martes, 23 de octubre de 2018

EL MERCURIO: UN ANIVERSARIO Y UNA INFAMIA CONTRA CUENCA


AD VERECUNDIAM ET CONTRA VERITATIS, diario El Mercurio celebra sus 94 años de vida con un reportaje plagado de mentiras en contra de la  historia, lo cual no es nada extraño en este matutino pero no porque lo sea debemos dejar de lanzar un reproche y reprimenda in culturalis aspectibus



El autor de las infamias es nuevamente Eduardo Sánchez Sánchez, articulista de El Mercurio, quien -haciendo gala de su inveterada negligencia investigativa- escribe las siguientes falacias en el reportaje de los 94 años de El Mercurio, aparecido con el nombre de «Viva Cuenca y El Mercurio» el pasado domingo 21 de octubre del año del Señor de 2018. Lo copiamos de verbo ad verbum: «...allá en 1924 en una urbe pequeña, inmersa en el eterno olvido centralista, cuando el liberal José L. Tamayo fue sustituido por el también liberal y cuencano Gonzalo Córdova». 



Esto no es verdad, pues cuando El Mercurio nació, el 22 de octubre de 1924, el presidente de la república era Gonzalo Córdova, quien ya habíase posesionado en su calidad de primer magistrado y Tamayo era ya historia, por lo que la aseveración de Sánchez es mendaz y esconde la conocida negligencia con la cual coge la pluma para proferir infamias contra veritatis, diem per diem in urbe nostra.



Pero las cosas no quédanse allí. Enseguida dice Sánchez una inaudita barbaridad que transcribímosla ex integro: «...Primaba en aquellos años la plutocracia cuando la burguesía bancaria, agroexportadora y comercial de la costa manipulaba lo electoral y frente al rechazo de la sierra, dieron apoyo a Còrdova».

Ninguna falacia más torpe podríase haber afirmado en el precedente texto donde ad absurdum dícese una mentira cerdosa cuando afìrmase que ha habido - según Sánchez - una burguesía bancaria agroexportadora y comercial de la costa que manipulaba lo electoral con el rechazo de la sierra y que dio apoyo a Córdova. Falso de toda falsedad, pues la banca de la época era regionalista, a la par, con el Banco Comercial y Agrícola, en el litoral ecuatoriano, y el Banco del Pichincha a la cabeza, en la región andina, y nunca hubo rechazo de la sierra sino mas bien una connivencia para repartirse el poder, toda vez que por esa connivencia, la oligarquía bancaria de la costa postuló a Gonzalo Córdova para suceder a José Luis Tamayo, a quien opusieron resistencia desde los mismos instantes en que principiaba su gobierno caído en desgracia por la matanza del 15 de noviembre de 1922, en el río Guayas, hecho de luctuosa recordación en donde las masas populares intentaron reivindicarse, in honorem libertatis, de los abusos de los grupos de poder enquistados en los gobiernos liberales de la época.



Es sorprendente la hilarante capacidad de Sánchez para inventarse la historia, para alterarla a la maldita sea, para profanar las fechas y confundir los nombres de los personajes in historia nostra, mientras en su texto de homenaje a El Mercurio olvida, a propósito o por ignorancia supina cuando no por convencionalismo social con la familia Merchán Luco, que los verdaderos dueños y fundadores del diario independiente de la mañana fueron los hermanos Sarmiento Abad.

Pero los yerros de Sánchez si son crasos cuando trátase de su pluma nada insigne para la historia  vuélvense abismales cuando ingresa a la fotohistoria y trastoca fechas y descripciones de los eventos más relevantes que, a su decir, acontecieron in communitate nostra. Así pues, coloca unas imágenes en cuyos pies de fotos existen tremebundas equivocaciones como las siguientes: 


Ad exemplum, en esta imagen,  Eduardo Sánchez Sánchez escribió: «Panorámica donde se aprecia el hospital San Vicente de Paúl, las cúpulas de Todos Santos y el Tomebamba con sus sauces (1917)». No obstante, Todos Santos no tiene cúpulas sino apenas una torre y hay una diferencia sustancial entre lo que débese entender por «cúpula» y por «torre» en nuestra incomparable lengua de Castilla, mientras ponemos en duda que esa foto sea de 1917, como equívocamente afirma Sánchez, pues en ese año los confines de la casa de Remigio Crespo Toral, super flumina Tomebamba, no tenían la facha que en la imagen contémplase, siendo 1917 el año de la coronación del vate morlaco y habiendo muchas fotografías de tan señero evento in historia nostra, en donde el aspecto del huerto de la mansión de Crespo Toral es diferente a todas luces.

En esta otra foto, Sánchez escribió ad peddem litterae: «Calle Condamine, la casa de la Lira aún en construcción». Sin embargo, oh Sancta Simplicitas, esta no es la casa de la Lira sino aquella de la esquina de la Calle Larga y Tarqui y ya está construida como puédese apreciar. En forma distal, en el ángulo izquierdo de la imagen, mírase a la Casa de la Lira que efectivamente no hállase concluida, por lo que sorprende la nula capacidad de descripción de una foto en nuestro doctor Sánchez.


Nuevamente entramos en el mundillo de las presunciones y suposiciones de Sánchez, las cuales conviértelas en aseveraciones irresponsables cuando pretende volverse fotohistoriador. Así, en forma advenediza, y sin que nadie en Cuenca haya confirmado el año exacto de esta imagen, atrevióse a consignar in scriptis: «Revista militar en la antigua escuela de los Hermanos Cristianos, 1924». Mirando la fotografía cum accurata diligentia, podemos ver que no es ninguna revista militar como Sánchez imagínase in honorem stultitiae sino mas bien es un ensayo marcial que los hermanos de las Escuelas Cristianas solían preparar para los eventos cívicos de la urbe, mientras el año 1924 ha sido totalmente arbitrario y atrevido conociendo la virulenta capacidad de audacia y deshonestidad intelectual de Sánchez in culturalis res.


En esta otra imagen a nuestro doctor Sánchez ocurriósele, per fas et per nefas, bautizar la foto como si ella fuese taxativamente del año del Señor de 1934, en la calle Benigno Malo. Puede que en efecto la calle sea de veras la Benigno Malo pero nunca, en el archivo del Museo Pumapungo, en donde reposa esta fotografía ha consignádose que la misma corresponda a 1934, por lo que este invento de Sánchez es digno de reluctancia habida cuenta de que los investigadores serios, cuando no están seguros ni certeros de una fecha cualquiera pero presupónenla suelen colocar mas bien in lingua latina: «circa 1934» o quizás «cerca de 1934» in hispanica lingua.





Señores Merchán Luco de El Mercurio: el homenaje que habéis hecho a los 94 años del diario fundado por la familia Sarmiento Abad es una infamia contra Cuenca y la pluma que habéis pedido prestada solo ha servido para ser causa de baldón y oprobio en contra de nuestra historia, por lo que han empañado los festejos del diario independiente de la mañana en la misma forma como acostumbráis dar opacidad a la verdadera historia de El Mercurio, inter nos, super flumina Tomebamba et in honorem veritatis. 


Diego Demetrio Orellana 
In Concha, apud flumina Tomebamba, mensis octobris die quartum supra vicesimus, currentis Anno Domini bismillesimus octavo supra decimus.

2 comentarios:

  1. Pero este señor no es la primera vez que se equivoca. Yo recuerdo que ya le han dicho que no puede escribir de cosas de historia. ¿Por qué insiste? Qué necedad de hacer lo que no sabe... Y haciendo quedar mal a Cuenca, pues en otros lados creen que somos cultos y este viejo ignorante nos hace la grande...

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  2. Póngale cero... Este Sánchez debe haber sido un pésimo estudiante para que orita sea un viejo burro. Cualquierita cuando es viejo debe mostrar sabiduría pero aquí no hay eso, este viejo es mismito bruto.

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