jueves, 19 de abril de 2018

UN DISLATE DIGNO DE LUDIBRIO EN EL COLEGIO «RAFAEL BORJA»






Semper contra veritatis/ Siempre en contra de la verdad, como ya es habitual, en la columna de los días lunes en diario «El Mercurio», el articulista Eduardo Sánchez Sánchez vuelve a cometer un grave desafuero en contra de la historia cuando el pasado 16 de abril del presente año 2018 escribe ad peddem litterae, en relación a la historia del colegio «Rafael Borja»: «…Duros avatares correspondió sortear, dificultades de diferente índole que al fin fueron superadas con la dirección de la orden ignaciana y el 8 de octubre de 1937, el primer rector P. José Urarte S.J. inauguraba el colegio jesuita con la misa celebrada por el Señor Obispo de la diócesis Excmo. Dr. Daniel Hermida, el discurso de orden a cargo del vate cuencano, Dr. Remigio Crespo Toral y el respaldo de la sociedad cuencana».



Lo transcrito precedentemente no guarda certidumbre con la verdad in historia Societatis Iesu, puesto que no fue el 8 de octubre sino el 12 de octubre de 1937 el día del natalicio institucional del colegio jesuita in urbe nostra. Ergo, in via veritatis, digamos que los hechos históricos acontecieron de la siguiente forma: el 12 de octubre del año del Señor de 1937, a las 8:00, el entonces obispo de la diócesis de Cuenca, monseñor Daniel Hermida Ortega, celebró una Missa Sollemnis para establecer oficialmente el colegio «Rafael Borja» en la llamada Casa de San Rafael, sitio donde hoy levántase el hotel «El Dorado», predio donado por doña Rosa Malo Valdivieso, viuda del doctor Rafael Borja, bajo cuyo patronazgo los padres jesuitas, administradores de la naciente institución, bautizaron al colegio de la Compañía de Jesús que creábase en Cuenca ad maiorem Dei gloriam.


Por tanto, la aseveración de nuestro doctor Sánchez déjalo como un falsario o al menos como un negligente investigador cuando toma a su cargo la narración de hechos históricos que, como ex alumno de los jesuitas, encuéntrase obligado a saber ex tota claritas/ con toda claridad.



Mas dejando a un lado la ignorancia supina de Eduardo Sánchez Sánchez los errores de precisión semántica dejan mucho que desear y ofenden a nuestra querida Mater Dolorosa como cuando escríbese el siguiente dislate ad absurdum: «La comunidad educativa se prepara a celebrar esta semana las fiestas patronales en honor de la Dolorosa del Colegio, con inmensa fe vocacional de los alumnos jesuitas que se ven reflejados en los ojos maternales de María». Quid pro quo, preguntémonos ex tota fortitudine/ con todas las fuerzas: ¿Qué quiere decir el inefable doctor Sánchez con la expresión «FE VOCACIONAL DE LOS ALUMNOS JESUITAS QUE REFLÉJANSE EN LOS OJOS DE LA MATER DOLOROSA? ¿Desde cuándo la fe es vocacional? Más abstruso concepto no puede entenderse sin graficar en nuestra mente el  desaforado disparate que comienza en el absurdo cuando dícese: «FE VOCACIONAL» y termina en cantinflería cuando exprésase: «QUE LOS ALUMNOS SE VEN REFLEJADOS EN LOS OJOS DE LA MATER DOLOROSA», lo que invítanos a risa de carcajada crujiente in communitate nostra.


Mas las cosas no concluyen allí cuando el artículo de Eduardo Sánchez revístese de lambonería  -a calvo ad calvum/ de la cabeza a los pies- cuando intenta agraciarse con los egregios exalumnos jesuitas que han pasado por la aulas del Borja y así, en actitud servil, propia de un esbirro infamante o un despreciable tiralevita concluye su chifadura diciendo in scriptis: «Los exalumnos se han caracterizado por esa educación impartida en las aulas de los jesuitas con la tónica de servicio a la colectividad, así encontramos entre tantos distinguidos al Dr. Alejandro Serrano Aguilar quien ocupó la vicepresidencia de la república, ministros, jueces, ingenieros y doctores, comerciantes y hombres de bien».

Qué vergonzosa avidez para mendigar aprecio nótase en este texto cuando nuestro doctor Sánchez olvida que el colegio jesuita de Cuenca ha dado a la sociedad múltiples hombres brillantes que refulgen in excelsis cual estrellas luminosas de esplendorosa iridiscencia en el horizonte cultural de la patria, como para pensar que sólo el doctor Alejandro Serrano Aguilar represéntalos in extenso cual galaxia lumínica que opaca a los verdaderos grandes ex alumnos del Borja como Efraín Jara Idrovo, quien acaba de fallecer y de quien Eduardo Sánchez Sánchez ni siquiera acuérdase con tal de lanzar flores y peroratas al compañero ex alumno Alejandro Serrano Aguilar, cuya luz, en su unicidad, para nada eclipsa la figura egregia de Jara Idrovo en la misma forma en que ni sombra produce a esplendentes personajes como Gabriel Díaz Cueva, Flavio Vélez Berrezueta, Jacinto Cordero Espinosa, Simón Espinosa Cordero, Rodrigo Crespo Toral, Enrique Sánchez Orellana, Julio Corral Borrero, Hernán Crespo Toral, Carlos Arízaga Vega, Juan Cordero Tamariz, entre otros brillantes compañeros ex alumnos que son de veras testimonio excelso de formación ignaciana in historia Societatis Iesu.



Cuando vivimos en el siglo XXI, in tertio millenio adveniente, y estamos convencidos de que las épocas de los bufones de corte han sido superadas, cuando los esclavos infamantes de la Roma imperial solo perviven en las páginas escritas de la historia, cuando los chupamedias son ya solo un señuelo de abyectas épocas en las que la gente perdía la dignidad ante la presencia de las «vacas sagradas», Eduardo Sánchez Sánchez, articulista de El Mercurio, nos recuerda redivivo a la oprobiosa figura del repugnante tiralevita que persigue a sus amos, per inde ac cadáver, como los esbirros y pishquistas dignos de ludibrio que viviendo del adulo y la lisonja usan la pluma cual hisopo de agua bendita para consagrar, urbi et orbi, a quienes reverencian ad nauseam et contra dignitatis in communitate nostra.

Diego Demetrio Orellana
Datum Concha, mensis aprilis, die nonus supra decimus, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXVIII, in vesperas sollemnitate Mater Dolorosae.

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OPINIONES CIUDADANAS

Rolando Hurtado Seria muy interesante que los jóvenes colegiales participen en la solución de los problemas de la ciudad.

sábado, 7 de abril de 2018

AD NAUSEAM: UNA AGENDA DE FIESTAS QUE OFENDE A CUENCA




Santa Ana de los Ríos de Cuenca, abril 8 del año del Señor de 2018
In octava sollemnitate Paschalis

Ing. Marcelo Cabrera Palacios
Alcalde de Cuenca.
Ciudad

De mi consideración:



Semper idem in urbe nostra, me dirijo a usted, Señor Alcalde, amparado en el art. 66 de la Constitución de la República que consagra «el derecho a dirigir quejas y peticiones individuales y colectivas a las autoridades y a recibir atención o respuestas motivadas». Y aunque parezcamos la «VOX CLAMANTIS IN DESERTO» no nos cansaremos de decir que la AGENDA CULTURAL DE FIESTAS DE CUENCA es como el documento impreso en donde la Municipalidad de Cuenca ofende a Cuenca en abril y en noviembre de todos los años, diem per diem et in honorem invincibilis ignorantiae.




Ergo, una vez más conságranse terribles falsedades en la nueva publicación abrileña en donde publícase un texto intitulado: «al ritmo de nuestra Cuenca», siendo sorprendente que ahora sea nuestro amigo Carlos Freire Soria el personaje que ultraja a la urbe adversum veritaris et contra dignitatis.



Las infamias comienzan, ad exemplum, al hablar de la Chola Cuencana, el famoso pasacalle de Rafael Carpio Abad, convertido en uno de los dos himnos populares de «la ciudad cargada de alma». Y respecto de la historia de este himno cuencano hay algunas imprecisiones en el texto de Freire cuando dice de verbo ad verbum: «…composición musical realizada en 1949, cuando el destacado compositor cuencano Rafael Carpio Abad se desempeñaba como pianista de Radio El Mercurio, utilizando versos del libro Romancero de la Chola Cuencana, escrito por Ricardo Darquea Granda, en 1947».





La verdad histórica de cómo surgió el pasacalle «Chola Cuencana» deberíase contar apropiadamente y para saberlo es menester recurrir a las propias fuentes en donde embebémonos de las aguas de la verdad, la cual cuéntanosla el propio compositor cuencano Rafael Carpio Abad en su autobiografía intitulada: «Vida y andanzas de Rafael Carpio Abad» cuando dice in honorem veritatis: que por el año 1949, cuando dirigía un programa musical en Radio «El Mercurio», acompañaba al piano al dúo femenino Vicuña-Wilchez y como faltábale una canción y andaba a llevar unos versos escritos por Ricardo Darquea Granda, púsolos ipso facto en el pentagrama y las voces femeninas nombradas ut supra entonáronlo in situ y sin previo ensayo escuchándose, por vez primera, el pasacalle con el que los cuencanos hemos identificádonos ad summum in conchensis urbe, apud flumina Yanuncay in historia aequatorianae.


Mas conforme léese el escrito de Carlos Freire Soria el asombro que cáusannos sus imprecisiones auméntase con espasmo in crescendo como cuando escribe una atrevida infamia al hablar del pasacalle intitulado como «Cholita doctora», de autoría del compositor cuencano Enrique Sánchez Orellana.

Leamos, ex ungue leonem, lo que dice Freire in scriptis: «Cholita Doctora/ Ritmo: Pasacalle/ Letra: Enrique Sánchez Orellana (1924 – 1997)/ Música: Enrique Sánchez Orellana (1924 – 1997). Esta alegre canción, compuesta alrededor de 1942, relata –de picaresca manera- el encantador tratamiento que una chola ofrece para el mal de amor que le aqueja a su enamorado paciente».

Ex admirationem, en este parágrafo deslízanse algunos gazapos tanto como insólitas barbaridades que no débense quedar impunes. Veámoslo ad infra:


 PARS PRIMA. En la inverecunda agenda abrileña Freire dice que Enrique Sánchez Orellana nació en 1924 y que el pasacalle «Cholita Doctora» apareció en 1942, o sea, cuando el autor tenía 18 años, mientras que, in stricta veritas, a esa juvenil edad Enrique Sánchez Orellana era ya un hábil pianista pero no era todavía un compositor. Podémoslo comprobar contundentemente con la inexorable reflexión que consignámosla, hic et nunc/ aquí y ahora, por estar vinculada de profundis en la vida del ilustre cuencano al que Carlos Freire atropella.



ALTERA PARS. Así, colúmbrase la siguiente circunstancia veraz in via veritatis: Enrique Sánchez Orellana estudió en el colegio «Rafael Borja» y es un ex alumno de la primera promoción de bachilleres de este amado instituto jesuita de la capital de la morlaquía, promoción que graduóse en el año del Señor de 1943, por lo que un año antes, en 1942, cuando Freire dice que compúsose el pasacalle «Cholita Doctora», Sánchez Orellana era apenas un adolescente de quinto curso de bachillerato y todavía no componía partituras de canciones si bien era ya un hábil músico que incluso destacóse como relevante artista de la estudiantina del colegio «Rafael Borja» in historia Societatis Iesu in urbe nostra.



TERTIA PARS. La verdad histórica del pasacalle «Cholita Doctora» encuéntrase relacionada con una curiosa historia de la familia Sánchez Orellana, pues el padre de Enrique Sánchez Orellana era el famoso fotógrafo cuencano José Salvador Sánchez, quien tenía todo el tiempo cholitas campesinas para el servicio doméstico. Una de ellas, llamada Elvira, era de veras fotogénica y muy agraciada como para desempeñar tan humilde labor y llegó al seno de la familia en 1943 cuando tenía dos años de edad y Enrique Sánchez Orellana graduábase en el colegio «Rafael Borja». Nueve años después, en 1952, Elvira tenía 11 años de edad y don Salvador Sánchez, padre de Enrique, hízole una fotografía espectacular en donde reflejábase como una chola de rara y peculiar belleza inspirando a Enrique para componer el pasacalle «Cholita Doctora». Pero en dicho año del Señor de 1952, Enrique Sánchez Orellana era ya un compositor de buena factura y tenía 27 años de edad. Tres años antes, en 1949 había compuesto su primer pasillo intitulado «Lojanita», que había sido de rutilante éxito musical in vita suam, por lo que infiérese que es a los 24 años de edad cuando este ilustre hijo de Cuenca era ya un compositor de gran talento y prospectiva.

Dr. Bolívar Sánchez Orellana 


En consecuencia, rebus sic stantibus, lo escrito por Carlos Freire Soria no guarda sindéresis con la verdad histórica de este ritmo cuencano. Y no lo guarda, además, porque el doctor Bolívar Sánchez Orellana, de 85 años de edad, hermano de Enrique Sánchez Orellana y actual sobreviviente de la familia Sánchez Orellana ha quedádose absorto ante las afirmaciones de Freire y para replicarlo dice las siguientes cosas que es menester transcribirlas ex integro de una entrevista realizada a su persona con motivo de la agenda cultural abrileña que criticamos en este espacio cibernético. Escuchemos al doctor Bolívar Sánchez Orellana IN HONOREM VERITATIS: «Mi hermano Enrique nunca pudo componer Cholita Doctora en 1942 porque en ese año ni siquiera se graduaba en el colegio Borja y era ya un buen artista de la estudiantina de los jesuitas en el Borja pero nunca un compositor. En efecto, la primera canción que compuso, con gran beneplácito de mi papá, don Salvador Sánchez, quien era también un músico destacado, fue «Lojanita», un pasillo que fue hecho cuando mi hermano Enrique tenía 24 años de edad y estaba graduándose de médico; pero Cholita Doctora vino después, cuando Enrique tenía 27 o casi 28 años puesto que en ese tiempo una empleada de la servidumbre, la cholita Elvira, que era bellísima para ser chola, fue fotografiada por mi papá, don Salvador, y mi hermano Enrique -ante semejante retrato de la chola- se inspiró en ella para componer «Cholita Doctora», pero en ese entonces ya era médico, tenía 27 años, y por eso será que le puso a la canción como «Cholita Doctora», más allá de que siempre hubo cholitas en la servidumbre de mi familia y es en ellas que Enrique se iba fijando para haberse imbuido tanto y componer ese bonito pasacalle que encantó a Elvira y obviamente a mi padre, don Salvador Sánchez».

Dr. Bolívar Sánchez Orellana 


Señor alcalde: las palabras del doctor Bolívar Sánchez Orellana destrozan los anodinos argumentos de Carlos Freire Soria en la agenda de fiestas abrileñas, por lo que sería bueno, una vez más, que se piense seriamente, en abril y en noviembre, si de verdad será conveniente dejar de publicar estas infamias que terminan por convertirse en falsos históricos con los que Cuenca, la ciudad «Atenas del Ecuador» es humillada y vilipendiada con enjundias ad infinitum.


Una cosa muy cuestionable, ad summum, señor alcalde, es que la responsable directa de todas estas atrocidades es doña Ruth Caldas, vicealcaldesa de Cuenca, quien al habérsela abordado sobre la autoría de los textos de la agenda cultural pretendió proteger a Carlos Freire Soria arguyendo que la información sobre la autoría de los textos de la agenda no la posee y que si deséase saber la identidad del autor de las infamias se debe ir al Departamento de Comunicación Social, dirigido por la señorita Cristina Padilla, quien, a contrario sensu, dice que toda la información de la agenda cultural la envían desde la Vicealcaldía y bajo responsabilidad exclusiva de Ruth Caldas. Terribilis et horribilis in urbe nostra, sed in via veritatis Carolus Freire non est sicut spiritus Dei.




Y los infundios a la ciudad amada, justamente, son realizados por personajes que representan a la intelectualidad morlaca, pues hasta el cronista de Cuenca, Eliécer Cárdenas Espinosa, ha demostrado, in communitate nostra, que no sabe nada de historia para corregir estas barbaries e infamias, reflejando que, al parecer, vivimos en un OSCURANTISMO CUENCANO en donde la ignorancia supina y tenebrosa hace de las suyas contra veritatis in vita communitatis.



Mas, para que el pecado sea mortal, la agenda está atiborrada de cursilería -como si Cuenca fuese un pueblo de última categoría- cuando en la inverecunda agenda han publicádose frases trilladas y vergonzantes tales como: «porque no nos podemos ir del mercado sin probar el hornado», «más cuencanos que nunca», «siempre alhajas y arreglados para ir a cualquier lado», «la espumilla no nos falta luego de escuchar la misa del domingo», «somos bien plantados para cualquier trabajo», «con los panas siempre nos encontramos en el parque Calderón», frases que nunca decimos los cuencanos y que solo cáusannos oprobio y baldón a quienes amamos a Cuenca como una urbe de gente culta en donde lo cursi, lo vulgar, lo ramplón débense desechar usque ad consummationem saeculi, sobre todo si se ha de validar la condición de ciudad patrimonial con la que nuestra urbe erígese altiva in mundum universum.



AD CONCLUDENDI. Digamos pues: «ya basta de tantos atropellos a nuestra historia» en las agendas culturales que publícanse en abril y en noviembre. Mi carta solamente tiene como interés reflexionar sobre la grave responsabilidad que pesa sobre usted, como primer personero de la ciudad, al haber publicado durante toda su segunda administración agendas de festividades que solo son motivo de ignominia para quienes léenlas, desinfórmanse o malinformánse de la verdad histórica que debemos defender in honorem Conchae ad gloriam aeternam.

His cum affectibus tibi, Pax Christi,



Diego Demetrio Orellana
IN CONCHA, MENSIS APRILIS, DIE VII, CURRENTIS ANNO DOMINI MMXVIII


OPINIONES CIUDADANAS

DE: Jorge Suarez




Para:
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
7 abr. a las 18:27

Diego, pregunto: ¿Si hay tanta ignorancia, por qué no acuden al que sabe?
No hay  peor ciego que el no quiere ver. ¿No le parece Diego?
Yo, leyendo sus escritos, aprendo y si una autoridad no lo hace: no es autoridad.

Saludos, Jorge Suárez
GUAYAQUIL - ECUADOR
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Graciela Estrella LA IMPORTANCIA DE SABER LA VERDAD, DE CONOCER DE DÓNDE VENIMOS, EN DÓNDE ESTAMOS Y HACIA DÓNDE QUEREMOS IR ES DE VITAL IMPORTANCIA PARA ENFRENTAR LOS DESAFÍOS, NOS DA LA SEGURIDAD Y FIRMEZA, ORGULLOSOS DE TODO LO QUE SOMOS Y DE LO QUE PODEMOS SER EN EL FUTURO.

SI DESCONOCEMOS NUESTRO PASADO, LOS VALORES DE NUESTRA GENTE, NOS ENCONTRAMOS PERDIDOS Y DESOLADOS COMO TIERRA FÉRTIL PARA QUE CUALQUIER MALA HIERBA O MALEZA CREZCA DAÑANDO LOS FRUTOS QUE NOS ALIMENTAN Y NOS DAN VIDA. EL IGNORAR LA VERDAD, SUS FUENTES Y RAÍCES O DESCONOCERLOS NOS CONVIERTE EN PRESAS FÁCILES PARA QUE CUALQUIER FACINEROSO NOS HAGA CREER QUE PORQUE LLEVA UNA SOTANA YA ES CURA O PORQUE CUALQUIER LADRONZUELO O CUENTERO DE BARRIO, CON SU VERBORREA, NOS HAGA CREER QUE ES REVOLUCIONARIO, O PORQUE SE TOMAN FOTOS EN LOS MERCADOS YA JURAN ESTAR CON EL PUEBLO.

LA VERDAD SIEMPRE SERÁ LA VERDAD Y NUESTRO DEBER ES CONOCER, INVESTIGAR Y DENUNCIAR COMO UN BUEN CIUDADANO LO HACE CUANDO ALGUIEN ATROPELLA A LA VERDAD, PORQUE ESTÁ ATROPELLANDO LA DIGNIDAD DE LA GENTE, DE UN PUEBLO DE UNA CIUDAD. 

A DEFENDER CON HONOR Y RECTITUD QUE NO SE PIERDA EL LEGADO DE NUESTROS ANTEPASADOS. FELICITACIONES, DIEGUITO DEMETRIO, POR ESTAR SIEMPRE PRESENTE EN DEFENSA DE LOS INTERESES NO SOLAMENTE DE NUESTRA CIUDAD SINO DE NUESTRA PATRIA.


Francisco Ramirez Ponce Excelente lección histórica. Por algo se dice "zapatero a tus zapatos".
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Oswaldo Bermeo Vasquez Muy bien Diego, con la verdad en la mano y las voces de los personajes cuencanos.
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Francisco Coello La ignorancia es suprema pero la brutalidad de muchos es notoria...es increíble él nivel de cultura de la gente que maneja esas áreas, no tienen idea ni siquiera del concepto de cultura...
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Mario Iñiguez Moreno Bien dicho Diego Demetrio.etrio
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Marcelo León Jara En tratándose de publicaciones oficiales o formales se tiene que ser veraz, preciso y fidedigno. Pueden ser fuentes espurias, mal referenciadas o simple y absurdo descuido, de la manera que sea, es un error y debería enmendarse.

J Andres Espinosa Heredia
J Andres Espinosa Heredia TERRIBLE IRRESPONSABILIDAD DEL MUNICIPIO O DE LA ALCALDÍA DE CUENCA al publicarse datos erróneos y sin una revisión previa por personas que sean conocedoras del tema .
David Asc Es increíble cómo a gente sin el debido conocimiento le otorgan responsabilidades importantes que no se merecen. Carlos Freire Soria termina causando vergüenza ajena con sus errores sobre la historia de Cuenca. Habiendo tanta gente que sí sabe lo terminan llamando a él. Zapatero a tus zapatos.