Rafael
Borja hasta el año del Señor de 1990, cuando otro de los provinciales de la
Compañía de Jesús, el reverendissime pater Jorge Carrión
Guzmán, SJ, decidió dar un nuevo destino a Latorre como ministro de la iglesia
de San José, de la Compañía de Jesús, in guayaquilensis urbe.
IGLESIA DEL SANTO CENÁCULO
IN NOSTRA DILECTISSIMA CONCHENSE URBE
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La deliberancia de Latorre fue castigada por Luna, de manera infame,
quitando a los jesuitas la administración de la parroquia del Santo Cenáculo, el
12 de octubre de 1987, con tal de sacarse de encima al benemérito padre Latorre,
en una fehaciente muestra de la capacidad del arzobispo emérito para no aceptar
que los curas de la arquidiócesis pudiéranlo contradecir, rebatir o confrontar
ante sus autocráticas decisiones tomadas siempre con abusiva prepotencia y
preponderancia episcopal. Pero lo más siniestro de la venganza radica en que Luna quiso hacer aparecer, con truculencia, que el retiro de Latorre debióse a que los propios jesuitas habían decidido entregar la iglesia del Santo Cenáculo a la curia rompiendo un comodato que la Compañía de Jesús había firmado desde 1947 con la Iglesia de Cuenca, lo cual denota que no sólo era perverso y de bajas pasiones sino además audaz para transformar no más lo negro en blanco.
REVERENDISSIME PATER CÉSAR CORDERO MOSCOSO,
A QUIEN LUNA TOBAR TEMIÓ COMO MONJA QUE HUYE
DEL DEMONIO EN UN CONVENTO CARMELITANO
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Ni qué decir tiene de las permanentes divergencias con el padre César Cordero
Moscoso, quien jamás fue reverente ni esbirro hacia Luna Tobar, ganándose una
eterna animadversión del purpurado, quien no tuvo, no obstante, la capacidad de
neutralizarlo como hízolo con Latorre per fas et per nefas in calamitatis via.
Y es que el poder de Cordero era omnipotente con la Universidad Católica de
Cuenca, a fuer de su todopoderosa influencia de dinero, egolatría y prepotencia
frente al poder episcopal del arzobispo emérito al que ahora preténdeselo
exhibir como un santo in via Dei, super flumina Tomebamba.
MARÍA ARÉVALO PEÑA
DENUNCIANTE DE LUNA TOBAR
COMO OBISPO PROTECTOR DE CURAS PEDERASTAS
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CURA PEDERASTA JOSÉ LUIS SÁNCHEZ, EN UNA FOTO DE LA ÉPOCA
EN LA CUAL LUNA TOBAR LO PROTEGIÓ Y ENCUBRIÓ
ADVERSUM DIGNITATIS
CURA PEDERASTA JOSÉ LUIS SÁNCHEZ,
AL CUAL LUNA TOBAR PROTEGIÓ Y ENCUBRIÓ
ADVERSUM DIGNITATIS
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María Arévalo Peña, abogada de la curia de Cuenca en los finiseculares
tiempos de la vigésima centuria, es otra de las personas que confrontó a Luna
Tobar para recibir como castigo una prepotente actitud con la que oponíase a
procesar al pederasta cura José Luis Sánchez, de quien como abogada curial había
recibido numerosas denuncias de pederastia. Ella denuncia con acritud que cuando
reunió todas las denuncias para entregárselas a Luna Tobar, éste las confiscó
para dejar en la impunidad al pederasta Sánchez aduciendo que «trátase de un
hermano sacerdote que no debía ser procesado por sus crímenes, por un acto de
caridad cristiana». Sin embargo, Arévalo guardóse copias de las denuncias para ser
presentadas en gajo al presidente de la Corte Superior de Justicia de aquellos
tiempos, Daniel Encalada, quien por su parte, dicho sea de paso, nada hizo
tampoco para que Sánchez fuera llevado, in limite litis, a los tribunales de
justicia.
IGLESIA DE SAN SEBASTIÁN
CUESTIONADO CURA STALIN HENRÍQUEZ,
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
Pero a sus pecados mortales de encubridor de pederastas y acomplejado racista por convicción y vocación, hay tres abominables defectos que débense añadir al curriculum vitae de Alberto Luna Tobar, OCD: la soberbia, la egolatría y la vanidad exacerbadas. El mismo purpurado, ya casi demente y mentecato, confesaríalo con Freddy Ehlers, en una entrevista televisiva realizada en el año 2002, admitiendo que con tan indecorosos defectos hizo mucho daño a ciertos prójimos, como cuando ordenó el cierre de la histórica parroquia de San Sebastián, en el año del Señor de 1984, para oponerse al deseo de sus fieles a que el padre Darío Espinosa Cordero fuese nombrado como párroco de tal circunscripción eclesiástica. Espinosa Cordero no era afecto a los sentimientos de Luna, el cual, con tal de que su prepotencia y autocracia prevalecieran, prefirió desaparecer a la centenaria parroquia de San Sebastián para crear, con dedicatoria, la parroquia del Corazón de Jesús entregándosela a otro de sus infames esbirros que reverenciábanlo con la asquerosa lealtad de los esclavos o los tiralevitas que no han aprendido el supremo valor de la dignidad in vita societatis: el cuestionado cura Stanley Henríquez.
JAIME CEDILLO FEIJÓO
VILMENTE RECONVENIDO POR LUNA TOBAR
EN SU REVISTA EL OBSERVADOR
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Jaime Cedillo Feijóo es otro de los personajes que recibió una autocrática
reprimenda y vesánica admonición de Luna Tobar cuando en la revista «El Observador», de su propiedad, en la cual Luna era
articulista de opinión desde el mismo instante en que la publicación de marras habíase fundado, condicionó a que «no continuaría escribiendo en el medio de
comunicación si no despedíase a su editor, el historiador cuencano Diego
Demetrio Orellana», quien para disgusto de Luna cuestionaba desde El Observador todas sus
infames acciones para proteger al cuestionado alcalde de Cuenca, Fernando
Cordero, quien parecía, in illo tempore, un hijo putativo de
Luna, a quien nadie podíalo cuestionar in via iustitiae. La anécdota no completaríase sin contar que este sujeto Cedillo, no encontrando quién pudiera reemplazar
a Orellana, decidió ignorar la infamante reconvención de Luna para que éste, en señal de
rechazo a la revista, decidiera mas bien retirarse de la plana de articulistas de
opinión en el año del Señor de 2004, pues también el orgullo y la soberbia del
arzobispo emérito eran superlativos al frente de todas sus ejecutorias in
urbe nostra dilectissima.
Por otro lado, son múltiples las personas del pueblo llano que cuentan con
desconsuelo que cuando iban a la curia, en busca del purpurado, no eran
atendidas con deferencia a fuer de su condición humilde, en contraposición a las gentes de iustre prosapia que cuando buscábanlo en la curia eran privilegiadas
en el trato, puesto que Alberto Luna Tobar, OCD, la verdad sea dicha, jamás
renunció a sus prejuicios de clase, al provenir de rancias aristocracias
quiteñas que tintineaban in crescendo, en sus apellidos, por
los cuales siempre creyóse de exquisito linaje in quitense urbe.
ECONOMISTA LEONARDO ESPINOSA
HISTORIADOR QUE JUZGÓ A LUNA TOBAR CON ACRITUD
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El historiador Leonardo Espinosa era uno de los intelectuales que más
fustigaba, pluma en ristre, esta dicotomía de Luna Tobar, quien parecía moverse
como un péndulo entre la aristocracia de un tiquis miquis y la
supuesta entrega a los pobres de la arquidiócesis, a los que visitaba con
fervor para las fotos postales con las que han mostrádose a Luna, todo el tiempo,
como un obispo de las comunidades eclesiales de base.
CUESTIONADO CURA BOMBERO DE CUENCA, PAÚL JARA
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
CUESTIONADO CURA MARCELO LÓPEZ SEMINARIO
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
CUESTIONADO CURA ESTEBAN SÁNCHEZ SERRANO
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
CUESTIONADA PAREJA DEL DIÁCONO ASTUDILLO
Y LA DIACONESA ANA CECILIA SALAZAR DE ASTUDILLO
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
CUESTIONADA CIUDADANA LOURDES DEL ROSARIO ABAD RODAS
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
El sainete de la misericordiosa labor de Luna estuvo aupado siempre por
cuestionados sacerdotes que con el cuento de la Teología de la Liberación han
tratado de pescar a río revuelto con la opción preferencial por los pobres, siendo los febricitantes arúspices de Luna, comenzando con Fernando Vega Cuesta y Marco Matamoros a la cabeza y terminando
con el cura bombero de Cuenca, Paúl Jara, el cura Marcelo López, el fachendoso cura
Esteban Sánchez Serrano y algunos más de más baja ralea como el fementido diácono José Astudillo y la diaconesa Ana
Cecilia Salazar o las cuestionadas féminas Lourdes del Rosario Abad Rodas y Martha Domitila Maldonado Samaniego, del desfalcado Archivo Histórico de la Curia, junto a otros más que miran a Luna como su mentor y
benefactor in camera caritatis apud flumina Tomebamba.
Pero para que el pecado sea mortal, la revista deja de refilón a la triste ancianidad de Luna Tobar, con un alzeheimer que hízolo volverse un guiñapo, luego de su renuncia al arzobispado en el instante mismo en que el siglo XXI principiaba. Post factum, in tertio millenio ineunte, era digno de piedad cristiana, en la sociedad cuencana, mirar al obispo Luna como un apacible, sosegado y bonachón abuelo que servía como amuleto de toda boda o títere de cualquier acto cultural en el que presentábanse los más execrables libros de audaces personajes que buscaban celebridad con celeridad, no porque sus obras nacieron para ser trascendentes, sino porque el obispo Luna, dada su creciente demencia, aceptaba prologar cualquier esperpento literario dejándose manipular de lóbregos personajes del mundo cultural cuencano, en la misma forma en que, en la Comisión de Derechos Humanos del Azuay y en el Frente de Defensa de los Derechos Humanos, los torturadores de mujeres que presidían tales organizaciones aprovechábanse de la ancianidad de Luna para erigirlo como caballo de Troya en las batallas sociales que el Ecuador vivió por aquellos tiempos de cruentas luchas de poder entre los privilegiados grupos hegemónicos de la patria y las grandes mayorías, en donde la violación de derechos ciudadanos era la plataforma para que el Ecuador ingresara al callejón sin salida de las desigualdades que hasta hoy, en el centenario del natalicio del amuleto Luna Tobar, no supéranse ni reivindícanse in honorem iustitiae.
In honorem dignitatis, dígase con acrimonia que fue un providencial acto de misericordia para el valetudinario
Luis Alberto Luna Tobar, OCD, que su familia haya decidido mas bien llevarlo de
Cuenca a Quito, en el año del Señor de 2010, para internarlo en el geriátrico
del Sagrado Corazón de la capital de la república en donde finalmente entregó
su alma al creador el 7 de febrero del año 2017, a los 93 años de edad. A la sociedad cuencana, siempre ingrata y llena de falsía con sus bienhechores, ya no importábale la calamitosa situación de Luna Tobar como para internarlo en un geriátrico de la urbe, siendo asqueroso contemplar que todos los curas, diáconos y feligreses que hoy celebran el centenario del amuleto Luna Tobar diciendo que es un santo no fueron capaces de hacer una campaña de autogestión para llevarlo a un asilo de ancianos in via misericordiae.
In veritatis honorem, dígase que en Cuenca hay un obcecado fanatismo hacia Luna Tobar, a punto tal de haberse perdido la dignidad en la capital de la morlaquía, pues la veneración colectiva hacia este cuestionado purpurado de ingrata memoria incide dañosamente para que en la curia arquidiocesana de Cuenca promuévase, semanalmente, un programa de Radio Católica intitulado HUELLAS DE LUNA, en donde por poco ya casi proclámaselo santo rubricándolo en el santoral de la Santa Madre Iglesia, cuando la verdad es que el tenebroso perfil de Alberto Luna Tobar muéstralo, in claritatis via, como un diablillo carmelitano cuyos asquerosos defectos preténdenlo ocultar con el esbirrismo infamante y el servilismo de esclavos romanos para borrar su tenebroso perfil, de manera truculenta, develándose un complejo de inferioridad que lleva a las personas a venerar a las vacas sagradas creyéndolas inalcanzables a fuer de su mediocridad in honorem stultitiae.
Ad concludendi, dígase
que en el centenario del natalicio de Alberto Luna Tobar, OCD, débeselo
recordar como uno de los obispos más inteligentes que la Conferencia Episcopal
ha tenido en las últimas décadas, a pesar de sus bajas pasiones; pero también es menester recordarlo como un ecuatoriano consciente de los valores de
la nacionalidad, un ciudadano que más allá de su fuero episcopal destilaba
civismo y amor patrio, un preclaro hombre de letras, académico de la lengua,
pero nunca como un santo que súbitamente camina a los altares pues sus pecados
capitales eran mayúsculos y nadie tiene derecho de ocultarlos burlándose de
nuestra inteligencia cuando el primer centenario de Luna conmemórase con
plañideros lamentos de exaltación a su persona. En tanto Luna era un sacerdote
de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana sí débese rescatar que
no fue un cura de escándalos pederastas en su vida, aunque haya sido protector
de pederastas desde su condición episcopal, en donde no puédese desconocer que,
imperfecto como era y como todos lo somos, fue sobre todas las cosas un sacerdote nada santo y bastante hibrido entre la piedad y la irreligiosidad in
persona Christi capitis, non sancto et maledictus in nostra Sancta Mater Ecclesia, quosque omnes summus
sicut fratres in unum ad maiorem Dei gloriam.
Diego Demetrio Orellana
Datum Conchae, mensis decembris, die XV, reparata salute Anno Dominicae
Incarnationis MMXXIII, octava II Dominica Adventus.
OPINIONES CIUDADANAS
DE: Jorge Suarez
:jorgesuar1@yahoo.com
Para:DIEGO DEMETRIO ORELLANA
¡Tremendo!
Saludos y me adelanto: ¡Feliz Navidad!
Jorge
******
EXACTAMENTE, MI ESTIMADO JORGE,
EL OBISPO LUNA TOBAR ERA TREMENDO Y ES MÁS TREMENDO TODAVÍA QUE EN CUENCA CELEBREN EL
CENTENARIO DE SU NATALICIO DICIENDO QUE ERA UN SANTO CUANDO ERA UN DIABLILLO DE
CONVENTO CARMELITANO QUE HUBIERA ESPANTADO A LA MISMA SANTA TERESA DE JESÚS, LA
MÍSTICA DOCTORA DE LA IGLESIA A LA CUAL LUNA DECÍA AMAR CON LOS VERSOS NACIDOS
DEL FUEGO DEL AMOR DIVINO. JAJAJA. GRACIAS POR SU FELICITACIÓN NAVIDEÑA. UN
ABRAZO ENORME IN VIA AMICITIAE NOSTRAE:
DIEGO DEMETRIO
DOMINICA DE GAUDETE IN ANNO SALUTIS NOSTRAE MMXXIII
******************************************************************Otocas
Alivád Orutra Ogaitnas: Tremendo artículo. Súper completo.
Bastante difícil. Bravo…
GRACIAS POR APRECIAR NUESTRO
ARTÍCULO SOBRE LA VERDADERA IMAGEN DE ALBERTO LUNA TOBAR... NO ES POSIBLE QUE,
AL CELEBRAR EL CENTENARIO DE SU NATALICIO, LA CURIA ARQUIDIOCESANA DE CUENCA Y
LOS CURAS Y BEATOS LAICALES FANÁTICOS DE LUNA TOBAR QUIERAN HACERNOS PASAR GATO
POR LIEBRE, COMO SI EL OBISPO HUBIESE SIDO UN SANTO CUANDO ERA UN DIABLO... Y
DE TERROR... AD PORTAS INFERI.
POR OTRO LADO, COMO HISTORIADOR CUENCANO
Y EX ALUMNO DE LOS JESUITAS NO PODÍA QUEDARME CALLADO ANTE LAS OSCURAS ACCIONES
DE ALBERTO LUNA TOBAR. OCD. HEMOS REIVINDICADO LA MEMORIA DEL REVERENDISSIME
PATER RAMÓN LATORRE TAPIA, SJ, VILMENTE PERSEGUIDO POR ALBERTO LUNA TOBAR, OCD,
EN EL AÑO 1986. Y EL PADRE RAMÓN LATORRE, SJ FUE UNA VÍCTIMA PROPICIATORIA DEL
MAL ESPÍRITU DE LUNA TOBAR CUANDO ALGUIEN ÉRALE DELIBERANTE Y NO RENDÍALE
PLEITESÍA, COMO PASÓ CON EL PADRE RAMÓN LATORRE, SJ. UN ABRAZO FRATERNAL IN
VIA AMICITIAE NOSTRAE.
DIEGO DEMETRIO
OCTAVA DOMINICA DE GAUDETE IN ANNO SALUTIS NOSTRAE MMXXIII
Jahir Arias:
¿El Arzobispo Luna Tobar fue familiar de Julio Tobar Donoso?
BUENAS TARDES IN VIA SOLIDARITATIS. EL ARZOBISPO LUNA TOBAR
FUE SOBRINO MATERNO DEL DOCTOR JULIO TOBAR DONOSO, PUES LA MAMÁ ERA ANA MARÍA
TOBAR DONOSO. POR ESO ES QUE EL OBISPO QUISO UTILIZAR A SU PRIMO JESUITA JULIO
TOBAR GARCÍA, SJ, PARA EJECUTAR UNA VIL VENGANZA EN CONTRA DEL REVERENDO PADRE
RAMÓN LATORRE, SJ, JESUITA VILMENTE PERSEGUIDO POR LUNA TOBAR, OCD, IN URBE
NOSTRA, COMO HÉMOSLO DENUNCIADO EN NUESTRO ENSAYO INTITULADO ALBERTO LUNA TOBAR
Y SU TENEBROSO PERFIL IN SANCTA ROMANA ECCLESIA.
DIEGO DEMETRIO
OCTAVA SOLEMNITATE NATIVITATIS DOMINI IN ANNO SALUTIS NOSTRAE
MMXXIII.
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Jahir Arias;
Muchas gracias por la respuesta, quería confirmar esa duda. He leído su escrito,
menciona al Obispo Proaño; es verdad que él fue más consecuente en la tesis de
la opción preferencial a los pobres y venía de orígenes mucho más humildes que
el Arzobispo Luna Tobar, pero eso no significa que se deba justificar el hecho
que se propagó una tesis errónea de la Teología de la Liberación que ha hecho
tambalear a la Iglesia.
EXACTO... A MÁS DE QUE LUNA TOBAR
FUE UN FRAUDULENTO OBISPO DE LOS POBRES FRENTE A PROAÑO, QUE ERA UN VERDADERO
OBISPO DE LOS POBRES, LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN NO PUEDE SER JUSTIFICADA
CUANDO ALÉJASE DE LA ORTODOXIA, COMO MUY BIEN LO ADVIRTIÓ LA SANTA MADRE
IGLESIA. MAS LUNA TOBAR, OCD, Y SOBRE TODO LOS INFAMANTES ESBIRROS QUE PROCLÁMANLO
SANTO SON LOS QUE HAN PESCADO A RÍO REVUELTO CON EL CUENTO DE LA TEOLOGÍA DE LA
LIBERACIÓN IN COMMUNITATE NOSTRA. LUNA TOBAR SÓLO FINGÍA SU
AFECTO HACIA LOS POBRES Y MISERABLES PUES EL TRATO QUE TENÍA PARA LA GENTE DE
RANCIO ABOLENGO ERA DIFERENTE, YA QUE EL
TENEBROSO Y MAQUIAVÉLICO PURPURADO NUNCA RENUNCIÓ A SUS PREJUICIOS DE CLASE
IN VITA SOCIETATIS.
DIEGO DEMETRIO
OCTAVA SOLEMNITATE NATIVITATIS
DOMINI IN ANNO SALUTIS NOSTRAE MMXXIII.
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Chris Duran:
Saludos Diego, Muy buen artículo, completo y definitivamente veraz. Qué
bochornoso que detrás del manto eclesiástico se esconden personajes nefastos y
peor aún personas que quieren “tapar el sol con un dedo “ encubriendo estas
cosas.
DILECTE FRATER Chris Duran: PAX CHRISTI ANTE OMNIA.
CONCUERDO CONTIGO Y LO MÁS GRAVE ES QUE LOS ESBIRROS INFAMANTES DE LUNA TOBAR,
ENTRE ELLOS CURAS, DIÁCONOS Y DIACONESAS, QUIEREN AHORA PRESENTARLO COMO SI
FUERA UN SANTO. INCLUSO NUESTRO CUESTIONADO COMPAÑERO CURA Esteban
Sanchez Serrano.. LUNA TOBAR NO ERA UN SANTO, COMO HÉMOSLO DEMOSTRADO EN ESTE
ARTÍCULO QUE MUESTRA SU VERA EFFIGIES A CAPITE AD CALCEM. Y SI
TANTO INSISTEN EN LA SANTIDAD DE LUNA DEBERÍA SER MAS BIEN LLAMADO COMO «SAN
ALBERTO LUNA TOBAR, OCD, SANTO PROTECTOR DE CURAS PEDERASTAS IN NOSTRA SANCTA MATER
ECCLESIA». PLURIMAS GRATIAS AD TE IN AMABILIS AMICITIA SEMPER VERA.
DIEGO DEMETRIO
OCTAVA SOLEMNITATE NATIVITATIS DOMINI IN ANNO SALUTIS NOSTRAE
MMXXIII
Juancho Vinueza: Saludos, dr Diego, muy bien puesto su artículo y reflexión. Tiene mucha valentía y valor para tocar temas más alla de la sacristía. Así es y considero como todos y en todo hay luces y hay sombras pero por quedar bien no está bien decir solo lo que nos gusta. Con aprecio, adelante... que los desafíos son muchos y para ello el coraje debe ser mucho más.
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Luis
Vázquez Alvarado: Excelente artículo,
felicitaciones.
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Eddy Peña: Excelente artículo. Una razón más para dejar de ensalzar a estos
"figurines" eclesiásticos....
Ga Bi:
Es que entre ellitos siempre se tienen que tapar. Pero qué bueno que aún
existan escritores que nos hagan recordar lo que realmente son.
Eddy Peña: Hágale a la lectura que está muy bueno.
Ga Bi:
Y justamente porque le leí surgió mi comentario. Pero, la verdad, no me
sorprende. Es bien parecido al Arregui, por poner un ejemplo nomás. A mí esos
"seres" me dan terror.
Otocas Alivád Orutra Ogaitnas: Entonces el chino tenía razón... Jajaja gran artículo, la verdad. Diego Demetrio Orellana se manda excelentes textos.
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