IN HONOREM LINGUAE LATINAE,
cada 15 de mayo es un día de gloria in universa Terra para reverenciar a
la lingua
latina, lingua mater in vita communitatis. La fecha permanece luminosa
para todos cuantos vivimos conscientes de que la latinidad es de veras un hecho
cultural en nuestra vida.
Así, AD SOLEMNITATEM, conviene
recordar, hic et nunc, que el XIX Congreso de la Unión Latina, in
Anno Domini MM/ EN EL AÑO DEL SEÑOR DE 2000, decidió, nemine
discrepante, celebrar el «DÍA
MUNDIAL DE LA LATINIDAD» cada 15 de mayo, en conmemoración de la Convención
Constitutiva de la Unión Latina —suscrita en Madrid el 15 de mayo de 1954—, por
lo que la efeméride adquirió un profundo sentido para todos los ciudadanos del
mundo a los que la Unión Latina agrupa en los diversos países que han sido
legatarios de la cultura latina in perpetuum.
Ergo, hay una
responsabilidad superlativa en todas las naciones que conforman la Unión Latina
para establecer mecanismos y herramientas que, in orbis terrarum,
precautelen la riqueza cultural de la latinidad, la misma que ha forjado las
bases esenciales de nuestra identidad.
En América Latina existe una
absurda latinofobia como fruto de un prejuicio en contra de la Santa Madre
Iglesia, la cual permitió -a partir del Concilio Vaticano II- el uso de las
lenguas vernáculas en la sacra liturgia. In diebus illis/ En aquellos días, creíase
equívocamente, in America Latina, que la disposición conciliar consignada
justamente en la Constitución Sacrosanctum Concilium había
desechado a la lingua latina como lingua sacra in sancta Romana Ecclesia. La verdad sea dicha: la lingua latina sigue siendo desde siempre lingua sacra in Sancta Mater Ecclesia y jamás fue ni abrogada ni eliminada del rito de la Iglesia. Lamentablemente, por sugestionarse del prejuicio aludido desarrollóse en todo el mundo latino una estúpida rebeldía a la
mater lingua olvidando que es la madre de nuestras lenguas romances, entre
ellas la maravillosa lengua de Castilla, hasta hacer que los latinofóbicos
aumenten en el mundo como hijos que maltratan a sus madres, pues los vejámenes
en contra del Latín son infamantes como si viviésemos in partibus infidelium/ en
lugares de infieles.
Y aunque son los Estados los que deben organizar diferentes eventos relacionados con esta efeméride
dediquemos estas pequeñas líneas para «promover la conciencia de la identidad
cultural común a los pueblos de raíces latinas».
La sabiduría antigua, in
nostra communitate, echa sus anclas en la literatura griega y romana,
las cuales han legado al mundo cosas verdaderas, justas, nobles y bellas como
las grandes e inmortales piezas literarias escritas in lingua latina pro populo
beneficio.
Ha díchose pues, in
aeternum, que las lenguas griega y latina son como el «aurea vestes» de
la sabiduría en sí concebida como una «veterum sapientia» o «vieja sabiduría» que
ilumina el horizonte cultural de nuestros pueblos ad orientem cual
sol iridiscente que no deja de seguir incidiendo en el progreso humano y la
civilización como expresión de un saber consolidado que pervive como un
relicario vivo de cultura ad omnes gentes.
La lingua latina, nacida en el
Lacio, ha sido y sigue siendo un conjunto admirable de toda belleza y de intacta
pureza para la propagación de la cultura in universa Terra. Es bajo la autoridad
del imperio romano cuando convirtióse en la lengua propia de la Silla Apostólica
y durante siglos conservóse rediviva para la posteridad como una copiosa fuente
de saber, en un estrecho vínculo con la ciencia, el arte y la santa religión
católica. Es maravilloso confirmar hoy en día, in tertio millenio ineunte, que
trátase de una lingua franca, la cual no suscita ni provoca envidias en las
culturas sino una reverencia y respeto por su serena imparcialidad y su
condición de «lux veritatis» o «luz de la verdad» aceptada por todos. Y no puede
ser de otra manera cuando la nostra amata lingua latina posee una estructura
noble que prodiga un estilo conciso, amplio y polifacético, tan diverso como
armonioso y una melodía majestuosa que inúndala de solemnidad in honorem
dignitatis.
Frontispicio de la iglesia del Santo Cenáculo en Cuenca del Ecuador, en donde léese en Latín el nombre de Cuenca: CONCHA.. CONCHA POENITENS ET DEVOTA...
En fecha tan solemne como paradigmática conviene que busquemos una reflexión sobre los valores culturales y lingüísticos propios de toda la comunidad latina in mundum universum quosque habemus reverentia et respectum in honorem linguae latinae sicut fratres in unum in fraternitas et solidaritas inter nos.
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
Datum Conchae, super flumina Tomebamba, mensis Maii, die XV, currentis
Anno Domini MMXIX, in sollemnitate Diem Mundialem Latinitatis.
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