sábado, 28 de mayo de 2022

CARLOS ORTIZ COBOS Y UNA PLACA EPIGRÁFICA EN SU MEMORIA

 


AD FUTURAM REI MEMORIAM / PARA FUTURA MEMORIA DE UNA COSA, dígase con apodíctica certeza que Carlos Ortiz Cobos es uno de los músicos más esclarecidos de la morlaquía durante el siglo XX y una PLACA EPIGRÁFICA de bronce ha colocádose en la que fuera su casa de vivienda, en sempiterno testimonio de su valioso paso terrenal en la capital de la morlaquía, nuestra amada Cuenca, «la ciudad cargada de alma» en donde el egregio compositor cuencano exaltó lo que podríase llamar como «anima civitatis» o «alma de la ciudad» al crear su emblemático himno: «POR ESO TE QUIERO CUENCA».


La familia Ortiz – Farfán, que atesora la memoria de su padre con admirable afecto filial, ha propiciado este homenaje histórico que perdurará in perpetuum en la memoria de la comunidad, puesto que una placa epigráfica broncínea inmortaliza más una gesta y un personaje de vital trascendencia. La gesta es el copioso torrente de centenares de creaciones musicales salidas del ingenio del artista Carlos Ortiz Cobos, entre las cuales brilla con luz propia el capishca «POR ESO TE QUIERO CUENCA», sin el cual es imposible concebir a nuestra urbe como un sitio paradigmático de belleza y esplendor, al cual amar con alma, vida y corazón. El personaje es un ícono citadino que desde el mundo musical refulge esplendente como iridiscente estrella, desde una excelsa atalaya donde su música y su arte siguen vibrando para las presentes y futuras generaciones in patria nostra.

 


Así entonces, el texto de la nueva placa epigráfica de Cuenca, la cual enriquece el patrimonio cultural de la urbe dice lo que a continuación transcríbese in scriptis: «EN ESTA CASA VIVIÓ EL ILUSTRE MÚSICO Y COMPOSITOR CUENCANO CARLOS ORTIZ COBOS 1909 – 1982». La inscripción epigráfica está localizada en la casa que fuera de propiedad del compositor en la calle Baltazara de Calderón 15 – 88 y Miguel Vélez. Qué duda cabe que este nuevo elemento histórico enriquecerá un patrimonio citadino de más de 375 placas epigráficas broncíneas, pétreas y marmóreas que en distintos sitios de la urbe conmemoran hechos históricos fundamentales o rememoran a icónicos personajes de los fastos de la historia comarcana ad perpetuam rei memoriam.

 

Parte del público asistente al develizamiento 
de la placa epigráfica de Carlos Ortiz Cobos


 «QUOD SCRIPSI, SCRIPSI/ LO ESCRITO ESCRITO ESTÁ» es una milenaria frase del pretor Poncio Pilatos cuando negóse ante los fariseos para retirar la inscripción que calificaba a Cristo como «Rey de los Judíos» o «Rex Iudearum» en la cruz del Gólgota, en donde había mandado a colocar el famoso INRI que justamente significa: «IESUS NAZARENUS REX IUDEARUM». Esta frase de Pilatos, in historia mundi o en la historia del mundo revela que lo escrito en bronce, en piedra o en mármol queda escrito de manera imborrable para la posteridad y la sentencia ha invocádose por inmemoriales tiempos para señalar una inmarcesible verdad frente a las inscripciones que grábanse en bronce, mármol o piedra al estar destinadas a pervivir, in aeternum, como un testimonio fehaciente de un hecho fáctico que regístrase para constancia y rememoración de un pueblo.


Veritas sit visibilis/ La verdad debe ser visible y por eso, es menester que reconózcase que la vida artística de este músico cuencano fue proficua con preciosas oportunidades para crear todo el tiempo especiales canciones del pentagrama nacional que han dádole una fama inmortal para la posteridad. Escucharlo ejecutar el piano, el bandoneón o el acordeón era una oportunidad única para descubrir cómo las artes musicales eran para él su alma, vida y pasión. Su contacto con los instrumentos era excepcional y por ello, puédese decir que el maestro lograba, ipso facto, hacerlos hablar con inusual sentimiento al momento de interpretarlos, como recuérdanlo todos quienes conociéronlo in amicitia semper vera o en amistad siempre verdadera.


El distinguido compositor engrandeció in excelsis el prestigio cultural de la ciudad a la que sirvió con profundo amor y admirable compromiso cívico. Por ello es que cuando cúmplense 113 años de su nacimiento, el 26 de mayo del presente año 2022, los hijos del eximio maestro han considerado como justo y necesario la colocación de esta placa broncínea en la vivienda familiar del tradicional e histórico barrio de San Sebastián. El homenaje post mortem, a quien fue un padre ejemplar y ciudadano de acrisoladas virtudes refléjanos asimismo que el amor filial de una familia de 7 hermanos hacia el insigne y preclaro compositor es algo que debemos relievar justipreciando que la gratitud es la mejor de las riquezas humanas en la vida de la sociedad in communio caritatis et in via fraternitatis sicut fratres in unum in exemplum vitae omnibus nobis.

 

Diego Demetrio Orellana
Datum Conchae, mensis maii, die XXVIII, currentis Anno Domini MMXXII, octava V Dominica post Pascha

OPINIONES CIUDADANAS


Jorge Suarez <jorgesuar1@yahoo.com>
Para:DIEGO DEMETRIO ORELLANA
dom, 5 jun a las 23:14

Hola Diego, gracias por el vídeo que me permitió estar presente en la ceremonia.
Felicitaciones por su intervención. saludos, Jorge 

 

lunes, 23 de mayo de 2022

GRACIAS: MARAVILLOSA PALABRA DE CURIOSA HISTORIA

 

In historia linguae nostrae/ En la historia de nuestra lengua, la palabra «GRACIAS» vivifícase con fortísima significación semántica, en nuestra esplendorosa lengua de Castilla, para exteriorizar nuestros sentimientos de gratitud por un beneficio recibido. Apenas léese este término identifícaselo ipso facto con la lingua latina, donde tradúcese como «GRATIAS». Ergo, la filiación latinista de la locución es de inconfundible detección transportándonos a su etimología como el hijo que a través de sus facciones reconócese con su madre en admirable conjunción de encanto y belleza. Por eso, «GRATIAS» o «GRACIAS» constituyen términos con los que, tanto antaño como hogaño, los seres humanos han expresado su gratitud «in vita communitatis» o «en la vida de la comunidad». La palabra surgió de la famosa expresión latina «GRATIAS AGERE» o «DAR LAS GRACIAS» siendo éste propiamente el origen etimológico del término que devino de «GRATIA» que, a su vez, deriva de «GRATUS» entendido como «GRATO» o «AGRADECIDO». Así pues, «GRATIA» era la honra o alabanza que tributábase a otro por un favor recibido y de la sempiterna expresión provino, asimismo, la frase «GRATIAS TIBI AGO», la elemental fórmula con la cual dícese desde inmemoriales tiempos: «GRACIAS A TI» in lingua latina semper amata.


Colúmbrase pues que esta singular filiación latina enfréntanos a una locución auténticamente plena de precisa significación in historia mundi cuando recibimos de la gente el debido agradecimiento ante nuestras acciones, lo cual es una de las más gratificantes cosas que vuelven armónica a la humana convivencia. En la antigua Roma la gente hablaba Latín y hacía patente su gratitud con las siguientes frases: «MAXIMAS GRATIAS» o «PLURIMAS GRATIAS», que en nuestra portentosa lengua de Castilla tradúcense juntas como «MUCHAS GRACIAS», lo cual dícese a veces de manera ponderativa al proferir las frases: «MIL GRACIAS» o «UN MILLÓN DE GRACIAS».



Y desde «PLURIMAS GRATIAS» y «MAXIMAS GRATIAS» surgieron otras locuciones como «DEO GRATIAS» o «GRATIAS DEO», cuya significación castiza es «A DIOS GRACIAS» o «GRACIAS A DIOS», interjectivos vocativos que no úsanse solamente para dirigirse al Altísimo, Providentissimus Deus, por los celestiales favores recibidos, sino para indicar la alegría por algo que ha sucedido y que esperábase con ansias o para mostrar alivio por la desaparición de un temor o un peligro in vita nostra. Por eso decimos, ad exemplum: A Dios gracias me libré de este zascandil individuo… O, quizás: Gracias a Dios este perengano no ha venido a la cita… He allí, la versatilidad de nuestra lengua de Castilla para utilizar las palabras en diferentes contextos y sentidos.


En el Italiano, verbi gratia, que es otro de los idiomas de origen latino, al igual que en el Castellano, modificóse el término «GRATIAS» con tan solo tres letras para expresar gratitud. Así, en esta bella lengua de Dante Alighieri la sempiterna palabra que es objeto de nuestro estudio tradúcese como «GRAZIE» siendo fácilmente predictiva su filiación latinista, como lo es, a similis, en la lengua de Castilla.

Pero las lenguas romances, que tienen como originario tronco a la lingua latina, no adoptaron todas juntas la misma voz «GRATIAS» en su lexicografía. En el resto de idiomas romances no acaeció lo mismo. Así pues, en el francés, la tercera de las lenguas romances, la palabra «GRACIAS» alejóse de su antiguo referente etimológico «GRATIAS» por preferir el término «MERCES», del que nació el famoso «MERCI», locución francófona para expresar gratitud. In via curiositatis, la razón por la cual acaeció aquello débese a un peculiar contexto histórico por el que los galos adoptaron mas bien la palabra latina «MERCES», que significa «PAGO» o «SALARIO» para exteriorizar la gratitud. Contextualizando el hecho dígase que al decir el gutural «MERCI», los galoromanos denotaban la expresión: «estar en deuda contigo» (obviamente, por un favor recibido) usando una frase de legendaria data: «JE VOUS REMERCIERAI» que tradúcese en la lengua de Castilla como «TE SABRÉ PAGAR O TE PAGARÉ», desde donde, por apócope, devino con el tiempo la cantarina palabra gala «MERCI» para manifestar «GRACIAS» en la hermosa y cadenciosa lengua de Balzac.


Ad interim, en la lengua portuguesa, el cuarto de los idiomas romances, «GRATIAS» equiválese con «OBRIGADO», un término diverso de filiación latina que procede mas bien de la palabra «OBLIGATUS» que en Latín significa «OBLIGADO» y que usábase en la antigua Lusitania en el sentido de «sentirse alguien obligado a devolver el favor o a ser igual de gentil». Por eso, los parlantes del portugués dicen mas bien: «MUITO OBRIGADO» cuyo significado castizo es «MUY AGRADECIDO» cuando hacen patente su gratitud. Es curioso contemplar este singular contexto donde la versatilidad de la lingua latina es evidente, razón suficiente por la cual la palabra «GRATIAS» en portugués adquirió una significación semántica en el contexto del acto mismo de agradecer más que en el primigenio significado de la locución, lo que lingüísticamente enséñanos que en la etimología de los términos cuentan más los contextos en los cuales las lenguas evolucionan in veritatis splendor o en el esplendor de la verdad.


Ad concludendi, la palabra «GRACIAS» en rumano, el quinto de los idiomas romances, alejóse aún más de su referente latino «GRATIAS» pues en esta lengua centro europea los rumanos tenían dialectos diversos que difuminaron más las raíces latinas en la formación de su idioma. Así es como nuestros hermanos de Rumanía tienen a la palabra «MULTUMESC» para expresar la gratitud. Sin embargo, el origen de este término engólfanos en una trepidante epopeya in via veritatis para introyectarnos de profundis en la etimología del término y descubrir una apasionante evolución lingüística a través de la cual confírmase que la locución «MULTUMESC» viene mas bien de la expresión latina «MULTUS ANNOS» usada desde la antigua Roma para decir «MUCHOS AÑOS», la cual utilizábase entre los rumanos para gratificar a la gente posponiéndola al desiderativo latino: «VIVAT MULTUS ANNOS», que en nuestra maravillosa lengua de Castilla significa: «QUE VIVAS MUCHOS AÑOS» y que con el devenir del tiempo evolucionó, de momento ad momentum, hasta quedar tan solo como «MULTUS ANNOS» para desde aquí decodificarse y convertirse primero en la locución «MULTAM» y luego en «MULTUMESC», palabra con la cual los habitantes de las tierras rumanas decidieron pues decir: «GRATIAS» in historia latinitatis.

En la lengua catalana tenemos una circunstancia muy similar con el Castellano y el Italiano en donde la palabra latina «GRATIAS» transformóse en «GRÀCIES» cambiando solamente 3 letras como puédese corroborar de lo dicho precedentemente. En esta lengua romance podemos usar la locución «MOLTES GRÀCIES» cuando tenemos la necesidad de decir: «MUCHAS GRACIAS» y así contémplase in via claritatis la ligazón latina in Catalunia semper aeterna.


Como puédese ver entonces, quod erat demonstrandum, la palabra «GRACIAS» tiene un curioso origen latinista con interesantes variaciones según las culturas latinas de los idiomas romances en un variopinto espectro de juegos lingüísticos por los que todos los parlantes de los idiomas hermanados en la latinidad terminan por agradecer con términos que intégranse etimológicamente «sicut fratres in unum» o «como hermanos en uno» en la lingua latina semper aeterna, la cual demuéstranos su versatilidad y precisión semántica in historia mundi in grata memoria semper viva.

Diego Demetrio Orellana

Datum Conchae, apud flumina Tomebamba, mensis maii, die tertia supra vicesimus, currentis Anno Domini MMXXII, octava V Dominica Paschalis.

domingo, 22 de mayo de 2022

GRAZIE: MERAVIGLIOSA PAROLA DI BELLA STORIA

 


In historia linguae nostrae/ Nella storia della nostra lingua, la parola «GRAZIE» risplende con una forte significazione semantica, nella splendente lingua italiana, per dimostrare i nostri sentimenti di gratitudine per un favore ricevuto. Quando leggiamo queste termine tutti possiamo identificare ipso facto alla lingua latina, dove dobbiamo tradure come «GRATIAS». Ergo, la filiazione latinista della locuzione è di inconfondibile scoperta per trovare la sua etimologia come il figlio che attraverso il suo viso si riconosce con la sua madre in ammirevole bellezza e splendore. Quindi, «GRATIAS» o «GRAZIE» sono parole con quale, in tutti i tempi, gli essere umani hanno detto la sua gratitudine «in vita communitatis» o «nella vita della communità». La parola veniva della immortale espressione latina «GRATIAS AGERE» o «DARE LE GRAZIE» quando queste è proprio l’origine etimologico del termine che deviene di «GRATIA» che deriva anche di «GRATUS» capito come «GRATO». Così, «GRATIA» era la maniera per onorare agli altri per il favore ricevuto e della sempiterna espressione proviene la frase «GRATIAS TIBI AGO», che nella Roma imperiale era la elementale maniera con che diciamo da lungo tempo: «GRAZIE AD TE» in lingua latina semper amata.

 


Vediamo poi che questa singulare filiazione latina ci porta a una locuzione veramente piena di preciso significato in historia mundi quando riceviamo della gente il dovuto ringraziamento alle nostre azione e questo è una delle più interessanti cose nell’armonia dell’umana fratellanza. Nella antica Roma la gente parlava latino e faceva così la sua gratitudine con le seguente espressione: «MAXIMAS GRATIAS» o «PLURIMAS GRATIAS», che nella bella lingua italiana possiamo tradure insieme come «TANTE GRAZIE», che anche è possibile dire di maniera iperbolica con le parole: «TANTISSIME GRAZIE», «GRAZIE MILLE» o «MILLIONE DI GRAZIE».

 




E da «PLURIMAS GRATIAS» e «MAXIMAS GRATIAS» sono venute altri locuzioni come «DEO GRATIAS» o «GRATIAS DEO», dove lo significato italiano è «A DIO GRAZIE» o «GRAZIE A DIO», parole che non soltanto possiamo utilizzare per rivolgere al Signore, l’altissimo, Providentissimus Deus, per i celesti favori ricevuti, ma per esprimere la gioia che abbiamo quando qualcosa che aspetiabamo con aspettativa è successo o quando vogliamo esprimere consolazione per la scomparsa di qualcun temore o pericolo in vita nostra. Per questo diciamo, ad exemplum: «A Dio grazie mi avevo liberato di questa persona…» o forse: «Grazie a Dio questa persona non è arrivata al appuntamento…». Ecco, vediamo la versatilità della nostra lingua italiana per utilizzare le parole in diversi contesti e sensi.

Nel spagnolo o la lingua di Castiglia, verbi gratia, che è un’altra lingua di origine latino, ugualmente che nell’italiano, la parola «GRATIAS» ha una trasformazione soltanto con una lettera per esprimere la gratitudine. Così, in questa bella lingua di Cervantes la sempiterna parola che è il tema del nostro articolo può essere tradotta come «GRACIAS» essendo facilmente predittiva la sua filiazione latinista, come abbiamo, a similis, nella lingua italiana.


Ma le lingue romanzesche, che hanno come origine alla lingua latina, non hanno adottato tutti insieme la stessa locuzione «GRATIAS» nella sua lessicografia. Negli altri lingue romanzesche non aveva accadutto lo stesso. Quindi, nel francese, la terza delle lingue romanzesche, la parola «GRAZIE» va lontana del suo antico riferimento etimologico «GRATIAS» per preferire il termino «MERCES», dove ha nascito il famoso «MERCI», locuzione francofona per esprimere la gratitudine. In via curiositatis, la ragione per cui ha accadutto quello troviamola nel peculiare contesto storico quando gli antichi gali adottarono la parola latina «MERCES», che significa «PAGAMENTO» o «STIPENDIO» per esprimere la gratitudine. Spiegando la circostanza diciamo che con il gutturale «MERCI», i galiromani dicevano l’espressione: «essere in debito con te» (ovviamente, per un favore ricevuto) al utilizzare una frase di vecchia data: «JE VOUS REMERCIERAI» che traduciamo nella lingua italiana come «TI SAPRÒ PAGARE O TI PAGARÒ», dove, per apocopio, deviene con il tempo la dolce parola gala «MERCI» per esprimere «GRAZIE» nella bella e cadenzata lingua di Balzac.

 


Ad interim, nella lingua portoghese, la quarta delle lingue romanzesche, «GRATIAS» proviene da «OBRIGADO», una locuzione diversa di filiazione latinista che anche proviene della parola «OBLIGATUS» che nella lingua italiana significa «OBBLIGATO» e che nella antica Lusitania parlavano nel senso di «sentire qualcuno obbligato a ricambiare il favore o essere ugualmente gentile». Per tutto questo, i portoghesi dicono: «MUITO OBRIGADO» frase che dobbiamo tradure come «MOLTO GRATO» quando loro esprimono la sua gratitudine. Abbiamo curiosità per contemplare queste singolare contesto dove la versatilità della lingua latina è chiarissima, ragione molto grande per cui la parola «GRATIAS» in portoghese ha acquisto un significato semantico nel contesto dello stesso atto di ringraziare più che nella originale traduzione della locuzione. Dalla prospettiva lingüistica questo ci insegna che nella etimologia delle parole contano di più i contesti per i quali le lengue si evolvono in veritatis splendor o nel splendore della verità.


Ad concludendi, diciamo che la parola «GRAZIE» in lingua rumana, la quinta delle lengue romanzesche, va più lontana del suo riferimento latino «GRATIAS» perche in questa lingua centro europea i rumani avevano diversi dialetti che hanno perduto più le radice latine nella formazione di questa lingua. Così è come i nostri fratelli della Rumania hanno la parola «MULTUMESC» per esprimere la gratitudine. Tuttavia, l’origine di queste termino ci porta nella sconvolgente epopea in via veritatis per scoprire de profundis nella etimologia della parola una emozionante evoluzione linguistica attraverso il quale possiamo confermare che la locuzione «MULTUMESC» deriva della espressione latina «AD MULTUS ANNOS» utilizata dalla antica Roma per dire «MOLTI ANNI», parole che i rumani usavano per fare un complimento alla gente dopo il desiderativo latino: «VIVAT MULTUS ANNOS», che nella nostra meravigliosa lingua italiana ha il significato di: «CHE TU VIVI MOLTI ANNI» ma che con il percorso del tempo aveva divenuto, de momento ad momentum, fino alla espressione «MULTUS ANNOS» in latino. Secondo la storia della lingua rumana, da qui le parole sono evolute alla locuzione «MULTAM» e dopo alla parola «MULTUMESC», con quale i rumani preferiscono dire: «GRATIAS» in historia latinitatis.


Nella lingua catalana abbiamo una circostanza molto simile con il Castigliano e l’italiano dove la parola latina «GRATIAS» è divenuta in «GRÀCIES» soltanto scambiando tre lettere come possiamo confermare con chiarezza. In quest’altra lingua romanzesche possiamo utilizare «MOLTES GRÀCIES» quando abbiamo il bisogno di dire: «TANTE GRAZIE» e così si vede chiaramente, in via claritatis, il legame latino in Catalunia semper aeterna.


Quindi, quod erat demonstrandum, la parola «GRAZIE» ha un curioso origine latinista con interessanti variazioni secondo le culture latine delle lingue romanzesche nello spettro caleidoscopico di belli giochi linguistichi attraverso la storia di tutte le lingue che vengono dalla latinità nella fratellanza della nostra cultura occidentale per ringraziare «sicut fratres in unum» o «come fratelli in uno» nella lingua latina semper aeterna, che ci dimostra la sua versatilità e precisazione semantica in historia mundi in grata memoria semper viva.

Diego Demetrio Orellana

Datum Conchae, apud flumina Tomebamba, mensis maii, die XXIII, currentis Anno Domini MMXXII, octava II Dominica Paschalis.

domingo, 15 de mayo de 2022

EL DÍA MUNDIAL DE LA LATINIDAD Y LA LINGUA LATINA

 


In honorem linguae latinae/ En honor de la lengua latina celébrase hoy, 15 DE MAYO, el «DÍA MUNDIAL DE LA LATINIDAD», una jornada planetaria para reflexionar sobre la importancia de la lingua latina como la «fuente de vida» o «fons vitae» de nuestra hermosa lengua de Castilla, excelsa hija de la latinidad. Así como cada segundo domingo del mes de mayo, sin aspavientos, todos rendimos homenaje a las madres en su día universal, los parlantes de las lenguas que nacieron de la latinidad tenemos al 15 de mayo una anual oportunidad para rendir pleitesía a la mater lingua, lingua latina semper aeterna, madre nutricia de las llamadas lenguas romances y tronco originario de nuestra cultura latina.

 

Placa epigráfica latina de Cuenca del Ecuador

Lo que preténdese al honrar a la latinidad es reconocer su vívida presencia a lo largo de los siglos en las diversas esferas del humano convivir. Basta pensar en que múltiples expresiones de cotidiano uso traspasáronse de la lingua latina a la lengua de Castilla, sin necesidad de traducción, para darnos cuenta que la lingua latina pervive auténtica in saecula saeculorum/ por los siglos de los siglos. Desde los simplísimos términos a priori o a posteriori, desde el cotidiano etcétera, desde el usual viceversa, desde el familiar déficit, desde el nostálgico in memoriam o desde el trivial curriculum vitae todos evocamos a la latinidad en cada instante en que decimos estas palabras en nuestro diario lernguaje castizo. La lingua latina vivifícase cada vez que proferimos ad absurdum, ex abrupto, ad cautelam, ad infinitum, ad nauseam o aura popularis expresiones ante las cuales nadie pide un diccionario para usarlas incluso en el habla coloquial. En cada locución latina tintillea su vivífica presencia en nuestras vidas como cuando decimos Corpus Christi, campus, círculus, climax, coitus interruptus, consumatum est, contra natura, in corpore presente, delirium tremens, desiderata, honoris causa.

 

Placa epigráfica latina de la Primera Misión Geodésica Francesa

Ni qué decir tiene de otras locuciones latinas que las usamos a diario sin siquiera darnos cuenta de que no requirieron traducirse para incluirlas dentro de nuestra paradigmática lengua de Castilla, como cuando decimos: «sui generis», «referéndum», «álbum», «monumentum», «municipium» «cónsul», «curia», «estatus», «post mortem», «auspicium», «forum», «imperium», «infamia», «júnior», «sine qua non», «dúplex» o «dossier».

Ad solemnitatem, dígase que el Latín es una lengua de «veterum sapientia» o «vieja sabiduría» habiendo recibido la vigorosa herencia griega para constituir la civilización grecolatina donde reconócense las raíces históricas del mundo occidental en el que  nos desarrollamos como nación y como pueblo de fortísima raigambre cultural.

 


La lingua latina ha jugado un papel fundamental en la historia de las ideas y de la cultura teniendo como epicentro al imperio romano cuya lengua y su Derecho son nuestros mejores legados hasta los presentes días in tertio millenio ineunte. A tal punto lo que acábase de leer es cierto que la lingua latina sigue siendo la lengua del Derecho en cuyo mundo la latinidad es como el marco en donde desarróllanse todas sus instituciones. Por otra parte, la lingua latina es la lingua franca de la religión y en la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana sigue siendo su lengua oficial, siendo de veras un idioma que represéntanos un invaluable tesoro para la humanidad entera. La lingua latina, a pesar de los siglos, conserva pues una eminente vitalidad gracias a su versatilidad. Grandes hombres de letras expresáronse en la lingua latina para ser hoy lumínicos referentes del pensamiento universal. Entre tantos de ellos citemos a quienes per se representan luminosos soles de la latinidad: San Agustín de Hipona, Santo Tomás de Aquino,  Dante Alighieri, Giordano Bruno, Erasmo de Rotterdam, Tomás Moro, Galileo Galilei, René Descartes, Godofredo Leibniz e Isaac Newton, quienes volviéronse como una pléyade de luminiscentes y fulgurantes atalayas del pensamiento universal. Todos ellos brillan hoy in veritatis splendor como iridiscentes luces del saber junto con miles de científicos, literatos, juristas, filósofos, matemáticos, humanistas y demás estudiosos que han construido la cultura occidental a través de los siglos.

 

Placa epigráfica latina con el nombre de Cuenca in lingua latina

La lingua latina es con el griego la base fundamental de todo hombre culto in universa terra, de manera que los legados de estas lenguas siguen siendo prolíficos en la sociedad contemporánea ad perpetuam rei memoriam. No podemos, por eso, ignorar por completo el pasado en que enraízase nuestra civilización occidental. Así entonces, el latín, con su solemnidad y grácil dialecto es de veras un gran patrimonio digno de ser defendido y custodiado in tertio millenio ineunte sicut lingua mater in hispanica lingua omnibus vobis in America meridionalis, hodie et nunc et semper et in saecula saeculorum.

 

Diego Demetrio Orellana

Datum Conchae, apud flumina Tomebamba, in patria aequatorianae, Diem Mundialem Latinitatis, mensis maii, die XV, V Dominica post Pascha, Anno Domini MMXXII