In sollemnitate XVI Dominica per annum
Dr. Nicanor Merchán Luco
DIRECTOR DE DIARIO «EL MERCURIO»
Lcda. Dory Merchán Luco
GERENTE DE DIARIO «EL MERCURIO»
Dr. Joaquín Moscoso Novillo
DIRECTOR REGIONAL DEL INSTITUTONACIONAL DE PATRIMONIO CULTURAL
Lcdo. Alberto Ordóñez Aray
PERIODISTA DE DIARIO «EL MERCURIO»
Ciudad.
De mi consideración:
Hanc litteram visusus, salutem et respectum cum Historia in Concha et in mundi.
Cum animus corrigendi et amoris veritatem in Historia/ Con ánimo de corregir y amor a la verdad en la Historia, me dirijo a vosotros para protestar por una información histórica completamente errada que diario «El Mercurio» publicó el día viernes 29 de mayo pasado, en la página 1B.
Se trata del reportaje intitulado «Hospital de Gualaceo será Monasterio de la Cultura», en el cual el periodista Alberto Ordóñez Aray manifiesta que «la construcción del Hospital de Gualaceo y el convento adyacente se inició en 1875 bajo la dirección del padre redentorista Juan Sthiele, entre cuatro y siete meses…». Inmediatamente, Ordóñez Aray continúa escribiendo algunos datos errados y nada verídicos cuando dice: «…posteriormente se separa (Juan Sthiele) porque es llamado a dirigir la construcción de la Catedral Nueva de Cuenca».
Ad absurdum, esta es una información terriblemente equívoca, pues la verdad histórica ha confirmado otra realidad a todo lo expresado en diario «El Mercurio». Efectivamente, hay un documento histórico incontrastable para refutar esta grave equivocación. Se trata del decreto ejecutivo No. 1, de fecha 7 de enero de 1936, por parte de Federico Páez, encargado del mando supremo de la República en aquel entonces, en donde se afirma que: «…el filántropo don Manuel Moreno Vázquez, en su testamento otorgado en la ciudad de Cuenca el 9 de marzo de 1889 dejó para la fundación de un Hospital de Caridad, en la cabecera del cantón Gualaceo, los siguientes bienes raíces: una casa, con su área respectiva y terrenos adyacentes, situados en el centro de la mencionada población, con frente a la calle Riofrío, una hacienda llamada Bullcay y un predio con sus respectivos edificios, ubicados en el lugar conocido con el nombre Hospital – Chacapamba que se halla en la propia parroquia Gualaceo del cantón del mismo nombre de la provincia del Azuay».
La información inmediatamente precedente, la cual la he copiado ad peddem litterae, es fundamental para desmentir la noticia publicada en diario «El Mercurio». Además, el mismo documento señala más abajo que: «…asimismo, el filántropo señor Doctor Benigno Vázquez Moreno, en su testamento otorgado en Gualaceo el 29 de junio de 1895 ha legado al expresado hospital la suma de cinco mil sucres».
El decreto al que hago referencia ordena que esta casa de salud se nacionalice y pase a manos del Estado para que la administre la Junta Central de Asistencia Pública del Azuay desde el 7 de enero de 1936. El texto histórico que ilustra esta disposición muestra, cum vera lux et claritatis, la terrible contradicción que se publica en diario «El Mercurio» en la nota objeto de esta crítica cuando, al afirmar que el hospital en mención se construyó en 1875, se incurre en un error imperdonable, pues a esa fecha el donante ni siquiera hacía todavía su testamento, mientras que jamás existió el padre redentorista Juan Sthiele sino el hermano redentorista Juan Sthiele, que es muy diferente.
Exceptis excipiendis, debo precisar que este benemérito religioso de la Congregación del Santísimo Redentor no fue el constructor de dicho hospital, pues la razón no pide fuerza y como reza el testamento del donante, el inmueble para el funcionamiento de la casa de salud ya existía como un bien de su propiedad a la hora de testarlo en 1889, 14 años después de la equívoca fecha que señala «El Mercurio». Esto demuestra que el Hospital «Moreno Vázquez» de Gualaceo nunca se fundó y menos se construyó en 1875, pues en ese año el donante vivía y no había dispuesto aún la fundación de la casa de salud.
Por otra parte, in honorem veritas et Iustitia, el hermano Juan Bautista Sthiele jamás pudo haberse separado de la construcción de dicho hospital para la fábrica de la Catedral Nueva de Cuenca, pues afirmar esta temeridad es publicitar un hecho apócrifo o fabuloso por donde se lo mire, amén de que, con apodíctica certeza y acrimonia, se sabe que la colocación de la primera piedra de la construcción de nuestro templo catedralicio fue casi una década después, el 12 de diciembre de 1886, cuando era Obispo de Cuenca, Monseñor Miguel León y Garrido y la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana estaba conducida por el Sumo Pontífice León, por la Divina Providencia Papa XIII.
Efectivamente, concordet cum conchensis historia, los padres redentoristas de San Alfonso, celosos guardianes de los documentos relativos a la vida del hermano Juan Bautista Sthiele, conservan una carta de este religioso, fechada el 12 de diciembre de 1886, en la que, in corpore et in anima, cuenta que ese día se colocó la primera piedra del templo catedralicio. Me permito transcribir, de verbo ad verbum, parte de esta importante misiva dirigida a su hermano Chrisostomus Sthiele en Dachingen, Alemania: «…El día 12 de diciembre de este año 1886 se celebró con una ceremonia muy grande la bendición de la primera piedra. Nuestro excmo. Señor Obispo hizo colocar una placa de mármol al lado del altar. Esta placa lleva su nombre y el mío en conmemoración a los fundadores (autores) de esta catedral». (Traducción del Alemán, por Werner Richter).
Ergo, de todo lo dicho se colige que ha existido una gravísima irresponsabilidad por parte de diario «El Mercurio» al momento de escribir esta noticia, por lo que sería conveniente que, coram populo, «el diario independiente de la mañana» realice las respectivas aclaraciones a los lectores que han sido malinformados sobre la fundación del Hospital de Gualaceo, pues este tipo de escritos pueden ser objeto de consulta y es de lamentar que, al momento de tomarlos como referencia, se prostituya a la historia de la comarca.
En la misma nota de diario «El Mercurio» se dice que Joaquín Moscoso, director regional del Instituto de Patrimonio Cultural, ha afirmado que: «…este espacio podría bautizarse como el Monasterio de la Cultura ». El término, en mi opinión, no guarda para nada la debida precisión semántica que se requiere cuando el fin de la restauración de dicha edificación patrimonial es la conformación de un archivo histórico regional de la parte meridional del Ecuador, por lo que recomiendo que a las cosas se las llame por su nombre, in honorem hispanica lingua/ en honor de la lengua de Castilla, pues la expresión Archivo Histórico tiene más coherencia que Monasterio de la Cultura al momento de definir el papel que habrá de cumplir el edificio del viejo Hospital «Moreno Vázquez» de la ciudad de Gualaceo.
Ad effectum videndi, me permito adjuntar a la presente, una copia de los documentos relativos al Decreto Ejecutivo de Federico Páez y una comunicación de la Curia Diocesana de Cuenca firmada por Monseñor Daniel Hermida Ortega, XI Obispo de Cuenca, a través de los cuales se podrá corroborar que las precisiones que me permito hacer en esta misiva están debidamente fundamentadas como para que, por extensión, procedáis en vuestro diario para rectificar el error in honorem respectum per Historia.
Conviene, hic et nunc, que nos preguntemos acriter et fideliter: ¿Hasta cuándo diario «El Mercurio» va a continuar publicando horribles atrocidades en contra de la Historia, la cultura y nuestra hermosa lengua de Castilla? ¿Qué vais a hacer para mejorar la calidad intelectual de las notas, los artículos, los reportajes y las crónicas que se publican, diem per diem, en el principal matutino de la capital de la morlaquía? ¿No es justo que «el diario independiente de la mañana» sea como un referente intelectual de la «Atenas del Ecuador» hodie et nunc et semper?
Esperando que la presente tenga la debida acogida favorable por parte vuestra, suscribo con un cordial saludo y mis sentimientos de respeto y consideración.
Salutem dicit cum veritas semper fidelis et copiosa gratia in Christum Regem Universorum,
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
COMISIONADO PROVINCIAL DEL FIDEH AZUAY
Datum Concha, apud flumina Tomebamba, in Anno Sacerdotalis in memoriam CL anniversaria Dies Natalis Sancte Ioannes Maria Vianney, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, mensis Iulii, die decimum ac nonus, Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate XVI Dominica per annum.
Salutem dicit cum veritas semper fidelis et copiosa gratia in Christum Regem Universorum,
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
COMISIONADO PROVINCIAL DEL FIDEH AZUAY
Datum Concha, apud flumina Tomebamba, in Anno Sacerdotalis in memoriam CL anniversaria Dies Natalis Sancte Ioannes Maria Vianney, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, mensis Iulii, die decimum ac nonus, Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate XVI Dominica per annum.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstas precisiones permiten rescatar la verdadera historia, sin embargo este el error podría no originarse en aquel medio de comunicación, si no en un informe del mismo año (2009) del Ministerio de Patrimonio, donde se hacen afirmaciones parecidas sobre la supuesta participación del hermano redentorista en la construcción del hospital.
ResponderEliminar¿En este blog es posible leer el decreto ejecutivo completo?