IN NOMINE IESU
UNA MUESTRA SOBRE LA
HISTORIA DE LOS JESUITAS EN EL ECUADOR
EN DEFENSA DE LA
HISTORIA
Desde el año del Señor de 1586, la Compañía de Jesús establecióse en el Ecuador impulsando
la arquitectura, las artes, la música, la tecnología y la pintura, así como la imprenta, entre
otros valiosos aportes de esta orden religiosa para la patria ecuatoriana. Esto
es lo que puede observarse, prima facie,
en la muestra itinerante IN NOMINE IESU, que se inaugura en Cuenca el
27 de septiembre del presente año del Señor de 2013, en el Museo «PUMAPUNGO», del Ministerio de Cultura.
San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús
No obstante, hay un error lingüístico
en el nombre de la muestra, puesto que en la lengua latina debía decirse
correctamente: IN NOMINE IESU CHRISTI y no solamente IN NOMINE IESU, para que el sentido de la expresión tenga
más precisión semántica, que es lo que debemos buscar in honorem lingua latina semper vivens.
La historia nos confirma que la
Compañía de Jesús tuvo una gran actividad apostólica en la Real Audiencia de
Quito hasta el año de 1767, cuando los jesuitas son expulsados de todas las
colonias españolas. Y es aquí cuando en la muestra itinerante se ha cometido un
gravísimo error en el momento en que háblase de la Pragmática Sanción, que es
el real documento firmado por el rey de España Carlos III, por el que se
disponía la expulsión de los jesuitas en todos los territorios que dependían de
la Corona española.
PARS PRIMA. Justamente, un panel
sobre el asunto dice de verbo ad verbum
«Pragmática Sanción de la expulsión de
los jesuitas de todos los dominios de España, por el rey Fernando VII, El
Pardo, 2 de abril de 1767».
Carlos III
Fernando VII
A contrario sensu, la verdad histórica confirma que el rey ibérico
que decretó la expulsión de los jesuitas del reino de España no fue Fernando
VII sino Carlos III, por lo que es sorprendente esta terrible equivocación
histórica de una exposición itinerante tan interesante y seria. Fernando VII es
el nieto de Carlos III y pertenece a una época posterior de la historia de
España, por lo que la confusión con su abuelo es inadmisible en esta exhibición
sobre la Compañía de Jesús.
El segundo error que contiene
este texto está relacionado con la fecha de expedición de la Pragmática Sanción,
puesto que la verdad histórica señala que el decreto de
expulsión fue dictaminado por el fiscal Campomanes con la aprobación de una sala
de consejeros previamente seleccionada y reducida, el 29 de enero de 1767. Tres
semanas después vino la aprobación real, el 20 de febrero de 1767, siendo ésta
la fecha de la Pragmática Sanción del rey Carlos III.
ALTERA PARS. En otro panel de la muestra se dice una imprecisión que es
pertinente aclarar in honorem veritas
y el texto expresa ad litteram: «Entre la noche del 31 de marzo al 2 de abril de 1767, la orden de la
Compañía de Jesús fue expulsada de todos los dominios de la Corona Española.
Fue una operación tan secreta, rápida y eficaz como la del extrañamiento de los
moriscos en 1609, o incluso más. Las medidas se llevaron a cabo siguiendo
instrucciones precisas. Los comisarios asistidos por notarios y testigos
ordenaron reunir a todos los miembros de las comunidades en las salas
capitulares. Allí, pasaron lista y tras comprobar la presencia de los censados,
mandaron a los notarios que procediesen a la lectura del real decreto de
extrañamiento».
Riddendo semper cum gaudium, la imprecisión está en el hecho de que
entre la noche del 31 de marzo y el 2 de abril de 1767 fueron supuestamente
expulsados los jesuitas de todos los dominios de la Corona Española, lo cual no
es cierto, ya que la noche del 31 de marzo comprendía hasta el 1 de abril, por un
elemental sentido lógico, mientras la verdad histórica señala que entre el 31
de marzo de 1767 y hasta el 2 de abril los jesuitas españoles que vivían en la
península ibérica fueron desalojados de sus conventos y extrañados en cumplimiento
de la Pragmática Sanción, por lo tanto hay también un error de redacción castellana
en el texto que comentamos.
Iglesia de la Compañía de Jesús/ Quito
La fecha correcta del terrible
acontecimiento en la Real Audiencia de Quito es el 19 de agosto de 1767. In
diebus illis/ En aquellos días, era presidente de la Real Audiencia de Quito, el
ciudadano español José Diguja, de muy ingrata memoria por su crueldad e
insensatez. A este personaje le tocó cumplir, ad peddem litterae/ al pie de la
letra, con el decreto real de la expulsión. Para ello, había dispuesto que
entre la noche del 19 de agosto y la madrugada del día 20 fueran expulsados los
jesuitas de todos sus conventos en los territorios de la Presidencia de Quito,
los cuales no fueron reunidos en sus salas capitulares, sino en los patios de
los colegios e iglesias que regentaban, verificando que no se llevaran nada, a más de su ropa, el
breviario y alguno que otro libro, sin importar si los jesuitas eran ancianos,
si estaban enfermos o si eran discapacitados. Por lo tanto, al tratarse de una
exposición que tiene como tema central la historia de los jesuitas en el
Ecuador debíanse narrar los hechos acaecidos en esta fatídica noche, sin
confundir con lo ocurrido en España el 31 de marzo de 1767.
Deslices como estos son inadmisibles, pues los hechos históricos de nuestro pasado no solo son confundidos sino trastocados impunemente, provocando una lamentable desinformación en los ciudadanos que acuden a mirar la muestra, mientras estos errores conspiran en contra de los propios deseos del señor Diego Santander Gallardo, director ejecutivo de la Fundación Iglesia de la Compañía de Jesús, entidad responsable de esta exposición itinerante, cuando en diario El Telégrafo de fecha 13 de agosto del presente año afirma: «la muestra encierra el vivo interés de recordar los momentos históricos fundamentales que los jesuitas han legado a nuestra patria. Además pretende generar en cada uno de nosotros una experiencia significativa, un espacio de reflexión que nos permita considerar y proyectar nuestro papel en la historia».
Veritas sit visibilis/ La verdad debe ser visible, y por ello, desde este espacio de CRÍTICA Y
OPINIÓN CULTURAL hemos querido defender la auténtica historia, en aras de una
correcta enseñanza de los hechos del pasado frente trascendentales
acontecimientos que han forjado la historia de los pueblos in aeternum.
Sit nomen Dòmini benedìctum ex hoc nunc et
usque in saeculum.
DIEGO DEMETRIO
ORELLANA
Datum Concha, mensis septembris, die XXVI, currentis Anno Domini
MMXIII, in octava XXV Dominica per annum.
que error, es un grave delito para el pueblo en estos dias modernos la informacion.
ResponderEliminarno mas teine que coregirla imediatmente.