viernes, 1 de octubre de 2010

INTERESANTE EXPOSICIÓN EXPRESIONISTA EN SANTA ANA DE LOS RÍOS DE CUENCA

Manuela Sáenz y Bolívar
Obra de Ricardo Montesinos Vial


De la serie «De las mitras»

Obra de Dániaba Montesinos González

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Esencialmente expresionista es la muestra que Ricardo Montesinos Vial y Dániaba Montesinos González ofrecen al público en la sala de exposiciones de la Casa del Coco. Se trata, in veritas semper fidelis, de un armónico compendio de obras en las que el categórico lenguaje de denuncia aborda serias preocupaciones mundiales en el contexto de las artes plásticas contemporáneas, mientras en ciertas propuestas subyace una interesante reinterpretación temática de célebres personajes de la historia del Arte.


De la serie «De las mitras»

Dániaba Montesinos González

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En consecuencia, podemos decir, en el contexto de las artes plásticas cuencanas del presente siglo XXI, que la pintura de Dániaba Montesinos González es sorprendente y vigorosa tanto como estremecedora, dramática y vital. El impacto visual que produce cada uno de los trabajos de esta talentosa artista y el concepto explícito con el que transmite un mensaje crítico a la sociedad contemporánea la erigen, in crescendo, como una auténtica artífice de las bellas artes en la localidad, de aquellas que sienten lo que dicen y dicen lo que sienten.


De la serie «De las mitras»

Dániaba Montesinos González

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Colores terrosos, cálidos y vivaces, en ocasiones ocres y sombríos, pero siempre fuertes y robustos constituyen el trasfondo desde donde la artista crea un lenguaje expresionista en el que los elementos simbólicos juegan un importante rol para que el espectador descubra que detrás de esta plataforma existe una constante preocupación por los acuciantes problemas del mundo en el que vivimos.


De la serie «De las mitras»

Dániaba Montesinos González

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Así, cada obra se integra armónicamente en el contexto plástico de la propuesta para transmitir un mensaje de denuncia frontal que constriñe al público para cuestionar graves y apremiantes preocupaciones sociales o problemas de la sociedad contemporánea. No se trata entonces de una pintura realizada con fines decorativos que invitan a la delicada contemplación de quien la percibe, tampoco es un conjunto de trabajos que exornan, con artificios insulsos, una plataforma desde la que nada se dice, se trata de una propuesta seria y veraz, que delibera valientes opiniones frente a inexorables conflictos de nuestra realidad y que Dániaba lo expresa, desde las artes, pro Patria et libertas, con la honestidad que la verdad reclama y la veracidad que la comunidad exige.


De la serie «De las mitras»

Dániaba Montesinos González

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Audaz y enérgica en el manejo de la técnica, Dániaba explora sus múltiples posibilidades y demuestra su larga trayectoria en el oficio, hecho que le ubica, en los inicios del siglo XXI, entre una de las más destacadas artistas de la morlaquía.


De la serie «De las mitras»

Dániaba Montesinos González

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Ergo, se puede decir que en la obra de Montesinos se confirma una gran experticia para crear una curiosa textura en la que se trasluce una composición pictórica pletórica de símbolos que nos transportan fácilmente a realidades por todos conocidas, ante las cuales es pertinente decir algo cuestionador para que el mundo avance o se redima.

De esta manera, la artista no traslada al lienzo las imágenes que el mundo digiere con la inmediatez nada reflexiva y mimética de la superficialidad que nos invade, sino mas bien, transporta los acontecimientos y, desde una particular simbología, los desentraña para cuestionarlos, ajusticiarlos y denunciarlos urbi et orbi a que el público reaccione y reflexione que no debemos quedarnos impávidos e impertérritos ante un verdadero galimatías de violencia, crímenes, terror y horrores de un mundo deshumanizado.


La Piedad

Ricardo Montesinos Vial

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Este lenguaje expresionista de Dániaba Montesinos inspira, en todos quienes tienen la posibilidad de descifrarlo, sentimientos sobrecogedores de crudas realidades contemporáneas que circundan la fatalidad y la tragedia. Así acontece, por ejemplo, en su serie «De las mitras», en donde los evidentes símbolos episcopales de la mitra de los obispos, arzobispos, cardenales y el Santo Padre se constituyen en elementos que conforman una valiente denuncia y un grito altivo ante los escándalos de pedofilia cometidos por indignos sacerdotes de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, quienes no han sabido actuar in persona Christi, como era su deber. Escándalos que sólo causan baldón y oprobio y que, a fortiori, son parte de un gravísimo problema social del mundo contemporáneo, ante el que la sensibilidad de Dániaba no es ajena para denunciarlo y cuestionarlo hasta los más admirables niveles de la conciencia crítica y la valentía para señalarlos con el dedo.


Obra de Ricardo Montesinos Vial

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Pero en la obra de Dániaba Montesinos existe otra característica ineludible a la hora de justipreciar su valía. Se trata de las marcadas influencias de su padre, Ricardo Montesinos Vial, considerado, in honorem veritas, como uno de los más importantes pintores ecuatorianos del siglo XX y referente indispensable del expresionismo en las artes plásticas cuencanas de las últimas décadas.


Obra de Ricardo Montesinos Vial

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De ojos vivaces, mirada fija, penetrante, inquisidora en ocasiones, voz contundente y gesticulaciones expresivas, Ricardo Montesinos Vial es de aquellos seres que, cual torrente de aguas cristalinas, fluye en el diálogo para comunicar sus ideas, siempre vinculadas con los graves problemas del mundo y la realidad que nos circunvala.

Así, Ricardo siempre tiene algo qué contar, sustentado en una crítica o en una fuerte necesidad de hablar pro mundi beneficio, pues –como él mismo manifiesta- «hay que buscar lo bueno del hombre y rescatarlo».


Obra de Ricardo Montesinos Vial

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Sus cuestionamientos –a través de sus obras- no desaparecen y siguen siendo fuertes, combativos, firmes y sancionadores. Y es que el brillante artista cree que la pintura debe ser cuestionadora por esencia y afirma que «no se puede pintar rosas cuando el mundo se está acabando» y para justificar su creencia agrega: «Pintar para la decoración es reprimir el instinto divino que tienen los pintores para comunicar». He aquí entonces, el secreto para entender la razón por la cual el expresionismo de Montesinos es, ante omnia, un lenguaje incontrastable, irrevocable y convincente desarrollado por pintor alguno en la morlaquía durante las últimas cinco décadas.


Obra de Ricardo Montesinos Vial

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En el ejercicio diario del oficio, Ricardo confiesa –coram populo- que «si no tiene qué decir no tiene qué pintar» y por esta razón, su vida entera ha sido dedicada a las artes plásticas, cual «reportero de la pintura» como él mismo gusta de llamarse.


Obra de Ricardo Montesinos Vial

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Por ello, en esta ocasión, Ricardo Montesinos Vial presenta un compendio de obras depuradas, fuertes y cuestionadoras, pero también algunos trabajos que reflejan el gran conocimiento del artista sobre particulares aspectos de la historia del Arte. Así lo reflejan las propuestas pictóricas que hoy nos comparte, en las que es posible corroborar su gran admiración por Picasso, El Greco y Gaudí, hecho que le lleva a reinterpretarlos con absoluta propiedad y originalidad, a la manera como Bacon reinterpretó a Velázquez con su genial Inocencio X, o la forma como Picasso hizo lo propio con «Las meninas», obra del gran pintor barroco de sempiterna memoria.

Obra de Ricardo Montesinos Vial

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Montesinos reinterpreta a Gaudí en algunos de los trabajos presentados, en donde se percibe una evidente influencia de este genio catalán, como en aquella hermosa pintura inspirada en la Basílica de la Sagrada Familia, edificación paradigmática y epónima del magnífico arquitecto en Barcelona.


La Basílica de la Sagrada Familia de Gaudí

Obra de Ricardo Montesinos Vial

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De igual forma, el artista reinterpreta a El Greco con admirable habilidad y gran originalidad cuando retrata al seráfico San Francisco, el Poverello de Asís, o a Manuela Sáenz junto al Libertador Simón Bolívar. El manierismo de estas obras es signo evidente de un previo estudio, mientras el rostro de Manuelita no es más que una sutil evocación de la Virgen de la Asunción, obra pintada por el inmortal Doménikos Theotokópoulos, y a la que Montesinos logra interpretar con singular talento para que el público colija su gran reverencia y respeto para Manuela Sáenz, sus vastos conocimientos artísticos y su gran sensibilidad como hombre de cultura.


Manuela Sáenz, inspirada en la Virgen de la Asunción de El Greco

Obra de Ricardo Montesinos Vial

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San Francisco de Asís

Obra de Ricardo Montesinos Vial

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Así, la muestra pictórica de Ricardo y Dániaba es excepcional, tanto por la originalidad y excelencia de las obras del primero como por la fuerza expresiva de las propuestas de Dániaba, su valentía para cuestionar a un mundo que se destruye y su gran talento artístico, hechos que sólo confirman, in spiritus et veritas, la sempiterna verdad del célebre apotegma latino: «Talis pater, qualis filius/ De tal padre, cual hijo», verdad inmarcesible que, para honra y prez de la morlaquía, se cumple en Ricardo y Dániaba, dos valiosos artistas expresionistas de las artes cuencanas de la actualidad y estrellas luminosas en el horizonte de la plástica nacional, desde donde refulgen con luz propia para las presentes y futuras generaciones, in saecula saeculorum.


Diego Demetrio Orellana

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Datum Concha, apud flumina Tomebamba, mensis septembris, die XXIX, AD MMX, in festo SS. Archangelii Michael, Gabrielus et Raphael.