sábado, 5 de febrero de 2022

CARMEN CLAVIJO Y LAS PALOMAS DE EUDOXIA IN URBE NOSTRA

Sicut mater amabilis in urbe nostra/ Como una madre amable en nuestra urbe, desde hace tres meses, Carmen Clavijo es la persona que ha héchose cargo de la manutención de las palomas de Eudoxia Estrella en el parque de San Sebastián. Su sensibilidad extasíala in excelsis al compartirnos su mirífica confesión: una semana luego de la muerte de la señora Eudoxia, a fines de octubre del 2021, pensé que sus palomas no tendrían quién las alimente y decidí buscarlas en el parque. Descubrí que, a la una de la tarde, las avecillas aún esperaban a doña Eudoxia sin saber que estaba muerta una semana atrás. Les llamé para alimentarlas y de súbito se acercaron a mí. Desde aquel día me esperan diariamente, a la una de la tarde, y en el monumento a Miguel Moreno les alimento con la alegría de que no podrán morir mientras yo viva—.

Y efectivamente, Carmen Clavijo, una moradora del barrio de San Sebastián, en la edad provecta, cumple religiosamente el rito de la querida Eudoxia, «la dama de las palomas», mientras su epatante bondad fluye iridiscente en su rostro para reflejar en sus acciones su «sensus vitae» o «sentido de la vida» por el que vislúmbrase su calidad humana en tanto su desprendimiento conviértela en una persona servicial.


Para seguir mejor las huellas de Eudoxia ocurriósele recurrir a la municipalidad cuencana, a través de una amiga, experimentando un fatídico desengaño que cuéntalo, de vehementi, con la indignación que el desaliento exige. Así entonces dice con fiereza: como alimentar a las palomas resulta costoso para mi peculio, una amiga me hizo la gestión de ir al municipio para que ayuden con esta abnegada misión de la señora Eudoxia pero funcionarios municipales dijeron que es mejor que las palomas mueran pues ensucian el parque y es tenaz limpiarlo cada vez a causa de ellas—. Ante la reluctante impiedad de los munícipes, Carmen quedóse estupefacta o atónita tanto como patidifusa y en zozobra decidiendo que aunque no cuente con muchos recursos jamás dejará de cumplir su tarea de «mater amabilis inter Columba livia» o «madre amable entre las palomas mensajeras».

Su perplejidad revístese de indignación y su rostro tórnase rubicundo al denunciar con ataraxia: —no es posible tanta estupidez e insensibilidad con los munícipes y el alcalde que dicen que la pileta del parque, donde bebían agua las palomas mensajeras de Eudoxia, no puede arreglarse pues el costo de la bomba es de 2.000 dólares y no hay dinero para eso—. Inaudito, abominable y estupefaciente cuando en la pandemia no han escatimádose suntuosos gastos que ofenden a la conciencia pues tal dispendio vuélvese una afrenta a la ciudad amada ad verecundiam et contra dignitatis.


Convento de las franciscanas de San Sebastián

Y es que alimentar a las palomas de Eudoxia ha representado para Carmen Clavijo una odisea pletórica de inhumanas experiencias en las que colúmbrase la miseria junto a una inadmisible inopia por la que trasúntanse las cosas más absurdas y espeluznantes que puédense esperar de quienes, a nativitate, por natural condición, deberían ser más sensibles con las palomas mensajeras de San Sebastián. Así pues, en la trepidante entrevista, Carmen adopta una torva mirada de displicencia con las monjas franciscanas que habitan junto a la casa de Eudoxia, a las cuales recurrió recordando que su patrono, San Francisco de Asís, amaba a los animales. Habíales suplicado que mas bien ellas ayudáranla para alimentar a las palomas, petitorio que las monjas no acogieron evadiendo comprometerse al aducir que «no son cuencanas», lo que provocó en Carmen la sensación de ser «la vox clamantis in deserto» o «la voz que clama en el desierto». Su fatal frustración exteriorízala con las siguientes palabras que transcribímoslas de verbo ad verbum: —¡Cómo puede ser posible que siendo franciscanas olviden a su fundador, San Francisquito, que es el patrono de los animales, y no tengan sensibilidad ni cariño para las palomas mensajeras, las palomas de la paz de San Panchito, a quienes él tanto amó para crear el bello cántico de las creaturas!

Congregación de hermanas franciscanas in Sancta Mater Ecclesia

Y aunque parezca un asunto de Ripley, ex contradictionem, es de veras turbador hasta el hastío que las hermanas franciscanas del parque de San Sebastián no sean para nada féminas sensibles, benévolas y sensatas con la naturaleza in nomine Christi e impórtenles un bledo las icónicas palomas mensajeras, símbolos de la paz, aquella paz jubilosa que tanto propalaba el seráfico santo fundador de la Tercera Orden Franciscana en la Edad Media in nostra Sancta Romana Ecclesia.

La querida Eudoxia Estrella, la dama de las palomas

Carmen Clavijo, cumpliendo la abnegada misión de Eudoxia 
con las palomas mensajeras de San Sebastián

Rebus sic stantibus/ Estando así las cosas, Carmen Clavijo dice sentirse a gusto de honrar la memoria de Eudoxia Estrella viuda de Larrazábal y mientras refocílase en una banca del parque con su perrito faldero, que acompáñala diariamente en la misión alimentadora de las palomas de Eudoxia, demuéstranos su gratísima condición humana, su exquisita sensibilidad para con los animales y su cívico espíritu en una especie de «magisterium vitae» o «magisterio de vida» para la comunidad morlaca, ahíta siempre de paradigmáticos ejemplos y acciones que vuélvannos más humanos en un inhumano mundo y más coherentes con la natura y las cosas más sublimes de la vida, que son las que ciertamente cuentan para que el mundo sea un espacio donde desarrollarnos amabilis et fidelis in via fraternitatis, sicut fratres in unum et in communio caritatis ad maiorem Dei gloriam in vita nostra.


Diego Demetrio Orellana
Datum Conchae, mensis februarii, die V, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXI, octava III Dominica post epiphaniam

OPINIONES CIUDADANAS

Jorge Suarez <jorgesuar1@yahoo.com>
Para:diegoorellana2002@yahoo.es
sáb, 5 feb a las 22:13

Una bella historia engarzada en la realidad de marcadas indiferencias 

Saludos, Jorge Suárez 
Enviado desde Yahoo Mail para Android
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Gloria Guadalupe Guily

Hay muy pocas personas que se interesan por darse un tiempo para alimentarlas

Tito Eduardo Zea Franco
Mi venia y aplausos para doña Carmita al haber heredado lo que dejó doña Eudoxia... Son animalitos de Dios. Personalmente, mi querido Diego Demetrio, tengo a cargo de dar desayuno todos los días a una bandada de más de 60 palomas mensajeras en el garage de mi casa y tengo muchas anécdotas con ellas y no me da pereza limpiar mi garage. 🙏🙏

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