FERNANDO AGUIRRE CORDERO QUÉDASE CON LA FALDA ALZADA IN PROVINTIA NOSTRA

 

FERNANDO AGUIRRE CORDERO

In provintia nostra semper aflicta o en nuestra siempre afligida provincia, Fernando Aguirre Cordero, cuestionado político de la localidad, fue anunciado como nuevo gobernador del Azuay para quedarse luego con la falda alzada, por obra y gracia del chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, quien ha preferido mas bien al coronel Armando Benítez, ex chapa en sacrosanto retiro, quien, al parecer, funge de poseer más experticia que Aguirre en temas de seguridad pública inter nos.

DANIEL NOBOA TRAICIONA A FERNANDO AGUIRRE 

AL DEJARLO CON LA FALDA ALZADA 

SIN NOMBRARLO GOBERNADOR
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Aguirre era un militante muy cuestionado de las huestes socialcristianas, de donde ha sido separado de la dirección del partido y expulsado con serios reparos y reclamaciones por lo que sintiéndose huérfano de apoyo partidista ha buscado palanquearse la gobernación azuaya per fas et per nefas. Ante tal calamidad ha fracasando en su intento por influencia directa del asambleísta Diego Matovelle, de ADN, quien ha alertado al presidente Noboa del error que representaría el nombramiento del cuestionado Aguirre, quien tenía todo listo para el festejo, atiborrado de las congratulaciones de sus amigos del Borja 86, quienes menos esperaban que el pequeño príncipe del clan Noboa dejase al farolero Aguirre como déjasela a una ilusionada novia, con la falda alzada, tristis et afflicta, super flumina Tomebamba. Ergo, el insólito desplante representa un fiasco que termina en hilarante chanza para la risa de carcajada batiente en Raimundo y todo el mundo.

Ad interim, el desaire vivido por el susodicho político de poca aceptación ciudadana ha pasado, a priori, por una chusca e hilarante ronda de felicitaciones de su grupo cibernético de amigos del Borja, quienes han movídose también, en el ridículo, desde el instante mismo en que el chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, traicionaba a Aguirre in via iniquitatis. Y es que los grupos cibernéticos de ex alumnos de una misma leva de colegios o escuelas son los espacios virtuales donde todo triunfo celébrase antes de hora, con algarabía y furor in camera caritatis et in via fraternitatis.

In historia mundi, la experiencia nos confirma que no porque un grupúsculo de personas estudió en un mismo grado de escuela o colegio los sentimientos que muéstranse, entre sí, cuando la vida transcurre, devienen auténticamente genuinos, a fuer de veladuras que ocultan falsas querencias entre compañeros cuyo denominador común es solo haber compartido las aulas. Es por ello que muchos de tales afectos son antagónicos, pues en la vida descúbrese que no porque fulano, sutano y mengano sentáronse juntos -en las mismas salas de clase- ya cáense bien ipso facto para desarrollar leales amistades ad futuram rei memoriam. Y esto es lo que compruébase de manera fehaciente en todos los chats cibernéticos de ex alumnos de instituciones educativas que pululan in ciberspatium.

Ergo, conviene preguntarse in via veritatis: ¿cuántos de los saludos de buenos días o de felíz cumpleaños -en un chat cibernético de ex compañeros- son realmente sinceros y cuántos deviénense forzados a fuer de haberse aborregado en un grupo que habíase graduado en la misma leva de un colegio cualquiera? ¿cuántas estrechaduras de mano y empalagosas reverencias son de veras la expresión máxima del cariño franco que aparenta ser tan intenso después de tantos años de haber salido de las aulas? Preguntas que formúlanse con ataraxia y firmeza, pues en algunos esperancejos seres esa especial sensación es solo un espejismo montado en una armadura que envuelve momentáneamente a corazones nada sinceros para la falsa expresión de sentimientos nada innatos, ni auténticos ni gratificantes inter pares en medio de gentes acomplejadas, que presumen de lo que carecen, que ostentan lo que no tienen, que viven comparándose quién tiene más olvidando que SER NO ES TENER puesto que se puede tener mucho y ser poco, como algunos lo demuestran de vehementi a fuer de vivir de ruindades infames, de vergonzantes hipocresías, de velados sentimientos en una verdadera comedia de la falsedad, mientras perviven en la vulgaridad, la ramplonería, la vileza y la estulticia con las que involucionaron hacia un fatídico destino al socaire de la formación jesuita que ha hecho de muchos ex alumnos de la Compañía de Jesús gente digna, decente y excelsa in humanitatis historia.

Y así es como las aparentes muestras de cariño pronto esfúmanse como el humo que dispérsase sinuoso en el colosal espacio, pues apenas supérase la magia de un reencuentro virtual y cotidiano, a las espaldas de todos, ya están rodando caústicos comentarios proferidos al calor de truculentos entuertos para delatar, tras bastidores, las antipatías que definieron muchas de las relaciones humanas de los integrantes del grupo, in historia nostra, hasta caer in extremis en un verdadero teatro de la ridiculez y la falsía. Pero sobre todo en las fauces de la ridiculez pues el grupo de amigos del cuestionado Fernando Aguirre Cordero, que interactúan diariamente en el chat cibernético BORJA 86, sólo míranse exitosos cuando piensan en el dinero acumulado u obtenido, muchas veces dolosamente, o cuando miran los bienes materiales como termómetro de sus fachendosos complejos y más todavía cuando al presumir de lo que carecen exhiben unas ostentaciones dignas de hilarante chanza pues llégase a ostentar lo que no tienen sin darse cuenta acaso de la ridculez en la que incúrrese in calamitatis via... Mas todo esto es poco si considérase que la mayoría de los integrantes del chat involucionaron y a sus cincuenta y más años no son más que viejos encanecidos pero verdes que viven y perviven de la pornografía, a las acechanzas de jovencitas, en medio de prostíbulos y fiestas, bares y restaurantes, tratando de vivir la dolce vita, muchas veces sin tener cama en qué dormir ni Cristo en qué morir.

CUESTIONADO CURA ESTEBAN SÁNCHEZ SERRANO

IN CONCHENSE URBE, SUPER FLUMINA TOMEBAMBA

Eso es lo que ha acaecido, ad exemplum, en un grupo de chat llamado AMIGOS BORJA 86, donde un grupúsculo de ex compañeros ineluctablemente salúdanse a la fuerza, todos los días in civitatis vita. A la manera de un ineludible ceremonial religioso la jornada comienza con las oraciones del cuestionado cura de la promoción, Esteban Sánchez Serrano, quien es también un presbítero atiborrado de complejos, in Sancta Romana Ecclesia, para terminar con las chanzas y las acechanzas, las rocambolescas burlas y el descarado sarcasmo, los mensajes fatuos y los chanflones envíos de sicalípticos gustos que expávecennos de profundis a quienes, gratias Deo, estamos fuera de aquél palurdo chat cibernético donde lo más ridículo puede acaecer.

BERNARDO TORAL GRANDA
ANTIQVO ALUMNUS IN CONCHENSE COLLEGIUM RAFAEL BORJA 

IN URBE NOSTRA DILECTISSIMA
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Y justamente un chocarrero sainete aconteció el pasado 27 de noviembre cuando luego de la protocolar oración del cuestionado y fachendoso cura de mirada torva, el cabecilla del inmundo grupúsculo, Bernardo Toral Granda, anuncia que Fernando Aguirre Cordero será nombrado como gobernador del Azuay por parte del chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, en el palacio de Carondelet.

No obstante, Toral Granda, quien funge cotidianamente como el perro guardián del grupo, no hace exactamente un anuncio del fallido nombramiento, dejando en el ambiente un falso rumor pletórico de improbabilidades. Sin embargo, per se, felicita febricitante a Aguirre, preanunciando que habrémoslo de ver como gobernador de la provincia, apud flumina Tomebamba. Enseguida implosiona, ab intra, una batahola de felicitaciones por la que, ex abrupto, los integrantes del chat, uno a uno, emiten febriles augurios en una tediosa retahíla de lisonjas y marrullerías ad infinitum… Casi todos los agüeros proferidos suenan forzados, por cierto, y muy pocos revístense de sinceridad a toda prueba, mientras muchos otros siéntense palmariamente apócrifos o postizos y, la verdad sea dicha, algunos tintinean de zahirientes o insinceros para terminar velando -in mysterium iniquitatis- los reales sentimientos que descompasadamente bailan en el chat en un chusco escenario que vuélvese como un teatro de la falsía.

Sine ira et studio/ Sin resentimiento ni favor, para evitar la transcripción de las hilarantes felicitaciones por un nombramiento que resultó más fallido que un falso boleto de lotería, colocamos ad infra las fotos de los augurios lanzados, a millares surgir, por los miembros del chat AMIGOS BORJA 86 ante el sepulcral silencio del cuestionado y reluctante Fernando Aguirre, quien en ningún momento agradece por los parabienes que exultan de galantería in fraternitatis aspectibus apareciendo como un mirón que contempla extasiado en su desaforada vanidad cómo supuestamente le adoran sus esperancejos y acomplejados compañeros:

La retahíla de augurios no sería completa sin las felicitaciones de Fernando Vásconez Tamariz, quien mostrando sus complejos y miserias humanas luego de augurar el mejor de los éxitos a Fernando Aguirre anuncia además, cual si fuese un pueril y fantasioso infante, que la escuela de aviación del ejército ha sido bautizada con el nombre de su difunto padre in guayaquilensis urbe. Tal ingenuidad solo devela el mundo paralelo de fruslerías, banalidades y cosas baladíes en las que muévese todo el grupo tristis et afflictis in vita civitatis... 

Uno de los más grandes fabulistas de nuestra hermosa lengua de Castilla fue Tomás de Iriarte, quien tenía una innata perspicuidad para hablar con precisión semántica de tantos defectos humanos que, a través de los animales, ironizábalos ejemplificadamente para señalar que así como las bestias personifican a los hombres en las ficciones de la fábula, los hombres personifican a las bestias en las realidades de la vida.

Y cuando un grupo de personajes aplaude un nombramiento fallido o un triunfo inmerecido opera lo que Iriarte describió en la fábula del oso, la mona y el cerdo, la cual dice así, ad peddem litterae, para conocimiento de los lectores: «Un oso con que la vida/ se ganaba un piamontés/ la no muy bien aprendida/ danza ensayaba en dos pies/ queriendo hacer de persona/ dijo a una mona: ¿qué tal?/ era perita la mona/ y respondióle: ¡¡muy mal!!/  Yo creo, replicó el oso/ que me haces poco favor/ pues, ¡qué!, mi aire no es garboso/ ¿no hago el paso con primor?/ Estaba el cerdo presente/ y, -Bravo dijo- bien va/ bailarín más excelente/ ni se ha visto ni verá/ Echó el oso, al oír esto/ sus cuentas allá entre sí/ y con ademán modesto/ hubo de exclamar así:/ Cuando me desaprobaba/ la mona, llegué a dudar/ mas ya que el cerdo me alaba/ muy mal debo de bailar/ Guarde para su regalo/ esta sentencia un autor/ si el sabio no aprueba: malo/ si el necio aplaude, peor».

Podríase columbrar que en el chat AMIGOS BORJA 86 casi todos sus integrantes han terminado como el cerdo de la fábula, aplaudiendo un fallido nombramiento cual grupo de necios a los que Iriarte caricaturizó ejemplarmente en nuestra perínclita lengua de Castilla.

El hecho no es aislado y dígase así, in stricta veritas, que todos los chats de viejos compañeros de colegio o escuela in communitate nostra adolecen de falsía que, hoy como ayer, aflora cotidianamente como condición sine qua non en las relaciones humanas de los miembros de un chat cibernético, pues lo que no nace no crece y el tiempo que pasa inexorablemente sólo confirma, in spiritus et veritas, que los primigenios sentimientos surgidos en la adolescencia, como las empatías y antipatías, son al fin las mismas y en nada cambian como para hacer de un reencuentro una nueva oportunidad para crecer como seres humanos que aprenden que la sinceridad es la clave para seguir avantes en el camino de la vida construyendo una sociedad más digna, justa y solidaria in camera caritatis et in fraternitatis via sicut fratres in unum in vita nostra, quosque habemus et amamus tanquam fratres sicut antiqui Societatis Iesu alumni in conchense collegium Rafael Borja.

DIEGO DEMETRIO ORELLANA TOCTO

Datum Conchae, mensis decembris, die secundus supra decimus, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXIII, octava II Dominica Adventus.