domingo, 31 de mayo de 2009

¿LA BIENAL DE CUENCA EN CONTRA DE LA HISTORIA Y LA LENGUA DE CASTILLA?


El panel de la ignominia en contra de la Historia


Santa Ana de los Ríos de Cuenca, mayo 14 del año 2009
In sollemnitate Sancte Bonifacius, PP I

Lcdo. Galo René Cardoso Segarra
PRESIDENTE DE LA BIENAL DE CUENCA
Ciudad

De mi consideración:

«Veritas semper fidelis in Historia effulget sicut lumen in coelum per omnia humani generis/ La verdad siempre fiel brilla en la Historia como una luz en el cielo para todo el género humano».

Como es de su conocimiento, la Bienal de Cuenca ha montado en la Galería de la Alcaldía de la urbe una exhibición que se complementa con la muestra denominada «Pintura cuencana en la época republicana» que se encuentra expuesta en el Museo Municipal de Arte Moderno «Luis Crespo Ordóñez».

Me permito denunciar, in honorem urbis, a través de la presente, que en el montaje de esta exposición complementaria se ha cometido un gravísimo error en contra de la historia de Cuenca al haber colocado un panel con información biográfica del pintor cuencano Abraham Sarmiento, junto a una fotografía que no pertenece al destacado artista de la morlaquía sino al Dr. Juan Bautista Vázquez, uno de los fundadores de la Universidad de Cuenca.
Ad absurdum et adversas veritas, es admirable que en la Bienal de Cuenca se haya podido incurrir en una falta de esta naturaleza, pues se trata de dos personajes históricos cuyos rostros son perfectamente identificables para cualquier ciudadano medianamente ilustrado. Esto nos obliga a inferir que, seguramente, los autores de esta inaceptable equivocación no deben ser cuencanos o, ad contrario sensu, se trata de personas ignorantes que están ocupando inmerecidamente cargos culturales para infamar, per fas et per nefas, a la inteligencia de los cuencanos.

Este tipo de deslices no sólo desinforman a la ciudadanía que acude a mirar la muestra sino atenta en contra de la educación cívica de nuestros niños y jóvenes, quienes tienen derecho a que se les enseñe correctamente, tanto la historia de la urbe cuanto los correctos datos biográficos de sus principales hombres célebres.

Galo René Cardoso Segarra, Presidente vitalicio de la Bienal de Cuenca

Cum stultitia et ignorantia, en días pasados existía otro error, en la misma sala de la Alcaldía, cuando junto a una nota biográfica del pintor César Burbano se hallaba la fotografía de Jorge Burbano Moscoso. Ventajosamente, se ha optado por retirar ese panel pero se ha dejado el atentado más grave e inaudito en contra del artista Abraham Sarmiento y el destacado intelectual Juan Bautista Vázquez.

Es de esperar que la Bienal de Cuenca proceda a retirar ese panel y rectifique la equivocación señalada en aras de la verdad histórica que debe ser preservada ante omnia et in honorem amoris veritatem.

Galo René Cardoso Segarra, responsable directo del error en contra de la Historia
No está demás comunicar a usted que más allá de que la exhibición ha resultado interesante para el conocimiento de las artes plásticas locales y su desarrollo, ex admirationem, el nombre escogido para la muestra contiene un inaceptable error de precisión semántica. En efecto, la Bienal organiza la muestra «Pintura cuencana en la época republicana» como una exposición colectiva que pretende mostrar obras pictóricas del siglo XIX y de las primeras décadas de la vigésima centuria y no obstante, incluye a artistas nacidos en el límite que se ha fijado: 1929.

Esto hace que podamos deducir que algunos de estos artistas jamás pudieron pintar en las primeras décadas del siglo XX, puesto que en los años veinte de la pasada centuria eran todavía infantes. Es el caso de Carlos Beltrán Lazo, nacido en 1924 y Oswaldo Moreno Heredia, nacido en 1929, incluso después del propio límite que la Bienal se impuso para organizar esta exhibición con tan impreciso título.

Lo correcto hubiere sido indicar, con más exactitud, cum accurata diligentia, que se trata de una muestra de pintores cuencanos nacidos hasta 1929 y con ello, se hubiere evitado esta grave y oprobiosa contradicción que atenta en contra de nuestra incomparable lengua de Castilla.

Sin otro particular por el momento y esperando una acogida favorable a la presente, suscribo de usted con el debido respeto que se merece como ser humano.

Salutem et benedictionem in Christum Dominum Nostrum,

DIEGO DEMETRIO ORELLANA

Datum Concha, super flumina Tomebamba, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, in sollemnitate octava V Dominica Paschali, festo Sancte Bonifacius, PP I, mensis maii, die decima ac quarta, currentis Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus.

jueves, 28 de mayo de 2009

AGENDA CULTURAL DE MAYO EN CONTRA DE LA HISTORIA, LA CULTURA Y LA LENGUA DE CASTILLA

Santa Ana de los Ríos de Cuenca, mayo 24 del año 2009
In sollemnitate Benedicta Maria Virgo «Auxilium Christianorum»

Ing. Marcelo Cabrera Palacios
ALCALDE DE CUENCA
Ciudad.


De mi consideración:

«Veritas ante omnia sit visibilis in Concha; sibi tamen, in Culturalis diarium, diem per diem, errare comunis est adversas Historia, lingua et culturalis aspectibus/ La verdad debe ser visible en Cuenca; sin embargo, en la Agenda cultural, día a día, errar es común en contra de la Historia, la lengua y los aspectos culturales».

Nuevamente, in honorem conscientia meam et pro Concha beneficio, me dirijo a usted, Señor burgomaestre cuencano, para protestar por las ignominias en contra de la Historia, la lengua de Castilla y la cultura constantes en la Agenda cultural de mayo, las cuales de veras ofenden a la conciencia ciudadana y deberían ya terminar, pues demasiado hemos soportado, diem per diem, tanta insolencia e ignorancia en contra del prestigio de la capital de la morlaquía.

Est tempus concludendi cum invencibilis ignorantia in Concha/ Es tiempo ya de concluir con la ignorancia invencible en Cuenca, y por ello, acudo a su autoridad -por mis propios derechos- y aunque existe un ejército de ciudadanos y ciudadanas que no están de acuerdo con mis críticas en defensa de la «Atenas del Ecuador», presento esta petición para poner punto final a tantas barbaridades en contra de la historia y la cultura de la urbe, amparado en el numeral 23 del art. 66 de la nueva Constitución Política de la República, el cual expresa de verbo ad verbum: «…. El derecho a dirigir quejas y peticiones individuales y colectivas a las autoridades y a recibir atención o respuestas motivadas…».


1. Las contradicciones en contra de nuestra maravillosa lengua de Castilla continúan en la Agenda cultural de mayo cuando, por ejemplo, le hacen decir a usted mismo, Señor Alcalde, la siguiente expresión absurda, abstrusa e ilógica en el liminar de dicha publicación: «Destacamos las contribuciones de…Juan Cordero Íñiguez… y Oswaldo Encalada Vázquez…, quien en esta oportunidad nos introduce en los orbes de Cullca y Monay».

Cum respectum et affectibus per suam auctorĭtas/ Con respeto y afecto para su autoridad, permítame decirle, Señor burgomaestre cuencano, que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Castellana define 5 acepciones para la palabra «orbe» y ninguna de ellas puede ser aplicada a Cullca y Monay, por lo que usted, Ing. Marcelo Cabrera Palacios, ha hablado, en el liminar de la Agenda cultural de mayo, como un ignorante supino y tenebroso. Así, me permito transcribir, in scriptis et cum fidelitas, las acepciones admitidas por la Academia para el término orbe: «1. m. Redondez o círculo./ 2. m. Esfera celeste o terrestre./ 3. m. Mundo (conjunto de todas las cosas creadas). / 4. m. Pez teleósteo del suborden de los Plectognatos. / 5. m. Astr. Cada una de las esferas transparentes imaginadas en los antiguos sistemas astronómicos como soporte y vehículo de los planetas».

Señor burgomaestre cuencano: ¿Quién es el personaje ignorante que le hace decir monstruosidades y disparates, cada mes, en el liminar de la Agenda cultural del Ayuntamiento cuencano? ¿No cree que ya es hora de que, inclusive, utilizando el argumentum baculinum se mande a despedir a ese sujeto que ofende su buena imagen de personaje preparado para el gobierno de la urbe?

2. En la página 4, en la sección de Cultura popular se señalan tres acepciones para la palabra Cullca en el artículo intitulado «Cuenca y su mundo»: a) lugar desértico, b) la constelación de las pléyades, quizás elevada a categoría de diosa y c) depósito de alimentos, troje de adobe.

Señor Alcalde: Res ipsa loquitur, sed ¿quid in infernos dicet?/ La cosa habla por sí mismo, pero ¿qué infiernos dice? Estas presunciones constituyen, adversas sensus comunis, un atentado al sentido común de los ciudadanos lectores de la Agenda cultural, pues que se sepa, cuando los conquistadores incas fundaron la ciudad de Tomebamba, se reprodujeron en la misma los cuatro puntos cardinales de la imperial urbe cuzqueña y por ello, lo que allá se llamaba «Collca», aquí se bautizó como «Cullca».

Serios historiadores de la morlaquía como los Padres Jesús Arriaga o Alfonso Jerves ya lo dijeron con tanta propiedad y señalaron fehacientemente, in honorem amoris veritatem, que «Collca» en el Perú y «Cullca» en Tomebamba eran los graneros del incario, por lo que dudar de esta acepción con presunciones insólitas como eso de que la constelación de las pléyades era quizás una diosa para nuestros aborígenes o decir que «Cullca» es un lugar desértico cuando «Tomebamba» era para el incario «Paucarbamba» o «Llanura cubierta de flores» es una burla para la inteligencia de los cuencanos y no se pueden admitir estas peregrinas deducciones que sólo contribuyen a confundir a los lectores de la Agenda cultural.



CULLCA
3. Semper idem, como ya es habitual en cuanto a los errores en contra de la lengua de Castilla, en la página 5, en el trabajo intitulado «Cuenca y su mundo» se expresa una temeridad para referirse a la empanada. Así entonces, se escribió: «Esta especie de fruta de sartén». Esta expresión que pretende ser una metáfora constituye en verdad una comparación traída de los cabellos y ofende a la lengua castellana por su falta de precisión semántica, denotando una inadmisible insolencia en contra del idioma, por parte de su autor, cuando se la ha creado con una terrible falta de creatividad para manejar la lengua maternal.



Honorato Vázquez Ochoa

4. En la página 6, en el mismo artículo de Oswaldo Encalada Vázquez, se dice otra ofensa en contra de nuestra historia: «Hace 101 años los poetas Miguel Moreno y Honorato Vázquez publicaron un sentido y delicado libro titulado SÁBADOS DE MAYO». Esto es falso de toda falsedad, pues los poetas Moreno y Vázquez publicaron esa obra en el año 1877, 31 años antes de lo que indica Encalada Vázquez, lo cual demuestra una gravísima irresponsabilidad para verificar las fuentes históricas de lo que se escribe.

Esta equivocación cobra mayor gravedad cuando se publica, en la página 33, en un artículo intitulado «Honorato Vázquez», una expresión que contradice -de maxima ad minima- la insólita afirmación que acabo de transcribir de verbo ad verbum. Así pues, allí se dice, ad litteram: «Honorato Vázquez, juntamente con Miguel Moreno, publicó sus primeros poemas en 1877 con el nombre de Sábados de Mayo».

5. No obstante, en la frase precedente existe otro grave error cuando se expresa que Honorato Vázquez publicó sus primeros poemas en 1877, pues, ad effectum conoscendi, en ese año el benemérito intelectual cuencano tenía 22 años y para ese entonces ya había publicado sus primeras creaciones literarias desde cuando era colegial, en su época de adolescente, por lo que esta aseveración es ridícula ad absurdum et adversas veritas.

6. En la página 18, en el artículo intitulado «Fiesta de la Virgen de la Universidad» se dice in scriptis: «…En el centenario de esta advocación, el doctor Juan Cordero publicó ‘María en las artes cuencanas’, en una edición de lujo auspiciada por el Rector de la Universidad Jaime Astudillo Romero». Esto es terriblemente falso y el texto así redactado contraviene el hecho de que ese libro fue realizado con dinero público, pues el auspicio fue de la Universidad de Cuenca, lo cual es muy diferente. ¿Qué clase de protagonismos insólitos se ocultan ahora en la Agenda cultural de la urbe para burlarse de la conciencia de la gente de bien?

7. La Agenda cultural de mayo contiene un inadmisible error de edición cuando publica, dos veces repetitivas, notas biográficas de Honorato Vázquez Ochoa y Manuel Moreno Serrano en los artículos intitulados «El lenguaje de la sensibilidad» (Cf. pág. 28), «Honorato Vázquez» (pág. 32) y «Manuel Moreno Serrano: el poeta del pincel» (pág.34). No obstante, Francisco Álvarez Passos y Mónica Acosta de Malo publican los mencionados apuntes biográficos de Honorato Vázquez con intolerables contradicciones que ponen en evidencia que no hubo una adecuada corrección al momento de editarlos. Así, Álvarez manifiesta en la página 30, en el artículo «El lenguaje de la sensibilidad» ya mencionado: «…el talento del gran paisajista fue reconocido de manera tardía, pues presenta su primera exposición conformada por 90 obras, en 1916, cuando tenía 61 años»

8. Sin embargo, ex admirationem, en la página 33, al hablar de Honorato Vázquez, se dice por parte de Mónica Acosta de Malo la siguiente barbaridad en contra de la historia: «…En 1916, a los 65 años de edad, realizó su primera exposición con 90 cuadros».

¿Cómo es posible que se publiquen dos cosas sobre el mismo acontecimiento con cálculos históricos errados que confunden a los lectores?

¿No está claro que cualquier lector acucioso podría empezar a dudar, pro ratio et logica, sobre la veracidad de estas afirmaciones sin saber si dar la razón a Álvarez o a Acosta? La verdad histórica dice que Honorato Vázquez Ochoa nació en 1855, razón por la cual el dato de Francisco Álvarez sería el correcto. No obstante, el hecho de que Acosta se equivoque y no se la haya corregido evidencia que la edición de la Agenda cultural se la realiza de manera irresponsable. ¿Será acaso debido a que la publicación la están haciendo personajes que no saben nada de Cuenca por no haber nacido y vivido en ella?

9. En la página 30, al hablar de Manuel Moreno Serrano se dice: «De su padre heredó la inclinación por las letras y, evidentemente, en el transcurso de su vida escribió una considerable cantidad de poemas; sus coterráneos lo consideraban un hombre de vastos conocimientos literarios». Este dato no es certero, pues se sabe que Manuel Moreno Serrano, aunque hijo del destacado poeta Miguel Moreno Ordóñez, era fundamentalmente un pintor y un delicado artista paisajista, pero no se ha conocido que haya publicado poemas y menos que éstos se conserven en la actualidad.

Escudo de la Fiesta de la Lira. Autor: Emmanuel Honorato Vázquez

10. En la página 37 se escribe algo insólito, al hablar de la antigua Fiesta de la Lira, cuando se dice que: «El premio mayor era una corona de laurel que el orador de turno ungía en la cien del poeta vencedor. Violetas, capulíes y liras de oro eran los galardones consagrados a las declamaciones virtuosas». Lo que se sabe, según la Historia, magistra vitae, es que existían 4 galardones que se otorgaban a las declamaciones virtuosas: la flor natural, el capulí de oro, la violeta de oro y la lira de oro; esta última a las mejores declamadoras de sexo femenino, por lo que la imprecisión de la nota histórica que comento en estas líneas es inaceptable, tanto más cuanto que es inadmisible que se escriba «la cien del poeta vencedor», desconociendo que la Real Academia de la Lengua de Castilla prescribe que la palabra correcta es «sien», con «s» y no con «c».

11. En la página 40 de la Agenda cultural se ha publicado un pésimo artículo intitulado «Ecuador en la Trienal de Acuarela», en donde los atentados en contra de la lengua de Castilla son llevados al paroxismo, tanto por la gran cantidad de errores de redundancia y de concordancia como por las faltas a la sintaxis y la redacción farragosa de tan deplorable nota que, inclusive, ni siquiera está correctamente ubicada, pues habla de un certamen internacional de artes plásticas dentro de una sección intitulada «Bibliotecas».

Felipe II



Sancte Pater, Paulus, PP. IV

12. En la página innumerada que se inserta en el mapa cultural de la Agenda se reproduce una nota llena de errores en contra de la Historia cuando se consigna: «CUENCA EN 1584. Felipe Guamán Poma de Ayala dice: ‘Esta dicha ciudad de Cuenca, aquí tuvo grandes casa Huayna Cápac inga. Se fundó en tiempo del papa Clemente y del rey emperador don Carlos, siendo gobernador y poblador don Francisco Pizarro y son gente de paz y cristianos los caballeros y vecinos soldados e indios y son grandes servidores de Dios y de la Corona real de su Majestad…».

El texto de marras, como ya se dijo ut supra, es de Guamán Poma de Ayala, pero lo grave del caso es que, al final del texto, existe una advertencia de Juan Cordero Íñiguez que alerta sobre los graves errores y no corrige todos los que allí se consignan. Efectivamente, Cordero dice que el rey de la fundación de Cuenca no era Carlos V sino Felipe II y, ciertamente, eso es verdad absoluta. Sin embargo, el Cronista Vitalicio olvida señalar que para 1557, año de la fundación castellana de Santa Ana de los Ríos de Cuenca, Francisco Pizarro estaba muerto y no era el gobernador de Quito, como dice Guamán Poma, pues 16 años antes, en 1541, ocurrió su asesinato en Lima; mientras que el Sumo Pontífice de la época no era ningún Papa Clemente sino el inflexible y enérgico Santo Padre Paulo, por la Divina Providencia, Papa IV, conocido en la historia de nuestra Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana como el «Gran Inquisidor», por haber sido, antes de su elección como Sucesor de Pedro, la cabeza del Santo Oficio, habiendo utilizado eficazmente esta institución para reprimir las infiltraciones de luteranos y reformistas en los reinos de Italia.

Pero sería bueno preguntarse, ad cautelam: ¿No habría sido mejor no publicar, ad libitum, dicha nota extraída como elogio a Cuenca si se sabía de antemano que existen graves atentados a la Historia, pues ya, per se et in honorem contradictionem, esas faltas históricas devienen en un agravio a Cuenca y a la historia universal?

Ignorare plus est quam errare/ Ignorar es mejor que errar ¿Ante tantas atrocidades cometidas en la publicación es pertinente preguntarse si no sería mejor que los autores de la Agenda cultural ignoraran todas las cosas a equivocarse tan alevosamente en contra de la Historia y la cultura? Y es que ¿cómo pueden los autores de estas barbaridades escribir sin saber bien lo que pretenden enseñar? Qué duda cabe de que debemos dar la razón a los inmortales filósofos de la Roma Imperial cuando decían: «Nemo dat quod non habet/ Nadie puede transmitir lo que no posee».

Más allá de todo esto, hay que denunciar a su autoridad que la Agenda cultural de mayo empezó a circular el día 14 de mayo cuando debía ver la luz en los primeros días del mes. Los funcionarios responsables de Gráficas Hernández, empresa en donde se imprimió la publicación, han expresado que les entregaron tarde el material para imprimirla, lo cual ha producido que numerosos ciudadanos reclamen airadamente por este retraso injustificable.

Ab irato, esto es el colmo, Señor Alcalde, cuando se podría pensar que sus colaboradores en la Dirección Municipal de Educación y Cultura, al parecer, una vez que usted ha perdido las elecciones, ya no tienen el menor interés en hacer que dicha Agenda cultural salga los primeros días del mes, como es lo justo y necesario para que la ciudadanía tenga al menos, a tiempo, el calendario de eventos culturales de la ciudad.

Ergo, así las cosas, aunque sea en estos últimos meses de su administración ejecutiva municipal, se debería procurar que las cosas se hagan bien, in honorem urbis et pro cultura, sin hacer que el prestigio de Cuenca sea enviado al abismo de las huestes infernales sólo por caprichos insólitos de gente ignorante que ataca mes a mes, a mansalva, a la historia y la cultura y no obstante, adoptan estas viles actitudes nada propias de la gente de bien.

Le escribo estas cosas en cumplimiento de un deber de conciencia, pues no puedo quedarme callado ante tamañas equivocaciones que, adversas inteligentia, veritas et respectum per omnia humani generis, se publican en la Agenda cultural. Por ello, las precisiones que me veo obligado a detallar las escribo sine ira et studio, con total objetividad, buscando resguardar el prestigio de Cuenca, a la que desgraciadamente se la ofende todo el tiempo ad absurdum et cum invencibilis ignorantia et ineffabilis stultitia.

Sin otro particular por el momento y esperando que se tomen correctivos para evitar los permanentes errores que se publican en la Agenda cultural de Cuenca, me suscribo de Usted con un cordial saludo.

His cum grata recordationem et optatissima pax in Christum Dominum Nostrum,

Diego Demetrio Orellana

Datum Concha, apud flumina Tomebamba, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, ad finis mensis maii, die quarta supra vigesimum, Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate Benedicta Maria Virgo «Auxilium Christianorum».

viernes, 22 de mayo de 2009

UN LIBRO POR UN GLORIOSO CENTENARIO EN SANTA ANA DE LOS RÍOS DE CUENCA


VENERABILES FRATRES NOSTRI:
«PAX ET CARITAS PER VOBIS»

El 26 de mayo del año 2009 se cumple el primer centenario del nacimiento del distinguido compositor cuencano Carlos Ortiz Cobos, autor del japishca «Por esto te quiero Cuenca». La Orquesta Sinfónica brindará un concierto IN MEMORIAM el viernes 22 de mayo, a las 20:00, en el auditorium del Banco Central del Ecuador, sucursal Cuenca. En este acto se pondrá en circulación un libro biográfico del eminente compositor de la morlaquía.


CARLOS ORTIZ COBOS
1909 - 2009
«Vir bonus discendi periti cum artis/ Hombre de bien, que sabe hablar con las artes»

Esta es la frase con la cual debemos definir, con apodíctica certeza, a Carlos Ortiz Cobos, uno de los músicos más destacados de la morlaquía durante el siglo XX. En efecto, veritas sit visibilis/ la verdad debe ser visible y por eso, habremos de decir que la vida artística de este músico cuencano fue proficua y estuvo todo el tiempo pletórica de vivencias y experiencias que seguramente, por haber sido vividas a plenitud, prodigaron al artista preciosas oportunidades para crear y crear especiales canciones del pentagrama nacional que, con el pasar del tiempo, le han dado una fama inmortal, a punto tal de que hoy, a principios del siglo XXI, se puede afirmar que Carlos Ortiz Cobos es uno de los músicos más prolíficos de la morlaquía. Las centenares de piezas musicales que salieron de la mente de este lúcido compositor cuencano así nos lo confirman, haciendo que los habitantes de la morlaquía debamos al singular maestro, un homenaje digno de quedar en los anales de la historia comarcana.
In stricta veritas et iustitia/ En estricta verdad y justicia, Carlos Ortiz Cobos es uno de los fundamentales referentes de la música cuencana. Se debe contar con él para cualquier análisis global del desarrollo musical de la Cuenca del siglo XX. Su gigantesca figura se yergue como una estela luminosa que, tal como una atalaya esplendente, refulge con luz propia en el firmamento musical de la morlaquía. Y es que se trata de un gran artista, sub specie aeternitatis, nacido para la posteridad, y ante su singular presencia nosotros no somos nada y por ello, nuestra pequeñez nos obliga a reconocer con gratitud sus valiosos aportes.
El distinguido compositor supo engrandecer el prestigio cultural de la ciudad a la que sirvió con profundo y exquisito amor como con un denodado y ejemplar compromiso cívico. Por ello, in memoriam, es importante consolidar en una obra el testimonio de esta vida tan provechosa. Cuando se cumple el primer centenario de su nacimiento, el 26 de mayo del año 2009, los hijos del eximio maestro han considerado como justo y necesario, publicar su biografía en un libro concebido como un testimonio vivo de sincero agradecimiento post mortem, a quien fue un padre ejemplar y ciudadano de virtudes acrisoladas. En él se recogen las memorias de esta gran familia, junto a los escritos que distinguidos escritores cuencanos han dedicado al maestro Carlos Ortiz Cobos a lo largo del tiempo.
Dedicar unas líneas a su ilustre figura, cum grata recordationem, cuando el biografiado es un personaje paradigmático de gran calidad humana y fuerte presencia espiritual, es también rendir un testimonio de gratitud desde la pluma y un homenaje de admiración y respeto para un hombre bueno que pervive en la memoria colectiva de Santa Ana de los Ríos de Cuenca.
Emerson decía que «la gratitud es la tímida riqueza de quien no posee nada» y por eso, cum sinceritas et fraternitas, estas líneas rinden deferencia y pleitesía a este magnánimo artista, por su gran aporte al desarrollo musical de la localidad, hecho que obliga a los escritores castizos de la morlaquía, para que desde nuestras cotidianas labores intelectuales, justipreciemos los inmortales atributos de la gente de bien que contribuye, con su ingenio y creatividad, al desarrollo de la comunidad.
A Carlos Ortiz Cobos se lo conoce por ser quien compuso la música del maravilloso capishca «Por esto te quiero Cuenca», constituido, por antonomasia, en el himno popular de la urbe. No obstante, nadie puede negar que la trascendencia de esta pieza musical ha rebasado las fronteras locales hasta el punto de que hoy en día, en cualquier lugar de la República, el «Por esto te quiero Cuenca» es una canción por la que se identifica con propiedad a la capital de la morlaquía, a la que el maestro supo definirla desde la música, in spiritus et veritas et semper cum fidelitas/ en espíritu y verdad y siempre con fidelidad, en una especie de privilegiado lenguaje con el que supo prodigar las inmensas emociones de su espíritu sensible.
Pero más allá de eso, las creaciones musicales de Carlos Ortiz Cobos constituyen un compendio maravilloso de ritmos nacionales que hablan, per se, del folklor ecuatoriano y muestran, como en una especie de caleidoscopio, las múltiples y variopintas facetas de nuestra identidad cultural.
A la manera de un speculum musica o espejo de la música, ya se trate de un pasillo, un capishca, un villancico, una tonada, un yaraví o cualquier ritmo popular con los que el maestro creaba una música armoniosa y singular, las canciones de Carlos Ortiz Cobos nos hablan con humildad de esa verdad esencial que sólo puede ser descubierta por un espíritu sensible y capaz de sublimarse ante las cosas más sencillas de la vida.

Esta es la razón por la cual el libro concluye, en la última parte, con la reproducción del «Álbum de Música» de don Carlos Ortiz Cobos, un maravilloso tesoro familiar en donde se encuentran 93 creaciones musicales escritas de su puño y letra. Estas formidables composiciones musicales han engrandecido a la urbe y al país y reflejan, ex admirationem, la trascendencia artística de un músico que para los actuales tiempos es ya un artista inmortal de altísimos quilates.
Solo hay que escuchar cualquiera de las composiciones del dilecto artista para sentir la sui generis sensibilidad que lo caracterizaba como ser humano. Se puede decir que la música fue para don Carlos el instrumento a través del cual supo transmitir las inquietas y curiosas aventuras de su alma, en una atmósfera de maravillosa creatividad y originalidad, características esenciales que han contribuido, cum admirabilis inspirationem, para que su música sea auténtica desde todo punto de vista.
Escucharlo ejecutar el piano, el bandoneón o el acordeón era una oportunidad única para descubrir cómo las artes musicales eran para él su alma, vida y pasión. Su contacto con los instrumentos era excepcional y por ello, se puede decir que el maestro lograba, ipso facto, hacerlos hablar con inusual sentimiento al momento de interpretarlos.
La dedicación, el amor a todo lo que inspire música, el especial oído para distinguir los sonidos o jugar con ellos eran evidentes en este eminente músico, cada vez que se enfrentaba con los instrumentos que dominaba a la perfección in honorem artis et musica.
Alto, pícnico, serio, reflexivo, muy respetuoso, dueño de una especial condición introspectiva, así era Carlos Ortiz Cobos para quienes lo conocimos desde nuestros ya lejanos años de la infancia en el tradicional barrio de San Sebastián, en donde vivió hasta convertirse, in aeternum, en un arquetípico personaje de la barriada. El músico vivía intensamente cada minuto de su vida y estaba pronto a descubrir, quid pro quo, las cosas más profundas de la humana existencia. Su sensibilidad era superior y brotaba a flor de piel en cualquier composición musical que desarrollaba sobre variados temas en los que se embelesaba siempre hasta los límites del paroxismo.
Esa era justamente una de sus principales cualidades artísticas. Mas, a esa sensibilidad le unía una gran capacidad de observación y un curioso espíritu capaz de escudriñar lo fundamental de todo cuanto le sublimaba hasta el gozo y el deleite superlativos. Así, con la sabiduría del que habla poco pero observa mucho, siempre supo captar la vera effigies de todo lo que le inquietaba como motivo de creación. Por ello, su sentido de apreciación de la realidad que lo circundaba era uno de los aditamentos de su egregia personalidad artística, que lo confirmaba como un ser con especiales condiciones para crear y sobre todo para contemplar las cosas más nimias de la vida.
Y es que la contemplación, en la que es indispensable un profundo sentido analítico, hizo que la inspiración del compositor sea riquísima ante cualquiera de los motivos que provocaban una oportunidad para crear originales piezas musicales que siguen sorprendiendo hoy a quienes tienen la oportunidad de conocerlas prima facie et cum magnam expectationem.

Ese sentido de vivir contemplativo le permitió, por otro lado, tener conciencia de muchos problemas acuciantes de nuestra comunidad, a los que miraba siempre con preocupación e interés. Si para solucionarlos era posible contar con su ayuda, no escatimaba esfuerzo alguno para entregar su contingente.
Así entonces, era también poseedor de un gran sentido de la solidaridad y debido a ello, su mano abierta estaba, todo el tiempo, dispuesta a ayudar al prójimo con una particular vocación humanitaria que lo encumbraba día a día como un ser de originales virtudes y capacidades, por las que muchas personas lo recordamos con un fuerte sentimiento de admiración y respeto et nunc et semper et in saecula saeculorum.

DIEGO DEMETRIO ORELLANA
Datum Concha, apud flumina Tomebamba, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, mensis aprilis, die decima, Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate sexta feria de Passione Domini. In Sancta Hebdomadae MMI

martes, 19 de mayo de 2009

«AD PERPETUAM REI MEMORIAM» / UN INOLVIDABLE CONCIERTO DE MÚSICA CLÁSICA


«AD PERPETUAM REI MEMORIAM»

UN INOLVIDABLE CONCIERTO DE MÚSICA CLÁSICA

Cuatro piezas inmortales y representativas de la música clásica, correspondientes a Vivaldi, Haydn y Mozart han sido interpretadas magistralmente por la Orquesta Sinfónica y el Coro «Giussepe Verdi» de Milán, en el Vaticano, con motivo de la conmemoración del IV aniversario de la elección pontificia del Santo Padre Benedicto, por la Divina Providencia, Papa XVI, felizmente reinante.
La Orquesta Sinfónica de Milán estuvo dirigida por la destacada maestra japonesa Xian Zhang, mientras que el Coro «Giussepe Verdi» contó con la dirección de la eminente artista italiana Erina Gambarina, quienes consiguieron, cum magnam inteligentia et sapientia, una ejecución extraordinaria de estas inmortales obras maestras de todos los tiempos.

Conviene comentar acerca de estas célebres creaciones musicales de la historia del género humano. Se trata de un espectacular concierto en el que la inspiración de Vivaldi, Haydn y Mozart han suscitado emociones intensas en los asistentes al acto lírico y académico, en el aula «Paulo VI» del Palacio Apostólico Vaticano, dejando un recuerdo imborrable de una jornada llena de sentimiento y espiritualidad, en un ambiente en el que la «tranquilitas in ordinis» o «tranquilidad en el orden», que sólo la música es capaz de producir, ha sido el verdadero leit motiv para revivir esas maravillosas composiciones musicales de la historia del género humano.


1. La «Sinfonía 95» de Haydn ha sido interpretada en tonalidad de Do menor, atravesando un recorrido perfectamente equilibrado, mas no ausente de dramatismo, hasta concluir en la tonalidad de Do mayor. Esto nos hace pensar, cum stricta veritas et sinceritas, en el itinerario del alma que, a saltos de mata, se mueve todo el tiempo entre la serenidad y la paz interior, entre la alegría y la esperanza.

2. La «Sinfonía 35» de Mozart, ejecutada también en el evento, amplifica y corona la afirmación de la vida sobre la muerte, en una especie de amalgama de sonidos contrastantes y ritmos contrapuestos, semper cum gaudium, en admirable armonía y melodía.

3. Por su parte, el «Ave verum Corpus», inmortal obra coral de Mozart, ha embelesado el espíritu de los participantes en este concierto como si las voces humanas pudieran transmitir el fuerte sentimiento que se imbrica sólido, ab intra, en esta célebre creación mozartiana.

4. El «Stabat Mater» de Vivaldi, que es una destacada obra coral barroca, ha resultado una experiencia única y singular, sub specie spirituale opus, en la que la meditación cedió el paso a la contemplación para reconocer la magnificencia del misterio de la Redención, esperanza única para los cristianos de todos los tiempos en su peregrinaje por el mundo.



En conclusión, estas obras geniales de Vivaldi, Mozart y Haydn no pudieron ser mejor escogidas para la celebración del importante aniversario pontificio, supernaturalis gratia, cuando han transcurrido ya cuatro años desde que la Divina Providencia dispuso que la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana tuviera, como su cabeza, a un Sumo Pontífice culto, erudito, inteligente y brillante como sucesor de Pedro, Vicario de Cristo en la Tierra, Obispo de Roma y Servus Servorum Dei.

Salutem et benedictionem in Christum Dominum Nostrum,

DIEGO DEMETRIO ORELLANA

Datum Concha, apud flumina Tomebamba, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, die decima ac sexta, in sollemnitate Paschali.

viernes, 15 de mayo de 2009

«DIEM MUNDIALEM LATINITAS/ DÍA MUNDIAL DE LA LATINIDAD»

«DIEM MUNDIALEM LATINITAS»
«DÍA MUNDIAL DE LA LATINIDAD»

«Asesinato de Caius Iulius Cæsar»

El 14 de diciembre del año 2000, la UNESCO proclamó el «DÍA INTERNACIONAL DE LA LATINIDAD », a fin de que éste sea celebrado el 15 de mayo de cada año, en la festividad de San Isidro Labrador, a que las naciones del mundo construyan mecanismos para preservar el acervo cultural latino, del que son herederas, para proyectarlo hacia el futuro.

Es necesario entonces, hic et nunc, en un mundo como el que vivimos, ancho y ajeno, fomentar la conciencia de la identidad cultural común en la población de raíces latinas en general, y en la juventud, en particular.

La conmemoración planetaria tiene la intención de que los habitantes de los países de cultura latina organicen actividades celebratorias de dicha efeméride, in honorem cultura latina, incluyendo acciones específicamente dirigidas a la juventud, a fin de fortalecer efectivamente el sentimiento de fraternidad entre los pueblos de origen cultural latino.

El presente documento tiene, por ello, la intención de reflexionar en este magnánimo y benevolente propósito, en tanto somos habitantes de América Latina, un continente heredero de la latinidad, aunque se zapatee hasta el cielo por decir lo contrario, adversas veritas et cultura.

Cuando escuchamos y leemos a brillantes periodistas, intelectuales, escritores y hombres de pluma, una serie de expresiones mal escritas o dichas en Latín, nos entristecemos de que para darle a los escritos o discursos cierta preeminencia, algunas personas invocan mal la lengua latina, enviando a sus creaciones a un abismo o peligroso precipicio por el que se despeña el prestigio de los que cometen tales dislates, pues «facilis descensus averni/ la bajada al infierno es muy fácil».


Así entonces, destacados varones y mujeres de la política y la ciencia suelen decir y escribir, por ejemplo, «contra natura», sin la «m» final, «urbi et orbe», cambiando la «i» final por una «e», «manu militare», insistiendo en el mismo error, «mutatis mutandi», comiéndose la «s» final, «maremagnum», sin separarlo en dos palabras, «missa solemnis» sin la doble «l», lo cual es digno de vergüenza, pues el idioma latino debe ser respetado en tanto es una lengua de cultura superior.

Existen también otros ciudadanos y ciudadanas que, olvidando nuestro origen cultural latino, han adquirido, en estos tiempos globalizantes, una injustificada latinofobia y se reniegan para utilizar, dentro del habla y la escritura castellanas, las expresiones latinas admitidas por la Real Academia de la Lengua Castellana u otras que pueden enriquecer a nuestro idioma, volviéndolo auténtico y original, desconociendo el acervo de la inmortal lengua latina, madre nutricia del Castellano, como quien atenta en contra de su propia madre et semper cum horribilis modus actuandi.
Estas personas desconocen que la latinidad ha forjado una incomparable tradición humanística en la que la visión del mundo, del hombre y de Dios tiene su fundamento en el gran Cicerón y los filósofos latinos de la Roma imperial.

Destacados hombres eruditos de la Historia han cultivado la latinidad con admirable dedicación. Por ejemplo, Quintiliano, John de Salisbury, Erasmo de Rotterdam, Juan Luis Vives, Giovanni Pico della Mirándola o Giambattista Vico, además de otros autores italianos del Trecento y del Quattrocento.

Uno de los investigadores contemporáneos que más ha contribuido para fomentar el estudio de la latinidad y del humanismo es el filósofo italiano Ernesto Grassi (1902-1991).

Caius Iulius Cæsar en su conquista de las Galias

La tradición humanista considera a la Retórica como la reina de las ciencias. A fortiori, esta es la razón por la cual los humanistas ponen énfasis en el estudio de las artes del lenguaje, tal como se hacía en la antigüedad clásica y en el medioevo.

El fundamento de esta concepción subyace, sub specie aeternitatis, en la consideración de que el lenguaje es el vehículo del pensamiento, y para pensar bien hay que aprender antes a hablar y escribir bien.

Justamente una de las causas de la barbarie propia de nuestro siglo es la falta de un cultivo adecuado de las artes del lenguaje.

La educación contemporánea, ad contrario sensu, en muchos países y culturas, dedica más atención a la enseñanza de las matemáticas y las ciencias exactas que al estudio del lenguaje y las humanidades. No se trata de estar en contra de la instrucción científica, pero creemos que a la par de ella debe ir la formación humanística y la formación en las virtudes.

Festejar la latinidad no es aferrarse al pasado considerado como una época de oro de la humanidad. No obstante, es importantísimo para todos lograr que nuestras relaciones con las raíces de nuestra cultura no se rompan.

CONTRADICCIONES MODERNAS EN CONTRA DE LA LATINIDAD

Es digno de hilaridad, por otra parte, la censura que ejercen algunos editores y directores de medios de comunicación o jefes de instituciones y dependencias públicas y privadas, en contra de los escritores y periodistas, a quienes «prohíben» el uso de la lengua latina por insólitos e inefables prejuicios como el hecho de considerar que la gente no la entiende, al socaire de la obligación que tienen los ciudadanos lectores para leer cualquier información que llegue a sus manos y consultar el diccionario, cada vez que algo no se comprende.

«Caius Iulius Cæsar»

Según relevantes lingüistas hispanos, ésta es una de las razones por la que, de las aproximadamente 80.000 palabras castellanas que existen en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Castellana, la gente apenas utilice unas 2.000 en el habla y la escritura coloquiales de nuestra bella lengua de Castilla. Estos modernos inquisidores ni cuenta se dan de que con este tipo de censuras se está obligando a que nuestros ciudadanos y ciudadanas no aprendan a consultar el diccionario, fomentando que las personas ya no investiguen y conspirando, de manera suicida, en contra de la riqueza y el esplendor del idioma.

Por eso, ¿es posible que alguien pueda tal vez pensar que el Latín es una lengua muerta y debe ceder el paso al estudio de lenguas vivas de amplia circulación mundial y más útiles, desde el punto de vista práctico? ¿O es más conveniente inferir, que justamente el uso de determinadas expresiones latinas, dentro de nuestra bella lengua de Castilla, refleja la riqueza de la cultura latina y la pervivencia de su vigencia en nuestro contexto cultural castellano?

Lo que está claro es que la reducción del estudio del Latín no ha devenido en un mejor conocimiento de las lenguas modernas. De allí que, a manera de orientación y guía, habremos de decir tan solo, que no está por demás recordar que las naciones más florecientes y exitosas en materias científicas y técnicas son las que dedican más atención al estudio de la cultura y las lenguas clásicas. Así se ha confirmado en países como Suiza, Inglaterra, Alemania y hasta Noruega y Suecia.

En la lengua castellana tendemos a simplificar por principio, sin reparar en las consecuencias. Si «Corpus Christi» debe llevar una «h» intermedia entre dos consonantes, algunos protestan y exigen que se escriba Cristi, creyendo ilusamente que por facilitar esta cómoda escritura vivifican o depuran el idioma. Si la «p» de psiquiatría o psicología no se pronuncia, rápidamente aparecen quienes proponen suprimirla de la escritura porque les parece un elemento superfluo.

Sin embargo, estos ciudadanos y ciudadanas no se detienen a pensar que, en concordancia con la etimología, «Christi» significa Cristo y guarda en sí una precisión semántica sin par para definir al personaje, mientras que «psicología» significa «tratado de la psique», de todo lo relativo al «alma» humana. En consecuencia, se puede afirmar, in honorem Græca et Roma, que la «Ch» de Christi es un antiguo referente que unifica al Castellano con la Roma Imperial y su cultura latina, mientras que la «p» de psicología es uno de los puentes que unen todavía a las generaciones actuales con los antiguos griegos que pusieron las bases de nuestro conocimiento sobre el hombre.



Lingua pax pro mundi beneficio

Nuestro «modus discendi» o modo de decir las cosas es la manera más vivificante de nuestra creatividad personal hacia los orígenes de nuestra cultura. Se sustenta siempre en raíces de profunda trascendencia para vincularse a la realidad y desarrollar la personalidad histórica de una cultura. En este proceso, las lenguas clásicas como el Latín y el Griego y las culturas a las que representan, han sido vitales para el desarrollo de nuestra cultura grecolatina.

Al no saber elementos de Latín y Griego, se desconocen las raíces de un buen número de palabras castellanas de uso corriente y se empobrece rápidamente el léxico, a punto tal de volverlo famélico y enteco, desde todo punto de vista.

Cum reverentia et sapientia pro lingua latina, si se conocen las fuentes de nuestra lengua, muchas palabras se iluminan al sólo oírlas. En adecuado parangón, los vocablos y términos de nuestro idioma castellano son como los planetas que brillan en la noche, reflejados por la luz de las estrellas que poseen luz propia.

Tanto se ha atentado en contra de la cultura y la lengua latinas que, en estos tiempos del tercer milenio, la ignorancia del Latín y del Griego deja a los hispanohablantes desvalidos a la hora de crear neologismos, pues el Castellano no es un idioma flexible para inventar nuevos vocablos, a pesar de sus particulares y especiales cualidades.

A causa de este desvalimiento o despojo, los ciudadanos del mundo contemporáneo acuden en tropel a las lenguas extranjeras, en busca de préstamos difícilmente integrables a nuestra bella lengua de Castilla.

De esta forma, se asimilan elementos extraños por falta de conocimiento de la propia lengua, dando como resultado palabras híbridas y una lamentable pérdida de la identidad castiza. Es inadmisible la bárbara cantidad de neologismos de bastardo origen y así, los extranjerismos y, en particular, los anglicismos no admitidos por la Real Academia de la Lengua Castellana están conspirando, adversas lingua, en contra del idioma de Castilla y su esencia. Y para colmo, nosotros lo estamos consintiendo por no saber valorar la riqueza de la latinidad en nuestra cultura.

¿Cómo aceptar entonces, que no hayamos sido capaces de encontrar la palabra precisa para términos como chatear, fax, link, memory flash, cd room, debido a estas injustificadas negligencias?

La latinofobia que invade el mundo moderno pretende desconocer que, ab intra, por todos los recovecos de la Historia, por todas las manifestaciones de la cultura y sus expresiones artísticas, por todas las ciencias como el Derecho, la Filosofía , la Teología , la Botánica , la Medicina , la Química y otras disciplinas adláteres, la lengua castellana tropieza constantemente con la bella, culta, sempiterna e incomparable lengua latina.

En estricta justicia debemos admitir que no es posible entender cómo puede realizarse cualquier investigación medianamente seria, en cualquiera de los campos del conocimiento, sin contar con ciertos elementos de la lengua madre.
En el «DÍA MUNDIAL DE LA LATINIDAD » validemos, in honorem veritatis splendor, la gran influencia de la cultura latina sobre nuestras naciones de origen castellano y reconozcamos que el Latín no sólo dio origen al Castellano, sino que –de profundis- está incrustado en sus estructuras como algo natural e intrínseco o inherente.

Por todo ello, un hispanohablante que ignora el Latín navega por un mar de aguas tormentosas y tenebrosas cuyo fondo desconoce. En cualquier campo que se mueva tendrá que mantenerse a menudo en un plano superficial y su labor carecerá de la radicalidad que hubiera podido tener.

Saber tocar un instrumento musical es magnífico, pero el carecer de tal arte no disminuye nuestra talla de hispanohablantes en cuanto tales. El no saber Latín afecta, en cambio, a nuestra base cultural, nos desvincula de nuestra alma nutricia y nos desnutre y empobrece.

«Caius Iulius Cæsar Octavianus
Augustus»


Lenguaje y creatividad

Decimos, por ejemplo, «entusiasmo», y nos sumergimos en la concepción griega del amor y el ascenso a lo divino, es decir, a lo perfecto. Proferimos la palabra «agapé» y encontramos reminiscencias de profundo contenido en la inmortal cultura helénica. Igual acontece cuando escribimos el término «democracia» o «persona». Decimos, a la vez «sublime» y navegamos por amplias aguas en las que la armonía de las culturas griega y latina pervive todavía. Expresamos «sui generis», «alma mater», «a priori», «a posteriori», «alter ego», «ad absurdum», «a divinis», «in articulo mortis», «in crescendo», «verbi gratia», «sine qua non», «ipso facto», «sub specie instantis», «in camera caritatis», «de maxima ad minima», «ex admirationem» o «exempli gratia» y nadie puede negar el sustento y la vigencia de la latinidad en nuestra cultura.

Sin embargo, si somos incapaces de descomponer estas palabras y palpar su articulación interna, ¿podemos captar toda su inmensa riqueza y hermosura? Muchas lenguas occidentales que hoy consideramos modernas tienen sus propias raíces en la lengua latina, algunas más que otras. Ejemplos son el Italiano, el Castellano, el Rumano, el Portugués, el Catalán y el Francés. Pero también, el Inglés y el Alemán poseen muchos elementos del Latín, lo que da clara cuenta de la universalidad de la latinidad en el mundo contemporáneo.

Reaccionemos, habitantes del mundo castizo: Las lenguas clásicas y entre ellas, el Latín y el Griego no están muertas, la influencia de sus culturas menos, viven directamente en los textos y de forma mediata en cada una de las lenguas romances.

Lo grave es que quienes desconocen el acervo de la latinidad no tienen la conciencia ni el saber de lo que pierden, pues lamentablemente, para su desgracia, no pueden contar con la experiencia de acceder a los mundos que la latinidad nos abre. Así, sicut cervus ad fontes, a veces encontramos hoy en día que, a muchos jóvenes les encanta el canto gregoriano, pero no saben Latín. No pueden barruntar en consecuencia, en qué medida se incrementaría su agrado si pudieran captar la profunda armonía que se da en esta forma de música entre el texto y la melodía.

No olvidemos que el lenguaje es la manera en que se manifiesta palpable la creatividad humana. Si se desconoce el trasfondo del lenguaje, no se podrá hablar de modo profundamente comprometido y creador, pues –como se sabe- los escritores creamos todo el tiempo con las palabras.

Si no utilizamos apropiadamente el idioma, concordet lingua splendor, desaparece la creatividad. Para resguardarla, hay que tomar en cuenta todas las posibilidades que cada generación del pasado ha ido entregando a las siguientes. Esa entrega se dice en Latín «traditio». Los abogados y hombres o mujeres del mundo del Derecho lo sabemos muy bien.

Por eso, la tradición no es un peso muerto que gravita sobre los hombres del presente, cual fardo ominoso del que deberíamos desembarazarnos. Al contrario, es un elemento impulsor de nuestra actividad creadora y si no acogemos creativamente la tradición, no podremos configurar el futuro. Así de simple, aunque muchos se den de bruces por negar la realidad de la vigencia de la latinidad en el mundo contemporáneo.

La lengua latina tiene una cierta estabilidad, respecto a las lenguas habladas cotidianamente, en las cuales las palabras cambian de matices y de sentido, todo el tiempo y a veces, de manera inapropiada. El Latín tiene la característica de poseer palabras y expresiones que mantienen su sentido, de generación en generación et semper cum magnam et admirabilis essentia. Sea dicha la verdad, algunas de las modernas universidades del planeta aprecian esta característica y varios de sus títulos solemnes están en Latín, aunque muchos de estos centros de estudio no se encuentren propiamente en países de cultura latina. Ello prueba, la universalidad de la cultura latina.

Expresiones como «Te igitur, clementissime Pater», «Supplices te rogamus», «Propitius est», «Necesse est», «Veneremur cernui», «Omnipotens et misericors Dominus», no deberían ser ahuecadas o democratizadas por una traducción iconoclasta. Algunas de estas expresiones latinas y otras del mundo de las ciencias son difíciles de traducir. Se necesitan los mejores expertos de Patrología, Teología, espiritualidad, Música y Literatura para hacerlo apropiadamente y por ello, es menester mantenerlas en su esencia para procurar traducciones que resulten bellas sobre los labios de los habitantes del mundo de cultura latina.

En la vida del género humano muchas desgracias son posibles. Una de ellas -no la mayor, tampoco la más pequeña- es no saber la lengua y la cultura latinas. La lengua y la cultura latinas tienen una nobleza y dignidad para nada irrelevantes. Podemos concluir entonces que el Latín es conciso, preciso y poéticamente mesurado.

Por esta razón, se ha dicho desde inmemoriales tiempos: «Lingua latina lingua angelorum est…/ La lengua latina es la lengua de los ángeles…». ¿No sería admirable que los habitantes de las naciones de cultura latina deban estar conscientes del rico acervo de la latinidad en nuestras vidas y puedan comunicarse entre ellos, con esa «veterum sapientiae» de la latinidad?

His cum affectibus vobis et grata recordationem in Christum Dominum Nostrum,

DIEGO DEMETRIO ORELLANA

Datum Concha, super flumina Tomebamba, mensis maii, die decima ac quinta, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate Diem Mundialem Latinitas.

viernes, 8 de mayo de 2009

LA REVISTA «ANACONDA» EN CONTRA DE LA HISTORIA DEL ARTE


La Escuela de Atenas (1510 - 1511)
Rafaello Sanzio


Santa Ana de los Ríos de Cuenca, Ecuador, mayo 3 del año del Señor de 2009
In sollemnitate IV Dominica Paschali

Sra. Marjorie Ruales
EDITORA DE LA REVISTA «ANACONDA»
Quito.

De mi consideración:

«Scientiae et artis technicae progressus, clara testificatio facultatum intellegentiae assiduitatisque hominum, non dat humano generi vocationem ad gaudium de veritate/ El desarrollo de la ciencia, el arte y la técnica —testimonio espléndido de las capacidades de la inteligencia y de la tenacidad de los hombres—, no exime a la humanidad de la vocación al gozo de buscar la verdad».

La revista «ANACONDA», edición No. 19, medio de comunicación cultural del cual usted es editora, ha publicado un artículo con graves errores en contra de la historia del arte, motivo que ha incidido para dirigirle estas líneas a fin de protestar por este grave atropello que ofende a la verdad y destruye a la Historia como ciencia moral que debe registrar, in stricta veritas, los acontecimientos trascendentales de la vida del género humano.

Perspectiva de la Escuela de Atenas

Se trata del artículo intitulado «La Escuela de Atenas», en la página 30 de la última revista «ANACONDA», en donde se señala la siguiente imprecisión histórica que la transcribo de verbo ad verbum: «La Escuela de Atenas fue pintada por Rafael Sanzio entre 1509 y 1512, usando la técnica de pintura al fresco…».

Este dato no es certero; pues, in spiritus et veritas/ en espíritu y verdad, la obra maestra de Rafael: «La Escuela de Atenas», según los principales biógrafos del genio universal de la pintura, fue pintada entre los años 1510 y 1511. En la obra intitulada «Rafael», del escritor alemán Christof Thoenes, publicada por la editorial Taschen, por ejemplo; se cuenta con admirable verdad documentada que «desde 1508 hasta 1512 se pintaron las cuatro Stanze de Rafael». No obstante, cabe indicar que el magistral fresco del que hablamos se halla localizado en la llamada «Sala de la Segnatura»; en donde están tres frescos más realizados por Rafael para ese magnífico espacio del Palacio Apostólico del Vaticano.
Bóveda de la Sala della Segnatura
Palacio Apostólico Vaticano

Así entonces, el primer fresco es conocido como «La disputa del Sacramento» y fue realizado entre 1508 y 1509; el segundo, llamado «El Parnaso» fue creado entre 1509 y 1510; el tercero, bautizado como «La Escuela de Atenas», objeto de mi crítica, fue elaborado entre 1510 y 1511 y no entre 1509 y 1512 como vosotros señaláis en vuestra revista «ANACONDA»; mientras que el último, llamado «La Justicia» fue hecho en 1512.

Por lo visto, señora Ruales, el dato consignado en su revista es falso de toda falsedad, por lo que sería conveniente que se hiciere una fe de erratas en la próxima edición de su medio de comunicación. Sin embargo, existe otro error en el artículo de marras, en la misma página 30, cuando vosotros decís, ad litteram, al hablar de Rafael: «…luego va a Roma, donde el Papa Julio II le encarga pintar cuatro salas del Vaticano conocidas como las Stanze que eran las habitaciones privadas del pontífice».

Estimada señora Ruales: esta expresión es equívoca, de maxima ad minima, ya que estas salas vaticanas no eran completamente las habitaciones privadas del Santo Padre Julio, por la Divina Providencia, Papa II, pues se trataba de dependencias en donde funcionaban estamentos administrativos de la Santa Sede como por ejemplo, el Tribunal de la Signatura Apostólica, nombre del que viene la «Sala della Segnatura».

Platón y Aristóteles, en la Escuela de Atenas

Por otra parte, se ha probado en la Historia que de las cuatro salas vaticanas llamadas «Las Stanze» sólo la llamada «Sala della Segnatura» y la «Sala de Heliodoro» fueron pintadas completamente por Rafael y encargadas por el Sumo Pontífice Julio II; la «Sala dell’Incendio», que es la tercera ya no fue contratada por el Papa Julio II como equívocamente se afirma en su revista, sino por el Papa León X, su sucesor y sólo tiene un fresco de Rafael, el cual le da nombre a la dependencia: «El incendio del Borgo»; en la cuarta sala, llamada «Sala di Constantino», contratada también por el Sumo Pontífice León X, existen sólo algunos frescos de Rafael, pues esta dependencia tuvo que ser concluida después de la muerte del genial pintor nacido en Urbino.

Pero, exceptis excipiendis, al hablar de la «Escuela de Atenas», inmortal obra de Rafael, es pertinente señalar que el conjunto del fresco se sustenta en eso que se ha llamado, ab aeternum, desde siempre, la «causarum cognitio» que resume las intenciones del pensamiento renacentista en cuanto a la conciliación de la razón y de la fe, que para la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana fue el verdadero leit motiv de la obra rafaelina en la «Sala della Segnatura». Así, quid pro quo, «Fides et Ratio» o «Fe y Razón» fueron los motivos esenciales para que en la «Escuela de Atenas» la representación de tantos filósofos y científicos de la Antigüedad simbolice la idea de la época de que a la «veritas» o «verdad» se llega por el conocimiento racional, mientras que en otros frescos rafaelinos quedaban reflejadas otras vías de acceso al conocimiento, en este caso a través de la fe.

Pitágoras, en la Escuela de Atenas

Por lo tanto, las afirmaciones de la revista «ANACONDA» son dignas de preocupación si se ha de considerar, in honorem veritas, iustitia, fides et ratio, la necesaria fidelidad histórica a la que vosotros estáis obligados a respetar como medio de comunicación en asuntos artísticos y culturales.

Pero las equivocaciones históricas de la revista «ANACONDA» no se quedan allí, ya que al final del artículo de marras se manifiesta, adversas veritas et Historia, otra barbaridad que la transcribo ad pedem litterae: «Rafael muere el mismo día de su cumpleaños, a los 43 de edad».

Esto es inaceptable señora Ruales; pues, alere flaman veritatis, el egregio pintor Rafael Sanzio murió a los 37 años de edad, el 6 de abril de 1520, ya que nació en 1483. ¿Acaso no pudisteis ni siquiera hacer una operación aritmética para calcular cuántos años vivió el sempiterno artista del Renacimiento?
Pitágoras, en otro detalle de la Escuela de Atenas

Cabe indicar, in honorem stricta iustitia, que no se tiene certeza de que Rafael murió el mismo día en que cumplió años, ya que existen dos teorías sobre el nacimiento del artista: algunos creen que Rafael nació el 28 de marzo de 1483 y según quienes siguen esta hipótesis, el eminente pintor no habría muerto en su cumpleaños. Pero hay quienes afirman que el benemérito artista nace el 6 de abril de 1483 y para quienes siguen esta hipótesis Rafael Sanzio muere el día de su cumpleaños, pero a los 37 años de edad y no 43 como vosotros afirmáis cum terribilis errorem adversas veritas in artis.

Lamentablemente, post factum in saecula saeculorum, la precisión histórica frente al nacimiento de Rafael no ha sido posible determinarla hasta el día de hoy y mientras más pasan los años y centurias esa posibilidad se diluye en las brumas del tiempo. Por ello, es menester señalar siempre, concordet historica veritas, las dos fechas probables en que Rafael vio la luz de la vida.

Detalle de la Escuela de Atenas
Algunas corrientes históricas creen que el personaje podría ser Boecio, Anaximandro o Empédocles

Ergo, aspiro a que la presente tenga una acogida favorable de parte vuestra, pues mis comentarios y críticas se sustentan en un sano animus corrigendi y en la defensa de la Historia a la que estamos obligados los hombres de pluma. En consecuencia, sin otro particular por el momento, suscribo con un cordial saludo mientras os digo que, por el respeto a vuestros lectores y sobre todo por imperativo ético, estáis obligados a publicar una fe de erratas en el próximo número de la revista «ANACONDA» para resarcir esta infamia en contra de la historia del arte et in honorem veritatis splendor in artis et cultura.

His cum affectibus vobis, salutem et benedictionem in Christum Dominum Nostrum,

DIEGO DEMETRIO ORELLANA

Datum Concha, super flumina Tomebamba, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, ad initium mensis maii, die tertia, currentis Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate IV Dominica Paschali, Annus Mundialem Astronomia.
Sócrates en la Escuela de Atenas