jueves, 26 de noviembre de 2015

UNA PODA QUE PARECE TALA EN SAN SEBASTIÁN DE CUENCA


Ab irato, uno de los árboles patrimoniales más hermosos de Cuenca, la «Atenas del Ecuador», fue podado inadecuadamente en los pasados días por trabajadores de la EMAC EP, la empresa de aseo y limpieza de la Municipalidad de Cuenca, que no siempre, al parecer, resguarda las especies arbóreas de la urbe sino que las destruye inmisericordemente ad absurdum.


Trátase de una Casuarina equisetifolia, un árbol octogenario que, con el correr de las décadas, alcanzó una curiosa forma delineada por una singular silueta que, de momento ad momentum, con los coquetos movimientos de sus coposas ramas, atraían las miradas de los viandantes, puesto que el árbol, con su vacilante fronda, giraba con el viento llamando la atención de todos los circunstantes en tal tradicional espacio urbano de Santa Ana de los Ríos de Cuenca.


Post factum, el árbol, como puede apreciarse en esta imagen, después de semejante atropello, perdió todas las características por las que era un ícono esencial del parque de San Sebastián, sin que nadie háyase percatado de este atentado y menos protestado por la depredadora acción de la empresa de limpieza de Cuenca, cuyos trabajadores, al parecer, confunden «podar» con «talar», mientras no entiéndense las razones por las cuales esta casuarina fue tocada, si gozaba de buena salud y en nada incoaba a nadie en el paradigmático espacio en donde emplázase ad contemplationem nostra.



Es penoso contemplar que la fronda de la casuarina mírase completamente verde y sana, una vez echada al suelo, hecho que refleja más aún la irracional «poda» infringida en contra de este bello árbol cuencano, mientras los autores de la tragedia desconocen seguramente que esta especie arbórea tiene hojas perennes que, en la Botánica, significa que no retoñan una vez que se los recorta, por lo que la EMAC EP debería explicar, coram populo/ ante el público, quién es el biólogo o el técnico que mandó a cercenar a este árbol per fas et per nefas, sin que existan, al parecer, argumentos válidos para que esta tala disfrazada de poda háyase perpetrado en contra de uno de los árboles patrimoniales más representativos de Cuenca, en vísperas de celebrarse el XVI aniversario de su declaratoria como «Patrimonio Cultural de la Humanidad».




Y como los autores de estas acciones destructivas andan por toda la urbe cometiendo similares trabajos de limpieza deberíaselos sancionar o capacitar apropiadamente para que aprendan a «podar» las especies arbóreas de nuestra urbe, sobre todo cuando trátanse de árboles patrimoniales, los cuales vuélvense intocables ora por su antigüedad, ora por su rareza, ora por sus especiales características naturales que crean condiciones particularísimas para una obligada conservación de estos especímenes.  




Tristis et afflictis, digamos pues que la sui generis atmósfera que esta patrimonial Casuarina equisetifolia prodigaba al parque de San Sebastián no la veremos nunca más in aeternum, pues el árbol, una vez talado inmisericordemente, presenta un aspecto fantasmagórico, triste y desolado que provoca indignación a los espíritus sensibles que no pueden comprender estas atrabiliarias y nefandas acciones adversas ratio et intelligentia


Es hilarante contemplar, riddendo semper cum gaudium, que la extenuante tarea de exterminio deja exánimes a los trabajadores de la EMAC EP, quienes indolentes ad summum para ejecutar estos arboricidios, en vez de ruborizarse por la vileza con la que destruyen a los árboles patrimoniales de Cuenca terminan por dormir plácidamente junto a la terrible obra desctructiva causada con sus manos in urbe nostra quosque habemus stultitia et perversitas ad infinitum.


DIEGO DEMETRIO ORELLANA

IN CONCHA, SUPER FLUMINA TOMEBAMBA, MENSIS NOVEMBRIS, DIE XXVI, OCTAVA SOLLEMNITATE CHRISTUS REGEM UNIVERSORUM, AD MMXV


martes, 24 de noviembre de 2015

ADVERTENCIA AL ALCALDE DE CUENCA SOBRE LOS VITRALES DE SAN ALFONSO


Santa Ana de los Ríos de Cuenca, noviembre 23 del año del Señor de 2015
In octava sollemnitate Christus Regem Universorum


Ing.Marcelo Cabrera Palacios
Alcalde de Cuenca
Ciudad.

De mi consideración:

SALUTEM DICIT



Desde hace varios meses, a través de la prensa, ha dádose a conocer que los vitrales de la iglesia de San Alfonso «presentan un alto grado de deterioro por la falta de mantenimiento y el paso del tiempo», mientras conócese que el gobierno de Francia, a través de su embajada, apoya la restauración de estos bienes patrimoniales, debiendo el Municipio de Cuenca aprobar una consultoría para conocer el estado de los vitrales.


En la Dirección de Áreas Históricas y Patrimoniales, el arquitecto Pablo Barzallo ha denunciado que dicha consultoría presentada por Patricio León Bustos es inconveniente para los intereses de la ciudad. Ex admirationem, dentro de ella plantéase un viaje a Francia para que León Bustos se capacite en la restauración de vidrieras. Sin embargo, Señor Alcalde, ninguna consultoría debería contemplar el pago de un viaje al exterior para que el consultor adiéstrese en cómo restaurar bienes patrimoniales que deberían ponerse en manos profesionales, por lo que, ab initio, tenemos ya una grave irregularidad frente a este asunto de vital importancia para Cuenca, irregularidad que podría ser sancionada por la Contraloría General del Estado, en perjuicio de su propia administración municipal.



Una nota de diario El Tiempo, del pasado 29 de julio, es de veras preocupante cuando anuncia in scriptis: «El viaje del vitralista Patricio León a Francia, se adelantó, pese a que se desconoce si la consultoría será elevada al portal de compras públicas por parte de la Municipalidad de Cuenca. El viaje se da, luego de siete años de conocido el estado crítico de los vitrales de San Alfonso». Esto constituye, quid pro quo, Señor Alcalde, otro aspecto raro que no debería haberse permitido si hemos de considerar las normas de auditoría que la Contraloría General del Estado suele tener para verificar el uso de los fondos públicos in communitate nostra.


Según Carmen Moreno, cónsul honoraria de Francia en Cuenca, leemos en diario El Tiempo: «Ella dio a conocer que el vitralista cuencano viajará al reconocido taller de restauración Ateliers Loire, ubicado en la ciudad de Chartres, donde permanecerá dos semanas, adiestrándose en la técnica de la grisalla, técnica pictórica sobre vidrio usada por el creador de los vitrales de San Alfonso, Henri Louis Victor Gesta».

Las declaraciones de la cónsul de Francia, Señor Alcalde, son de veras preocupantes cuando, más allá de las inconsistencias que tiene la consultoría que no ha aprobádose hasta el momento, da cuenta implícitamente de que León, al parecer, no está capacitado para realizar este proceso de restauración y requiere ir a adiestrarse en la récnica de la grisalla para poder ejecutar este trabajo.


Existen  graves denuncias ciudadanas en el sentido de que Patricio León, vitralista por más de 30 años en Cuenca, ha realizado durante su vida una serie de trabajos en vitrales, los cuales son de pésima calidad y reflejan quizás una ausencia de dotes artísticos a nativitate, lo que, al parecer, nos alerta sobre el hecho de que este profesional no es el más idóneo para restaurar las vidrieras de la iglesia de San Alfonso.

Para su mejor conocimiento, Señor Alcalde, publicamos hic et nunc algunas fotografías que reflejan los trabajos de muy mala calidad ejecutados por Patricio León Bustos dentro del país, con lo cual podemos constatar la peligrosidad que entraña, para las vidrieras patrimoniales de la iglesia de San Alfonso, si su restauración es entregada a este personaje.



Ad exemplum, veamos los vitrales de la catedral de Guaranda y también aquellos de la iglesia de San José de Chimbo, que fueron realizados por León Bustos y constituyen algunos de sus peores trabajos en la opinión generalizada de la crítica especializada. 





Como puede verse ut supra en las imágenes, Señor Alcalde, a tan solo 20 años de haber sido ejecutadas estas obras las roturas de estas vidrieras reflejan la mala calidad con la que fueron elaboradas, sin que exista en la actualidad ningún sistema de recuperación de estos elementos que deslustran a los templos arriba mencionados.










Por otra parte, conviene señalar que cuando los vitrales de una iglesia son elaborados con la vieja técnica llamada como «cañuela», con el pasar de las décadas y los siglos las vidrieras suelen «pandearse» o «torcerse», pero cuando dicho «pandeado» acontece tempranamente estamos ante el caso de inútiles vitralistas que no tienen experticia para el arte de la vidriera. Este es el caso de la catedral de Guaranda, en donde puédese contemplar que en apenas 2 décadas el pandeado de sus vitrales es espeluznante, como lo podemos confirmar in honorem veritatis en la siguiente imagen:



Existen más de 50 vitrales en la catedral de Guaranda y más del 80 % de ellos encuéntranse en deplorables condiciones de mantenimiento, por lo que conviene reflexionar, Señor Alcalde, que si en solo dos décadas de vida las obras del vitralista Patricio León Bustos ya no hállanse en buenas condiciones, ¿qué garantía puédese tener para que los vitrales de San Alfonso -que han permanecido en muy buenas condiciones durante más de un siglo- vayan a durar in aeternum si son tocados por estas manos inhábiles o insulsas para el arte de las vidrieras?




Las roturas de las vidrieras en la catedral de Guaranda, exempli gratia, son de tal calibre, que inclusive, en algunos vitrales, han desprendídose ex integro grandes paneles, lo cual refleja un precario trabajo en la técnica de la cañuela, que es el sistema con el que fabricáronse estos elementos del templo catedralicio de la ciudad de Guaranda y que, al parecer, León Bustos no lo domina como lo hace un verdadero vitralista.









Por otro lado, en las imágenes precedentes puédense observar graves defectos compositivos en los dibujos de las vidrieras, hecho que, desde nuestra experiencia en la crítica de arte, demuestra ipso facto que las obras no guardan los más elementales principios de perspectiva y composición, ya que en las imágenes no se plantea adecuadamente el horizonte, toda vez que cada personaje o elemento muéstrase pésimamente dibujado o sobrepuesto con grosería, en una atmósfera horribilis et terribilis, en donde -con el correr de los años- los rostros de los personajes han desdibujádose completamente, a la vez que esta horrorosa forma de realizar las figuras refleja inter nos una falta de creatividad, pues los modelos que sirvieron para ejecutarlas son seguramente copias de estampas que fueron elaboradas, en el dibujo, por una persona que, en el trazo, denota la ausencia de dotes peculiares para el manejo de la figura humana y el paisaje. 

Es sorprendente leer, luego de contemplar estas deplorables obras de Patricio León Bustos, sus declaraciones a la prensa, en diario El Tiempo, cuando el 29 de julio pasado léese de verbo ad verbum en dicho matutino: «Además, León explica que luego de la visita a Francia, los conocimientos adquiridos deberían ser aplicados durante la ejecución de la consultoría, previo a la restauración de los vitrales. Este proceso requerirá de la implementación de un equipo de profesionales».

Señor Alcalde, el caso es muy grave, pues si un profesional cualquiera es incompetente, al parecer, a maxima ad minima, resulta más peligroso que se hable de conformar un equipo para ejecutar estos trabajos de restauración. Tanto más cuando existen otros ejemplos paradigmáticos de esta falta de experticia de Patricio León en la iglesia de Patate, en la catedral de Portoviejo, en el templo de San Juan María Vianney, en Guayaquil; en San José de Chimbo y en el templo de San Vicente que hállase frente al cantón El Pan, en la provincia del Azuay,  del cual compartimos las siguientes imágenes con el agravante de que estos vitrales realizados hace 20 años también han sido restaurados por el mismo señor León hace 10 años y ya encuéntranse nuevamente con serias afectaciones ad contemplationem nostra.









Partes de las vidrieras en la iglesia de San Vicente comienzan a desintegrarse debido a que el uso de la técnica de la cañuela no es lo suficientemente profesional para que las obras puedan tener, ab aeterno, un largo período de duración.



Mientras tanto, los rostros de los personajes, que en apenas una década fueron repintados con pintura de auto o con pigmentos nada apropiados, han iniciado una vez más el proceso de desfigurarse por la mala calidad de los materiales para pigmentar en el vidrio, lo cual es un error técnico muy recurrente en las obras aquí analizadas y refleja, cum clara lux, que el vitralista Patricio León no conoce la técnica de la grisalla, que es la idónea para estos menesteres. No está demás señalar, ad concludendi, que resulta deshonesto utilizar pintura de auto o de ferretería para hacer vidrieras cuando es la grisalla el apropiado sistema para pigmentar un vidrio. Actuar de esta manera, sin saber utilizar la grisalla, implica un atentado en contra de la ética profesional que un vitralista cualquiera debe guardar super omnia in vita suam.





Asimismo, el pandeado de las vidrieras es preocupante en esta iglesia de San Vicente, pues todos los vitrales muestran ya torceduras inadmisibles si hemos de considerar que en apenas 10 años de restauración los vitrales ya no garantizan perdurabilidad ad futuram rei memoriam.



Señor Alcalde, los vitrales de la iglesia de San Alfonso de Cuenca deberían ser entregados a un experto vitralista, pues trátanse de bienes patrimoniales que a pesar de haber sido instalados entre 1882 y 1888 -traídos directamente desde Francia- no muestran para nada los graves procesos de deterioro de las vidrieras que hemos analizado en este espacio de crítica y opinión cultural.

Se denuncia que usted está siendo objeto de graves presiones para que esta restauración sea adjudicada por palanqueo y no por un criterio objetivo que permita que este trabajo caiga en manos responsables, lo cual es gravísimo pues no puédese aceptar que la primera autoridad de la ciudad sucumba al interés particular, que siempre engarbulla a los alcaldes con las malas artes del engaño, en vez de priorizar el interés colectivo, que debe ser siempre el verdadero leit motiv de sus actuaciones como burgomaestre de la ciudad «Atenas del Ecuador».


Sin otro particular por el momento, suscribo atentamente señalando, in veritas et iustitia, que mi intención en este espacio es lanzar una alerta en defensa de las vidrieras de San Alfonso, las cuales, con sus motivos geométricos y elementos decorativos y junto a las figuras de santos y santas que en admirable policromía embellecen al templo redentorista de diseño gótico sean de veras precautelados buscando al mejor profesional y no a quienes en su trayectoria han demostrado bastante negligencia y falta de capacidad artística para llevar a cabo esta valiosa labor in Concha, apud flumina Tomebamba. 

Diego Demetrio Orellana
In Concha, apud flumina Tomebamba, mensis novembris, die XXIII, octava sollemnitate Christus Regem Universorum, AD MMXV

martes, 3 de noviembre de 2015

CUENCA DEL ECUADOR: IN HONOREM LIBERTATIS

Todos los Santos, Cuenca - Ecuador

La capital de la morlaquía celebra hoy, 3 de Noviembre del año 2015, el centésimo nonagésimo quinto aniversario de su independencia y desde este espacio saludamos, ex tota fortitudine, a la urbe que, in aeternum, conformáse de pródigas campiñas por todos sus alrededores, mientras su configuración urbana es hermosa, con un centro histórico que es un relicario de cultura, arte e historia in honorem veritatis.
Vista de Cuenca en su parte septentrional


La ciudad es atractiva tanto antaño como hogaño y, ad initium tertio millenio, aún es posible de maravillarnos con la histórica descripción que sobre Cuenca hiciere, uno de sus célebres corregidores en la Colonia, don Joaquín de Merisalde y Santisteban, quien al ver las extensas planicies morlacas, en 1765, exclamó in scriptis: «…Hace a la vista tan hermosos lejos que no se halla otra planta de mejor sitio en toda la provincia…».


Huerto patrimonial de las Madres Oblatas


Casi al mismo tiempo, el Padre Juan de Velasco, S.J, escribía de verbo ad verbum: «Si hubiera de estar a los relatos fabulosos de algunos escritores que quisieran poner el Edén en algunas pintorescas regiones de América, me tentaría a colocar el paraíso terrestre en la provincia de Cuenca...». In illo tempore/ En aquel tiempo, el P. Velasco escribía la historia del Reino de Quito y nuestra urbe era ya una destacada ciudad de la Real Audiencia de Quito y su natural belleza era, tanto como hoy, el atributo esencial de su vera effigies.




El sabio Francisco José de Caldas, en su memorable visita a la urbe, escribió a inicios del siglo XIX ad peddem litterae: «La ciudad presenta a mis ojos el espectáculo más grande y una naturaleza, la más risueña».



Más tarde, Monseñor Federico González Suárez, el excelso historiador de la República y futuro Arzobispo de Quito, cuando vivía en Cuenca, entre 1872 y 1883, había escrito de nuestra urbe ad litteram: «...Gil Ramírez Dávalos no podía haber escogido mejor sitio para fundar la ciudad, que entonces solían llamar nueva Cuenca del Perú... Campos de primavera son, por cierto, aquellos en los que está edificada Cuenca... Y en este hermoso valle vive un pueblo que cree en Dios con fervor, ama la paz como otro ninguno, gusta del trabajo y se complace en ser hospitalario...».




En este vasto espacio geográfico que, ex admirationem, encantaba a Merisalde, al P. Velasco, a Caldas y a González Suárez surgió una comunidad dueña de indelebles señas de identidad y una gran personalidad histórica in patria nostra. El espacio en el que emplázase aún nos recuerda a la antigua Guapdondelig o «Llano grande como el cielo» de los cañaris, a la bella Paucarbamba o «Campo cubierto de flores» y a la vieja Tomebamba o «Valle del cuchillo», del incario, mientras sus grandes avenidas configuran centros neurálgicos alrededor de los cuales levántanse nuevos barrios y complejos habitacionales de la Atenas del Ecuador.


El huerto familiar con geranios, helechos, cactus y sauco blanco


La urbe, en cuyo himno defínesela como «Reina hermosa de fuentes y flores» es productiva para el cultivo de plantas de bellísima floración, hecho que demuestra su prodigiosa fertilidad. Algunas de ellas son típicas del sector, como los geranios runas, así llamados por el vulgo a una de las especies de «Geranium» más común en los jardines locales, en donde entremézclase mágicamente con diversos tipos de flores y plantas. De la familia «Geraniáceas», que tiene unas 750 especies in omnia Terra, el geranio de jardín suele ser del género «Pelargonium» y tiene tallos gruesos, suculentos y casi siempre muy aromáticos, mientras que las especies silvestres son plantas bajas, rastreras y sin olor. El «geranio runa» existe por toda la ciudad y en muchos huertos interiores de las viviendas. Hay de variados colores, mas el rojo y el fucsia intenso resaltan en varios espacios verdes de las casas de la localidad. Es utilizado con fines medicinales y, desde antaño, ha sido grande su fama como buen cicatrizante in puris naturalibus.
Claustro de Santo Domingo, Cuenca del Ecuador


No solo las emblemáticas casas de vieja solera son dueñas de un raro encanto, también los jardines interiores de sus conventos y monasterios son poseedores de una peculiar atmósfera que atrae las miradas de todos cuantos tienen la oportunidad de contemplarlos amabilis et singularis, para descubrir curiosos secretos de vieja data que, ipso facto, dan cuenta de la centenaria condición de la ciudad «Patrimonio Cultural de la Humanidad», urbe semper intemerata.


El Amancay o Flor del 3 de Noviembre


La flora del perímetro urbano de Cuenca, al interior de las edificaciones patrimoniales, es peculiarísima, por cuanto represéntase en un compendio de plantas de especies vegetales únicas, que han dado personalidad propia a los huertos de las viejas casas cuencanas.


Admirabilis semper Concha est in mundum universum/ Admirable es Cuenca en todo el mundo y cuando la urbe celebra sus 195 años de independencia valga la oportunidad para rendirle pleitesía. Es el día en que rememoramos la gesta libertaria de nuestros próceres; Tomás Ordóñez, Joaquín Salazar y Lozano, José María Vázquez de Noboa, Gerónimo Illescas, Javier Loyola, Pedro y Felipe Serrano, León de la Piedra, José Hidalgo de Cisneros, Joaquín Astudillo, Zenón de San Martín, Ambrosio Prieto, Vicente Toledo, Javier Loyola, Fernando Coronel, entre otros valientes luchadores que consiguieron nuestra libertad del oprobioso yugo español in diebus illis. Rememorar sus acciones es un deber cívico in honorem libertatis.

SALVE CONCHA IN HAEC SOLLEMNIS ANNIVERSARIA,

Diego Demetrio Orellana

Datum Concha, ad initium mensis novembris, die III, currentis Anno Domini MMXV, octava Dominica XXX per annum