«VANITAS VANITATUM» o «VANIDAD DE VANIDADES» represéntanos Daniel Noboa Azín en nuestro
farandulero horizonte político, debutando cual principesco muchacho de refinado
talante en la presidencia de la república, desde donde erígese, a
maximis, cual bisoño mandatario en el pináculo de su exacerbada vanidad,
exhibiendo altos niveles de fatuo envanecimiento y repulsiva pedantería en el palacio
de Carondelet, más allá de sus aparentes buenas intenciones por mostrarse como
un presidente que desea salvar al Ecuador de la debacle en la que encuéntrase in
calamitatis via...
Al convertirse en la inopinada sorpresa electoral de la primera vuelta, triunfando
como segundo finalista para el balotaje del 20 de octubre, Noboa ha ido transformando
su vera
effigies desde una apacible sencillez y sensatez hasta una insolente pose
de autosuficiencia y endiosamiento que hácelo evidente en sus afectadas miradas
y su prepotente conducta de engreído hijo de millonario, dejando traslucir, de vehementi,
en una caleidoscópica mirada, sus policrómicas facetas por
las que contémplaselo cual palaciego gobernante de epicúreos gustos y melindrosos
caprichos en el escenario político local, ora como un magistrado de cortesanas
apetencias, ora como pequeño príncipe de insólitas ventoleras, ora cual
petimetre de inauditas excentricidades o cual autocrático niño mimado de un magnate
de
dolce vita e bocatto di cardinale.
Aquél chico supuestamente inteligentísimo sorprendió a Raimundo y todo el
mundo en el debate presidencial del 13 de agosto, a fuer de su sereno parloteo
y sus modosas gesticulaciones de modelo de figurín de alta costura, captando
las preferencias de un diletante electorado tras el magnicidio de Fernando Villavicencio
para demostrar finalmente que no ha sido nada inteligentísimo al incurrir en la
estolidez de afirmar que «muchos prefieren cometer un crimen para ir a la cárcel con
la intención de operarse de caras cirugías que en el panóptico son gratuitas».
También, el chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, ha develado,
per
se, su impreparación en varias entrevistas en las que, verbi
gratia, su desconocimiento de lo que es un fideicomiso para los recursos
eléctricos es fatal. Y ha evidenciado, hasta el hastío, una ausencia absoluta de
olfato político o un desvergonzado cinismo para caer en las fauces de monstruos
trogloditas pactando con el fascismo rafaelino verdeflex y el
socialcristianismo en una ignominiosa entente para distribuirse las dignidades
de la Asamblea Nacional, donde, gracias al consabido fraude rafaelino, 52 escaños
lleváronse los correístas para chantajear desde el recinto legislativo donde se
cuecen habas, tóstase granizo y mírase volar a los burros in patria nostra semper afflicta.
Mas, es la vanidad el excelso atributo por el que Noboa brilla con iridiscencia, en la impredecible atmósfera política, mostrándonos con nitidez sus claras intenciones de reelegirse en el año 2025, pues créese per se el mandatario non plus ultra para salvar al Ecuador en esta trepidante hora de aciagos y calamitosos tiempos.
Parece vanagloriarse de ser una especie de SALVATOR MUNDI que presume de inteligentísimo hijo de un magnate bobalicón y turulato que rompió el récord de candidaturas fallidas a la presidencia de la república in tertio millenio adveniente. Así pues, Daniel Noboa, desde esta condición, ha causado superlativa admiración al demostrar que no heredó las taras mentales de su padre sino la perspicuidad de su madre, una médica con una destacada labor social en las caravanas sanitarias organizadas por el grupo Noboa a lo largo y ancho del territorio nacional.
Y es en este escenario que Daniel Noboa resurge como un advenedizo tiquis miquis que vístese de un descartable camuflaje, tan policrómico como efímero en el cotidiano devenir de los sucesos de la vida política nacional in patria nostra. Así, los gustos palaciegos del chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, vuélvense insultantes para la inteligencia de los ecuatorianos cuando 132.000 DÓLARES HAN GASTÁDOSE EN LAS CEREMONIAS DE TRANSMISIÓN DE MANDO, mientras en su discurso inaugural mostróse emperifollado, coram populo, enarbolando a su juventud como requisito sine qua non para gobernar al nuevo Ecuador.
De esta manera, ha conformado un gabinete de ignotos personajes de fluctuantes edades de menos de 40 años, exceptis excipiendis, entre una tríada de ministros cincuentones. Como un kindergarden ha calificádose a su equipo de gobierno conformado sobre todo por millenials que, por origen y condición, integran un club de gente de rancio abolengo recreando una atmósfera de plasticidad en la corte noboísta del palacio de Carondelet, donde, ex contradictionem, ningún joven capaz, de modesto origen y brillante inteligencia, ha sido llamado para conformar su emperijelada corte. Por lo tanto, los imberbes y barbilampiños jóvenes de la patria están representados por jovenzuelos de la clase alta, para quienes es imposible tener empatía con las reales necesidades y carencias de los grupos vulnerables a los que el chico inteligentísimo dice que desea servir in via fraternitatis.
Es en este exclusivo grupo en donde la vicepresidenta Verónica Abad, a costa de sus chifladuras, no calza como integrante del cortesano equipo, in collegialitas affectiva o en colegialidad afectiva, siendo mas bien un estorbo al que, en uso de sus facultades constitucionales, Noboa ha enviado al exilio, como un chivo expiatorio, con la extraña misión de ir a Tierra Santa para buscar la pacificación del conflicto israelí que explota como una conflagración de impredecibles consecuencias. Si la misma ONU no ha podido resolver el zafarrancho resulta zahiriente pretender que el Ecuador pueda lograrlo con la chiflada vicepresidenta a la que Noboa no puede ver ni en pintura, pero quiere verla lejos de ultramar in mare mundi. La única pacificación que lógrase con su destierro es la pacificación del chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, para no verle a la chiflada Abad a su lado en el gobierno del nuevo Ecuador, mientras que la extraña comisión es insultante para nuestra inteligencia al esconder con truculencia una astuta zalagarda para deshacerse de su binomio al que ha retirádole la confianza desde la misma lid electoral.
Nadie sabe con certeza qué pasó entre los dos mandatarios, pero todos conocen con certidumbre que la última vez que anduvieron juntos en tarima fue el 26 de junio del año 2023. Una vez en el poder, el distanciamiento creció ad infinitum cuando Noboa la acusó indirectamente de traición, al momento de recibir juntos las credenciales que el CNE les entregó.
Ya era sabido, por perspicaces voces de la patria, que la alianza con Abad era un matrimonio pegado con saliva, que más pronto que tarde despegaríase, con evidentes muestras de un fatídico divorcio cuando Noboa no la aplaudió al momento en que Abad posesionábase como vicepresidente. Los signos del rompimiento rayan en el desprecio y la discriminación al no haber sido invitada a la fotografía oficial del gabinete presidencial, mientras en el acto protocolario del nombramiento de sus ministros de Estado era evidente que el chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, sentíase incómodo al haberse sentado a su diestra, mientras firmaba los decretos de nominación de sus colaboradores.
No obstante, la desconfianza en Abad aumenta in crescendo, a costa de sus mentiras, al haber negado, dentibus albis, que sí fue invitada al banquete de la asunción al mando, aunque su destierro a Palestina parezca un alarmante signo de que Noboa no enfrenta sino rehúye los problemas, a punto de incurrir en una chifladura presidencial para deshacerse de la chiflada vicepresidente enviándola al ostracismo in via crucis et in via Christi. Y ella, quid pro quo, al aceptar el vejamen, demuestra no tener dignidad, pues por evitar una destitución por abandono del cargo en la Asamblea Nacional subyúgase a la prepotencia del chico supuestamente inteligentísimo, cuyo decreto parece el edicto de un emperador que dispone el destierro de cualquiera que incóelo o cáuselo fanfariñas. Pero con tal de verla fuera de su corte y lejos de las delicias del poder, el pequeño príncipe del clan Noboa dispuso que la chiflada Abad tenga un latisueldo que triplica el salario del chico inteligentísimo que no es nada inteligentísimo siendo presidente de la república. O sea que para desterrarla a Tierra Santa la envió con una santísima remuneración in argumentum ad crumenam, en tanto ella, ni tonta ni perezosa, encandílase con el estipendio de 17.800 dólares como embajadora plenipotenciaria, durante un año, y el subsiguiente sueldo vitalicio de 5.000 dólares, como ex vicepresidenta, con el privilegio de suceder por cuatro meses al chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, cuando en febrero de 2025 candidatícese a su anhelada reelección, siempre que no ocúrraseles decretar otra chifladura, a través de la asamblea, arguyendo quizás que la desterrada Abad hállase de veras turulata, por incapacidad mental para ejercer el mando, como acaeció con Abdalá Bucaram en los lejanos tiempos finiseculares de la vigésima centuria.
Rebus sic stantibus/ Estando así las cosas, la vanidad de Noboa refléjase en el hecho de que días luego de la entrega de credenciales, por parte del CNE, su equipo de transición solicitó que adelantárase la fecha de la posesión presidencial, inicialmente programada para el 1 de diciembre, aduciendo motivos personales, según registraba la prensa in diebus illis/ en aquellos días. Tales motivos personales develáronse en los corrillos de cotilleo del run run político cuando hízose público que el chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, cumplía 36 años el 30 de noviembre y no deseaba que la posesión fuese el 1 de diciembre, como estaba planificada, para pasar a los fastos de la historia como el gobernante más joven, de 35 años de edad, en los anales de la vida democrática in historia nostra.
De haberse posesionado el 1 de diciembre habría sido un presidente de 36 años en la historia patria y es eso lo que quiso evitarse a toda costa con el cambio de fecha de su asunción a la presidencia de la república. De facto, Noboa jáctase de ser el segundo mandatario con menor edad si compáraselo con el presidente Juan José Flores, quien llegó al poder a los 30 años de existencia en una época en que las expectativas de vida no pasaban de los 54 años.
Mas «VANITAS
VANITATUM» o «VANIDAD DE VANIDADES», otros son los motivos que tiene Noboa
para imbricarse en la historia con un curioso palmarés de un acicalado príncipe
que destila egolatría. Ad exemplum, es el único mandatario
electo para gobernar menos de 18 meses desde 1979. Semper idem, Noboa es el
sexto presidente que en los últimos 40 años llega al poder en el primer intento,
luego de Jaime Roldós, León Febres Cordero, Lucio Gutiérrez, Rafael Correa y Lenin
Moreno.
Ad bene placitum, Daniel Noboa enorgullécese también de ser el quinto mandatario que no nació en Ecuador, pues su lugar natalicio es Miami, después de Juan José Flores, quien nació en Puerto Cabello, Venezuela; Galo Plaza, nacido en Nueva York; Clemente Yerovi, que vio la luz en Barcelona, España y Sixto Durán Ballén, nacido en Boston, Estados Unidos. Ad concludendi, hay algo más por lo que Danielito presume hasta el hastío y es el hecho de ser el tercer mandatario de apellido Noboa, luego de Diego Noboa, presidente en 1850 y Gustavo Noboa, en el año 2000. Aunque estos dos últimos eran parientes: tatarabuelo y taratanieto, el acicalado niño que hoy reside con palaciegos lujos en el palacio de Carondelet jáctase además, con la mano en el pecho, de ser el primer Noboa del clan familiar de la bananera Noboa.
Es también el primer presidente hijo de un magnate, Álvaro Noboa Pontón, quien debe 90 millones de dólares al Estado, por tributos no cancelados, lo que muestra, ante omnia et super omnia, que Danielito no es más que un presuntuoso príncipe de este irresponsable clan y aprovéchase muy bien del poder alcanzado gracias al asesinato de Fernando Villavicencio sin que de ninguna manera su jactancia de hacer una política diferente sea cierta, en tanto los pactos y componendas realizados en la Asamblea Nacional dan cuenta de que tiene las mismas mañas de los políticos tradicionales a los cuales dice haber superado.
Al respecto, conviene citar a Gustavo Isch Garcés, consultor político que afirma en diario El Universo que «Noboa hizo lo mismo que han hecho los otros presidentes: negociar el reparto de cargos, puestos, alrededor de las cuotas políticas en el exterior y lo hizo con las fuerzas políticas con las que siempre ha sido inevitable tener que negociar en la asamblea».
Ad interim, cínicamente proclama, urbi et orbi, su deseo de servir a los pobres de la patria, a quienes justamente perjudica con la subida del salario básico en apenas 10 dólares para el año 2024, dejando el incremento de 25 dólares que venía haciendo el presidente Laso con la oferta de que para el año 2025 los ecuatorianos tendrían un salario de 500 dólares cuando, in stricta veritas, con Noboa terminaremos en el año 2025 con un salario unificado de 470 dólares, mientras que en su Ley de Salvataje Económico, aprobada en la Asamblea, ha dispuéstose la condonación de deudas al Estado para los grandes empresarios. Dígase pues, ab irato, que para el zagaz jovenzuelo no puede haber mejor palmarés que éste, pescando a río revuelto para hacer una feria con los tributos impagos al Estado a favor de sus plutócratas empresarios in patria aequatorianae.
Pero, dicha sea la verdad, el chico inteligentísimo que no es nada
inteligentísimo es sabido para buscar la reelección del año 2025 -como
engolosinada mosca que empalágase de la miel hasta el hastío- y así jáctase
que su PLAN FÉNIX es efectivo y ha
reducido la violencia hasta el 40% mientras aprovéchase de cualquier
circunstancia para apropiarse como un éxito de su famoso PLAN FÉNIX. Así ha acaecido con el operativo policial llamado METÁSTASIS
que ha permitido evidenciar cómo estamos viviendo en un narco estado, donde
Noboa trata de arrogarse el éxito del operativo burlándose de nuestra inteligencia,
puesto que este rimbombante operativo veníase ya preparando, desde octubre del
año 2022, cuando el narcotraficante Leandro Norero murió en un cruel y vesánico
levantamiento de los presos más peligrosos in patria nostra, por lo que METÁSTASIS
es solamente el paso conclusivo de una abnegada labor de la Fiscalía General
del Estado y no la confirmación de que el PLAN FÉNIX sea para nada un éxito
fulgurante del pequeño príncipe del clan Noboa en el palacio de Carondelet.
Pero lo que peor que púdole pasar al chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, es la fuga de Adolfo Macías, alias FITO, el criminal más buscado y peligroso de las mafias que gobiernan el narcoestado, justamente cuando Noboa presume que su PLAN FÉNIX es la panacea para salvar al Ecuador. Ergo, dígase que la fuga de Fito es la prueba de la ineficiente gestión del chico inteligentísimo que no es nada inteligentísimo, el cual no gobierna para nada en el narcoestado llamado Ecuador in via calamitatis et in mysterium iniquitatis.
Para el chico inteligentísimo, que no es nada inteligentísimo, estos son los palmareses con los que cree que pasará a los fastos de la historia patria, donde seguramente brillará también como el presidente más vanidoso y presuntuoso de la era republicana, que más allá de sus capacidades presume incluso de su fluido inglés, como si con ello consagrárase como un non plus ultra in mundum universum, sin las condiciones de estadista, de las que carece, o las grandes ejecutorias que salvarían a la patria de la debacle en la que encuéntrase o el naufragio en que debátese in via calamitatis.
Mas, la vanidad del pequeño príncipe del clan Noboa llévalo, con obsesión
compulsiva, a proclamar urbi et orbi «que
habla poco pero espeso», sin que tal espesor háyase notado hasta el momento puesto que, la verdad sea dicha, su discurso no pasa
de ser un habilidoso cotorreo de verborreico talante, con gesticulaciones de
una modosa retórica con la que preténdese fungir de un efectivo comunicador de
ideas sin el carisma y el histrionismo de los auténticos oradores para cautivar
a un auditorio. Por ello, diríase que Noboa es un parlanchín de afectado
parloteo con notorias muestras de ensimismamiento que llévanlo a creer que lo
que dice impacta, ad summum, en sus asombrados y patidifusos receptores. Lo dicho
pruébase, prima facie, en el hecho de que, por mandato constitucional, el
discurso de asunción al mando debe delinear las políticas de gobierno del neófito
presidente; pero Noboa, con su nada espeso parloteo, hizo un improvisado
discurso pletórico de generalidades de poca monta con las que nada dijo de su plan
de gobierno a fuer del uso de palabras hueras y lugares comunes con los que
fungió de avieso cínico al decir que: «aquellos que busquen atraparme en viejos
esquemas fracasarán» cuando justamente, mirando su accionar, es él mismo
quien ha atrapádose en los viejos esquemas políticos del pacto y del reparto bajo las asquerosas
componendas con las que jáctase de haber conseguido gobernabilidad in horribilis
modus actuandi inter nos.
Sic transit gloria mundi, con la hinchazón que prodúcele su fachendosa forma de presumir y la infatuación que llévalo al engreimiento y la farfolla de alto copete, dígase mas bien con acrimonia que estas superficialidades no constituyen sino la palmaria demostración de que el pequeño príncipe del clan Noboa no es nada inteligentísimo al vivir ensimismado en semejantes cosas baladíes que atibórranse de trivialidades y embelecos de poca monta que vuélvense golosinas que engordan más a su exacerbada vanidad al paroxístico límite de la ridiculez para reír, a carcajada batiente, de tan chocarreras e hilarantes fruslerías in honorem stultitiae ab intra societatis, quosque habemus, ad absurdum, summa stultitia et clamamus omnes, de momento ad momentum: RIDDENDO ET RIDDENDO INTER NOS ADVERSUM DIGNITATIS IN VITA COMMUNITATIS.
Diego Demetrio Orellana
Datum Conchae, mensis decembris, die secundus, reparata salute Anno Dominicae
incarnationis MMXXIII, octava solemnitate Christus Regem Universorum.
Auto-designado Noé en un nuevo diluvio.
ResponderEliminarO QUIZÁS AUTODESIGNADO SALVATOR MUNDI IN PATRIA AEQUATORIANAE IN TERTIO MILLENIO INEUNTE, DILECTISSIME TOM.
ResponderEliminarFalto algo más: Noboa es un divorciado, vuelto a casar, tanto eclesiástica como civilmente, debido a un escalado sobre asuntos sentimentales y empresariales con SUO IURE Gabriela Goldbaum.
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