IN MEMORIAM:
EUDOXIA ESTRELLA AD GLORIAM AETERNAM
«VERA AMICITIA SEMPITERNA EST»
Ad vitam aeternam, constituye un deber de lealtad y gratitud el dedicar estas líneas
en memoria de mi gran amiga Eudoxia Estrella viuda de Larrazábal, «LA DAMA DE LAS PALOMAS», la epónima
artista cuencana que deja una lumífera estela de iridiscencia y refulgencia ad
futuram rei memoriam in culturalis res et super flumina Tomebamba.
Nadie como ella permanecerá integérrima in via dignitatis, pues Eudoxia supo vivir la existencia con el valor de la autenticidad que hace digno a un ser humano que guarda sindéresis entre lo que dícese y hácese.
Nadie como ella para ser libérrima y altiva,
contestataria y soberana en el mundo cultural de la capital de la morlaquía, donde conocía, a capite ad calcem, la «vera effigies» de los personajes que
hacen la vida cultural de la urbe y también de aquellos que atentan en contra
de la historia y la cultura in honorem invincibilis ignoratiae.
Muchos de quienes nunca
tratáronla, al mirar su rostro adusto, de severo aspecto, de iracundo rictus y
penetrante mirada quizás temíanla por considerar que era cascarrabias y mal
geniosa, sin imaginarse que si se introyectaban en su alma habrían de descubrir
mas bien a un chispeante ser de fino humor y «gaudium vitae» o «alegría
de la vida».
Pero, sic transit vita mundi,
la hipocresía de la sociedad morlaca hacía que ciertos individuos lambiscones,
que viven del adulo y la lisonja y hacen de la zalamería su modus
operandi de indignos e infamantes esbirros, condecórenla a cada
instante por conveniencias y apariencias que ella detectábalas ipso
facto con la «SAPIENTIA CORDIS» o «SABIDURÍA
DEL CORAZÓN», por la que era dueña de una cáustica habilidad para llamar
a las cosas por su nombre y confesar justamente, en nuestras frecuentes
visitas, que la sociedad cuencana habíala dejado sola y abandonada en los
finiseculares tiempos de su vida terrenal. Ergo, su valentía para poner los
puntos sobre las íes, su coraje para ridiculizar a los advenedizos pishquistas
y sorprendedores in culturalis aspectibus serán siempre recordadas con amable
reminiscencia en quienes fuimos sus amigos, puesto que pocas veces descúbrese, in
vita communitatis, la fina elegancia de la ironía que ella poseía en
una gratificante tertulia vespertina o sabatina.
Eudoxia supo hacer del arte su leit
motiv o razón de vivir buscando los infinitos arcanos de las artes con
admirable sensibilidad artística. Sus plantas, sus gatos y sus perros eran la
cotidiana compañía de sus últimos días; pero, zahiriente como era, enseguida
decía a su visitante: «pero no te
preocupes, pues mi soledad me ha permitido descubrir quiénes son mis verdaderos
amigos y por eso estás aquí, Diego Demetrio». Por todo ello, dígase aquí,
en este espacio de crítica y opinión cultural, que el sorprendente «sensus
vitae» o «sentido de la vida» para vivir intensamente la existencia es quizás
lo que más admiraremos de Eudoxia quienes tuvimos el privilegio de ser contados
por ella como sus amigos.
Otra de las sorprendentes facetas
constitúyelo su gran amor a Guillermo Larrazábal Arzubide, el vitralista de
origen vasco que llegara a Cuenca, en el año del Señor de 1954, traído por el
canónigo Manuel María Palacios Bravo, para decorar la catedral de la Inmaculada
con las estilizadas vidrieras a la moda del Greco, sino y signo de su talento
artístico. Aunque Guillermo había llegado a la capital de la morlaquía con su
esposa, Purificación Gordovil, es con Eudoxia con quien formó, in
camera caritatis/ al calor del amor, una ejemplar connivencia de fidelidad
y amor sempiterno. El hecho pruébanos, in via claritatis/ en el camino de la
claridad, que cuando convertimos al ser amado que muere en un «ángel
de luz» o «ángelus lucis» para nuestras vidas, la existencia sigue con el
ritmo normal de la vida, como aconteció con la querida Eudoxia frente a su alma
gemela in via caritatis.
La veterum sapientia que alcanzó en la edad provecta hizo que sus días transcurriesen animadamente entre la lectura de preciosos libros, el arte, su piano, la naturaleza y el amor a los animales, pues todo este caleidoscópico panorama era el exquisito mundo por el que refocilábase diem per diem ad bene placitum in anima sua. Su veneración a los animalitos, a quienes amaba con fruición, será motivo de grata recordationem semper viva in anima nostra, mientras era espectacular descubrir que conocíase de profundis los secretos de las palomas mensajeras, de la especie Columbia livia, que pululan por los cielos de la morlaquía, super flumina tomebamba, in via libertatis et in amicitia semper aeterna inter Eudoxia, dilectissima et originalis mulier in partibus infidelium. Requiescat in pace ad vitam aeternam in nomine Domini, dilectissima Eudoxia in amicitia semper fidelis inter nos. Aeternum vale in grata et amabilis memoria. Requiem aeternam dona eis Domine et lux perpetua luceat eis.
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
Octava xxx Dominica per annum, mensis Octobris, die XXI, reparate salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXI, in conchense urbe, apud flumina Tomebamba.
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