«In iniquitatis regnum» o «En el reino de la iniquidad» resúltannos siempre turbadores los resultados de las contiendas electorales en el Ecuador. Cada vez, desde el año 2009, el fantasma del fraude incóanos inter nos interpelándonos si acaso los votos manipúlanse electrónicamente a fin de reacomodarlos a una aparente filiación de los electores el día de las elecciones. Así, anúnciase, cada vez, insólitas sorpresas electorales con las que justifícase el aturdimiento que causa en el electorado el triunfo de personajes que en la realidad de los hechos no parecían contar con el aura popularis. Varios colectivos y organizaciones sociales, desde hace algunos años, han denunciado que el padrón electoral del CNE hállase inflado con 1.700.000 votantes fantasmas y ésta sería la plataforma para jugar con los conteos y producir las supuestas sorpresas electorales sustrayendo votos a quienes podrían ganar y acomodándolos a quienes surgen como beneficiarios del botín electoral, en concordancia con las apetencias de los grupos políticos representados en los vocales del Consejo Nacional Electoral, especialmente el Partido Social Cristiano y la Revolución Ciudadana en los últimos años.
GANADORES DE LA CONTIENDA ELECTORAL 2023
Las voces que exigen la depuración del padrón nunca han sido escuchadas y
los gobiernos que han sucedídose en los últimos 14 años han héchose de la vista
gorda ante la reclamada depuración. En tal perspectiva, hoy han pasado a la
segunda vuelta electoral: Luisa González, candidata del fascismo rafaelino
verdeflex, y Daniel Noboa, hijo de Álvaro Noboa Pontón, empresario guayaquileño
que durante más de 20 años ha pretendido sin éxito la presidencia de la república.
En los electores pensantes los resultados producen serias dudas si hémonos de
guiar de los sentimientos de los ecuatorianos previo a las elecciones, no encontrando
lógica cuando contémplase quiénes son los triunfadores. En la actual coyuntura,
in
memoriam, luego del asesinato del candidato presidencial Fernando
Villavicencio, sentíase una indignación colectiva nacional ante el crimen que,
según encuestas serias, colocaban al sucesor del difunto, Christian Zurita,
como el preferido por los electores en memoria de don Villa.
Sin embargo, una vez aplicado el conteo electoral la lista 25 de Fernando Villavicencio obtiene el 16% de la votación y Zurita quédase en tercer puesto provocando la sensación de que el llamado «fenómeno don Villa» que produjo -días previos a las elecciones- enormes movilizaciones en todas las provincias durante los cierres de campaña ha sido solamente un espejismo. Conviene preguntarse hic et nunc: ¿realmente lo fue? ¿o aquí débese explicar el fraude para que infiérase ex admirationem que han restado votos a Zurita a fin de engordar a Luisa González o a Daniel Noboa, quienes aparecen como los favoritos de la contienda cuando, in stricta veritas, el crimen de Villavicencio restó mucho favoritismo al correísmo en el electorado siendo su candidata la representante de un partido político que ha sido el beneficiario de las mafias narcotraficantes a las cuales decía combatir don Villa acriter et fideliter in iustitiae via.
El propio Rafael Correa, en declaraciones públicas previas a las
elecciones, así indicábalo al explicarse que el asesinato de su máximo persecutor,
Fernando Villavicencio, estaba perjudicándolo. Ergo, con su
estupefaciente habilidad para transformar lo negro en blanco decía que «la muerte de don Villa es un crimen
fraguado para perjudicar a la candidata correísta Luisa González». Para el prófugo del ático belga, Luisa
iba a ganar las elecciones presidenciales del 20 de agosto en primera vuelta.
Bajo esta premisa, afirmó que la derecha quiso evitarlo, a toda costa, armando el
macabro asesinato de Villavicencio, quien -según
el oprobioso dictadorzuelo- iba en cuarto puesto. De esta manera, asevera el
prófugo, la muerte de don Villa, ante la cual prodúcense serias sospechas de las
mafias correístas, a las que Villavicencio combatía, logró virar el tablero
electoral para que Luisa no ganara en primera vuelta engolfada en un insólito
escenario donde la sangre de don Villa cobra factura a las preferencias electorales
correístas diezmando sus votos.
Hoy, post factum, cuando Luisa González resulta la ganadora de la contienda es pertinente preguntarse con ataraxia y firmeza: ¿las elucubraciones del dictadorzuelo rafaelino fueron un sofisma? ¿por qué díjolas de vehementi si era evidente su temor de que la Revolución Ciudadana iba a perder las elecciones?
No puédese escapar de un escrupuloso análisis que la habilidad de un ser perverso para que la verdad transfórmese a merced de sus conveniencias e insanas apetencias déjanos estupefactos ante Rafael Correa pues su dictamen en torno al vil asesinato de Fernando Villavicencio columbra los reales sentimientos del atrabiliario dictadorzuelo frente a la cruenta muerte del personaje que develó su vera effigies de mendaz político cuyas tropelías y trapacerías refléjanlo como «nunquam sancto et pulchro in historia societatis/ nunca santo y pulcro en la historia de la sociedad».
Con los resultados electorales por los que Luisa González ha ganado la primera vuelta deberíamos decir que el sofisma rafaelino habríase planteado como una macabra estratagema para ocultar que, siendo como es un hombre vengativo que actúa odiando todo el tiempo, seguramente disfruta de la muerte de su peor enemigo, don Villa, pues sin su labor investigativa de la corrupción rafaelina con el caso arroz verde y tantas marrullerías y picardías por él descubiertas no habría sido posible que Correa sea procesado y condenado a prisión para que justamente hoy lo tengamos como un vergonzante prófugo de la justicia.
In stricta veritas, la verdad sea dicha: todas las encuestas serias mostraban a don Villa como segundo de los favoritos en el tablero de las preferencias electorales antes de su asesinato. Había la expectativa que con el debate su figura subiría aún más, in excelsis, para ganar en primera vuelta en aplastante derrota al fascismo rafaelino verdeflex, el cual tiene siempre los votos cautivos del pueblo craso e impreparado que añora la política regalona de la Revolución Ciudadana para mirar, cada vez, a los candidatos rafaelinos como mesías redentores a quienes confiar el voto, sin importar que detrás de sus perfiles el cáncer del correísmo avasalla de profundis a la sociedad ecuatoriana que no puede hasta ahora librarse del socialismo del siglo XXI que tanto daño ha causado a la patria con los atroces atentados a las libertades públicas y los mega latrocinios que, según las cuentas claras de la Fiscalía y los organismos anticorrupción, suman más de 60.000 millones de dólares en la oprobiosa década robada para desgracia de nuestra patria condenada siempre a no encontrar un verdadero líder que la redima y salvaguarde pro populo beneficio.
Con la muerte de Fernando Villavicencio la indignación ciudadana aumentábase in crescendo día a día haciendo que, a pesar del magnicidio, su sucesor Christian Zurita llegara a liderar el proceso electoral, según encuestas serias, como COMPUTER ANALITICS, cuya imagen capitula este parágrafo. Las interrogaciones que debemos hacernos in via iustitiae continúan: ¿era esto de veras un espejismo? Si lo fue ¿dónde quedaron las inmensas movilizaciones de muchedumbres en todas las ciudades y pueblos de la república, las cuales opacaban las débiles manifestaciones de respaldo al resto de los candidatos en los cierres de campaña? Las dudas de que han pasádonos gato por liebre quédannos en nuestras mentes con la sensación de que una vez más han burládose de nuestra inteligencia.
Rebus sic stantibus/ Estando así las cosas, parecería tener lógica el criterio de que el
fraude ha perjudicado a Zurita para engordar a Luisa, mientras los votos de Noboa
serían más auténticos si hemos de considerar que los jóvenes de entre 16 y 30
años han identificádose ex tota anima/ con toda el alma con
la frescura de sus propuestas y el tono conciliador de su sereno parlotear,
sobre todo luego del debate presidencial en donde, con la ausencia de don Villa,
los electores fijáronse en la peculiar manera de su discurso frente a sus
contrincantes. No obstante, Noboa tampoco es una alternativa para que el Ecuador progrese, la verdad sea dicha, inmerso en los poderosos y trogloditas grupos de poder que hacen de las suyas in patria nostra.
In via veritatem ad inquirendam, acotaríase que si las cuentas fueran claras acaso los verdaderos triunfadores de la lid electoral serían Zurita y Noboa, pues el fascismo rafaelino verdeflex sería, dadas las fatídicas circunstancias de esta agostiza jornada dominical, el perdedor supremo de la contienda tras el asesinato de su persecutor, Fernando Villavicencio in libertatis via semper magno et vir bonus in communitate nostra.
Ad concludendi, dígase pues que «NO HAY BRUJAS CARAY, PERO DE HABERLAS HAY», como proclama con rima el perínclito dicho popular de nuestra versátil lengua de Castilla, para aseverar que mientras los gobiernos de turno no tomen la decisión de depurar el padrón electoral para eliminar los 1.700.000 votos inflados que contiene, mientras el manejo informático de las cifras no transparéntese, mientras el Consejo Nacional Electoral no sea solamente un organismo técnico que coadyuva a un proceso eleccionario sin importar las insanas apetencias de los grupos políticos representados en sus vocales, tendremos cada vez, ante disceptationem, la sensación de que somos tan solo conejillos de indias que vamos a las urnas a consignar nuestros votos para que luego sean manipulados, feriados y trucados en favor de un oprobioso fraude. Mientras aquel bendito padrón electoral y el informático manejo de los votos no trasparéntense las elecciones en el Ecuador serán un rito ceremonial que cumplímoslo, cum accurata diligentia, como si fuésemos una horda de ilotas que vamos a votar para luego contemplar sorpresas electorales que déjannos la sensación de que ejercemos el derecho al voto sin que respétese la voluntad ciudadana in dignitatis honorem in patria nostra, quosque habemus illeaqueatio malitiosa pretextu legis.
Diego Demetrio Orellana
Ya vuelta... ¿con que hicieron fraude? interesante artículo del historiador Demetrio Orellana. Dr. Orellana: felicitaciones por este texto digno de su persona.
ResponderEliminarIncreíble que el correísmo salga fortalecido del asesinato del señor don Villa. De asesinos a santos en un solo paso... Hoy te mato y mañana me premian... Y que por esta razón encima hagan fraude a favor de la Revolución Ciudadana ya es algo típico de los borregos correístas. Esa señora Luisa debía perder las elecciones pero se queda robando a Zurita.
ResponderEliminarCiertito lo que dice este historiador que de pendejo no tiene nada... Dónde fueron a parar los millones de personas que salieron a las calles para hacer huelga por la muerte de don Villa... Esos son los votos de Zurita que se ha cogido la man de la mama Llucha González..
ResponderEliminarA mi modo de ver las cosas parece mismo extraño que gane la señora Luisa González cuando el crimen de Fernando Villavicencio hizo que los correístas sean gritados de asesinos en las calles.
ResponderEliminarSi nadie reclama que hubo fraude qué les va a importar un bledo a los del CNE hacer pasar a la segunda vuelta a la señora Luisa González... Rezando que nadie diga nada ha de estar...
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