miércoles, 24 de enero de 2024

EL DOMINGO SIETE DEL PLAN FÉNIX EN EL ECUADOR

In Anno Domini 2024/ En el año del Señor de 2024, el día 7 de enero, que cayó domingo, fue el peor domingo 7 que pudo vivir el chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo en su gobierno del Nuevo Ecuador, pues en aquel esotérico día, cuando la policía pretendió trasladar al narcotraficante Adolfo Macías, alias Fito, al calabozo de La Roca, descubrióse, sub specie instantis, que el contumaz delincuente había huido de la cárcel regional de Guayaquil dejándole con la falda alzada al pequeño príncipe de insólitas ventoleras y repulsiva pedantería en el palacio de Carondelet.


Según lo que ha vístose, con el correr de los hechos, dicha huída habría acaecido 15 días antes, en Navidad, el 25 de diciembre, lo que confirma que, al parecer, ningún PLAN FÉNIX existió en el país, puesto que la fuga, al habérsela descubierto a las dos semanas, demuestra la falta de previsión, pero sobre todo la estulticia que empaña más a la supuesta inteligencia del chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo inter nos.


El presidente Noboa reaccionó con fanfariñas ante el escape de Fito, habiéndoselo visto desconcertado, iracundo, cascarrabias y furibundo al evidenciarse que su famoso PLAN FÉNIX nunca habría tenido como suprema meta la máxima protección del preso más peligroso de la patria, quien con su aviesa escapada búrlase olímpicamente de la inteligencia del pequeño príncipe del palacio de Carondelet, sitio donde sirve más como modelo de figurín de alta costura que como primer magistrado de la nación.


Para que el domingo 7 sea de veras un DOMINGO 7, como dice el dicho popular de nuestra paradigmática lengua de Castilla, en toda la jornada dominical, el vanidoso príncipe sesionó en Guayaquil con su cuerpo máximo de seguridad, azarado por la espectacular fuga, mientras por horas buscábase a Fito dentro de la prisión, a capa y espada, anunciándose una cadena nacional del presidente, al caer de la tarde del fatídico día. Sin embargo, la fuga de FITO fue un golpe mortal que dejó sin palabras al envanecido mandatario, al límite del síncope y la catalepsia, por lo que el esperado mensaje suspendióse hasta el siguiente día, cuando anunciáronse las medidas de seguridad que adoptábanse a partir de entonces, como el estado de excepción y la declaratoria de conflicto armado interno contra los grupos de delincuencia organizada.


Curiosamente, en el anuncio de tales medidas, que incluyeron el molestoso toque de queda, Noboa tampoco tuvo valor para referirse a la fuga de Fito, obviando hacerlo de huidiza forma para manifestar, con ataraxia y firmeza, que no negociará con las mafias del narcotráfico, las cuales, ante el anuncio de las medidas, pretendieron sembrar el pánico, el martes 9 de enero, con intermitentes atentados terroristas acaecidos en casi todo el territorio nacional y que en Cuenca provocaron la reedición de una nueva NOCHE DE LOS GILES ad absurdum, apud flumina Tomebamba.


Desde entonces, el país vive una guerra interna con relevantes epopeyas del ejército y la policía, con miles de detenciones de rulays, bajo un fachendoso aparataje publicitario de gran escala, por parte del equipo de comunicación del gobierno, a fin de justificar que el famoso PLAN FÉNIX va viento en popa para retomar el perdido control de las cárceles y la protección de los ciudadanos en todo lugar público del territorio nacional.

Lo que sorpréndenos ad summum es que la fuga de Fito, al parecer, ni siquiera fue advertida por el personal de la cárcel regional de Guayaquil, lo que deja entrever cuánto dinero circularía entre los carceleros del narcotraficante para haber facilitado su escapada, tanto más que la misma descúbrese a los 15 días de haber acaecido, detalle que confirma que el gobierno del chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, nunca tuvo la perspicacia de controlar al máximo al tenebroso delincuente, máxime cuando fugarse requería un plan muy complejo del que nadie, aparentemente, pudo darse cuenta, para que el forajido malhechor escápeseles de las narices en un santiamén y comience la ola delictiva de asesinatos, secuestros de policías, incendios de vehículos, explosiones, motines en las cárceles con 200 rehenes y la toma de TC televisión.

Ergo, la fuga del bandido bandolero Fito es lo peor que pudo pasarle al chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo en el palacio de Carondelet, en el preciso momento en que jactábase, con fatuo orgullo y exacerbada vanidad, del PLAN FÉNIX que, según él, habíase ya ejecutado exitosamente con los allanamientos del caso METÁSTASIS en el mes de diciembre del año 2023. No obstante, la verdad sea dicha, los éxitos de METÁSTASIS no son de Noboa, pues todas las acciones del operativo comenzaron un año antes, desde octubre de 2022, cuando el narcotraficante Leandro Norero murió abatido y acribillado in iniquitatis mysterium.




Las cotidianas hazañas de policías y militares en la captura de terroristas, el allanamiento de viviendas para detener a los integrantes de los grupos de delincuencia organizada, la liberación de 200 rehenes de las cárceles, el equipamiento policial de 5 millones de dólares y el descubrimiento de 21 toneladas de droga en Vinces han fortalecido al pequeño príncipe de Carondelet afianzando su vanidad en cada intervención pública en la que informa de todas las acciones emprendidas en el estado de excepción, a fin de combatir a la narcoguerrilla y sus forajidas huestes in vita societatis.

Mientras, según las encuestas, el 80% de los ecuatorianos apoyan las medidas tomadas aplaudiendo los éxitos alcanzados, el envanecimiento del chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, llega hasta las fronteras del trastorno y la estolidez. 


Y como HISTORIA MAGISTRA VITAE EST//LA HISTORIA ES MAESTRA DE LA VIDA veamos un ejemplo de la historia con el precedente gráfico: Cuando el presidente Bush vivió los atentados del 11 de septiembre del año 2001 su popularidad disparóse del 57 al 90 por ciento in America septemtrionalis. No obstante, terminado el conflicto la aceptación de Bush nuevamente declinó y para el año 2003 otra vez sólo el 57% de los americanos creían en él. Luego, en sus últimos años de activismo político nunca volvió a ascender, mas bien descendió hasta terminar con el 25% de aprobación ciudadana en el año 2009 cuando representaba ya solo un cadáver político ad vitam aeternam.

A contrario sensu, con el chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, acaece un estupefaciente fenómeno pues mareado y engarbullado por tal apoyo ciudadano, confunde que la aprobación ciudadana del 80% no es a su gestión de gobierno sino a la lucha contra la narco guerrilla, pues esta encrucijada levanta en los ciudadanos un genuino amor cívico por la patria y no un cariño para el pretensioso mandatario que, presumido y engreído, créese ya reelecto en las elecciones del año 2025 mientras funge de un imbatible Superman para enfrentar el horripilante escenario que le tocó vivir in patria nostra semper afflicta.

 

DIEGO DEMETRIO ORELLANA

Datum Conchae, mensis Ianuarii, die quartum supra vigesimus, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXIV, octava III Dominica per annum

lunes, 15 de enero de 2024

CUENCA Y LA SEGUNDA NOCHE DE LOS GILES APUD FLUMINA TOMEBAMBA

 

In historia nostra, una nueva NOCHE DE LOS GILES protagonizaron los cuencanos, el pasado martes 9 de enero del año 2024. En tal fatídico día, desde las tres de la tarde, un falso rumor irrumpía, in crescendo, cual fulminante rayo que avasalla todo, volviendo espantadizos y cobardes -hasta el paroxístico extremo de la paranoia colectiva- a los viandantes y circunstantes que caminaban por las calles morlacas, mientras corríase la voz de que la urbe devastaríase por las mafias del narcotráfico que supuestamente ya venían, en bandada, de sur a norte y del oriente hacia el poniente, saqueando ferozmente a los negocios y matando impíamente a quienes cruzábanse por el camino usque ad sanguinis effusionem/ hasta el derramamiento de sangre.


La paranoia colectiva inficionóse de profundis hasta aturdir o anonadar a todos los morlacos en un disparatado y chocarrero desfile de paseantes y caminantes que, presos del pavor y del terror, terminaron desconcertados en desenfrenada histeria, toda vez que los pocos que mirábamos, presos de la estupefacción, cómo los negocios íbanse cerrando en toda la ciudad, al grito callejero de que «ya vienen los disparos», nos viéramos avocados a confirmar que los cuencanos patrinquearon con el rabo entre las piernas, tristis et afflictis in via dolorosa.



Así pues, de pronto, desaparecieron los valientes, los bravucones, los intrépidos, los impávidos y temerarios cuencanos, que siempre jáctanse de su impetuosa bravura, in civitatis historiapara aparecer un ejército de asustadizos, huidizos, despavoridos y apocados morlacos que iban a sus casas en bandada, ateridos del pánico ante la falsa alarma de los infames saqueos, los robos a mansalva y los asesinatos infames de las mafias del narcotráfico que, febricitantes de rabia, luego de la huida de Adolfo Macías, alias Fito, -el criminal más buscado de la patria-, han puesto en la cuerda floja al chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, en este narcoestado en el que convirtióse el Ecuador, luego de la nefasta década del fascismo rafaelino verdeflex.




No diremos que corrían sino volaban, por las calles, los idiotizados ciudadanos que buscaban esconderse en sus viviendas, tan solo imaginando que morirían abatidos por las balas de los mafiosos, dejando en el más siniestro abandono a la urbe, en todas sus calles céntricas y periféricas. Ergo, en cuestión de dos horas, la ciudad cargada de alma volvióse como un agreste camposanto o un desamparado desierto en donde nada anida o nadie circula para crear un sombrío y espectral escenario, propio de un pueblo que termina aniquilado por un feroz bombardeo in mysterium iniquitatis.


De cuando en cuando, solo policías y militares asomaban por las calles cuencanas reemplazando a los atemorizados viandantes que escondiéronse en sus casas como monjas carmelitanas que huyen del demonio en un convento contemplativo, para recitar los versos nacidos del fuego del amor divino, con la mística doctora de la Iglesia, semper magna in hispánica lingua, santa Teresa de Jesús Cepeda y Ahumada: «Vivo sin vivir en mí/ y en tan alta vida espero/ que muero porque no muero./ …Acaba ya de dejarme/ vida, no seas molesta/ porque viviendo, ¿qué resta?/ sino vivir y gozarme/ ven muerte que ansí te requiero/ que muero porque no muero».

Ad interim, a la hora crepuscular ya nadie circulaba por la urbe patrimonial, dando paso a una nueva NOCHE DE LOS GILES donde la capital azuaya vióse desolada, cual si fuese un sobrecogedor campo de guerra en la noche de tan fatídico día, a contrario sensu de la primera NOCHE DE LOS GILES, hace 38 años, el 3 de noviembre de 1985, cuando un falso rumor de que un terremoto destruiría a Cuenca volvió despavoridos a los acongojados habitantes de la capital de la morlaquía.



Así pues, la noche del martes 9 de enero, ningún humano transitaba por las lúgubres calles de Cuenca, que parecían, -en el fantasmagórico ambiente noctámbulo-, apropiadas vías de los fantasmas de las leyendas cuencanas, como el cura sin cabeza, la viuda del farol o las beatas del rosario de la aurora circulando por la urbe in via Dei, al calor de preces y jaculatorias propias de la beatífica «Ciudad Eucarística y Mariana» que, por derecho propio y tradición de pueril mojigatería, ya en varias ocasiones conviértese no más, sub specie instantis, de la noche a la mañana, en un abrir y cerrar de ojos, en LA CAPITAL DE LA NOVELERÍA.


Las nocturnas escenas de las citadinas calles recordábannos, de momento ad momentum, a las pandémicas noches del Corona virus, en el año 2020, cuando vivióse una insólita cuarentena, con los cuencanos metidos en sus casas por temor al macabro virus, a fuer del impositivo toque de queda que principiaba a las 2 de la tarde para concluir a las 5 de la mañana, en la alborada del siguiente día, en un insólito hecho que hizo de Cuenca una urbe fantasmal super flumina Tomebamba.

Mas, in stricta veritas, la noche del martes 9 de enero ningún virus asolaba por la urbe como tampoco ninguna mafia del narcotráfico salió en acechanza para exterminar a los cobardes, azarados y despavoridos cuencanos que recluyéronse en sus casas, ateridos de pavor, miedo y estupor por precautelar sus vidas frente a las supuestas bandas delictivas del crimen organizado que, confirmando el falso rumor que idiotizó a los cuencanos ese día, brillaban por su ausencia in communitate nostra.






Quid pro quo, el parque Calderón, sitio que jamás suele permanecer sin circunstantes, ora en el día, ora en el crepúsculo, a las siete de la noche del inmemorable martes 9 de enero simulaba un desierto donde ni siquiera las luces navideñas ponían la nota alegre en tan fantasmagórica atmósfera, permitiendo acaso que quien circule por la zona pareciera el único habitante de la amada urbe, pues ningún patidifuso o embobado paisano aparecía por sus céntricas calles, ni por mera curiosidad para contemplar este inolvidable espectáculo que déjanos, en la memoria, la sensación de que la cobardía, cuando vuélvese contagiosa -en una horda de espantadizos ciudadanos- hace de las suyas, claudicando incluso a quienes fungen de bravucones de toda boda en el cotidiano tráfago de la vida morlaca in societatis historia.


Silencio, soledad y completa calma eran las sensaciones que producíannos las prietas imágenes de la nocturnal Cuenca del martes 9 de enero, mientras la expectante caminata por las calles de la urbe invitaba a recitar, refocilantes de gozo, los inmortales y metafísicos versos de san Juan de la Cruz, en su famosa pieza literaria «La noche oscura del alma»: «…En la noche dichosa,/ en secreto, que nadie me veía,/ ni yo miraba cosa,/ sin otra luz y guía/ sino la que en el corazón ardía…».


Ad concludendi, ante el desmayo del dolor que aflora en las inolvidables imágenes de la Cuenca fantasmagórica, del 9 de enero del año del Señor de 2024, huelga decir entonces -con ataraxia y firmeza- que quizás sólo las inquietas almas de los andariegos viandantes de la morlaquía -que aquella noche salieron a contemplar cómo un pueblo animalizado patrinqueó- habrán podido descubrir esta apocalíptica escena de la encantadora ciudad cuyo espíritu extravióse, ad absurdum, en una turbulenta jornada que, a similis, revivió la famosa NOCHE DE LOS GILES del 3 de Noviembre de 1985, convirtiendo a la urbe en la capital de la estupidez humana in civitatis historia.

Ergo, estas escalofriantes fotografías de la fatídica noche inscríbense en la fotohistoria cuencana como el terrorífico testimonio de la Cuenca avasallada por el pánico, en una dolorosa atmósfera donde el místico silencio de las imágenes que han sido motivo de este ensayo demuéstrannos, de vehementi, cómo puede un falso rumor, en los atolondrados cuencanos que circulan por sus calles, volverse un boomerang para idiotizar a todos a fin de recluirlos en sus casas cavilando, en anodina forma, que sus vidas débense precautelar ante la imaginaria escena de pensar que Cuenca iba a ser exterminada por feroces bandas mafiosas que ni siquiera aparecieron in mysterium noctis, in conchense urbe, tristis et afflicta apud flumina Tomebamba.

Diego Demetrio Orellana

Datum Conchae, mensis Ianuarii, die quintus supra decimus, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXIV, octava II Dominica per annum


OPINIONES CIUDADANAS

Gerardo Alvarez: Recuerdo la primera. Tal cual.  Recuerdo el editorial del recordado Edmundo Maldonado.
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Hernan Torres: Bueno, no todos quedaron como giles, porque la primera vez que me vinieron con el cuento de un terremoto inminente yo razoné y les dije que los terremotos no lo puede predecir ni la ciencia y toda la familia regresamos felices a nuestras camas a continuar tranquilamente en los brazos de Morfeo, jejeje...
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sábado, 13 de enero de 2024

TESOROS COLONIALES DE LOS JESUITAS EN SAN FRANCISCO

 

Ad maiorem Dei gloriam/ A la mayor gloria de Dios cuatro primorosos óleos coloniales originarios de la antigua iglesia de la Compañía de Jesús, en Cuenca del Ecuador, han recolocádose adecuadamente en la nave principal de la iglesia de San Francisco de la capital azuaya, en donde desde el siglo XIX han permanecido como ilustres huéspedes, reflejando cada uno, per se, una plena identidad jesuitica que evoca el antiguo resplandor de la Compañía de Jesús in urbe nostra dilectissima.

ANTIGUA IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS
EN CUENCA DEL ECUADOR

Cuenta la historia que el 7 de abril de 1638 los jesuitas estableciéronse en Cuenca fundando su colonial colegio y la iglesia de la Compañía de Jesús, en la manzana en la que hoy emplázase la catedral de la Inmaculada y el antiguo seminario San Luis. Allí permanecieron 129 años hasta el 25 de agosto de 1767 cuando fueron expulsados de Cuenca, en cumplimiento de la Pragmática Sanción del rey Carlos III de España, por la cual los padres de la Compañía de Jesús exiliáronse de todas las colonias españolas, en uno de los actos más inhumanos y anticristianos de la historia in America meridionalis.

FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

La colonial iglesia de la Compañía de Jesús era la mejor de todas cuantas habíanse levantado en el casco histórico de la capital de la morlaquía. Un cáustico testimonio de Francisco José de Caldas, que cópiase, ex integro, así nos lo confirma en 1804, -luego de 37 años de la expulsión de los jesuitas-, cuando este sabio pasó por Cuenca: «Los templos no representan cosa que pueda llamar la atención de un viajero: todos pobres, todos pequeños, todos miserablemente adornados, no merecen una descripción. No parece que haya asistido aquí un hombre que sepa la destinación de la arquitectura. La casa de jesuitas es lo mejor, no obstante está bien distante de ser obra de un inteligente…». La no muy grata descripción de la Cuenca colonial, por parte de Caldas, denota su acritud frente a nuestra urbe, mas no por ello deja de resaltar que la iglesia de los jesuitas era el mejor templo cuencano de la Colonia in historia nostra.

IGLESIA DE SAN ALFONSO

Post factum, en 1872, en el obispado de Remigio Estévez de Toral, los agustinos son extrañados de Cuenca a causa de un rescripto que el purpurado trajo de Roma, en el Concilio Vaticano I, y la antigua iglesia de San Agustín, que hoy es el templo de San Alfonso, llegó a contar con algunos bienes de los jesuitas cuando en 1885, la colonial iglesia de la Compañía de Jesús derríbase para construir la catedral de la Inmaculada, por iniciativa de monseñor Miguel León y Garrido, quien ordenó que los tesoros de los jesuitas trasladáranse a varios templos cuencanos.

VIA CRUCIS DE LA CATEDRAL DE AZOGUES/ IV ESTACIÓN
ANTIGUO TESORO COLONIAL DE LOS JESUITAS

Entre los tesoros coloniales que llegaron a San Agustín hallábase el via crucis de la Compañía de Jesús, el cual, -a su vez-, fue enviado a la iglesia matriz de Azogues, en donde hoy consérvase incompleto en la catedral de la capital cañarense puesto que, de las 14 estaciones han perdídose 4. Así, el impredecible destino hizo que los bienes jesuiticos exiliáranse a la capital del Cañar, donde nunca hubo jesuitas y, desde donde, con el pasar de los años el tesoro ha sido atropellado con la desaparición de algunos de los cuadros de esta maravillosa colección in nomine Christi. Por tan fortuita circunstancia, Azogues posee valiosas riquezas jesuiticas super flumina Burgay.

LA CAMPANA DE SAN IGNACIO, 
TESORO COLONIAL DE LOS JESUITAS EN CUENCA

Otro de los templos que recibió tesoros jesuitas fue, exempli gratia, la Catedral Vieja, donde aún es posible contemplar algunas esculturas como aquella de san Francisco Javier, tanto como la campana de san Ignacio, de 1711, que es el broncíneo tesoro del campanario de la Compañía.

IGLESIA DE SAN FRANCISCO

EL COLONIAL ÓRGANO DE LOS JESUITAS,  
EN LA ANTIGUA IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS, 
ES HOY UN TESORO DEL CORO DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO
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Finalmente, la cuarta iglesia que recibió los bienes patrimoniales de la antigua iglesia jesuita, en la diócesis de Cuenca, fue San Francisco. En el coro de este histórico templo, ad exemplum, instalóse el órgano de tubos de la Compañía de Jesús, elemento que aún hoy puédeselo contemplar como muestra de su antigua magnificencia.

VIRGEN DE LOS AFLIGIDOS, 
TESORO COLONIAL DE LOS JESUITAS 
EN SAN FRANCISCO

Pero también, en las naves laterales del templo, colocáronse cuatro óleos coloniales de los mejores cuadros pictóricos que los jesuitas habían mandado a hacer, en la Colonia, para exornar a su mayestática iglesia colonial. El más sublime de todos es la colonial Virgen de los Afligidos, la cual es una Mater Dolorosa de primorosa factura en cuyo pecho, a la manera de un collage, lleva un puñal repujado en plata como excelso distintivo de la creatividad con la que elaboróse la sacra imagen.

SAN LUIS GONZAGA, 
TESORO COLONIAL DE LOS JESUITAS 
EN SAN FRANCISCO

El segundo óleo es un precioso retrato de san Luis Gonzaga, el juvenil santo de los jesuitas. Su pueril rostro sublimiza el alma, mientras su filial amor a Nuestro Señor Jesucristo, Dominus ac Redemptor, que hízolo un apóstol de la misericordia -in Roma semper aeterna- explicítase en el crucifijo que porta en sus santas y venerables manos. El cuadro de san Luis Gonzaga es, in stricta iustitia, uno de los mejores retratos coloniales que existen sobre este personaje en todo el Ecuador, con la peculiaridad de llevar dentro de él a un ángel que porta una azucena en señal inequívoca de la pureza del santo, quien señala con sus manos una rara inscripción in lingua latina semper excelsa, que dice: «COARCTOR DISSOLVI ET ESSE CUM CHRISTO», que en nuestra perínclita lengua de Castilla podríase traducir así: «ME SIENTO URGIDO DE IRME PARA ESTAR CON CRISTO».

JESÚS DE LA MISERICORDIA, 
TESORO COLONIAL DE LOS JESUITAS 
EN SAN FRANCISCO


El tercer óleo colonial de los jesuitas que hoy puédeselo apreciar espléndidamente en la nave central de la iglesia de San Francisco es un curioso cuadro de Jesús de la Misericordia, junto a san Pedro, a quien identifícaselo como tal por el gallo de las tres negaciones in vita Christi, mientras la leyenda «Jesús de la Misericordia» inscribióse dentro de la composición pictórica en una original propuesta del ignoto artista que lo fabricó in via artis et in nomine Domini.

LAS POSTRIMERÍAS DEL HOMBRE
TESORO COLONIAL DE LA DESAPARECIDA IGLESIA  
DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN SAN FRANCISCO

Ad concludendo, el cuarto óleo es un tradicional cuadro con la catequética visión de la escatológica contemplación del cielo, el purgatorio y el infierno en las tenebrosas imágenes coloniales con las cuales la Santa Madre Iglesia adoctrinaba a los fieles sobre los tormentos a los que avocábanse al transgredir los mandatos de la doctrina cristiana. Este óleo es fenomenal tanto por la conjunción de personajes cuanto por la significación de la obra, pudiendo ver en ella a históricos santos que han marcado la vida religiosa de los cuencanos. Ad exemplum: santa Teresa de Jesús, santo Domingo de Guzmán, san Francisco de Asís, san Vicente Ferrer, san Martín de Porres y santa Rosa de Lima. 

Hay un detalle que debémoslo destacar, sub specie instantis, en el análisis de esta obra, y es el hecho de que en ella denótase una atmósfera cuya dominancia dominicana es innegable, por lo que es menester inferir, desde nuestra visión historiadora, que este antiguo cuadro del infierno perteneció a la iglesia de la Compañía de Jesús luego de la expulsión de los jesuitas, acaecida en el año 1767, y es como un tesoro de la vetusta iglesia jesuita de Cuenca que pasó al templo de San Francisco cuando monseñor Miguel León y Garrido hizo derribar el colonial templo de los jesuitas en el año del Señor de 1885. Mas hoy, reluce nuevamente, in via lucis, en la nave central de la iglesia franciscana de Cuenca.

REVERENDISSIME PATER JORGE MORENO
PÁRROCO DE SAN FRANCISCO

La recolocación de los 4 óleos coloniales de los jesuitas es obra del padre Jorge Moreno Delgado, que con buen gusto estético ha mandado a decorar las naves del templo con una interesante pintura mural para reponer los tesoros coloniales jesuiticos retirados de la iglesia antes de la pandemia, en el año 2019. Cuenca ha extrañado por 5 años estos tesoros de la desaparecida iglesia de los jesuitas en la nave central de san Francisco y hoy nuevamente puédenselos contemplar ad maiorem Dei gloriam in communitate nostra.

ANTIGUOS MECHEROS DE PLATA 
CON EL ACRÓNIMO DE LOS JESUITAS: «IHS», 
EN SAN FRANCISCO


EL  ESPLÉNDIDO ACRÓNIMO DE LOS JESUITAS: «IHS», 
ENTRE LOS TESOROS DE PLATA LABRADA 
DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO

Existen dos preciosos mecheros de plata repujada que utilizábanse antiguamente para alumbrar en las calles a los fieles que participaban en las procesiones del Santísimo Sacramento cuando Cuenca no tenía luz eléctrica. Estos elementos de fina orfebrería tienen grabado el anagrama de la Compañía de Jesús: «IHS», el cual significa IESUS: HOMINUM SALVATOR o JESÚS: SALVADOR DE LOS HOMBRES, magnificentes tesoros patrimoniales de Cuenca del Ecuador que deberá cuidar el nuevo párroco de San Francisco: Joffre Astudillo.

CURA JOFFRE ASTUDILLO
NUEVO PÁRROCO DE SAN FRANCISCO

Esperemos pues que, Jofree Astudillo, quien viene trasladado de Gualaceo a Cuenca, precautele y cuide estos tesoros jesuiticos pues a ello hállase impelido, de vita et moribus, ya que Cuenca no puede perder los valiosos legados patrimoniales de sus históricas iglesias, que dan cuenta de su condición de ciudad «Patrimonio Cultural de la Humanidad» in artis via et in culturalis aspectibus in America meridionalis et in historiae via ad omnes gentes in mundum universum.

Diego Demetrio Orellana

Datum Conchae, mensis Ianuarii, die decimus, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXIV, octava solemnitate Epiphaniae Domini