martes, 4 de febrero de 2025

RÉQUIEM POR UN ESPLENDOROSO FICUS EN CUENCA


Tristis et afflicta urbe in regnum tenebrarum/ Triste y afligida urbe en el reino de las tinieblas, Cuenca acaba de perder a otro de sus gaborsos árboles patrimoniales en el paisaje urbano del corazón de la urbe. Trátase de un árbol de la especie FICUS SPP, el cual desplomóse a las 11 de la noche del lunes 3 de febrero del presente año 2025, en el parque Calderón, junto al hemiciclo de las banderas y sin causar muertos y heridos pero dejando una tristeza infinita que dispérsase in crescendo ab intra communitatis.

Desde la esquina de la calles Sucre y Luis Cordero, frente a la Catedral Vieja, estos dos especímenes arbóreos, de aproximadamente 80 años de edad, producían un espectáculo único cuando mirábaselos desde la vieja torre catedralicia como dos gigantescas naranjas verdes in veritatis splendor en un sorprendente perímetro verde de 50 metros, tomándose prácticamente la mitad de toda una cuadra, para crear una extravagante atmósfera en el paisaje urbano de Cuenca como puédese contemplar en esta fotografía histórica captada hace algunos años in via curiositatis.

Mirados en perspectiva, ad solemnitatem, los dos esplendentes Ficus volvíanse superlativamente icónicos cuando enfrontábanse hacia la Catedral Nueva engolfándonos a todos cuantos podíamos apreciarlos para contemplar estupefacientes el original espacio citadino super flumina Tomebamba. Y es por estas condiciones que trátanse de dos árboles patrimoniales de la capital de la morlaquía pero la catástrofe priva a Cuenca de un símbolo botánico que era el encanto y la lindeza de viandantes y circunstantes que recorren el parque central de Cuenca diem per diem in admirabilis et singularis aspectibus in urbe nostra semper amantissima.



La caída del Ficus spp refleja en estas imágenes la magnitud de la terrible catástrofe que empaña de dolor y tristeza a quienes aprecian los tesoros patrimoniales de Cuenca puesto que este Ficus sp habíase catalogado como árbol patrimonial de la urbe por la Comisión de Gestión Ambiental desde el año 2008 cuando hízose el primer inventario de estos especímenes arbóreos en los parques de la urbe.




Silencio, soledad y dolor son los sentimientos que provocan estas imágenes históricas de la caída del Ficus del hemiciclo de las banderas en el Parque Abdón Calderón de Cuenca, punto cardinal de la urbe patrimonial, por lo que piérdese, a la vez, a uno de los refugios de las aves cuencanas en pleno centro histórico pues tanto a la hora del crepúsculo cuanto a la alborada de todos los días era halagador escuchar bajo su copiosa fronda el trino de los mirlos, los gorriones y los jilgueros que día a día iban y venían hacia el Ficus como una de sus cotidianas moradas in naturalis ordinis.


Post factum in civitatis historia, espérase pues que la Municipalidad de Cuenca sabrá reponer ahora, en ese mismo espacio citadino donde el Ficus es ya un eterno ausente, otro ejemplar arbóreo de la misma especie para recuperar ese sui generis ambiente botánico que el Ficus producía junto a su hermano de la esquina de la Luis Cordero y Sucre, pues así es como habíalo concebido el histórico personaje que sembró estas especies, don Nicanor Lovato, siempre olvidado en la historia botánica de la capital de la morlaquía. Es bueno que descúbrase que este egregio jardinero lo que hizo in illo tempore/ en aquel tiempo no es más que diseñar el paisaje urbano de la capital azuaya con buen gusto botánico y gran sentido estético desde su condición de responsable de los parques cuencanos, pues la mayoría de raras especies arbóreas que hállanse en el centro de Cuenca fueron por él sembradas justamente en las décadas de 1930 y 1940 como puédese confirmar en los fastos de nuestra historia comarcana.

Ad concludendi, gementes et flentes, dígase que es de veras sorprendente que mientras las voces de múltiples ciudadanos hoy han sido levantadas para rememorar al esplendente Ficus que la ciudad amada ha perdido sigue el silencio de los cuencanos ante la muerte del olivo tricentenario que en el Salón del Pueblo de la Casa de la Cultura hoy no es más que un tronco viejo y destartalado, mientras los responsables de su muerte están impunes ante este delito de destrucción de bienes patrimoniales: Martín Sánchez Paredes y Nancy Arpi de España.

La caída del Ficus spp del hemiciclo de las banderas del Parque Calderón de Cuenca sea el punto de llegada y de partida de la creación de una conciencia colectiva que haga de los cuencanos seres sensibles y amorosos a sus tesoros patrimoniales botánicos, los cuales conforman un rico legado de gracia y esplendor in naturalis ordinis sicut fratres in unum in conchense urbe, hodie et nunc et semper sub specie aeternitatis.

Abogado Diego Demetrio Orellana

Datum Conchae, mensis februarii, die quartus, reparate salute Anno Dominicae Incarnationis MMXXV, octava IV Dominica per annum



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