«VUELVE OTRA VEZ MARÍA»: UNA SINGULAR PLEGARIA A LA DOLOROSA DEL COLEGIO
In historia mundi, hay
circunstancias y personajes que confluyen in excelsis a fin de gestar trascendentales
obras que perduran sempiternas ad futuram rei memoriam/ para futura memoria.
Así pues, cuando las personas que unifícanse en tales eventualidades
son talentosas compleméntanse de profundis en idílica armonía y
devienen en instrumentos de los que sírvese la Providencia Divina para que las
cosas santas sean glorificadas ad maiorem Dei gloriam.
Es lo que sucedió, in patria nostra, con uno de los más
hermosos cantos compuestos en honor de la Dolorosa del Colegio «San Gabriel» inmediatamente de ocurrido
su milagro el 20 de Abril de 1906, cuando el eximio poeta colombiano Belisario
Peña alióse con el gran compositor español José M. Beobide para crear la
plegaria «VUELVE OTRA VEZ MARÍA», que una vez musicalizada hubo de
constituirse en el primer himno de la Dolorosa del Colegio in communitate nostra,
pues la taumaturga imagen con indeleble forma marcó para la vida nacional la
omnipresencia de la Mater Dolorosa cual ícono mariano de singular factura en la
república y excelso símbolo de espiritual raigambre ad consummationem saeculi.
Desde el mismo día 20 de Abril de 1906 el país entero alborotóse de
profundis ante el prodigio de la Mater Dolorosa, quien parpadeó ante 35
alumnos y 2 jesuitas del colegio «San Gabriel», en un acuciante y álgido
instante histórico cuando el liberalismo radical arrasaba contra todo resquicio
de fe católica per fas et per nefas a
lo largo y ancho del territorio nacional.
Podríase decir pues, in stricta veritas, que el milagro
del 20 de Abril conmocionó a quienes miraban la persecución liberal como signo
extremista para acabar con la Santa Madre Iglesia y engarbulló hasta el
estrépito a los liberales ateos y masones que propalaban rumores de que el
prodigio era una engañifa o invento ante la coyuntura del avieso pugilato entre la Iglesia y el Estado.
Rebus sic stantibus in quitense urbe / Estando así las cosas en la
urbe quiteña, en medio de la algarabía
popular y la estupefacción colectiva causadas por el prodigio un magnánimo y
piadoso poeta colombiano, don Belisario Peña, hombre de fe a todas luces y
conmovido hasta el paroxismo por el portento, compuso una plegaria intitulada «VUELVE OTRA VEZ MARÍA», la cual es una
pieza poética concebida bajo la rigidez de la preceptiva literaria y que por su
sui
generis lindeza lírica musicalizóse gracias al compositor y organista
español José M. Beobide, quien unificóse a Peña en armónica empatía para crear
un canto mariano que constituyóse ipso facto en el primer himno
dedicado a la Mater Dolorosa in patria aequatorianae. Dos hombres de talento unidos sicut
fratres in unum/ como hermanos en uno, en efectiva «colegialitas
affectiva» o «colegialidad afectiva» pro
Patria et Deo/ por Dios y por la patria.
La pieza literaria es exquisita per se tan solo como
poesía y lo es más como canto sacro in honorem Matris Dolorosae. Con el
talento literario de Belisario Peña las palabras juegan y revolotean en
conceptuosos versos definiendo a la Madre Dolorosa en su verdadera esencia,
entre rimas perfectas, dulces cadencias y sorprendentes consonancias, sobre
todo cuando en la segunda estrofa dícese, ex tota claritas, con admirable
precisión semántica: «…Dulzura tierna y triste/ correr de acerbo
llanto/ amarillez, quebranto/ demuestran tu dolor./ Y tienes por testigos/ del
sumo sacrificio/ los clavos del suplicio/ y el cerco punzador…».
En el año del Señor de 1981 cumplíanse las Bodas de Diamante del
prodigio del 20 de Abril de 1906 y con tal motivo la Compañía de Jesús en
Cuenca produjo un disco de vinilo con la interpretación musical de esta
plegaria, la cual fue cantada por el desaparecido coro de la Dolorosa del
Colegio de la iglesia del Santo Cenáculo, elemento discográfico de archivo que
ha permitídonos el rescate de esta maravillosa obra musical para que perviva en
vídeo ad perpetuam rei memoriam (VUELVE OTRA VEZ MARÍA).
La grabación del disco de vinilo hízose gracias al empeño de un benemérito jesuita de grata recordación in urbe nostra, el reverendissime pater Ramón Latorre Tapia, SJ, quien pensaba seguramente que el disco habría de trascender in perpetuum.
La grabación del disco de vinilo hízose gracias al empeño de un benemérito jesuita de grata recordación in urbe nostra, el reverendissime pater Ramón Latorre Tapia, SJ, quien pensaba seguramente que el disco habría de trascender in perpetuum.
Leamos pues la magistral plegaria de Belisario Peña y descubramos
en ella la fuerza descriptiva de su egregia pluma para definir taxativamente a
la Mater
Dolorosa y graficar, in via claritatis/ en el camino de la
claridad, todas las incidencias que entrecrúzanse de trepidante forma
en torno al prodigio del 20 de Abril de 1906.
PLEGARIA A LA DOLOROSA
DEL COLEGIO
Vuelve otra vez, María,
los maternales ojos
a los que aquí de hinojos
te piden compasión;
ojos que fijos vieron
morir escarnecido
al mismo que ofendido
fue precio del perdón.
Dulzura tierna y triste,
correr de acerbo llanto,
amarillez, quebranto
demuestran tu dolor;
y tienes por testigos
del sumo sacrificio
los clavos del suplicio
y el cerco punzador.
La zarza fue inocente,
los clavos que le hirieron
la culpa no tuvieron
de herirte en Él a Ti;
«Mas los aceros crudos
que al pecho traes fijos
culpas de ingratos hijos
claváronlos allí».
Entre tormentos sola,
puesta en inmóvil calma,
serena y fija el alma
cual roca en bravo mar,
padeces, no las penas
con que una madre gime,
sino el dolor sublime
por tu hijo y Dios al par.
En tan doliente imagen
nos asombró el portento
que acorde juramento
confirma de verdad.
No anuncie, Virgen pía,
tu blando mover de ojos
más males, más enojos,
ni el triunfo a la impiedad.
No apague en nuestra patria
la fe sus resplandores,
Fe que ínclitos mayores
nos dieron por blasón:
a las voraces olas
de la soberbia osada
con imperial mirada
silencio y paz impón.
Y a los que absortos vimos
la vida en tu semblante,
muestra de Madre amante
también el corazón:
Guíanos a do el alma
Tu rostro vivo vea;
Do amor eterno sea
De amor el galardón.
Concordet histórica veritas,
cuenta la historia que en apoteósica presencia de la gente, de hinojos ante el
cuadro del milagro de la Madre Dolorosa, en la iglesia de la Compañía de Jesús in quitense
urbe, este canto sacro estrenóse con pompa y esplendor, por vez primera,
el día 11 de mayo de 1906, a los 21 días exactos del prodigio de la Madre
Dolorosa y antes de que la autoridad eclesiástica declarara como sobrenatural
la maternal manifestación de la virgen in nostra Sancta Romana Ecclesia, habiéndose
constituido desde entonces en el primer himno de la amada Mater Dolorosa in
patria aequatorianae ad maiorem beatae virginis honorem.
Diego Demetrio Orellana
Datum Conchae,
super flumina Tomebamba, in anno Dominicae Incarnationis MMXX, die XX, mensis
aprilis, octava II Dominica paschalis.
OPINIONES CIUDADANAS
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Saludos Diego, felicitaciones por tu investigación y por darnos a conocer de tan magnífica obra para toda nuestra comunidad. Gracias.
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