Ex admirationem in culturalis res, en el Museo Pumapungo, del Ministerio de Cultura in urbe nostra, ha remodeládose el espacio expositivo donde cuéntase la historia del epónimo sitio arqueológico de Cuenca del Ecuador y, al hablar del colegio «Rafael Borja», institución jesuitica que funcionó en este histórico sitio, cométese una atrocidad que raya en el ridículo cuando en una de las cédulas de la exposición permanente sobre la historia de Pumapungo dícese in scriptis: «El colegio Rafael Borja. A comienzos del siglo XX, la propiedad pasa de la familia Lazo a la familia Vásquez; su hijo, el sacerdote católico Agustín Vásquez, la vende en 1844 a la comunidad religiosa jesuita. Ésta, en 1950, inicia la construcción del edificio que, desde 1956, funcionó como colegio «Rafael Borja».
Riddendo et semper riddendo in culturalis aspectibus, este texto contiene un gravísimo error que engarbulla ad absurdum 106 años de historia in communitate nostra llevándonos a preguntarnos in via veritatis: «Cómo es posible que se diga que a comienzos del siglo XX la propiedad pasa de la familia Lazo a la familia Vásquez y el hijo de ésta, el canónigo Agustín Vásquez, vende a los jesuitas el predio de Pumapungo en 1844, un siglo antes de que la propiedad le pertenezca?
El gazapo es terribilis y su planteamiento es horribilis para todos los circunstantes que visitan el Museo Pumapungo y desinfórmanse de la historia del colegio «Rafael Borja» a causa de la irresponsabilidad con la que descuídanse detalles que conspiran contra la verdad histórica in Societate Iesu.
La verdad sea dicha in stricta iustitia: el predio de Pumapungo donde construyóse la tercera sede del colegio «Rafael Borja» fue vendido simbólicamente por el canónigo Agustín Vásquez Cañizares, a la Compañía de Jesús, en el año del Señor de 1944, 100 años luego de lo que indícase equívocamente en la cédula de la exposición que cuestionamos, y el 8 de diciembre del año del Señor de 1950 colocóse la primera piedra.
El Museo «Pumapungo» debería rectificar este error craso, in honorem veritatis, pues semejante texto contraviene a la verdad histórica del colegio jesuita de Cuenca del Ecuador in urbe nostra.
Diego Demetrio Orellana
In Concha, super flumina Tomebamba, mensis februarii, die XXVIII, currentis Anno Domini MMXVIII
Espero que èste sea sólo un error tipográfico o de distracción del digitador, pero creo que una INSTITUCION dedicada a la CULTURA, debe poner un poco más de atención antes de publicar textos con errores garrafales . Esperamos la rectificación de esta equivocación y que en lo futuro pongan el empeño y respeto que se merecen CUENCA y la COMPAÑIA DE JESUS con esa fama tan alta que bien se la han ganado como CUNA DE LA CULTURA mi ciudad natal ATENAS DE ECUADOR y como ente de FORMACION CULTURAL la COMPAÑIA DE JESUS.
ResponderEliminarMuchas gracias estimado DIEGO por mantenernos informados, en especial a los que fisicamente estamos lejos de mi CUENCA pero que la llevamos viva en nuestros pensamientos. Un saludo sede la distancia.
Tamara Landívar es la directora del Ministerio de Cultura en Cuenca. Esa señora es bastante limitadita... Jajajaja... Con razón no puede ni siquiera hacer una buena exposición de la historia de Pumapungo y del Borja. jejejeje
ResponderEliminarCiertito... Esa señora Landívar no es inteligente... Tontita de la cabeza es... Y seguro que está en el ministerio por palancas... Jajaja... Ahí te quiero ver Landívar: no puedes hacer ni siquiera una expo.
ResponderEliminarYo soy un gringo y vivo en Cuenca y amo la vida cultural... No haber visto antes una ciudad linda como ésta. Pero mal, muy mal, que señora ignorante ser ministra de Cultura de Cuenca: eso haber entendido en este ciber point, señora Landivar.
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