La capital de la morlaquía celebra hoy, 3 de Noviembre del año 2015, el
centésimo nonagésimo quinto aniversario de su independencia y desde este
espacio saludamos, ex tota fortitudine, a
la urbe que, in aeternum, conformáse
de pródigas campiñas por todos sus alrededores, mientras su configuración
urbana es hermosa, con un centro histórico que es un relicario de cultura, arte
e historia in honorem veritatis.
Vista de Cuenca en su parte septentrional
La ciudad es atractiva tanto antaño como hogaño y, ad initium tertio millenio, aún es posible de maravillarnos con la
histórica descripción que sobre Cuenca hiciere, uno de sus célebres
corregidores en la Colonia, don Joaquín de Merisalde y Santisteban, quien al
ver las extensas planicies morlacas, en 1765, exclamó in scriptis: «…Hace a la vista tan hermosos
lejos que no se halla otra planta de mejor sitio en toda la provincia…».
Huerto patrimonial de las Madres Oblatas
Casi al mismo tiempo, el Padre Juan de Velasco, S.J, escribía de verbo ad verbum: «Si hubiera de estar a los relatos fabulosos de algunos
escritores que quisieran poner el Edén en algunas pintorescas regiones de
América, me tentaría a colocar el paraíso terrestre en la provincia de
Cuenca...». In illo tempore/ En aquel
tiempo, el P. Velasco escribía la historia del Reino de Quito y nuestra
urbe era ya una destacada ciudad de la Real Audiencia de Quito y su natural
belleza era, tanto como hoy, el atributo esencial de su vera effigies.
El sabio Francisco José de Caldas, en su memorable visita a la urbe,
escribió a inicios del siglo XIX ad
peddem litterae: «La ciudad presenta a mis ojos
el espectáculo más grande y una naturaleza, la más risueña».
Más tarde, Monseñor Federico González Suárez, el excelso historiador de
la República y futuro Arzobispo de Quito, cuando vivía en Cuenca, entre 1872 y
1883, había escrito de nuestra urbe ad
litteram: «...Gil Ramírez Dávalos no
podía haber escogido mejor sitio para fundar la ciudad, que entonces solían
llamar nueva Cuenca del Perú... Campos de primavera son, por cierto, aquellos
en los que está edificada Cuenca... Y en este hermoso valle vive un pueblo que
cree en Dios con fervor, ama la paz como otro ninguno, gusta del trabajo y se
complace en ser hospitalario...».
En este vasto espacio geográfico que, ex admirationem, encantaba a Merisalde, al P. Velasco, a Caldas y a
González Suárez surgió una comunidad dueña de indelebles señas de identidad y una
gran personalidad histórica in patria
nostra. El espacio en el que emplázase aún nos recuerda a la antigua
Guapdondelig o «Llano grande como el cielo» de los cañaris, a la bella
Paucarbamba o «Campo
cubierto de flores» y a la vieja Tomebamba o «Valle del
cuchillo», del
incario, mientras sus grandes avenidas configuran centros neurálgicos alrededor
de los cuales levántanse nuevos barrios y complejos habitacionales de la Atenas
del Ecuador.
El huerto familiar con geranios, helechos, cactus y sauco blanco
La urbe, en cuyo himno defínesela como «Reina hermosa de fuentes y flores» es
productiva para el cultivo de plantas de bellísima floración, hecho que
demuestra su prodigiosa fertilidad. Algunas de ellas son típicas del sector,
como los geranios runas, así llamados por el vulgo a una de las especies de «Geranium» más común en los jardines
locales, en donde entremézclase mágicamente con diversos tipos de flores y
plantas. De la familia «Geraniáceas»,
que tiene unas 750 especies in omnia
Terra, el geranio de jardín suele ser del género «Pelargonium» y tiene tallos gruesos, suculentos y casi siempre muy
aromáticos, mientras que las especies silvestres son plantas bajas, rastreras
y sin olor. El «geranio runa» existe
por toda la ciudad y en muchos huertos interiores de las viviendas. Hay de
variados colores, mas el rojo y el fucsia intenso resaltan en varios espacios
verdes de las casas de la localidad. Es utilizado con fines medicinales y,
desde antaño, ha sido grande su fama como buen cicatrizante in puris naturalibus.
Claustro de Santo Domingo, Cuenca del Ecuador
No solo las emblemáticas casas de vieja solera son dueñas de un raro
encanto, también los jardines interiores de sus conventos y monasterios son poseedores
de una peculiar atmósfera que atrae las miradas de todos cuantos tienen la
oportunidad de contemplarlos amabilis et
singularis, para descubrir curiosos secretos de vieja data que, ipso facto, dan cuenta de la centenaria
condición de la ciudad «Patrimonio
Cultural de la Humanidad», urbe semper
intemerata.
El Amancay o Flor del 3 de Noviembre
La flora del perímetro urbano de Cuenca, al interior de las
edificaciones patrimoniales, es peculiarísima, por cuanto represéntase en un
compendio de plantas de especies vegetales únicas, que han dado personalidad
propia a los huertos de las viejas casas cuencanas.
Admirabilis semper Concha est in mundum universum/ Admirable es Cuenca en todo el mundo y cuando la urbe celebra sus 195 años de independencia valga la oportunidad para rendirle pleitesía. Es el día en que rememoramos la gesta libertaria de nuestros próceres; Tomás Ordóñez, Joaquín Salazar y Lozano, José María Vázquez de Noboa, Gerónimo Illescas, Javier Loyola, Pedro y Felipe Serrano, León de la Piedra, José Hidalgo de Cisneros, Joaquín Astudillo, Zenón de San Martín, Ambrosio Prieto, Vicente Toledo, Javier Loyola, Fernando Coronel, entre otros valientes luchadores que consiguieron nuestra libertad del oprobioso yugo español in diebus illis. Rememorar sus acciones es un deber cívico in honorem libertatis.
SALVE CONCHA IN HAEC SOLLEMNIS ANNIVERSARIA,
Diego Demetrio Orellana
Datum Concha, ad
initium mensis novembris, die III, currentis Anno Domini MMXV, octava Dominica
XXX per annum
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