IN VITA CIVITATIS o EN LA VIDA DE LA CIUDAD,
un grave escándalo de impredecibles consecuencias vívese en Azogues, en estas
semanas, ante la inauguración de un mural de cerámica con la efigie del reverendissime
pater César Augusto Cordero Moscoso, ex alumno de la V promoción de
bachilleres en el querido colegio «Rafael Borja», febricitante amante de la MATER
DOLOROSA y sacerdos in persona christi capitis in nostra Sancta Mater Ecclesia.
Al parecer, Enrique Pozo Cabrera, rector de la Universidad Católica
de Cuenca, seguramente por el cargo de conciencia de haber derribado el busto
de bronce del padre César Cordero Moscoso, en el campus universitario de Azogues,
para hacerlo suplantar con su horripilante y monstruoso busto de bronce y con la no menos
horrible placa epigráfica broncínea que dice que él vale, NO POR SUS
MÉRITOS SINO POR SU SUPUESTA ESCLARECIDA ESTIRPE, devuelve al padre Cordero,
su mentor, el prestigio de constar, AD PERPETUAM REI MEMORIAM, en
una galería fotográfica de la Universidad Católica de Cuenca, sede Azogues,
como el fundador del centro de estudios superiores de la capital cañarense,
pues si no fuera por el cura Cordero ningún azogueño que háyase graduado en la Universidad
Católica de Azogues tendría un título universitario sino un oficio y habríase
quedado sin oficio ni beneficio super flumina Burgay.
Desde nuestra condición historiadora digamos que no puédese
borrar, de un plumazo, la historia universitaria azogueña, la cual no sería tal
si no fuese porque al padre César Cordero Moscoso ocurriósele un día fundar la
sede azogueña de la Universidad Católica de Cuenca y dedicar, dentro de ella, ad solemnitatem, uno de los templos más estupefacientes que háyanse realizado IN HONOREM MATRIS
DOLOROSAE, pues el padre Cordero era un auténtico ex alumno de los
jesuitas, compañero del querido colegio Rafael Borja in urbe nostra
dilectissima, ab intra Societatis Iesu et super flumina Tomebamba. Su
condición de pederasta es cuestionable, censurable y digna de anatema y de condena, pero eso
no concede derecho a nadie para borrar su memoria de los fastos de la historia como el fundador de la Universidad
Católica de Cuenca ad maiorem Dei gloriam.
Compartimos nuevamente el REPORTAJE que habíamoslo dedicado a
su memoria el pasado 4 de febrero del año que termina, fecha de su partida a la
Casa del Padre: REQUIESCAT IN PACE AD VITAM AETERNAM IN NOMINE CHRISTI,
REVERENDISSIME PATER CESAR CORDERO MOSCOSO, SACERDOS IN PERSONA CHRISTI CAPITIS
IN NOSTRA SANCTA MATER ECCLESIA.
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
DATUM CONCHAE, MENSIS DECEMBRIS, DIE
PRIMUS, CURRENTIS ANNO DOMINI MMXXIII, OCTAVA SOLEMNITATE CHRISTUS REGEM
UNIVERSORUM
Este es un tema polémico pero la verdad es que de veritas el cura Cordero es el fundador de la Universidad Católica. Qué fuera de nosotros sin que el cura hubiera fundado a la CATO.
ResponderEliminarChuzo... Iba a escribir unas cuantas cosotas del cura Cordero pero este artículo del historiador Orellana me hizo meditar... El cura Cordero es repudiable por pederasta pero es el fundador de la gran Universidad Católica.
ResponderEliminarJe je je... cargo de conciencia de Enrique Pozo... botó el hermoso busto del cura Cordero... jejeje para poner el horripilante busto de Pozo... jajaja... y la no menos horrorosa placa de bronce de los complejos de Pozo dice el historiador Demetrio... qué huevos para decir las cosas... mis respetos, doctor Orellana.
ResponderEliminarHíjole... El cura no merece ningún retrato, carajo... Pero cada uno, cada uno... Si el historiador piensa que sí, ese criterio es respetable pues Demetrio es el único que sí nos ha defendido la historia de Azogues... Basta con el caso de ese libro de la Independencia que salió mal hecho o las notas que decía de ese mural del señor Mogrovejo con las banderas cambiadas en el parque del Trabajo o las denuncias contra el obispo por las lámparas de la catedral... Me quedo callada por mi respeto a Demetrio.
ResponderEliminarQue horror que alaben a un pedofilo violador!
ResponderEliminarRecuerden que hasta hitler recibió el premio Nobel de la paz 🤡