Santa Ana de los Ríos de Cuenca, abril 8 del año del Señor de 2018
In octava sollemnitate Paschalis
Ing. Marcelo Cabrera Palacios
Alcalde de Cuenca.
Ciudad
De mi consideración:
Semper idem in urbe nostra, me
dirijo a usted, Señor Alcalde, amparado en el art. 66 de la Constitución de la
República que consagra «el derecho a
dirigir quejas y peticiones individuales y colectivas a las autoridades y a
recibir atención o respuestas motivadas». Y aunque parezcamos la «VOX
CLAMANTIS IN DESERTO» no nos cansaremos de decir que la AGENDA CULTURAL DE
FIESTAS DE CUENCA es como el documento impreso en donde la Municipalidad de
Cuenca ofende a Cuenca en abril y en noviembre de todos los años, diem
per diem et in honorem invincibilis ignorantiae.
Ergo, una vez más conságranse terribles falsedades
en la nueva publicación abrileña en donde publícase un texto intitulado: «al
ritmo de nuestra Cuenca», siendo sorprendente que ahora sea nuestro amigo
Carlos Freire Soria el personaje que ultraja a la urbe adversum veritaris et contra
dignitatis.
Las infamias comienzan, ad exemplum, al hablar de
la Chola Cuencana, el famoso pasacalle de Rafael Carpio Abad, convertido en uno
de los dos himnos populares de «la ciudad cargada de alma». Y respecto
de la historia de este himno cuencano hay algunas imprecisiones en el texto de
Freire cuando dice de verbo ad verbum: «…composición
musical realizada en 1949, cuando el destacado compositor cuencano Rafael Carpio
Abad se desempeñaba como pianista de Radio El Mercurio, utilizando versos del libro
Romancero de la Chola Cuencana, escrito por Ricardo Darquea Granda, en 1947».
La verdad histórica de cómo surgió el pasacalle
«Chola Cuencana» deberíase contar apropiadamente y para saberlo es menester
recurrir a las propias fuentes en donde embebémonos de las aguas de la verdad,
la cual cuéntanosla el propio compositor cuencano Rafael Carpio Abad en su
autobiografía intitulada: «Vida y andanzas de Rafael Carpio Abad» cuando dice in
honorem veritatis: que por el año 1949, cuando dirigía un programa
musical en Radio «El Mercurio», acompañaba al piano al dúo femenino
Vicuña-Wilchez y como faltábale una canción y andaba a llevar unos versos
escritos por Ricardo Darquea Granda, púsolos ipso facto en el pentagrama
y las voces femeninas nombradas ut supra entonáronlo in
situ y sin previo ensayo escuchándose, por vez primera, el pasacalle
con el que los cuencanos hemos identificádonos ad summum in conchensis urbe,
apud flumina Yanuncay in historia aequatorianae.
Mas conforme léese el escrito de Carlos Freire
Soria el asombro que cáusannos sus imprecisiones auméntase con espasmo in
crescendo como cuando escribe una atrevida infamia al hablar del pasacalle
intitulado como «Cholita doctora», de autoría del compositor cuencano Enrique
Sánchez Orellana.
Leamos, ex ungue leonem, lo que dice Freire
in scriptis: «Cholita Doctora/ Ritmo: Pasacalle/ Letra:
Enrique Sánchez Orellana (1924 – 1997)/ Música: Enrique Sánchez Orellana (1924
– 1997). Esta alegre canción, compuesta alrededor de 1942, relata –de picaresca
manera- el encantador tratamiento que una chola ofrece para el mal de amor que
le aqueja a su enamorado paciente».
Ex admirationem, en este parágrafo
deslízanse algunos gazapos tanto como insólitas barbaridades que no débense
quedar impunes. Veámoslo ad infra:
ALTERA PARS.
Así, colúmbrase la siguiente circunstancia veraz in via veritatis: Enrique
Sánchez Orellana estudió en el colegio «Rafael Borja» y es un ex alumno de la
primera promoción de bachilleres de este amado instituto jesuita de la capital
de la morlaquía, promoción que graduóse en el año del Señor de 1943, por lo que
un año antes, en 1942, cuando Freire dice que compúsose el pasacalle «Cholita
Doctora», Sánchez Orellana era apenas un adolescente de quinto curso de bachillerato
y todavía no componía partituras de canciones si bien era ya un hábil músico que
incluso destacóse como relevante artista de la estudiantina del colegio «Rafael
Borja» in historia Societatis Iesu in urbe nostra.
TERTIA PARS.
La verdad histórica del pasacalle «Cholita Doctora» encuéntrase
relacionada con una curiosa historia de la familia Sánchez Orellana, pues el
padre de Enrique Sánchez Orellana era el famoso fotógrafo cuencano José Salvador
Sánchez, quien tenía todo el tiempo cholitas campesinas para el servicio
doméstico. Una de ellas, llamada Elvira, era de veras fotogénica y muy
agraciada como para desempeñar tan humilde labor y llegó al seno de la familia
en 1943 cuando tenía dos años de edad y Enrique Sánchez Orellana graduábase en
el colegio «Rafael Borja». Nueve años después, en 1952, Elvira tenía 11 años de
edad y don Salvador Sánchez, padre de Enrique, hízole una fotografía
espectacular en donde reflejábase como una chola de rara y peculiar belleza inspirando
a Enrique para componer el pasacalle «Cholita Doctora». Pero en dicho año del
Señor de 1952, Enrique Sánchez Orellana era ya un compositor de buena factura y
tenía 27 años de edad. Tres años antes, en 1949 había compuesto su primer
pasillo intitulado «Lojanita», que había sido de rutilante éxito musical in
vita suam, por lo que infiérese que es a los 24 años de edad cuando este
ilustre hijo de Cuenca era ya un compositor de gran talento y prospectiva.
En consecuencia, rebus sic stantibus, lo
escrito por Carlos Freire Soria no guarda sindéresis con la verdad histórica de
este ritmo cuencano. Y no lo guarda, además, porque el doctor Bolívar Sánchez
Orellana, de 85 años de edad, hermano de Enrique Sánchez Orellana y actual
sobreviviente de la familia Sánchez Orellana ha quedádose absorto ante las
afirmaciones de Freire y para replicarlo dice las siguientes cosas que es
menester transcribirlas ex integro de una entrevista
realizada a su persona con motivo de la agenda cultural abrileña que criticamos
en este espacio cibernético. Escuchemos al doctor Bolívar Sánchez Orellana IN HONOREM VERITATIS: «Mi
hermano Enrique nunca pudo componer Cholita Doctora en 1942 porque en ese año
ni siquiera se graduaba en el colegio Borja y era ya un buen artista de la
estudiantina de los jesuitas en el Borja pero nunca un compositor. En efecto,
la primera canción que compuso, con gran beneplácito de mi papá, don Salvador
Sánchez, quien era también un músico destacado, fue «Lojanita», un pasillo que
fue hecho cuando mi hermano Enrique tenía 24 años de edad y estaba graduándose
de médico; pero Cholita Doctora vino después, cuando Enrique tenía 27 o casi 28 años puesto
que en ese tiempo una empleada de la servidumbre, la cholita Elvira, que era bellísima
para ser chola, fue fotografiada por mi papá, don Salvador, y mi hermano
Enrique -ante semejante retrato de la chola- se inspiró en ella para componer
«Cholita Doctora», pero en ese entonces ya era médico, tenía 27 años, y por eso
será que le puso a la canción como «Cholita Doctora», más allá de que siempre
hubo cholitas en la servidumbre de mi familia y es en ellas que Enrique se iba
fijando para haberse imbuido tanto y componer ese bonito pasacalle que encantó
a Elvira y obviamente a mi padre, don Salvador Sánchez».
Dr. Bolívar Sánchez Orellana
Señor alcalde: las palabras del doctor Bolívar
Sánchez Orellana destrozan los anodinos argumentos de Carlos Freire Soria en
la agenda de fiestas abrileñas, por lo que sería bueno, una vez más, que se
piense seriamente, en abril y en noviembre, si de verdad será conveniente dejar
de publicar estas infamias que terminan por convertirse en falsos históricos
con los que Cuenca, la ciudad «Atenas del Ecuador» es humillada y vilipendiada
con enjundias ad infinitum.
Una cosa muy cuestionable, ad summum, señor alcalde, es que la responsable directa de todas estas atrocidades es doña Ruth Caldas, vicealcaldesa de Cuenca, quien al habérsela abordado sobre la autoría de los textos de la agenda cultural pretendió proteger a Carlos Freire Soria arguyendo que la información sobre la autoría de los textos de la agenda no la posee y que si deséase saber la identidad del autor de las infamias se debe ir al Departamento de Comunicación Social, dirigido por la señorita Cristina Padilla, quien, a contrario sensu, dice que toda la información de la agenda cultural la envían desde la Vicealcaldía y bajo responsabilidad exclusiva de Ruth Caldas. Terribilis et horribilis in urbe nostra, sed in via veritatis Carolus Freire non est sicut spiritus Dei.
Y los infundios a la ciudad amada, justamente, son realizados por personajes que representan a la intelectualidad morlaca, pues hasta el cronista de Cuenca, Eliécer Cárdenas Espinosa, ha demostrado, in communitate nostra, que no sabe nada de historia para corregir estas barbaries e infamias, reflejando que, al parecer, vivimos en un OSCURANTISMO CUENCANO en donde la ignorancia supina y tenebrosa hace de las suyas contra veritatis in vita communitatis.
Una cosa muy cuestionable, ad summum, señor alcalde, es que la responsable directa de todas estas atrocidades es doña Ruth Caldas, vicealcaldesa de Cuenca, quien al habérsela abordado sobre la autoría de los textos de la agenda cultural pretendió proteger a Carlos Freire Soria arguyendo que la información sobre la autoría de los textos de la agenda no la posee y que si deséase saber la identidad del autor de las infamias se debe ir al Departamento de Comunicación Social, dirigido por la señorita Cristina Padilla, quien, a contrario sensu, dice que toda la información de la agenda cultural la envían desde la Vicealcaldía y bajo responsabilidad exclusiva de Ruth Caldas. Terribilis et horribilis in urbe nostra, sed in via veritatis Carolus Freire non est sicut spiritus Dei.
Y los infundios a la ciudad amada, justamente, son realizados por personajes que representan a la intelectualidad morlaca, pues hasta el cronista de Cuenca, Eliécer Cárdenas Espinosa, ha demostrado, in communitate nostra, que no sabe nada de historia para corregir estas barbaries e infamias, reflejando que, al parecer, vivimos en un OSCURANTISMO CUENCANO en donde la ignorancia supina y tenebrosa hace de las suyas contra veritatis in vita communitatis.
Mas, para que el pecado sea mortal, la agenda está
atiborrada de cursilería -como si Cuenca fuese un pueblo de última categoría- cuando en la inverecunda agenda han publicádose frases trilladas y vergonzantes tales como: «porque no nos podemos ir del mercado sin probar el hornado», «más cuencanos que nunca», «siempre alhajas y arreglados para ir a cualquier lado», «la espumilla no nos falta luego de escuchar la misa del domingo», «somos bien plantados para cualquier trabajo», «con los panas siempre nos encontramos en el parque Calderón», frases que nunca decimos los cuencanos y que solo cáusannos oprobio y baldón a quienes amamos a Cuenca como una urbe de
gente culta en donde lo cursi, lo vulgar, lo ramplón débense desechar usque
ad consummationem saeculi, sobre todo si se ha de validar la condición
de ciudad patrimonial con la que nuestra urbe erígese altiva in
mundum universum.
AD
CONCLUDENDI. Digamos pues: «ya basta de tantos atropellos a nuestra historia» en las agendas culturales que publícanse en abril y en noviembre. Mi carta
solamente tiene como interés reflexionar sobre la grave responsabilidad que
pesa sobre usted, como primer personero de la ciudad, al haber publicado durante
toda su segunda administración agendas de festividades que solo son motivo de ignominia para quienes léenlas, desinfórmanse o malinformánse de la verdad
histórica que debemos defender in honorem Conchae ad gloriam aeternam.
His cum affectibus tibi, Pax
Christi,
Diego
Demetrio Orellana
IN
CONCHA, MENSIS APRILIS, DIE VII, CURRENTIS ANNO DOMINI MMXVIII
OPINIONES CIUDADANAS
OPINIONES CIUDADANAS
DE: Jorge Suarez
7 abr. a las 18:27
Diego, pregunto: ¿Si hay tanta ignorancia, por qué no acuden al que sabe?
No hay peor ciego que el no quiere ver. ¿No le parece Diego?
No hay peor ciego que el no quiere ver. ¿No le parece Diego?
Yo, leyendo sus escritos, aprendo y si una autoridad no lo hace: no es autoridad.
Saludos, Jorge Suárez
GUAYAQUIL - ECUADOR
GUAYAQUIL - ECUADOR
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Una vez más me indigno ante un nuevo atropello a mi amada CIUDAD. Un cordial llamado a las autoridades encargadas del Departamento Cultural: Las personas responsables de las publicaciones deben informarse a fondo de los hechos antes de imprimirlos y darlos a conocer, estamos cansados de tanta ignorancia, mediocridad, descuido e irresponsabilidad en el manejo de los asuntos culturales. Mi amda CIUDAD con su bien ganado nombre de ATENAS DEL ECUADOR, no puede estar a merced de personas incapaces que con sus publicaciones denigran la Historia y Cultura de nosotros los cuencanos. Esperamos que este llamado a las autoridades tenga el efecto esperadomy se rectifiquen inmediatamente estos errores (espero invioluntarios) la ciudadanía merece ser tratada con todo el respeto y consideración, para poder manifestar en todo momento "ME SIENTO ORGULLOSO DE SER CUENCANO"
ResponderEliminarSoy fan de este blog. Los temas que publica el historiador Demetrio me pican de curiosidad por leerlos siempre interesantes. ¿Cómo puede un musicólogo equivocarse tanto al historiar Cholita Doctora? Magistral el modo en que Demetrio va explicando que esa canción no es como lo dice el señor Freire... Eso es lo más chévere de este Demetrio.. Uno termina entretenido y aprendiendo... Felicitaciones... No sabía que un hermano del autor de Cholita Doctora vive todavía... Ante eso, ya nada para decir que no tenga la razón el doctor Bolívar Sánchez Orellana. Felicidades a Demetrio.
ResponderEliminarQué vergüenza... qué vergüenza... qué vergüenza... con mi Cuenquita. Qués pesf esto? Ese Marcelo Cabrera no puede hacer el tranvía como no puede hacer tampoco una agenda de cultura en las fiestas de Cuenca. Cada vez el historiador Demetrio Orellana nos demuestra que en abril y en noviembre se junta la ignorancia con la vulgaridad... Ya déjense de pavadas, señores de la Dirección de Cultura y del Comité Permanente de Festejos. Si no saben contraten al que sabe, no a los sorprendedores. ¿Cuánto pagan a los bestias que escriben estas burradas en las fiestas de la ciudad? Al menos háganles devolver la plata. La plata del pueblo hay que ganarse honestamente, haciendo bien las cosas o sino a devolver se ha dicho... La Contraloría debe hacer auditoría a todas las agendas culturales de Cabrera en estos 4 años y se destapará una olla de grillos. Bienhecho que este alcalde que es un viejo borracho, inculto y sapo ya termina esta alcaldía de a perro donde la cultura es lo que menos ha brillado pero las botellas de trago todo el tiempo brillan en la alcaldía... Dicen así, no lo digo yo... ciertito es lo que se oye de este alcohólico alcalde.
ResponderEliminarQué desgracia... puchicanas... que no puedan hacer una agenda de cultura en la ciudad culta de nuestra Cuenca patrimonial ya es el colmo. Oye Marcelo Cabrera, ya deja de causar vergüenza a los cuencanos con estas agendas que el historiador Demetrio cada vez demuestra que son una desgracia en contra de nuestra hisrtoria. Mis repetos a este señor que defiende a Cuenca de los ignorantes que la pisotean. Interesante cómo demuestra que este musicólogo Freire improvisa invéntandose la historia de la Cholita Doctora cuando... ups... tarantantán... ha estado vivo el hermano del autor del pasacalle y le saca la madre a este Freire... jejejeje... Nada queda oculto en este mundo... todo se sabe un día... jajaja.
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