Ad aperturam libri, circula en estos días una parcializada publicación de la Arquidiócesis de
Cuenca intitulada «GRITEMOS
EL EVANGELIO DESDE LA PROPIA VIDA», por el centenario del natalicio de Luis Alberto Luna Tobar, pues el 15 de
diciembre de 1923, hace exactamente 100 años, nació a la vida del siglo quien
sería conocido como el tercer arzobispo de Cuenca in nostra Sancta Mater Ecclesia.
La obra distorsiona la vera effigies de Luna Tobar mostrándole
como un exemplum vitae o modelo de virtudes cristianas, omitiendo sus sombrías
acciones, sus horrorosos defectos y su tenebroso lado oscuro que, en el balance
consolidado de su existencia, deberíanse abordar in via claritatis ad capescedam
et obtinendam veritatis.
En la introducción de la obra léese una frase que esconde con fraudulenta intención la real búsqueda de la verdad que débese perseguir, de facto, a la hora de evaluar, sine ira et studio, a un célebre personaje que escrútase desde todas sus facetas in via veritatis, pues la historia que encúbrenos lo malo no es historia, en la misma forma en que la luna no sería tal sin su lado oscuro. Y Luna Tobar, tal como la luna en el colosal universo, acrecentaba per se una tenebrosa faz que justamente cuando está muerto débesela develar in veritatis honorem. Sólo así la estatura real del personaje habrá de justipreciarse in stricta iustitia como un indeleble recuerdo de su paso por la vida ad perpetuam rei memoriam.
No mostrar el lado oscuro de Luna, con intención macabra de canonizarlo, es una insolente manera de burlarse de la inteligencia de quienes viven ávidos por descubrir el «gaudium de veritate» o «gozo de buscar la verdad» in communitate nostra.
Y la bendita frase de la introducción de la obra que comentamos dice in scriptis: «Al hablar de Luis Alberto Luna Tobar no puedo separar mi razón de mi corazón…» Ad absurdum, la expresión inmediatamente precedente, que hémosla transcrito en rubicundas letras, plantéase como premisa de la falsaria investigación extraviando la objetividad que la verdad reclama in via historiae o en el camino de la historia, puesto que si el historiador déjase llevar por sus sentimientos, febricitantes siempre en el corazón de los hombres, evade la frialdad que la razón exige para tamizar los hechos históricos en su real dimensión, amalgamando lo bueno y lo malo, los gozos y tribulaciones, los éxitos y fracasos que hacen de un personaje cualquiera un ser terrenal y contingente que deja un legado de trascendencia in perpetuum.
La aludida frase es de autoría del padre Julio Castillo Bernal, vicario de pastoral urbana, quien inficiónase de sus intensos afectos hacia el personaje obnubilando su conocimiento, al parecer, para no analizar a Luna con adecuada perspicuidad, desubicándose del camino para no mirarlo como un ser contingente, pletórico de virtudes y defectos, con una extraordinaria inteligencia que, desgraciadamente, muchas veces la utilizó maquiavélicamente para confrontar a quienes hacíanle sombra, a fin de dejarlos fuera de su prepotencia y omnisapiencia con las que burlábase de Raimundo y todo el mundo, escudado siempre en su condición aristocrática de rancio abolengo, con la asquerosa farfolla de su supuesto alto copete o prevalido de su cargo episcopal, como si aquello hubiera de prodigarle un privilegiado status para ser un ciudadano de primera clase ab intra ecclesiae et in vita societatis. En la revistilla ocúltase que a Luna gustábale ser mimado y consentido hasta el hastío, mientras gozaba de ser contemplado y ensalzado o adulado con esbirrismo, no siendo afable con quienes no mostrábanle la indignante reverencia de los seres inferiores que lanzan piropos y loas sin cuento a las vacas sagradas in vita societatis.
Lo dicho pruébase en que Luna mantuvo siempre excelentes relaciones con la clase alta de la capital de la morlaquía, en donde refocilábase ad summum, mientras con el pueblo llano disfrazábase fácilmente de Santa Teresa de Calculta, siendo capaz de dormir junto con el pueblo craso para despertar al alba, en la misa matinal, con la gente de esclarecida estirpe, en la misma forma en que, desde el perfil político, era habilísimo para acostarse con la izquierda y amanecer no más abrazado de la derecha, si eso conveníale a sus personalísimos intereses e insanas apetencias. Así es como denunciábalo, con acritud, el escritor azogueño Marco Robles López.
No obstante, pudiera ser, -como muchas veces él mismo gustaba de proclamar a los cuatro puntos cardinales de su circunscripción eclesiástica-, que llegó a sintonizar con los pobres de la arquidiócesis cuencana, a punto tal de que ellos habíanlo evangelizado, pero nunca habrá sido absoluta la curiosa conversión, a la manera de un Leonidas Proaño, de quien tuvo la osadía de proclamarse su heredero cuando en 1988 el obispo riobambeño, de verdadero origen humilde, partió a la casa del Padre dejando un vacío que hasta hoy ningún obispo ha llenádolo in patria aequatorianae.
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Aunque los parangones no son recomendables, in societatis historia, puesto que nadie es igual a nadie inter nos, dígase que en un ejercicio comparativo entre los dos prelados, Proaño era de modesto origen y su empatía con los humildes era auténtica, a capite ad calcem, a flor de piel, para sentir lo que decía y decir lo que sentía, mientras en Luna Tobar su rancio origen aristocrático hacía que su acercamiento a los pobres no fuese auténtico sino postizo, pues admitiendo que pudo haberse abajado desde su alto copete para contemplar a los humildes sólo pudo intentar imaginar con ellos lo que sienten y presienten, en sus trágicos destinos, a la manera de quien pasa por el hielo del dolor para llegar al incendio del amor.
Quid pro quo, no será jamás igualitario, por tal motivo, sentir la discriminación racista que un indígena puede vivir frente a un atrabiliario blanco, EN CARNE PROPIA, que contemplar, siendo ario, el discrimen racista hacia los indios para inficionarse de caridad cristiana, in via solidaritatis, y volverse antirracista in fraternitatis aspectibus.
Así es como recuérdase, con ríspida actitud, la afinidad excelsa de Alberto
Luna Tobar con Fernando Cordero Cueva y la nueva derecha cuencana frente a la
opción preferencial por los pobres, hábilmente manipulada, ab intra ecclesiae, en
sus visitas pastorales a infelices y desgraciados pueblos de la arquidiócesis
en donde la foto postal del arzobispo junto a los desheredados de la tierra era
el mediático instrumento para ser llamado obispo rojo u obispo de los pobres en
la ampulosa propaganda eclesial que la arquidiócesis difundía urbi
et orbi, mientras no tuvo jamás reparo alguno en proteger y encubrir a
curas pederastas como el tristemente célebre José Luis Sánchez, ventajosamente
suicidado a causa de sus nefandarios crímenes. Pero el efecto rocambolesco de su falso sistema de lealtades con el corcho Cordero dióse en el año 2010 cuando Cordero, in diebus illis o en aquellos días presidente de la Asamblea Nacional, condecoró a Luna con la presea Vicente Rocafuerte y el arzobispo emérito, poseído ya de la demencia de mentecato anciano, ni siquiera pudo reconocerlo vis a vis lo que probaba que el Alzeheimer habíalo idiotizado ab aeterno, pues el corcho Cordero era como su antiguo hijo putativo, en quien depositaba sus complacencias in tertio millenio adveniente.
IN CONCHENSE URBE SACERDOS IN PERSONA CHRISTI
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Mas Luna no era un valiente a tiempo completo y tampoco tuvo valor para denunciar al cura César Cordero Moscoso por sus nefandos episodios de abusos sexuales a infantes de la urbe en los centros educacionales que regentaba, toda vez que Cordero era, a similis, desde la otra orilla, uno de los personajes de esclarecida inteligencia al que Luna temía como monja carmelitana que huye del demonio en un convento contemplativo, por mirarlo como coteja frente a su brillante inteligencia y sentirse igualitario en sus esclarecidas estirpes.
Ergo, Luna Tobar nunca aceptó la rebeldía de Cordero para no rendirle jamás pleitesía en la
arquidiócesis, como muchos curas hacíanlo, a contrario sensu, para verse
agraciados o favorecidos de las canongías episcopales con las cuales pagaba con
creces la lealtad que confúndese con el servilismo in vita communitatis. Pues
lo que está más claro que el agua es que Luna tenía, en su cosmovisión del mundo,
un falso sistema de lealtades adversum dignitatis in vita ecclesiae.
Así entonces, nótase que la premisa de Castillo ha incidido para gestar una revista en la que escriben personajes completamente parcializados, que analizan a Luna como un ser extraterrenal, fuera de lo común, una especie de modelo de virtudes cristianas que va camino a la santidad ab intra ecclesiae. Ese es el pecado capital de la publicación de marras, la cual pierde credibilidad en tanto pontifica sobre las acciones de Luna equiparándolas como si fuesen evangélicas ad summum, en un armatoste por el cual contémplase una caleidoscópica mirada donde todas sus ejecutorias parecerían destinadas a erigirse como vaca sagrada de la morlaquía o como excelso fantoche para ser llevado a las hornacinas de los altares in nostra Sancta Romana Ecclesia.
FRAUDULENTO BIÓGRAFO DE LUNA TOBAR
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Semper idem, los artículos biográficos de la publicación de marras están escritos con la pasión que el fanatismo reclama, lo que llévalos a exagerar, ad absurdum, las ejecutorias de Luna Tobar con hiperbólicas expresiones hasta los límites de la ridiculez y las fronteras de lo paroxístico. Eso es lo que puédese percibir en los textos de Marco Pérez Caicedo, Néstor Herrera, Julio Castillo Bernal, Adalberto Jiménez Mendoza, Elina Guarderas, Carmelo Hernández y Pedro Ortega. Inclusive, los yerros históricos de la revista son de veras calamitosos como cuando el carmelita Pedro Ortega, quien firma como historiador, comete el error de afirmar, en la página 8, que «Luna Tobar realizó sus estudios primarios en el pensionado Pedro Pablo Borja y la secundaria en el pensionado San Gabriel (1936 – 1939), ambos de los padres jesuitas».
Lo inmediatamente precedente, en el errático texto de Ortega, ad
exemplum, es un hilarante absurdo que no débese aceptar in
culturalis res, puesto que el pensionado Pedro Pablo Borja jamás ha
sido de los jesuitas, mientras la verdad histórica confírmanos, con prístina
realidad, que nunca ha existido el pensionado San Gabriel, como institución educativa
de los jesuitas, sino el colegio San Gabriel in quitense urbe, en tanto
es imposible que Luna Tobar haya realizado los estudios primarios y secundarios
en sólo tres años, entre 1936 y 1939 como erráticamente afirma este cura
carmelita que funge de historiador ad absurdum et contra veritatis.
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
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En otros casos, hay autores fatuos que dejan hojarascas de palabras hueras con la tinta en el papel, como si con ello demostraran mas bien su condición de infames esbirros pagando los favores que Luna habríales hecho en vida, como sucede con el caso de los cuestionados y escandalosos curas Marco Matamoros, Fernando Vega Cuesta y Pablo Mogrovejo Cárdenas, cuyos artículos no podrían haber sido más amelcochados, melosos y atiborrados de lisonjeros adulos hacia el arzobispo emérito, parcializados y alejados de la verdad ante su controversial figura en la comunidad cuencana.
EL PÁRROCO DE CUENCA Y DELIBERANTE SIEMPRE
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In honorem veritatis, la verdad sea dicha, Luna Tobar era como la medida de todas las cosas en una urbe que extrapolaba toda posibilidad de crítica mordaz a sus pasiones humanas inficionadas, en ocasiones, de bajos instintos contra quienes éranle deliberantes. Ad exemplum, Luna nunca perdonó al benemérito padre jesuita Ramón Latorre Tapia,SJ, su altiva capacidad de contradecirle cuando en 1986, una vez muerto monseñor Miguel Cordero Crespo, opúsose a que el Niño Viajero llegara a la catedral cuencana, como era la costumbre mientras Cordero debutaba como mantenedor principal de la pasada del Niño Viajero. «Monseñor, su decisión es errática porque la catedral no es suya, la catedral es del pueblo» habíale dicho el ilustre jesuita, párroco del Santo Cenáculo -en una reunión del presbiterio de la arquidiócesis- ante las intenciones de Luna de minimizar y quizás desaparecer a la pasada del Niño Viajero, una vez que su egregio mantenedor había partido a la casa del Padre.
PRIMO HERMANO DE LUNA TOBAR, A QUIEN PRETENDIÓSELO UTILIZAR COMO INSTRUMENTO DE VENGANZA DE ALBERTO LUNA TOBAR, OCD
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Las represalias no hiciéronse esperar en contra del padre Latorre hasta verlo fuera de la parroquia del Santo Cenáculo que por aquél entonces fue administrada por la Compañía de Jesús. Pero las bajas pasiones de Luna llegaron más allá de lo imaginable cuando, valiéndose de su primo hermano, el reverendissime pater Julio Tobar García, SJ, no menos ilustre jesuita que Latorre, intentó desterrar de Cuenca al benemérito párroco del Santo Cenáculo para no verle más en la capital de la morlaquía. Pero justo por aquél entonces, Tobar García había ya dejado de ser provincial de la Compañía de Jesús y su sucesor, el reverendissime pater José Araujo, SJ, opúsose a las insanas pretensiones de Luna dejando a Latorre en Cuenca como uno de los jesuitas que vivió aún en el colegio Rafael Borja hasta el año del Señor de 1990, cuando otro de los provinciales de la Compañía de Jesús, el reverendissime pater Jorge Carrión Guzmán, SJ, decidió dar un nuevo destino a Latorre como ministro de la iglesia de San José, de la Compañía de Jesús, in guayaquilensis urbe.
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La deliberancia de Latorre fue castigada por Luna, de manera infame, quitando a los jesuitas la administración de la parroquia del Santo Cenáculo, el 12 de octubre de 1987, con tal de sacarse de encima al benemérito padre Latorre, en una fehaciente muestra de la capacidad del arzobispo emérito para no aceptar que los curas de la arquidiócesis pudiéranlo contradecir, rebatir o confrontar ante sus autocráticas decisiones tomadas siempre con abusiva prepotencia y preponderancia episcopal. Pero lo más siniestro de la venganza radica en que Luna quiso hacer aparecer, con truculencia, que el retiro de Latorre debióse a que los propios jesuitas habían decidido entregar la iglesia del Santo Cenáculo a la curia rompiendo un comodato que la Compañía de Jesús había firmado desde 1947 con la Iglesia de Cuenca, lo cual denota que no sólo era perverso y de bajas pasiones sino además audaz para transformar no más lo negro en blanco.
A QUIEN LUNA TOBAR TEMIÓ COMO MONJA QUE HUYE
Ni qué decir tiene de las permanentes divergencias con el padre César Cordero Moscoso, quien jamás fue reverente ni esbirro hacia Luna Tobar, ganándose una eterna animadversión del purpurado, quien no tuvo, no obstante, la capacidad de neutralizarlo como hízolo con Latorre per fas et per nefas in calamitatis via. Y es que el poder de Cordero era omnipotente con la Universidad Católica de Cuenca, a fuer de su todopoderosa influencia de dinero, egolatría y prepotencia frente al poder episcopal del arzobispo emérito al que ahora preténdeselo exhibir como un santo in via Dei, super flumina Tomebamba.
DENUNCIANTE DE LUNA TOBAR
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María Arévalo Peña, abogada de la curia de Cuenca en los finiseculares tiempos de la vigésima centuria, es otra de las personas que confrontó a Luna Tobar para recibir como castigo una prepotente actitud con la que oponíase a procesar al pederasta cura José Luis Sánchez, de quien como abogada curial había recibido numerosas denuncias de pederastia. Ella denuncia con acritud que cuando reunió todas las denuncias para entregárselas a Luna Tobar, éste las confiscó para dejar en la impunidad al pederasta Sánchez aduciendo que «trátase de un hermano sacerdote que no debía ser procesado por sus crímenes, por un acto de caridad cristiana». Sin embargo, Arévalo guardóse copias de las denuncias para ser presentadas en gajo al presidente de la Corte Superior de Justicia de aquellos tiempos, Daniel Encalada, quien por su parte, dicho sea de paso, nada hizo tampoco para que Sánchez fuera llevado, in limite litis, a los tribunales de justicia.
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Jaime Cedillo Feijóo es otro de los personajes que recibió una autocrática reprimenda y vesánica admonición de Luna Tobar cuando en la revista «El Observador», de su propiedad, en la cual Luna era articulista de opinión desde el mismo instante en que la publicación de marras habíase fundado, condicionó a que «no continuaría escribiendo en el medio de comunicación si no despedíase a su editor, el historiador cuencano Diego Demetrio Orellana», quien para disgusto de Luna cuestionaba desde El Observador todas sus infames acciones para proteger al cuestionado alcalde de Cuenca, Fernando Cordero, quien parecía, in illo tempore, un hijo putativo de Luna, a quien nadie podíalo cuestionar in via iustitiae. La anécdota no completaríase sin contar que este sujeto Cedillo, no encontrando quién pudiera reemplazar a Orellana, decidió ignorar la infamante reconvención de Luna para que éste, en señal de rechazo a la revista, decidiera mas bien retirarse de la plana de articulistas de opinión en el año del Señor de 2004, pues también el orgullo y la soberbia del arzobispo emérito eran superlativos al frente de todas sus ejecutorias in urbe nostra dilectissima.
Por otro lado, son múltiples las personas del pueblo llano que cuentan con desconsuelo que cuando iban a la curia, en busca del purpurado, no eran atendidas con deferencia a fuer de su condición humilde, en contraposición a las gentes de iustre prosapia que cuando buscábanlo en la curia eran privilegiadas en el trato, puesto que Alberto Luna Tobar, OCD, la verdad sea dicha, jamás renunció a sus prejuicios de clase, al provenir de rancias aristocracias quiteñas que tintineaban in crescendo, en sus apellidos, por los cuales siempre creyóse de exquisito linaje in quitense urbe.
HISTORIADOR QUE JUZGÓ A LUNA TOBAR CON ACRITUD
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El historiador Leonardo Espinosa era uno de los intelectuales que más fustigaba, pluma en ristre, esta dicotomía de Luna Tobar, quien parecía moverse como un péndulo entre la aristocracia de un tiquis miquis y la supuesta entrega a los pobres de la arquidiócesis, a los que visitaba con fervor para las fotos postales con las que han mostrádose a Luna, todo el tiempo, como un obispo de las comunidades eclesiales de base.
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
EXEMPLUM VITAE DEL SERVILISMO INFAMANTE HACIA LUNA TOBAR
El sainete de la misericordiosa labor de Luna estuvo aupado siempre por cuestionados sacerdotes que con el cuento de la Teología de la Liberación han tratado de pescar a río revuelto con la opción preferencial por los pobres, siendo los febricitantes arúspices de Luna, comenzando con Fernando Vega Cuesta y Marco Matamoros a la cabeza y terminando con el cura bombero de Cuenca, Paúl Jara, el cura Marcelo López, el fachendoso cura Esteban Sánchez Serrano y algunos más de más baja ralea como el fementido diácono José Astudillo y la diaconesa Ana Cecilia Salazar o las cuestionadas féminas Lourdes del Rosario Abad Rodas y Martha Domitila Maldonado Samaniego, del desfalcado Archivo Histórico de la Curia, junto a otros más que miran a Luna como su mentor y benefactor in camera caritatis apud flumina Tomebamba.
Pero para que el pecado sea mortal, la revista deja de refilón a la triste ancianidad de Luna Tobar, con un alzeheimer que hízolo volverse un guiñapo, luego de su renuncia al arzobispado en el instante mismo en que el siglo XXI principiaba. Post factum, in tertio millenio ineunte, era digno de piedad cristiana, en la sociedad cuencana, mirar al obispo Luna como un apacible, sosegado y bonachón abuelo que servía como amuleto de toda boda o títere de cualquier acto cultural en el que presentábanse los más execrables libros de audaces personajes que buscaban celebridad con celeridad, no porque sus obras nacieron para ser trascendentes, sino porque el obispo Luna, dada su creciente demencia, aceptaba prologar cualquier esperpento literario dejándose manipular de lóbregos personajes del mundo cultural cuencano, en la misma forma en que, en la Comisión de Derechos Humanos del Azuay y en el Frente de Defensa de los Derechos Humanos, los torturadores de mujeres que presidían tales organizaciones aprovechábanse de la ancianidad de Luna para erigirlo como caballo de Troya en las batallas sociales que el Ecuador vivió por aquellos tiempos de cruentas luchas de poder entre los privilegiados grupos hegemónicos de la patria y las grandes mayorías, en donde la violación de derechos ciudadanos era la plataforma para que el Ecuador ingresara al callejón sin salida de las desigualdades que hasta hoy, en el centenario del natalicio del amuleto Luna Tobar, no supéranse ni reivindícanse in honorem iustitiae.
In honorem dignitatis, dígase con acrimonia que fue un providencial acto de misericordia para el valetudinario Luis Alberto Luna Tobar, OCD, que su familia haya decidido mas bien llevarlo de Cuenca a Quito, en el año del Señor de 2010, para internarlo en el geriátrico del Sagrado Corazón de la capital de la república en donde finalmente entregó su alma al creador el 7 de febrero del año 2017, a los 93 años de edad. A la sociedad cuencana, siempre ingrata y llena de falsía con sus bienhechores, ya no importábale la calamitosa situación de Luna Tobar como para internarlo en un geriátrico de la urbe, siendo asqueroso contemplar que todos los curas, diáconos y feligreses que hoy celebran el centenario del amuleto Luna Tobar diciendo que es un santo no fueron capaces de hacer una campaña de autogestión para llevarlo a un asilo de ancianos in via misericordiae.
Ad concludendi, dígase
que en el centenario del natalicio de Alberto Luna Tobar, OCD, débeselo
recordar como uno de los obispos más inteligentes que la Conferencia Episcopal
ha tenido en las últimas décadas, a pesar de sus bajas pasiones; pero también es menester recordarlo como un ecuatoriano consciente de los valores de
la nacionalidad, un ciudadano que más allá de su fuero episcopal destilaba
civismo y amor patrio, un preclaro hombre de letras, académico de la lengua,
pero nunca como un santo que súbitamente camina a los altares pues sus pecados
capitales eran mayúsculos y nadie tiene derecho de ocultarlos burlándose de
nuestra inteligencia cuando el primer centenario de Luna conmemórase con
plañideros lamentos de exaltación a su persona. En tanto Luna era un sacerdote
de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana sí débese rescatar que
no fue un cura de escándalos pederastas en su vida, aunque haya sido protector
de pederastas desde su condición episcopal, en donde no puédese desconocer que,
imperfecto como era y como todos lo somos, fue sobre todas las cosas un sacerdote nada santo y bastante hibrido entre la piedad y la irreligiosidad in
persona Christi capitis, non sancto et maledictus in nostra Sancta Mater Ecclesia, quosque omnes summus
sicut fratres in unum ad maiorem Dei gloriam.
Diego Demetrio Orellana
Datum Conchae, mensis decembris, die XV, reparata salute Anno Dominicae
Incarnationis MMXXIII, octava II Dominica Adventus.
DE: Jorge Suarez
:jorgesuar1@yahoo.com
Para:DIEGO DEMETRIO ORELLANA
¡Tremendo!
Saludos y me adelanto: ¡Feliz Navidad!
******
EXACTAMENTE, MI ESTIMADO JORGE,
EL OBISPO LUNA TOBAR ERA TREMENDO Y ES MÁS TREMENDO TODAVÍA QUE EN CUENCA CELEBREN EL
CENTENARIO DE SU NATALICIO DICIENDO QUE ERA UN SANTO CUANDO ERA UN DIABLILLO DE
CONVENTO CARMELITANO QUE HUBIERA ESPANTADO A LA MISMA SANTA TERESA DE JESÚS, LA
MÍSTICA DOCTORA DE LA IGLESIA A LA CUAL LUNA DECÍA AMAR CON LOS VERSOS NACIDOS
DEL FUEGO DEL AMOR DIVINO. JAJAJA. GRACIAS POR SU FELICITACIÓN NAVIDEÑA. UN
ABRAZO ENORME IN VIA AMICITIAE NOSTRAE:
DIEGO DEMETRIO
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Otocas
Alivád Orutra Ogaitnas: Tremendo artículo. Súper completo.
Bastante difícil. Bravo…
GRACIAS POR APRECIAR NUESTRO
ARTÍCULO SOBRE LA VERDADERA IMAGEN DE ALBERTO LUNA TOBAR... NO ES POSIBLE QUE,
AL CELEBRAR EL CENTENARIO DE SU NATALICIO, LA CURIA ARQUIDIOCESANA DE CUENCA Y
LOS CURAS Y BEATOS LAICALES FANÁTICOS DE LUNA TOBAR QUIERAN HACERNOS PASAR GATO
POR LIEBRE, COMO SI EL OBISPO HUBIESE SIDO UN SANTO CUANDO ERA UN DIABLO... Y
DE TERROR... AD PORTAS INFERI.
POR OTRO LADO, COMO HISTORIADOR CUENCANO
Y EX ALUMNO DE LOS JESUITAS NO PODÍA QUEDARME CALLADO ANTE LAS OSCURAS ACCIONES
DE ALBERTO LUNA TOBAR. OCD. HEMOS REIVINDICADO LA MEMORIA DEL REVERENDISSIME
PATER RAMÓN LATORRE TAPIA, SJ, VILMENTE PERSEGUIDO POR ALBERTO LUNA TOBAR, OCD,
EN EL AÑO 1986. Y EL PADRE RAMÓN LATORRE, SJ FUE UNA VÍCTIMA PROPICIATORIA DEL
MAL ESPÍRITU DE LUNA TOBAR CUANDO ALGUIEN ÉRALE DELIBERANTE Y NO RENDÍALE
PLEITESÍA, COMO PASÓ CON EL PADRE RAMÓN LATORRE, SJ. UN ABRAZO FRATERNAL IN
VIA AMICITIAE NOSTRAE.
OCTAVA DOMINICA DE GAUDETE IN ANNO SALUTIS NOSTRAE MMXXIII
Jahir Arias:
¿El Arzobispo Luna Tobar fue familiar de Julio Tobar Donoso?
BUENAS TARDES IN VIA SOLIDARITATIS. EL ARZOBISPO LUNA TOBAR
FUE SOBRINO MATERNO DEL DOCTOR JULIO TOBAR DONOSO, PUES LA MAMÁ ERA ANA MARÍA
TOBAR DONOSO. POR ESO ES QUE EL OBISPO QUISO UTILIZAR A SU PRIMO JESUITA JULIO
TOBAR GARCÍA, SJ, PARA EJECUTAR UNA VIL VENGANZA EN CONTRA DEL REVERENDO PADRE
RAMÓN LATORRE, SJ, JESUITA VILMENTE PERSEGUIDO POR LUNA TOBAR, OCD, IN URBE
NOSTRA, COMO HÉMOSLO DENUNCIADO EN NUESTRO ENSAYO INTITULADO ALBERTO LUNA TOBAR
Y SU TENEBROSO PERFIL IN SANCTA ROMANA ECCLESIA.
DIEGO DEMETRIO
OCTAVA SOLEMNITATE NATIVITATIS DOMINI IN ANNO SALUTIS NOSTRAE
MMXXIII.
**********
Jahir Arias;
Muchas gracias por la respuesta, quería confirmar esa duda. He leído su escrito,
menciona al Obispo Proaño; es verdad que él fue más consecuente en la tesis de
la opción preferencial a los pobres y venía de orígenes mucho más humildes que
el Arzobispo Luna Tobar, pero eso no significa que se deba justificar el hecho
que se propagó una tesis errónea de la Teología de la Liberación que ha hecho
tambalear a la Iglesia.
EXACTO... A MÁS DE QUE LUNA TOBAR
FUE UN FRAUDULENTO OBISPO DE LOS POBRES FRENTE A PROAÑO, QUE ERA UN VERDADERO
OBISPO DE LOS POBRES, LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN NO PUEDE SER JUSTIFICADA
CUANDO ALÉJASE DE LA ORTODOXIA, COMO MUY BIEN LO ADVIRTIÓ LA SANTA MADRE
IGLESIA. MAS LUNA TOBAR, OCD, Y SOBRE TODO LOS INFAMANTES ESBIRROS QUE PROCLÁMANLO
SANTO SON LOS QUE HAN PESCADO A RÍO REVUELTO CON EL CUENTO DE LA TEOLOGÍA DE LA
LIBERACIÓN IN COMMUNITATE NOSTRA. LUNA TOBAR SÓLO FINGÍA SU
AFECTO HACIA LOS POBRES Y MISERABLES PUES EL TRATO QUE TENÍA PARA LA GENTE DE
RANCIO ABOLENGO ERA DIFERENTE, YA QUE EL
TENEBROSO Y MAQUIAVÉLICO PURPURADO NUNCA RENUNCIÓ A SUS PREJUICIOS DE CLASE
IN VITA SOCIETATIS.
DIEGO DEMETRIO
OCTAVA SOLEMNITATE NATIVITATIS
DOMINI IN ANNO SALUTIS NOSTRAE MMXXIII.
*********************
Chris Duran:
Saludos Diego, Muy buen artículo, completo y definitivamente veraz. Qué
bochornoso que detrás del manto eclesiástico se esconden personajes nefastos y
peor aún personas que quieren “tapar el sol con un dedo “ encubriendo estas
cosas.
DILECTE FRATER Chris Duran: PAX CHRISTI ANTE OMNIA.
CONCUERDO CONTIGO Y LO MÁS GRAVE ES QUE LOS ESBIRROS INFAMANTES DE LUNA TOBAR,
ENTRE ELLOS CURAS, DIÁCONOS Y DIACONESAS, QUIEREN AHORA PRESENTARLO COMO SI
FUERA UN SANTO. INCLUSO NUESTRO CUESTIONADO COMPAÑERO CURA Esteban
Sanchez Serrano.. LUNA TOBAR NO ERA UN SANTO, COMO HÉMOSLO DEMOSTRADO EN ESTE
ARTÍCULO QUE MUESTRA SU VERA EFFIGIES A CAPITE AD CALCEM. Y SI
TANTO INSISTEN EN LA SANTIDAD DE LUNA DEBERÍA SER MAS BIEN LLAMADO COMO «SAN
ALBERTO LUNA TOBAR, OCD, SANTO PROTECTOR DE CURAS PEDERASTAS IN NOSTRA SANCTA MATER
ECCLESIA». PLURIMAS GRATIAS AD TE IN AMABILIS AMICITIA SEMPER VERA.
DIEGO DEMETRIO
OCTAVA SOLEMNITATE NATIVITATIS DOMINI IN ANNO SALUTIS NOSTRAE
MMXXIII
Juancho Vinueza: Saludos, dr Diego, muy bien puesto su artículo y reflexión. Tiene mucha valentía y valor para tocar temas más alla de la sacristía. Así es y considero como todos y en todo hay luces y hay sombras pero por quedar bien no está bien decir solo lo que nos gusta. Con aprecio, adelante... que los desafíos son muchos y para ello el coraje debe ser mucho más.
**********************
Luis
Vázquez Alvarado: Excelente artículo,
felicitaciones.
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Eddy Peña: Excelente artículo. Una razón más para dejar de ensalzar a estos
"figurines" eclesiásticos....
Ga Bi: Es que entre ellitos siempre se tienen que tapar. Pero qué bueno que aún existan escritores que nos hagan recordar lo que realmente son.
Eddy Peña: Hágale a la lectura que está muy bueno.
Ga Bi:
Y justamente porque le leí surgió mi comentario. Pero, la verdad, no me
sorprende. Es bien parecido al Arregui, por poner un ejemplo nomás. A mí esos
"seres" me dan terror.
Otocas Alivád Orutra Ogaitnas: Entonces el chino tenía razón... Jajaja gran artículo, la verdad. Diego Demetrio Orellana se manda excelentes textos.
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Uno comete el error de ser tonta y creer no más que monse era un santo, con esa carita de abuelito buenito que tenía, pero leyendo este artículo y viendo que ha sabido proteger a curas pederastas he dejado de creer en este obispo que ha sido una ficha. Gracias, doctor Orellana, por decir valientemente lo que nadie se atreve a decir. Que siga no más durmiendo el sueño de los justos este fraudulento obispo de los pobres como usted tan valientemente lo ha calificado.
ResponderEliminarele.. yaura... qué dirán los defensores de monseñor Luna después de leer que ha sido un diablo... Se necesita ser bastante arrecho para atreverse a mostrar el lado sucio de este obispo. jejeje.
ResponderEliminarMi reinita del Cisne... no puede ser que estuve ciega ante monseñor Luna. Lo que le ha hecho al padre Latorre es la prueba de que ha sido maloso, de mal corazón, vengativo, sucio, apuñalador por la espalda... Si esto hizo con el pobre padre de La Torre qué habrá hecho con otros curas que por miedo no han hablado... Qué buenazo que se sepa la verdad... nunca es tarde para abrir los ojos...
ResponderEliminarMe impactó de una esta frase del historiador Orellana: "no será jamás igualitario, por tal motivo, sentir la discriminación racista que un indígena puede vivir frente a un atrabiliario blanco, que contemplar, siendo ario, el discrimen racista hacia los indios para inficionarse de caridad cristiana y volverse antirracista in fraternitatis aspectibus". Chuzo... me llegó al shungo... Por eso es que la careta de monseñor Luna pudo ser bien fabricada para que ahora le quieran hacer santo... La verdad siempre brilla así sea tarde... pero a tiempo para que dejen de andar buscando que este obispo sea san Alberto Luna Tobar.
ResponderEliminarExcelente análisis de un personaje que nos enseñan a ver como si hubiera sido lo máximo... Total ha sido un cura con horribles defectos... PROTECTOR DE PEDERASTAS... ya basta...
ResponderEliminarSí es verdad que cuando uno le buscaba en la curia se hacía el crazy porque uno es del pueblo... No era lo mismo si le buscaba una Vega, una Cordero, una Borrero, una Sojos... Bien dicho lo que cuenta este artículo... Monseñor Luna era una careta y hasta tenía cara de careta, lo que ayudaba para la farsa...
ResponderEliminarEstos días estuve en un simposio sobre los 100 años de monseñor Luna en la Universidad del Azuay... Todos hablaban bonito del obispo... como académico, como intelectual, como hombre ilustrado... pero ya por poco monseñor debía ser premio nobel... Yo sí creo que era un man de sacarse el sombrero por su preparación pero en este blog leo el lado humano, el lado malo de monseñor, el lado oscuro de la luna como bien dice Demetrio. Y viendo este lado oscuro todo lo que dijeron en el simposio no vale nada... monseñor Luna ha sido una estafa... Así como digo, a la plena plena...
ResponderEliminarA mí me regalaron esa revista que se critica aquí pero yo, zonza, qué me voy a imaginar que ha sido mal hecha para que todos piensen que monseñor ha sido un hombre que vivía el evangelio con los pobres... Todo es un teatro en la Iglesia Católica... Y así se hacen santos a curas que protegen a los curas pederastas solo por espíritu de cuerpo.
ResponderEliminarVe... la doctora María Arévalo ya ha estado viejita.. ella era buenita como abogada de la curia, pero no me imaginé nunca que ha vivido la experiencia de enfrentarse con un obispo que ha sabido tapiñar o tapar a los curas que violan a niños... Se me bajó por un tubo la buena imagen que tenía de monseñor Luna... Realmente es el lado tenebroso de la luna y de ley, para espantarse de una...
ResponderEliminarUn chiste... los que escriben en esa revista se confunden con los datos de la vida de monseñor Luna.. Ya solo eso para darnos zona que la revista no es nada bueno... Pero lo que denuncian en este blog es los capítulos que le faltaron a la revista... Y es lo que deja decepcionados a todos sobre este monseñor Luna que ha sabido proteger a los curas pedófilos... De terror... qué horror...
ResponderEliminarSanto Dios... todo esto que se denuncia aquí, del obispo Luna, le deja por el suelo al pobre... sobre todo por las denuncias de que ha sabido tapiñar a los curas pedófilos... Y el temor que le ha sabido tener al delincuente del cura Cordero es la prueba de que Luna actuaba con dedicatoria. No era lo mismo si alguien era longo o chazo o runa que si alguien era de los gamonales como el cura Cordero o como la misma llacta de monse Luna Tobar... Felicitaciones al historiador Orellana. Sólo usted, doctor, podría decir la verdad sin importar más que poner de patitas en la historia a estos curas que nos maman gallo, como monse Luna y sus secuaces, que nos mamaron gallo todo el tiempo y hasta ahora no despertamos de sus encantos si no es por un valiente como el historiador Demetrio. Mis respetos para usted. Cuidese...
ResponderEliminarEste artículo debe viralizarse en todo el Ecuador ya que nadie ha dicho las cosas más turras y más guacharnacas de monseñor Luna... Quién se imaginaría todo esto... jajajaja... pero sobre todo puede que sí haya quién se imagine... mejor dicho quién se atreve a decirlo y cantar las claras y puras verdades... nadie... por eso hemos vivido ciegos ante este obispillo de aristocracia... con esa carita de abuelito que se volvía un huahua mimado y caprichoso y esa vocecita tan aguda con la que predicaba los domingos en la catedral ha sabido proteger a los curas pedófilos para vernos la cara de cojudos, hecho el progre, el comunista, el revolucionario... cuando en la realidad, como leo estas denuncias, nunca dejó los complejos de creerse gente fina. Y lo peor es que ya estiró la pata. Me pregunto qué hubiera dicho Luna Tobar si leyera todo esto que escribió el historiador Demetrio... Si al mismo Demetrio le ha tenido pánico en la revista El Observador... jajaja... seguro que le odiaba más y se moría como el chugo de las iras... jejejeje
ResponderEliminarYo pensaría que todo esto son calumnias pero al ver que la doctora María Arévalo ha tenido las pruebas de que monseñor Luna protegía a los curas pedófilos me quedé helada... O sea que estamos celebrando la fiesta de los 100 años de un obispo que protegía a los curas violadores de niños... qué asco... Luna no merece ningún homenaje solo por estas denuncias de la doctora María Arévalo.
ResponderEliminaryo soy uno de los humildes que nací y viví en Molleturo y sí me daba zona que mis taitas le llevaban a la casa a monseñor Luna cuando yo era niño y el obispo venía para las confirmaciones...
ResponderEliminarUn día, él estaba a mi lado, y me cogía la carita porque yo era huahua y cuando mis taitas le trajeron habas con queso y cuy apenas comió... mejor me convidaba a mí... y luego mi mamacita retiró el plato enterito y monseñor dijo que le dolía la barriga... Ahora saco pinta que lo del dolor de la panza era mentira... lo que es que sentía era asco de nuestra comida de la montaña... por eso es que este historiador dice de verdad que era una farsa, pues monseñor Luna nunca podía sentir y vivir como nosotros, siendo de alta alcurnia... en cambio monseñor Proaño sí nos entendía porque él era de los nuestros, fue campesino... Esto está más clarín que cualquiera otra explicación digo yo ahora que han pasado los años y ya puedo pensar que todo ha sido un teatro para que un día digan: ahora hagámosle santo...
no he sabido que han habido diaconesas en Cuenca y que la Cecilia Salazar ha sido una de ellas... o sea que la Iglesia de Cuenca ya se adelantó a la historia... ya tiene diaconesas... jajaja... lo más chistoso es que ha sido una de las fanáticas del monse Luna, junto con esos curas que publica el historiador Demetrio con las fotos... y toditicos fanáticos de monse Luna, como si le debieran la propia vida... Pero, vaya, si Luna ha sabido solapar a pedófilos razón tienen los curas de quererle tanto... y ahora quieren hacerle santo... el santo de los pederastas... jajaja...
ResponderEliminarQuisiera saber la razón por la cual la ONG Domund -entiendo que relacionada con la Iglesia-, fue dirigida en Cuenca durante años por 1993, 1994, si no me equivoco, por Juan Cuvi Sánchez, ex Alfaro Vive Carajo.
ResponderEliminarQuisiera saber la razón por la cual la ONG Domund - entiendo que relacionada con la Iglesia- fue dirigida en la ciudad de Cuenca durante algunos años por Juan Cuvi Sánchez, ex integrante de Alfaro Vive Carajo, creo que por los años 1993, 1994, si no me equivoco. Gracias.
ResponderEliminarENTIÉNDESE QUE JUAN CUVI LE CAYÓ BIEN A LUIS ALBERTO LUNA,. OCD, PUES HABÍANSE CONOCIDO EN LOS DIÁLOGOS DE ALFARO VIVE CARAJO CON EL GOBIERNO DE RODRIGO BORJA. ERGO, LO QUE ESTÁ CLARO ES. QUE LUNA ADVIRTIÓ EN CUVI SU CONDICIÓN DE ESBIRRO INFAMANTE Y POR ESO ES QUE, IPSO FACTO, LE DIÓ TRABAJO EN DONUM, PUES A LUNA TOBAR GUSTÁBALE LLEVARSE CON LAMBISCONES QUE LE ERAN SERVILES.A LOS LÍMITES DE LA ESCLAVITUD HACIA LAS VACAS SAGRADAS. CUVI ES JUSTAMENTE UNO DE LOS INFAMANTES ESBIRROS QUE PROCLAMAN A LOS CUATRO VIENTOS QUE LUNA ES UN SANTO ADVERSUM VERITATIS ET RIDDENDO SEMPER INTER NOS..
EliminarTatay ese servilismo para monseñor Luna... sirvientes que defienden al amo hasta ocultando los crímenes que comete. Luna pederasta... carajo... Luna vengativo... Luna mala gente... Siempre he pensado que los cepillos, los sirvientes, las empleadas domésticas y los huasicamas son los que hacen que un personaje sea llevado sobre los hombros de esas bestias sin méritos... es como los perros que ladran en la madrugada protegiendo al amo de cualquiera que se acerque a la hacienda... Pero de ley que siempre son los valientes los que atacan a los perros y nos hacen ver que las cosas no son como nos pintan. Monseñor Luna pudo haber sido lo que sea pero basta que ha sido protector de curas pedófilos para que nadie le respete... Gracias, por estas denuncias... abren un debate sobre la verdad que nos quieren tapiñar.
ResponderEliminarLa nota este artículo. jajaja.... Hace meditar duro y feo... Hace que se cambien los esquemas y los papeles... Durísimo... pero verídico... Lo que nadien se atreve a decir... jijiji... Yo mismo terminé pensando tantas notas del man ese, del monchito Luna.. El artículo se va contra todo... y sin importar nada de nada de nada ni nadie de nadie de nadie... Es como una aplanadora... jajaja... Harta demencia... jejeje... Lo que me hizo pensar en este artículo es que las fuertes declaraciones son super iconoclastas y el monchito Luna ese, que era un curita viejito que se parecía a santa Claus, era un cura muy inteligente... tanto como para manipular a las mentes a la forma como él lo quería... y más aún si le llegaban a adorar ... Y el monchito ese logró que lo adoren y lo traten como a una vaca sagrada o como a un santo rey... jejeje... y logró que nadie lo toque ni de muertito con el apodo de ser el obispo de los pobres... jajaja... A la final, la vida es un juego de los más listos y los más arrechos... pero, la plena que también me quedo pensando que la vida es una guerra de inteligencias y ningún inteligente es tan listo como para que lo dejen impune. Total, tan tan... un artículo brillante como este le deja en los suelos al monchito Luna y el pobre ya no puede hacer nada para salirse de este enredo porque ya estiró la pata... jajaja... ¿ Qué hubiera hecho el monchito si estuviera vivo?... Interesante disyuntiva para Demetrio, pues encima han sido enemigos... jajaja... Lo de la revista El Observador es tenaz... ¿Ganaba Luna o ganaba Demetrio?....
ResponderEliminarSanto Dios… Monseñor Luna ha sido como cualquier ensotanado que esconde debajo de sus hábitos la podredumbre de la iglesia… Todo se le puede perdonar… hasta las notas de que ha sido racista, vengativo, mala gente con los curas, falso, de no tenerle confianza… pero hablando la plena, la plena yo digo que lo imperdonable es que haya protegido a los monstruos que se comieron a tantos niños en Cuenca… eso sí hace borrar de una todo lo bueno que podía haber tenido este obispo que no merece ningún homenaje… y no vengan con el cuento de que ha sido un ejemplo… ha sido un obispo tapíñador de esos que parecen mosquitas muertas... Que papito Dios le saque pronto del infierno pues en el cielo no ha de estar...
ResponderEliminarSegún mi mami, monchito Luna me bautizó y me puso el nombre de Flor del Carmelo... Yo siempre le creía un santo... Y lo peor es que nunca mi mami se dio cuenta de cómo mismo ha sido el monchito... Cómo quisiera que mi mami estuviera viva para que lea este artículo... Ella murió pensando que el monchito era un santo... Y yo, una burra que llevo un nombre que le gustó al monchito y que después de muertos los dos me vengo a enterar que viví puesta una venda en mis ojos... uagggg... qué descalabro...
ResponderEliminarAjá... hasta que salieron los cueros al sol dicen en este blog... y por qué no publican aquí los cueros de los curas abusadores de niños? ya que tanto acusan a monseñor Luna que les ha protegido? Nadie debe quedarse libre de pecado si empezamos a lanzarnos piedras entre todos y contra todos... ya que han lanzado la primera piedra... ahora lancen el resto de piedras de los curas pederastas...
ResponderEliminarQué turro que un ídolo de los cuencanos se vaya al carajo cuando celebran el siglo de su nacimiento. Aquí hay unas opiniones q en verdad tienen sentido y dejan meditando... está pésimo que por querer hacer una fiesta de los 100 años de monchito le saquen la madre.. porque el monchito está muerto y no puede defenderse... pero... ojó... él mismo tiene la culpa por haber sido manipulador y protector de monstruos de curas pederastas...
ResponderEliminarNo hay otra alternativa que meditar cómo nos dejamos llevar de las apariencias... O sea que el monchito ha sido solo de apariencias... En este pais la Iglesia vive secuestrada por una mafia que cuando le da la gana pone patas arriba todo... O sea que con los 100 años de monchito la Iglesia de Cuenca ha querido hacer una revista con falsedades para que monchito sea santo? Pero esa no es la vaina... si se meten con nuestros niños esos curas pederastas serán ajusticiados como merecen sus actos y muy fulero que el monchito les ha protegido...
ResponderEliminarOritas la Iglesia sale a favor de monseñor Luna con un libro de mentiras. Pero más que mentiras yo diría que han ocultado que monseñor ha sabido proteger a los curas sicópatas 🤷 que violan a niños en Azuay. En el tiempo de antes la Iglesia les ha tapado a los sicópatas y siempre eso ha sido el cuento de no acabar nunca... En este tiempo, los obispos siguen tapando los crímenes de los curas pederastas... Y de esos ha sido monseñor Luna... dejemos en manos de Dios el juzgamiento de monseñor Luna, cuando estiró la pata estaba con Alzeheimer y no pudo ni arrepentirse de su crimen de proteger a los curas. la justicia divina tiene Poder
ResponderEliminarQue la curia diga que monseñor Luna ha sido santo significa encerrarse en una burbuja, dentro de una realidad paralela en Cuenca... Sí o qué? Más claro, frente a la cruda y terrible realidad que se denuncia en este blog sobre monseñor Luna, al haber sido protector de curas pederastas y aprovechador de los humildes con el cuento de obispo de los pobres.
ResponderEliminarLo que este historiador Orellana ha hecho es desmitificar a un ídolo de barro, al que quieren no ver como vaca sagrada sino como santo... jajaja... Buenazo cómo le hacen caer de los altares a Alberto Luna Tobar.
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