In vita civitatis o en la vida de la ciudad, desde el año 2010, el Pase del Niño Viajero tiene como padrinos vitalicios a la Policía Nacional y al Ejército Ecuatoriano, en una horribilis tradición militarista donde policías y militares hacen nefandarios sacrilegios contra la taumaturga imagen al disfrazarla como un repugnante chapa represor o un mugriento soldado craso frente a la apática mirada de los dos últimos arzobispos, Luis Cabrera y Marco Pérez, quienes han permitido esta execrable profanación al actuar con liviandad y ligereza in nostra Sancta Mater Ecclesia.
Tristis et horribilis, el sacrilegio más bárbaro acaeció en el año 2019, tres meses antes de la
cuarentena del Corona virus, cuando la policía disfrazó al Niño Viajero cual impúdico
chapa represor, para escándalo del pueblo católico que, sobrepasando la
tolerancia y la paciencia, anatemizó a la monstruosa ignominia. Así, un artículo
intitulado LA POLICÍA NACIONAL Y UN PERMANENTE SACRILEGIO AL NIÑO VIAJERO IN SANCTA ROMANA ECCLESIA fue el arma de defensa y reivindicación de la
sagrada imagen en estos años pandémicos y tanto la Policía como el Ejército han
recibido fuertes llamados de atención con esta publicación que ha viralizádose urbi
et orbi en las redes sociales, verdadero poder comunicacional in
ciberspatium.
In honorem iustitiae, en este espacio de CRÍTICA Y OPINIÓN CULTURAL concientízase sobre acuciantes asuntos de interés colectivo confirmando que no siempre somos la «VOX CLAMANTIS IN DESERTO» o «LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO» pues hoy recuérdase que en el año 2020 el Pase del Niño Viajero suspendióse, a causa de la pandemia, y la sagrada imagen púsose a volar en helicóptero por los cielos morlacos con sacras vestimentas dignas de su condición divina, mientras que en el año 2021 hubo un Pase del Niño Viajero, con limitaciones de aforo, y la policía evitó cometer un nefandario sacrilegio en contra de la taumaturga imagen super flumina Tomebamba.
Ad interim, las advertencias de los gravísimos e inveterados sacrilegios ha circulado cada vez en redes sociales, sin que la autoridad apostólica de Cuenca pronúnciese en defensa de la ortodoxia católica prohibiendo estos actos sacrílegos condenados en el magisterio de la Santa Madre Iglesia. No obstante, al arzobispo Pérez Caicedo ha conminádoselo en múltiples ocasiones a que las aborrecibles profanaciones del ejército y la policía en contra del Niño Viajero no repítanse in saecula saeculorum. Infiérese pues que la arquidiócesis ha alertado a policías y militares, in apostolico magisterium, a que cesen estos pecaminosos actos sacrílegos que dejan al Niño Viajero como un ridículo monigote de año viejo.
Así, en este año post pandémico 2022 el Comandante Provincial de Policía llevó a la sagrada imagen, dignamente vestida, en procesión a la catedral, con un traje de rojo carmesí bordado por las carmelitas del monasterio del Carmen, guardianas del Niño Viajero y pasivas contempladoras de los nefandarios sacrilegios cometidos contra mysterium fidei in vita societatis.
Así entonces, correctamente vestido, a la tradicional usanza con la que el
Niño Viajero ha venerádose en la urbe cuencana, el comandante provincial de
Policía ha entregado la sagrada imagen del Divino Infante al comandante de la
III Zona Militar para que en el año 2023 los militares sean los priostes del
Pase del Niño Viajero. Es gratificante observar entonces que, desde el año 2010,
es la primera vez que los policías han aprendido que LAS COSAS SANTAS DEBEN SER SANTAS
y así es como espérase que los militares harán suya esta enseñanza y en el próximo
año 2023 no habremos de ver a un Niño Viajero disfrazado de inmundo soldado
craso o atrabiliario teniente, coronel o general de las Fuerzas Armadas, en la misma
forma por la que en este año ya no hémoslo visto disfrazado de ríspido chapa
represor, acosador o violador.
Y para que la decencia vuelva a las huestes policiales en el propio Pase
del Niño Viajero 2022 la Policía Nacional ha desfilado con más respeto,
veneración y piedad cristiana ante el Divino Infante que debe ser mirado como REDEMPTOR HOMINIS o REDENTOR DE LOS HOMBRES y no como CHUPA DE DÓMINE en las oscuras y
tenebrosas sendas por donde la desprestigiada Policía Nacional transita in
mysterium iniquitatis.
Felicitamos a la Policía Nacional y al Ejército Ecuatoriano por respetar las tradiciones católicas frente a la devoción del Niño Viajero y esperamos que nunca más Cuenca habrá de contemplar con disciplicencia, asombro y abominación cómo esta sagrada imagen es objeto de siniestros sacrilegios in honorem invincibilis stultitiae et contra apostolicae traditio in ecclesiae magisterium ab intra communitatis
Diego Demetrio Orellana
Datum Conchae, mensis decembris, die quartus supra vicesimum, reparate
salute Anno Dominicae Incarnatonis MMXXII, in solemnitate Nativitatis Domini.
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