jueves, 1 de julio de 2010

HISTÓRICA EXPOSICIÓN DE PINTURA EN SANTA ANA DE LOS RÍOS DE CUENCA

CARLOS BELTRÁN LAZO

«ACADEMICISMO TRASCENDENTE»

En el mundo artístico de la morlaquía existen figuras epónimas que refulgen en el horizonte cultural cuencano como faros de luz esplendente que permanecen, in aeternum, como destacados referentes de las artes plásticas locales.

Nadie discute hoy que el maestro Carlos Beltrán Lazo es, a mucha honra, una de esas figuras trascendentes. Se trata de un artista de altos quilates, quien surge en la vigésima centuria como uno de los más conspicuos y egregios pintores de oficio, con talento, vocación y convicción para crear magistrales obras que perviven redivivas en diversos sitios o lugares de la ciudad cargada de alma, la «Atenas del Ecuador», centro incomparable de las grandes manifestaciones del espíritu.

Pero, la pregunta lógica que se formula cualquier espectador que observa estas obras es la siguiente: ¿por qué estas creaciones son capaces de suscitar admiración superlativa? La respuesta subyace en una realidad evidente que se trasluce, de maxima ad minima, en cada una de las motivaciones del inquieto espíritu plástico del maestro Carlos Beltrán.

Se trata de propuestas realizadas con esa singular capacidad contemplativa del artista, la cual, ex admirationem, suscita una curiosa sublimación para el espíritu, ya que son piezas perfeccionistas, poseedoras de una gran experticia en el manejo de las técnicas, dentro de un contexto académico par excellence, que nos recuerda todo el tiempo que el arte es un proceso y exige un itinerario evolutivo de múltiples lenguajes y una fuerte capacidad de percepción, propia de un espíritu sensible para captar la vera effigies de las cosas más sencillas de la vida.

Allí radica el secreto del maestro Carlos Beltrán para haberse erigido como un respetado artista que, guiado siempre de los cánones académicos, ha creado –sub specie aeternitatis- polifacéticas obras en las que el academicismo parece seguir mostrando su inmortal vigencia.


Las propuestas creadas bajo esta perspectiva resultan sorprendentes mientras más exquisito es el proceso creador del eminente artista, quien es dueño de un rico mundo interior, que lo ha catapultado, desde siempre, para enseñarnos que no hay sombra de obra maestra sin el destello de la perfección.

Así entonces, el valor estético que atribuimos a las obras del maestro cuencano, a quien la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Azuay rinde homenaje, viene dado por el perfeccionismo implícito que poseen, en tanto muestran, in puris naturalibus, la imitación de la hermosa naturaleza, ora en el retrato y la figura humana, ora en la realización de bodegones y obras de arte popular, ora en el paisaje costumbrista que refleja la fuerte imbricación existente entre el artista y el mundo circundante de la morlaquía.


Por ello, el compendio de obras que conforman la presente exhibición pictórica, van desde el retrato hasta el paisaje morlaco y andino, pasando por las obras que nos remiten a reflexionar en las tradiciones y costumbres de nuestra comunidad, la cual está pletórica de expresiones culturales que nos han prodigado una sólida identidad y auténtica personalidad.

Pero más allá de aquello, en el maestro Beltrán hay una característica singular en el manejo de las técnicas, pues dentro de este variopinto compendio de creaciones, es posible observar, a calvo ad calvum, su incursión en múltiples corrientes artísticas como el cubismo, el simbolismo y el abstraccionismo, lo cual representa otro punto relevante para justipreciar su gran talento, pues sólo un eminente artista es capaz de evolucionar en el permanente proceso de búsqueda de lenguajes artísticos que lo erigen, in crescendo, como maestro que ha forjado una escuela, con muchos discípulos que son hoy artistas contemporáneos de la localidad, quienes lo recuerdan como un esencial soporte en ese proceso creativo que se multiplica ad infinitum en cada una de las múltiples experimentaciones artísticas que enriquecen a las artes plásticas de la localidad.


Así entonces, las obras del maestro Beltrán ahora expuestas en el Salón del Pueblo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana «Benjamín Carrión», Núcleo del Azuay, son un compendio admirable de toda belleza, creado a lo largo de la prolífica vida artística de uno de los más eminentes hijos de la morlaquía que, in honorem artis, trabaja diem per diem para fomentar el cultivo de las grandes manifestaciones del espíritu.

Diego Demetrio Orellana
In Concha, super flumina Tomebamba, mensis Iunii, AD MMX

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Para: "DIEGO DEMETRIO ORELLANA"
Asunto: HISTÓRICA EXPOSICIÓN DE PINTURA EN CUENCA
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Agradezco Diego por el envío de la valiosa colección de Carlos Beltrán Lazo y le felicito por su excelente comentario a esta exposición y a otros temas palpitantes del periodismo. Estoy siempre atento a sus críticas, comentarios y oportunas pntualizaciones. Felicitaciones.
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Genaro Patiño Ledesma

2 comentarios:

  1. El maestro Beltrán, su belleza, buen dibujo, su vida artística, su más grande encuentro, plasma su grandeza, en eminentes formas futuristas.

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  2. hoy fui a visitar la muestra en el salón del pueblo, otra cosa es verlas en persona, pinturas súper cargadas de plasticidad y color. Realmente me ha gustado y creo que definitivamente es un referente a la hora de estudiar el arte local.

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