Ad solemnitatem con una esplendente restauración que cautívanos in excelsis la catedral de Notre Dame de París ha reinaugurádose con mayestática solemnidad, a cinco años y ocho meses del fatídico incendio que la destruyó en abril del año 2019. Así pues, gloria, magnificencia y esplendor ha visto el mundo el pasado 7 de diciembre, en inusual algarabía, en las vísperas de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, cuando la Iglesia Católica francesa entregó a los fieles el templo catedralicio de la ville lumière o ciudad luz.
Sin embargo, en medio de la sui
generis celebración hay algo que sorpréndenos ad summum en
la esfera de la ortodoxia católica, apostólica romana y es el hecho de que el
arzobispo de la capital francesa, Laurent Ulrich, violentó la liturgia con los
clérigos participantes de la Santa Misa de apertura de la centenaria iglesia al
utilizar unas coloridas casullas que no debían permitirse in sacris porque
la Santa Madre Iglesia tiene reglamentado que los colores litúrgicos de los hábitos
y paramentos sagrados respétanse según las épocas del calendario eclesiástico y en diciembre débese usar el morado como color litúrgico del Adviento. No hacerlo constituye un sacrilegio contra Christi ab intra ecclesiae.
Ergo, al encontrarnos en la época de Adviento, en este mes de diciembre, es el morado o púrpura el color litúrgico que débese utilizar en las ceremonias religiosas de las iglesias de la cristiandad in universa terra y esto debíase respetar sensu stricto pues la festiva inauguración de la catedral de Notre Dame en nada podíales influir para que puédase reemplazar el color morado o púrpura de los paramentos litúrgicos con el policrómico ensamble carnavalero que el arzobispo Ulrich ha buscado olvidando lo que obligado está a respetar in honorem Christi.
El 7 de diciembre fue el sábado de la primera semana de Adviento y el color litúrgico de la casulla (esa especie de poncho que llévase sobre el alba) tanto como la estola de los sacerdotes es morado o púrpura, signo colorífico del Adviento, la Cuaresma, las misas de difuntos y las celebraciones penitenciales. En la simbólica significación de la liturgia católica el morado representa la discreción, la penitencia y el dolor. Desde esta perspectiva, este color condiciona la preparación penitencial de la época de Adviento frente a la Navidad, que es una fiesta luminosa en la Santa Madre Iglesia, el 25 de diciembre.
No obstante, el arzobispo de París y los curas concelebrantes de la misa de inauguración de Notre Dame utilizaron unas casullas con una gran cruz en oro antiguo y destellos de los colores de las vidrieras de la catedral. Entenderíase que este detalle arcoiris en la indumentaria de los eclesiásticos para la mayestática ceremonia de apertura del templo buscó quizás un sui generis aspecto ante la magnificencia del evento pero, con efecto rocambolesco, causó mas bien sensacionalismo a ultranza inter christifidelis laicis in Sancta Romana Ecclesia. Y no es para menos cuando para la ortodoxia católica un hecho de tal calibre es simplemente inadmisible inter vita ecclesiae ad omnes gentes.
La experta en protocolo y comunicación no verbal, Patrycia Centeno, ha revelado que esta indumentaria fue diseñada por el polémico modista Jean-Charles de Castelbajac, quien en 1997 vistió al papa Juan Pablo II y a 500 obispos con los colores del arco iris, en la Jornada Mundial de la Juventud en París. In diebus illis, la evocación al arcoiris en aquel entonces vióse como una vinculación del movimiento LGBTI, cuya bandera tiene los colores del arcoiris, lo cual causó revuelo en los medios de prensa que difundieron las celebraciones de dicha Jornada Mundial de la Juventud de 1997.
Para Castelbajac «el arcoiris es el vínculo entre Dios y el hombre». Sin embargo, tal explicación pierde su sentido cuando la prensa identificó que trátase del símbolo gay. Al haber buscado al mismo modista nuevamente, de manera aviesa, atrevida y bajo permisión arzobispal, las casullas de Notre Dame vuelven a diseñarse bajo una caprichosa idea de Castelbajac aplicada autoritariamente de acuerdo a su personal gusto, sin importar que al hallarnos en la época de Adviento debíase respetar la normativa eclesiástica que obliga a los curas a vestirse de morado durante esta época en todas las celebraciones litúrgicas que realízanse in sacris in universa terra.
Exceptis excipiendis, la liturgia católica establece que en la solemnidad de la Inmaculada Concepción puédense utilizar casullas celestes, que es el color de la Madre de Dios, pero ni siquiera esto ha respetádose en la ceremonia de Notre Dame buscando polémica y provocando protestas en los sectores tradicionales de la Iglesia donde mírase con estupefacción al propio arzobispo de París violentando las reglas litúrgicas del Adviento, como primado de la Iglesia francesa.
El escándalo adquiere altisonantes tintes cuando Patrycia Centeno reveló a la prensa que «es también un homenaje al gran amigo de Castelbajac, el artista Keith Haring, enfermo de Sida y fallecido en 1990», lo que profundiza más el escándalo del irrespeto a la liturgia católica cuando el arzobispo Ulrich habríase dejado imponer al vaivén de los insólitos caprichos del modista sine respectum et reverentia ab intra Ecclesiae. ¿Qué tiene que ver un aspecto sentimental del modista frente al pedido arzobispal de fabricar decenas de casullas y paramentos litúrgicos para una ceremonia que por celebrarse en Adviento debía llevar, sine qua non, el color morado como signo distintivo del grandilocuente evento?
Ad concludendi, dígase pues que la inaudita e insólita irreverencia nos enfronta a un hecho en donde lo que parece que se buscó es la fiesta carnavalera y fatua olvidando la serena y penitencial atmósfera del Adviento previo a la Natividad del Señor. Y por hacer de la solemnidad una fiesta carnavalera las burlas cibernéticas al desubicado arzobispo parisino son estupefacientes in stultitiae honorem como cuando incluso han mofádose del turulato arzobispo diciendo que los colores de la sacrílega casulla son extraídos de la señalética de GOOGLE in ciberspatium.
Conviene recordar, desde la ortodoxia
católica, que la simbología de la liturgia es algo que no puédese irrespetar
cuando a través del color de los ornamentos litúrgicos la Santa Madre Iglesia
enseña que los colores en las vestiduras sagradas, durante las diversas épocas
del año, tienen como objetivo expresar eficazmente, tanto las características
de los misterios de la fe que celébranse a lo largo del año litúrgico como vivificar
el sentido progresivo de la vida cristiana cuando, por ejemplo, el morado es el
color de la penitencia que obligados estamos a guardar ya en adviento, ya en
cuaresma, en preparación de las dos pascuas que celebramos con gozo y esperanza
en el año litúrgico: la pascua navideña y la pascua florida de resurrección. No
respetar estas normas constituye una veleidosa forma de buscar sensacionalismo
ante un hecho majestuoso como la reapertura de la catedral de Notre Dame que no
porque háyase fijado en diciembre era un acontecimiento para que volviérase
exento de las estrictas normas litúrgicas de la Santa Madre Iglesia, tanto más
cuanto que la misma liturgia permite que el color de las casullas, en la solemnidad
de la Inmaculada Concepción, sea azul como símbolo identitario de la Mater
Dei et Mater Nostra in nostra Sancta Romana Ecclesia, salvedad a la que
no recurrió el levantisco e irreverente arzobispo de París, quien devélase como
un modernista e indisciplinado purpurado alejado de la ortodoxia, capaz de
traicionar a la tradición de la Santa Madre Iglesia adversum veritatis et
in iniquitatis via, sed antagonicus super omnia inter traditionis ab intra
ecclesiae. Ergo: omnes clamamus: traditio semper traditio in nostra Sancta Mater
Ecclesia.
Diego Demetrio Orellana
Datum Conchae, mensis decembris, die nonus, reparata salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXIV, octava II Dominica Adventus
***********************
OPINIONES CIUDADANAS
DE: MARCO FRANCETTI
PARA: DIEGO DEMETRIO ORELLANA
FECHA: mié, 25 dic a las 20:35
*****************
DE: JEREMY BAGNOLI
PARA: DIEGO DEMETRIO ORELLANA
FECHA: mar, 10 dic a las 18:51
PARA: DIEGO DEMETRIO ORELLANA
FECHA: lun, 16 dic a las 22:29
Saludos, Jorge
************
Santa Ana de los Ríos de Cuenca, Ecuador, 25 de diciembre del año 2025
In solemnitate Nativitatis Domini, AD MMXXIV
CARDINAL
ARTHUR ROCHE
PREFETTO DEL DICASTERO PER IL CULTO DIVINO E LA DISCIPLINA DEI SACRAMENTI
CITTÀ DEL VATICANO – SANTA SEDE
Voglio rivolgere un grave reclamo all'Arcivescovo di Parigi perché in occasione dell'inaugurazione della Cattedrale di Notre Dame, il 7 dicembre scorso, ha violato le norme della Sacra Liturgia che ordinano che in Avvento i paramenti religiosi sono di colore viola. Ma nella cerimonia l''arcivescovo di Parigi, monsignor Laurent Ulrich aveva portato una casula multicolore, che dovrebbe essere autorizzata dalla Sacra Congregazione del culto divino e che non era permessa per la Sancta Mater Ecclesia secondo le regole della liturgia.
Ma nell'ambito dell'ortodossia romano-cattolica devo dire che è il fatto che l'arcivescovo della capitale francese, Laurent Ulrich, abbia violato la liturgia con i chierici partecipanti alla apertura della cattedrale di Notre Dame perche nella Santa Messa della chiesa centenaria loro hanno utilizzato pianete colorate che non sono colori sacri perche la Santa Madre Chiesa ha un regolamento per l'utilizzo delle norme liturgiche degli abiti e dei paramenti sacri. Tutti sapiamo che nel mese di dicembre deve essere utilizzato il viola come colore liturgico dell'Avvento. Non farlo costituisce un sacrilegio contra Christi ab intra ecclesiae.
Ergo, trovandoci nel tempo dell'Avvento, in questo mese di dicembre, il viola è il colore liturgico che deve essere utilizzato nelle cerimonie religiose delle chiese del cristianesimo in universa terra e questo non rispetò l’arcivescovo di Parigi, monsignor Laurent Ulrich, stricto senso, nella messa dell'inaugurazione festiva della Cattedrale di Notre Dame. Non possiamo accetare che il colore viola dei paramenti liturgici potesse essere sostituito con il complesso carnevalesco policromo che Mons. Ulrich ha ricercato, dimenticando ciò che è tenuto a rispettare in honorem Christi. Quindi, la Sacra Congregazione del culto divino dovrà fare una sanzione al arcivescovo. Nel seguente link voi potete leggere nella mia lingua spagnola un articolo sul tema di questa denuncia.
Un caro saluto per tutti voi, PAX CHRISTI MANEAT SUPER VOS,
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
MENSIS DECEMBRIS, DIE XXVI, CURRENTIS ANNO DOMINI MMXXIV
**************
DE: JORGE SUÁREZ
PARA: DIEGO DEMETRIO ORELLANA
En jueves, 26 de diciembre de 2024, 11:16:10 GMT-5, Jorge Suarez <jorgesuar1@yahoo.com> escribió:
He podido leer y comprender su carta al Vaticano. Es muy interesante y espero con interés la respuesta. Espero esa respuesta, es apasionante. Aprovecho Diego, para desearle un 2025 lleno de éxitos y total felicidad.
Un abrazo, Jorge
***************
Loris Ismaele Luciani: ... servirà a qualcosa?.
**************
*******************
Excelente artículo. Francia continúa esforzándose en ser anticristiana. Primero lo Juegos Olímpicos y luego esto. Triste y patético.
ResponderEliminar