jueves, 13 de enero de 2022

MATILDE Y SU DERECHO A LA EDUCACIÓN EN UNIVERSIDAD DE CUENCA


Santa Ana de los Ríos de Cuenca, enero 13 del año del Señor de 2022
Octava solemnitate Epiphaniae Domini in Anno Salutis Nostrae MMXXII

 

Doctora
María Augusta Hermida
RECTORA DE LA UNIVERSIDAD DE CUENCA
Ciudad.

 De nuestra consideración:

 PAX CHRISTI

 Para el Foro Interamericano de los Derechos Humanos, FIDEH, es causa de preocupación el caso de Matilde, nombre de la estudiante lojana de Medicina que es vulnerable por razones médicas, quien a causa de una crisis existencial de grave depresión no pudo llevar sus estudios de carrera en óptima forma desde el año 2017, encontrándose hoy con la imposibilidad de continuar sus estudios en el instante en que el consejo universitario del alma mater cuencana, sin escucharla en atención a su derecho a la defensa, ha dispuesto la anulación de sus matrículas y la reprobación de las cátedras que venía aprobando a la medida de sus posibilidades, en tanto vivía una grave crisis depresiva que sólo por condición humana deberíase considerar en un ente de educación superior.

 El no haber anulado las matrículas, por parte de la Universidad de Cuenca, en el momento oportuno en el que su crisis desencadenábase, ha llevado a un desenlace fatal ante el cual amerita tomar en cuenta el hecho fortuito de que trátase de un problema atípico que débese resolver con solidaridad y atención humanitaria.

Lo que Matilde espera del Consejo Universitario de la Universidad de Cuenca, que tratará el tema el día de mañana viernes 14 de enero, es una resolución que le permita seguir estudiando la carrera de Medicina, dentro de la cual ha realizado tres matrículas en la cátedra de Morfología, sin que se considere que su grave crisis psiquiátrica de depresión galopante debíase considerar para que las matrículas primera y segunda fueran anuladas, a fin de resguardar su derecho a estudiar.

 El derecho de Matilde ampárase en el art. 102, literal b) del estatuto de la Universidad de Cuenca, expedido el 18 de diciembre del año 2013, tanto como el Art. 4 del Código Orgánico Administrativo, en base al art. 3, numeral 6 de la Ley Orgánica para la Optimización y Eficiencia de Trámites Administrativos.


Lo que Matilde está esperando es que no se considere en su historial académico la primera y segunda matrícula en la cátedra de Morfología, código 1688, ya que en dichas matrículas nunca se rindieron las pruebas a causa de su calamidad médica psiquiátrica. A la vez, Matilde espera que se consideren aprobadas todas las materias del pénsum de la facultad que ella ha seguido sin problema y que a la fecha las tiene aprobadas plenamente, por lo que no débense anular como si nunca las hubiere realizado, por cuanto la propia universidad las permitió en su debido momento.

Matilde tiene derecho para plantear una acción de protección a sus derechos conculcados por cuanto existen derechos adquiridos para ella al haber aprobado asignaturas y el error de la Universidad de Cuenca en este caso no puede ser trasladado al administrado. Así lo dice la Jurisprudencia de la Corte Constitucional. La Universidad de Cuenca debería demandar la lesividad del acto administrativo ante la justicia ordinaria para dejar sin efecto tales disposiciones a que en el Tribunal Contencioso la chica pueda hacer valer sus derechos. Se están violando derechos constitucionales de Matilde por parte de la Universidad de Cuenca y esto es algo que usted, señora rectora, debería considerar in via iustitiae ante este injusto caso de la chica lojana que clama justicia ante el alma mater cuencana.

Nuestra organización de derechos humanos, como activista de los derechos ciudadanos, apoya el caso de Matilde porque su derecho a ser escuchada dentro del consejo universitario no debe ser conculcado ya por desconocimiento de las normas reglamentarias del ente de educación superior y de la ley misma tanto como por las malas asesorías que la Universidad podría tener frente a casos fortuitos o inopinados en los que debe primar la sensatez, el humanitarismo, la solidaridad y la justicia como premisas y máximas que débense resguardar en un centro de educación superior, de cuya rectora, como la primera mujer que preside el alma mater cuencana en toda su historia, Matilde espera también el debido entendimiento y solidaridad para que su derecho a la educación pueda ser salvaguardado in honorem iustitiae.

 Sin otro particular, reciba usted un cordial saludo y nuestros sentimientos de especial consideración y estima.

In via iustitiae semper,

 

Diego Demetrio Orellana
COMISIONADO PROVINCIAL DEL FORO INTERAMERICANO DE LOS DERECHOS HUMANOS, FIDEH AZUAY
In Concha, apud flumina Tomebamba, mensis ianuarii, die XIII, AD MMXXII

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