miércoles, 12 de abril de 2023

NICANOR LOVATO: UN RECONOCIMIENTO POST MORTEM EN EL 466 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE CUENCA

 

 

In honorem iustitiae/ En honor de la justicia, el día de hoy, 12 de Abril del año del Señor de 2023, cuando Cuenca celebra los 466 años de su castiza fundación, ha sido condecorado POST MORTEM el reconocido y esclarecido jardinero, agrónomo y botánico JOSÉ NICANOR LOVATO PAUCAR, a quien el ayuntamiento cuencano debía un certero homenaje póstumo por haber sido el artífice y el gestor del diseño de los parques y jardines de la capital azuaya, in naturalis ordinis, logrando crear una escuela familiar de fulgurante estela puesto que, con el correr de las décadas, es ahora su hijo, Ernesto Lovato Zambrano, quien ocupa el preeminente sitial de su padre in amorem civitatis o en amor de la ciudad.

El acuerdo municipal dice en su parte pertinente: «ACUERDO DE RECONOCIMIENTO POST MORTEM AL MAESTRO, SEÑOR JOSÉ NICANOR LOVATO PAUCAR EN RECONOCIMIENTO A SU DEDICADO TRABAJO PAISAJÍSTICO Y SU INVOLUCRAMIENTO ACTIVO EN LA CREACIÓN DE JARDINES DE SU PROPIA INSPIRACIÓN, CON UNA VISIÓN AMPLIA E IMPORTANTE DE PARQUES PÚBLICOS, CUYO TRABAJO HA TRASCENDIDO DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN CONVIRTIÉNDOLE EN ACERVO PATRIMONIAL PARA CUENCA. HACER ENTREGA DEL PRESENTE ACUERDO EN LA SESIÓN SOLEMNE DE CONMEMORACIÓN POR EL CUADRAGENTÉSIMO SEXAGÉSIMO SEXTO ANIVERSARIO DE FUNDACIÓN DE SANTA ANA DE LOS RÍOS DE CUENCA».

In honorem veritatis, qué duda cabe que lo que reza el acuerdo es la pura verdad frente a este epónimo jardinero pues basta ver a las esplendorosas palmeras de la especie Parajubea cocoides, los famosos cocos negros de los Andes, sembrados por don Nicanor, en el parque Calderón de Cuenca, para justipreciar su exquisito don de sentido estético que llevábalo a crear jardines y parques in urbe nostra semper dilecttissima.


Ergo, confírmase que todas las palmas reales del parque Calderón, como llámaselas también a los cocos negros de los Andes, fueron sembradas por este personaje a quien la municipalidad finalmente ha reconocídolo in stricta iustitia inter nos.

También los cipreses del parque central de Cuenca, de la especie Cupresus macrocarpa, plantáronse por Nicanor, los cuales como puédese inferir en la imagen, adquirieron unas figuras imponentes y mayestáticas como icónicos elementos botánicos del parque central de la capital de la morlaquía.

Asimismo, este bello espécimen arbóreo, una de las raras especies de alcanfor que hállanse en nuestra ciudad, el Cinamonum camphora sp, resalta esplendoroso en los límites florales de las camineras del parque Calderón, no lejos de los famosos cipreses macrocarpianos, creando un paisaje urbano singular a quienes puédenlo contemplar ad cautelam, cum accurata diligentia.

Mas la galanura y el garbo que exhibe la Casuarina equisetifolia que hállase cerca del hemiciclo de las banderas del parque, hacia la calle Sucre, permite descubrir que este es otro de los elegantes y encantadores árboles que don Nicanor plantó con admirable sensibilidad para imaginar el paisaje que tal árbol crearía in grata et amabilis contemplationem.

Mas, parloteando de palmas, la cosa no quédase allí y así tenemos a la única Palma de las Canarias del parque Calderón, la famosa Palma Phoenix canariensis, como hijuela de don Nicanor, habiendo adquirido un porte singular que conjuga armónicamente en tal rincón citadino, cerca de la vieja casa de los canónigos, in splendore semper magno.

Tampoco podemos olvidar al ficus de la calle Sucre, uno de los cuatro ejemplares de la especie Ficus sp. que don Nicanor sembró en cada una de las esquinas del parque central de Cuenca. Aquél que estuvo en el frontispicio de la Catedral de la Inmaculada colapsó en octubre de 1984, pero un hijo de este encantador ficus fue sembrado en su reemplazo por el hijo de don Nicanor, Ernesto Lovato Zambrano en 1985. Aquél que hallábase en el vértice de la gobernación cayó en el año 2002 sin que háyaselo repuesto, en tanto que el ficus que hallábase en la esquina de la Benigno Malo y Bolívar, junto a la Pasamanería Tosi, murió en el año 2011. Pero dos de los originales ficus sembrados por las propias manos de Nicanor Lovato aún dan testimonio de su paso por estos lares in grata et amabilis memoria.

En otro ángulo del centro del parque Calderón puédese apreciar este maravilloso espécimen de molle, el singular Schinus molle, cuya fronda prodúcenos una fresca sombra a los observadores que siéntanse a sus pies o a los viandantes y circunstantes que recorren las camineras que hállanse junto al monumento al héroe niño Abdón Calderón Garaicoa in via historiae semper vera.


Pero es el Podocarpus sp, conocido en nuestra cultura como Guabisay, hacia la calle Sucre y Benigno Malo, el ejemplar arbóreo por el que débese columbrar que Nicanor Lovato sabía intercalar sus siembras de árboles con especímenes arbóreos autóctonos que hacen de nuestra flora una encantadora lindeza ad futuram rei memoriam.

NICANOR LOVATO PAUCAR

ERNESTO LOVATO ZAMBRANO

Así pues, dígase, ad concludendi, que el homenaje de la Municipalidad de Cuenca a don Nicanor Lovato, el jardinero de la morlaquía, es un acto de justicia que honra a su memoria permitiendo a los cuencanos de las presentes y futuras generaciones que no olvidemos el valioso legado paisajístico y botánico dejado por el clan Lovato in vita societatis, apud flumina Tomebamba, in naturalis ordinis et super omnia in natura excelsa semper admirabilis et singularis inter nos.

Diego Demetrio Orellana

Datum  Conchae, mensis aprilis, die XII, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXIII, octava I Dominica Paschalis.

viernes, 7 de abril de 2023

CATEDRAL VIEJA: ARTE SACRO Y UNA GRAVE DENUNCIA DE NATALI VÁZQUEZ CLAVIJO

 

In nomine Christi, el Museo Catedral Vieja abrió en abril de 2023 una curiosa muestra de arte sacro donde exhíbense tesoros artísticos que el templo de San Francisco, el Museo de las Conceptas y la antigua iglesia de El Sagrario o Catedral Vieja poseen en escultura y pintura, en grata compilación de motivos pictóricos y escultóricos in commemoratione de Passione Domini o en la conmemoración de la Pasión del Señor.

 


Entre las obras más espectaculares hállase la famosa Virgen de los afligidos, exquisito óleo colonial del siglo XVIII, refulgiendo notablemente en el conjunto expositivo, pues este retrato de la Santísima Virgen, en su condición de «Consolatrix afflictorum» o «Consuelo de los afligidos», era un esplendente tesoro de la colonial iglesia de la Compañía de Jesús in urbe nostra. Tal tesoro pasó a San Francisco cuando el templo jesuítico derribóse para erigir la catedral de la Inmaculada Concepción in urbe nostra.

 


Un Jesús de la Misericordia mírase esplendente también como ícono artístico de singular lindeza, siendo otro de los magnificentes óleos coloniales que pervive como una huella de los jesuitas en la iglesia de San Francisco.

 


Ni qué decir tiene de una pintura del Museo de las Conceptas, del año 1764, que retrata al Señor de Girón, in honorem Christi, volviéndose un interesante ejemplo del arte colonial cuencano in culturalis res.

 


Pero es el calvario de Miguel Vélez quizá uno de los conjuntos escultóricos de fina estampa y plena significación de la pasión de Cristo en la exposición «Semana Santa» que la curia arquidiocesana de Cuenca ofrece a los circunstantes que visitan el viejo templo catedralicio in honorem Crucis et in nomine Christi sicut salvifici doloris.


Igual cosa diríase de la Santa Cena, el conjunto escultórico que fuera de la iglesia del Santo Cenáculo y que hoy es un ícono de particular lindeza del Museo Catedral Vieja in coena Domini o en la Cena del Señor para una apropiada memoria de Jueves Santo.


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La exposición ha contado con la participación de colecciones privadas, como puédese apreciar en esta imagen de la Santa Faz, obra de propiedad de la familia.Zalamea.


Pero una colección privada, que no es colección sino compilación de antiguallas de mal gusto, de propiedad de Andrés Tola Álvarez, hace el mal tercio en la muestra de arte sacro de la Catedral Vieja, exposición curada por Nathaly Vázquez, puesto que, tal como apréciase en las fotografías ad infra, trátase de dos bustos de los obispos Hermida y León, que desde ningún punto de vista podríanse considerar como obras sacras, mas fueron incluidas en la exposición para que quizás la curia las adquiriera, puesto que Nathaly denuncia que Andrés Tola Álvarez pretendería vender a la curia arquidiocesana de Cuenca este par de bustos. Natalii dice, en presencia de Efraín Lucero como testigo, que tales elementos colocáronse porque tal vez podríaselos adquirir. Sin embargo, nadie puede negar que desentonan con las bellas obras de arte sacro del conjunto. Amparados en el art. 66 de la constitución de la república damos a conocer la precedente denuncia gravísima de Nathaly Vázquez, la curadora de la exposición de arte sacro en el Museo Catedral Vieja. 


Ad exemplum, mirando la desfachatez con la que dañaron a la exposición sacra, restándole sentido y coherencia, este busto tiene una cédula que dice: «Monseñor Daniel Hermida Ortega», como puédese leer en la fotografía. Sin embargo, no trátase de monseñor Hermida sino de monseñor Miguel León y Garrido. La cédula dice además: colección privada de Andrés Tola Álvarez.

 


En este otro busto, por su parte, indícase in scriptis: «Monseñor Miguel León y Garrido». No obstante, no es León sino Daniel Hermida y, claro está, también es de la colección de Tola Álvarez. ¿Acaso, será que Tola no sabe lo que compra o confunde a los personajes en ánimo de vender bienes patrimoniales per fas et per nefas?

Según Nathaly Vázquez, la curadora de la muestra, se esperaría que la curia adquiera estos bustos, mas conviene preguntarse: ¿el arzobispo de Cuenca no debería caer en infames negocios de bienes patrimoniales in via iniquitatis?... Ad interim, estos bustos deberíanse retirar de la exposición sacra por falta de coherencia en la curaduría de la muestra.


Mientras tanto, Efraín Lucero, coordinador de la Catedral Vieja, cae al abismo del desprestigio al prestarse para la organización de exposiciones en donde estas efigies no tienen sentido, pues siendo una muestra de arte sacro de semana santa, los bustos de Hermida y León no tienen nada que hacer en medio de lindezas supremas del patrimonio cultural cuencano que han compiládose para ser expuestas en la antigua catedral cuencana.

 


Así las cosas, la llamada exposición intitulada «SEMANA SANTA», que exhíbese en el Museo Catedral Vieja de Cuenca, es una muestra a la que descabezáronla quitándole sentido en su concepto curatorial al mezclar obras ajenas que no constituyen arte sacro y que deberían mas bien llevar un letrero donde léase: «SE VENDE. INFORMES: ANDRÉS TOLA ÁLVAREZ», puesto que, al parecer, ese es el verdadero leit motiv que los oferentes de antiguallas mostrarían tener contra Christi, in sancta hebdomadae in Anno Salutis Nostrae MMXXIII, inter illeaqueatio malitiosa in honorem stultitiae. 

Diego Demetrio Orellana

Datum Conchae, mensis aprilis, die septimus, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXIII, sexta feria de Passione Domini.

martes, 4 de abril de 2023

CÉSAR CORDERO MOSCOSO Y SUS PRESEAS IN VIA AETERNITATIS

In civitatis historia o En la historia de la ciudad hay singulares circunstancias citadinas en las que la gente engarbúllase sin mirar el horizonte con clarividencia y perspicuidad. Es entonces cuando una esplendente atalaya del pensamiento cuencano refulge siempre como «lux veritatis» o «luz de la verdad». Tal iridiscente atalaya constitúyelo el benemérito padre Vicente Solano, cuyo verbo fluido fue siempre un efluvio de conceptuosas y profundas ideas para iluminar el «sensus vero» o «verdadero sentido» de trepidantes realidades que, ex aequo, débenselas mirar con ataraxia o serenidad. Así, la desgraciada muerte del cura Cordero es una ocasión propicia para justipreciar, in stricta iustitia, que sus ejecutorias no puédense borrar como un flamígero rayo que devasta todo sin dejar estela alguna ni certero rastro de las cosas in communitatis vita o en la vida de la comunidad.

FRAY VICENTE SOLANO

El padre Solano escribió un día una apodíctica verdad y vaticinó quizás, cual inteligente predestigitador, lo que en nuestros días hemos visto frente al cura Cordero, a quien nadie ha querido enterrarlo como Dios manda, siendo todavía una alma en pena, en busca de la remisión de sus culpas como pederasta y monstruo mefistofélico de non grata recordationem para muchos de cuantos niéganse a pronunciar su nombre. Nadie ha querido celebrar una MISA DE RÉQUIEM por su alma pecaminosa en una batahola de exacerbados fanatismos anticristianos y absurdas posturas de negarle incluso su derecho a una exequial deprecación in nomine Christi.

Y el padre Solano decía, con apodíctica certeza, que «LOS HOMBRES SON UNA ESPECIE DE ANIMALES NOCTURNOS, QUE NO VEN EL MÉRITO SINO EN LA OBSCURIDAD DEL SEPULCRO…» Y cuando el cura Cordero ha dejado este terrenal mundo, odiado y vilipendiado por muchos a causa de sus injustificables y nefandarios crímenes, contémplase que la feroz iconoclastia con la que derribáronse sus monumentos, sus placas epigráficas, sus óleos y reconocimientos no ha podido exterminar todo cuanto acopió en su vida. 


Así, a pesar de la inclemente ingratitud de la Universidad Católica de Cuenca para su fundador y mentor, existen condecoraciones que el cura Cordero obtúvolas, algunas quizás por el arte de birlibirloque, las que no han sido avasalladas cuando el monstruo pederasta ha descendido a una ignota fosa sepulcral.

Ergo, un largo listado de sus reconocimientos dan cuenta de sus grandes ejecutorias in historia nostra. Ad exemplum, la medalla Vicente Rocafuerte del Congreso Nacional del Ecuador; la presea de la Orden Andrés Bello, del gobierno de Chile; la medalla al Mejor Educador, del Club Rotario Internacional; el trofeo de la Cultura del Parlamento Mundial de los Estados; la medalla al Mérito Educativo de Primera Clase, del gobierno ecuatoriano; la medalla Consejo Provincial del Cañar; las preseas de las municipalidades de Azogues, Biblián, Méndez y Déleg; la medalla de los legisladores de la provincia de Napo; el Botón de Oro de la Paz, Seúl, Corea; la Cruz y anillo de obispo titular de Nazareth, de la Iglesia Ortodoxa; la medalla César Andrade y Cordero, del magisterio azuayo; la medalla Leonidas Ortega Moreira y pluma del periodismo guayaquileño; la medalla Eugenio Espejo, de la Confederación Ecuatoriana de Periodistas; la insignia de la Federación Iberoamericana de Periodismo; la medalla al mérito educativo, del Parlamento Ecuatoriano; los doctorados Honoris causa de México, Estados Unidos, Inglaterra, Bélgica y Chile; la mención de Ciudadano Honorario del Estado de Arkansas y los títulos de profesor honorario de las universidades de Arkansas, North California y Varsovia.  

Es inconcebible, desde la óptica católica, apostólica y romana, que nadie haya celebrado en Cuenca una MISA DE RÉQUIEM por el alma pecadora del cura Cordero in nostra Sancta Mater Ecclesia, en desobediencia al mandato de enterrar a los muertos, que es una de las obras de misericordia de nuestra santa religión católica. Es inaudito que la Universidad Católica de Cuenca no haya expresado condolencia alguna para su mentor y fundador a la hora de su partida al mundo etéreo, por lo que la ingratitud en el centro de estudios superiores -por el que el pederasta cura daba su vida- es sorprendente hasta las fronteras máximas de la insensatez que obnubila a las conciencias envileciendo a los ególatras espíritus de quienes han heredado el trono corderiano en el alma mater que de católica ya no tiene nada in Sancta Romana Ecclesia.

El alma de César Cordero Moscoso, uno de los más febricitantes amantes de la Mater Dolorosa y brillante ex alumno de los jesuitas tanto como inflexible combatiente de la masonería diabólica, reclama un réquiem desde su ignota fosa sepulcral. No somos defensores del monstruo mefistofélico pederasta, in communitate nostra, pero sí somos capaces de sorprendernos a dónde pudo llegar el fanatismo feroz en contra del desgraciado cura para negársele una cristiana sepultura, mientras los esbirros de César Cordero en la Universidad Católica de Cuenca han usufructuado de sus gestas en la más impía ingratitud que el pederasta cura pudo esperar post mortem in haec lacrimarum valle et in calamitatis via, in conchense urbe, super flumina Tomebamba.

Diego Demetrio Orellana

Datum Conchae, mensis aprilis, die quartus, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXII, in sancta hebdomadae.