Una rara palmera de la calle Lorenzo Piedra fue derribada con indolencia
el 15 de enero del año 2013
El derribamiento, con armatostes de la empresa Hidalgo Hidalgo
Un ambiente tropical producen en
la ciudad las diversas palmeras existentes en nuestros parques, avenidas,
calles y jardines. Las hay de varios tipos pero una de las más esplendorosas, bellas
y raras, de aproximadamente 80 años, en la calle Lorenzo Piedra y Avda.
Pichincha ha sido derribada al suelo, per fas et per nefas, sin que nadie haya
podido evitar este penoso desastre.
Corpus de la gigantesca palmera ya desaparecida
Las imágenes hablan más que mil
palabras acerca de este insólito hecho que vuelve a poner en discusión la
inerme condición de los árboles patrimoniales de Santa Ana de los Ríos de
Cuenca, los cuales deberíanse proteger de vita et moribus puesto que, ora por
su longevidad y belleza, ora por su especie, rareza y originalidad, ora por su interés
científico o histórico, los árboles viejos que fueron sembrados por nuestros
abuelos o antecesores y que han crecido esplendorosamente vuélvense parte de
la historia de la morlaquía y merecen ser reconocidos como monumentos
naturales.
El obrero en plena tala de la palma patrimonial de Cuenca
Muchos de estos árboles y plantas
aún subsisten enclavados en ciertos rincones de la morlaquía o en algunos
conventos, parques, calles y casas patrimoniales y es triste contemplar cómo la
inconsciencia de algunos ciudadanos hace que ipso facto, de un hachazo, desaparezcan
algunas especies, haciendo que pensemos con tristeza que la ciudad parece
condenada a ser menos verde.
No debemos justificar que la ciudad
renuncie a sus prados, huertas y árboles en nombre del progreso. Por eso, es
menester que los cuencanos y cuencanas se precien de sus árboles patrimoniales
y los salvaguarden por sobre todas las cosas mientras desarrollamos una
conciencia ecológica de conservación y fomento de los espacios verdes, tan
necesarios e imprescindibles para el bienestar colectivo de presentes y futuras generaciones.
Ergo, en consecuencia, se vuelve
imperativo un cambio de actitud en los ciudadanos para salvar excepcionales
especies de árboles y plantas que al momento se encuentran en distintos puntos
de la urbe esperando protección, mientras se genera conciencia en la ciudadanía
para que se comprenda que hay que mirar a los árboles como elementos que nos
brindan salud, belleza, bienestar y diversidad. De esta forma se evitará, ab
aeterno, que la gente los mire como obstáculos que se eliminan con su tala.
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
Datum Concha, apud flumina Tomebamba, mensis Ianuarii, die XV, currentis Anno Domini MMXIII, in octava I Dominica per annum
- Ines Vaccari
que tal culto al cemento...por estos lares pasa lo mismo, los propios alcaldes derriban a diestra y siniestra para poner mas y mas cemento...triste, triste... - Giovanni Traverso
El Municipio debe de tener leyes que castiguen el corte de arboles. Esto merece de una multa ejemplar. - Diego Demetrio Orellana Gracias, por vuestras opiniones que reflejan sensibilidad ante este tipo de atentados que acontecen por la inconsciencia ciudadana y que, de veras, deberían ser objeto de sanciones. Desgraciadamente, aún no tenemos en Cuenca un cuerpo legal que prevenga y castigue estos actos criminales contra natura.
LAUS DEO IN ANNUS FIDEI
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA I DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII - Giovanni Traverso
Sr. Orellana. Que la muerte de este arbol sea un buen motivo para hacer reflexionar a la ciudadania cuencana de que tienen que hacer campana para que el Municipio no pase de impaciente ante el buen ornato que incluye sus arboles y demas plantas. - Diego Demetrio Orellana Esperemos que así sea. Desde mi condición de escritor, el verdadero leit motiv que he tenido con este escrito es crear conciencia y en tanto hay personas que comparten mi sentir pienso que el objetivo cimero se cumple. A fin de cuentas, in veritas semper fidelis, de gotas están hechos los mares y este pequeño aporte es una gota más en la campaña de concientización que este atropello reclama.
No es la primera vez que acontece un acto bárbaro de tal calibre. En los últimos años varios árboles patrimoniales han sido talados inmisericordemente en Cuenca, urbis semper amata, y las autoridades lo saben, pero los árboles no dan votos, ni réditos para los actores políticos y por ello vuélvese difícil que se elaboren ordenanzas que sancionen estos crímenes en contra de especies únicas.
A algunos concejales amigos y sensibles tanto como instituciones vinculadas al tema se les ha etiquetado en esta nota: Pepita Machado, Jaime Moreno Martinez, Joaquín Peña, Cuenca Alcaldía, Vicealcaldía de Cuenca y esperemos que se interesen por el tema in honorem urbis et patria.
Gracias mil, por crear debate ante un asunto que amerita el pronunciamiento público de quienes tenemos conciencia para no callar la voz ante algo que es de interés colectivo.
GRATIA COPIOSA ET SALUTEM,
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA I DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII - Madeleine Hollaender-Obrecht Los árboles son sagrados y patrimonio de los pueblos. Merecen el respeto de los humanos incluidos de las autoridades.
- Diego Demetrio Orellana Gracias, mi estimada amiga Madeleine Hollaender-Obrecht, por esa sensibilidad para los árboles, la cual se refleja, in puris naturalibus, en sus palabras tan sentidas y claras.
Sé cuánto le conduele ver un atropello de esta naturaleza. El dolor es más fuerte cuando a uno le toca ser testigo del crimen in corpore presente.
Un saludo cordial y un abrazo in camera caritatis,
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA I DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII - Taller Diegomuñoz en verdad si da pena por la poca sabiduria de algunas personas que no valoran lo que tienen en frente ese arbol esta a media cuadra de mi casa y cuando vimos ese atentado contra un pobre anciano que murio de pie por manos ciudadanas, solo queda hacer conciencia para que no se tale mas alboles al rededor del la lorenzo piedra y pichincha que es donde acontecio esta desaparicion y en ningun otro sector de nuestra verde patria¡¡¡¡ adios palmera era hermosa verla todos los dias¡
- Diego Demetrio Orellana Gracias, por esas palabras tan sentidas ante esta tragedia. Te llamé urgentemente cuando acontecieron los hechos y tu sensibilidad, siempre fuerte, permitió compartir este doloroso acontecimiento.
Es de veras una pena. La ciudad, tristis et afflictis, contristatam et dolentem, pierde a hermosas especies de árboles por la ignorancia y la incuria de ciudadanos indolentes ante el gran valor de estos monumentos naturales in Concha et in mundi.
Un saludo cordial,
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA I DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII16 de enero 2013/ 19:40 - Diego Demetrio Orellana Gracias a ti, estimada Paulina Soledad Jaramillo Valdivieso, por esa sensibilidad especial que te permite expresar tu solidaridad ante este desastre ocasionado, ex abrupto, por la mano del hombre.
PAX TIBI IN ANNUS FIDEI
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA I DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII - Diana Sojos Que pena Diego, sé cuánto cariño tienes por los árboles, que ni siquiera hemos querido trasplantar unas palmeras con el temor de perderlas.
- Diego Demetrio Orellana Querida y recordada amiga Diana Sojos: gratas palabras las tuyas, que conoces -de profundis- mi gran amor a los árboles, pasión que comparto contigo y que, como dices bien, ha impedido que podamos trasplantar esas hermosas palmeras imperiales de coco negro de los Andes que me ofreciste y que por pena de que están grandes y no se adapten he dubitado en efectuar la resiembra.
Gracias mil por tu solidaridad ante este atentado inaceptable con esta hermosa palmera patrimonial de Cuenca que, lamentablemente, ya es historia.
Esperemos que la toma de conciencia en la ciudadanía, para proteger las especies patrimoniales, impida en el futuro el cometimiento de nuevos crímenes contra natura.
LAUS DEO IN ANNUS FIDEI
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA I DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII - María Arévalo Peña Escritos como éste crean conciencia en la sociedad sobre el respeto a todos los seres vivos. Hace unos pocos años, este comentario hubiera tenido eco sólo en personas de altísima conciencia. Ahora la situación es distinta y veo con mucha complacencia que este tema interesa a la comunidad. Poco a poco iremos logrando una conciencia de respeto colectivo sobre todos los seres vivos, personas, animales y plantas, desde los más pequeños e indefensos hasta los más evolucionados. Pero es loable que alguien despierte esa conciencia; considero mucho más importante el debate público que una ley que por la fuerza obligue a la ciudadanía a respetar a los seres vivos. Sin embargo, de no alcanzar su objetivo la educación y el debate, la ley debe llegar en auxilio de los más indefensos, prohibiendo y sancionando estos procederes inconscientes. Gracias Diego por su reflexión, este tema es muy importante para mí.
- Diego Demetrio Orellana Estimada y recordada amiga Andrea Iñiguez: Cuando la gente no tiene consciencia para proteger árboles patrimoniales y más cuando los destruyen en los jardines de sus casas, a veces ni siquiera nos podemos enterar del atropello o, como me tuvo que pasar, lo presenciamos por pura casualidad justo cuando el hachazo se produce y, sub specie instantis, ya no hay tiempo para denunciar a autoridad alguna para evitar el crimen. La falta de una Ordenanza de árboles patrimoniales hace que bellas y raras especies arbóreas permanezcan inermes ante cualquier atentado en su contra.
En todo caso, plurimas gratias ex toto corde, por sus comentarios que ayudan a crear conciencia, mientras esas regulaciones legales se consolidan y el respeto colectivo para la naturaleza aumenta in crescendo.
PAX TIBI IN ANNUS FIDEI
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA I DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII - Diego Demetrio Orellana Querida amiga María Arévalo Peña: interesante leer sus comentarios e ideas ante este artículo sobre la palmera patrimonial que fue derribada injustamente el martes pasado.
Efectivamente, la denuncia que podemos hacer con la pluma -para crear conciencia- deberá tener efectos positivos en la sensibilidad de las personas, a fin de aprender a respetar a todos los seres vivos del planeta, como usted muy bien lo dice reflejando, cum vera lux, ese espíritu tan solidario y humanista que le exorna como ser humano.
Comentarios como el suyo coadyuvan a que esa toma de conciencia que buscamos se acreciente diem per diem, mientras confírmase inter nos que para nada nuestro sentido clamor puede ser la vox clamantis in deserto in Concha, super flumina Tomebamba.
Gracias mil por ese escrito precioso redactado con ese gran amor a los seres vivos, sentimiento que compartimos en nuestra sincera y auténtica amistad in camera caritatis.
LAUS DEO IN ANNUS FIDEI
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA I DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII - 20 de enero 2013/ 8:15
- Diego Demetrio Orellana Andrés: es un delito contra natura, por supuesto; pero lamentablemente no está regulado en Ordenanza alguna y, por ello, los árboles patrimoniales de Cuenca se hallan inermes frente a este tipo de atropellos.
LAUS DEO IN ANNUS FIDEI
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN II DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII20 de enero 2013/ 10:14 - Diego Demetrio Orellana ESTIMADOS AMIGOS:
PAX CHRISTI
Os comparto un enlace sobre el brutal derribamiento de la palma tradicional de Cuenca. Se trata de un artículo concientizador de la poetisa cuencana Catalina Sojos. Gracias a ella, ex toto corde, por hacerse eco de este atropello y maximas gratias a todos cuantos se han solidarizado o han expresado su pesar por actos bárbaros de esta naturaleza que deben evitarse a toda costa.
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA II DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII
Rabia
Editorial de El Mercurio21 enero, 2013Catalina SojosNo me sirve la rabia tan sumisa, el furor tan prudente, el coraje tan dócil, la bravura tan chirle, parodiando a Benedetti en estos terribles tiempos del desierto, cuando la deforestación de nuestros árboles, en la ciudad amada, sigue imparable entre hachazos a diestra y siniestra de todo lo verde. No, amigo lector, ya no me sirve la poesía, el pensar en los alaridos que semejan al caer nuestros árboles; esos gritos que cambian según la madera. Ahora, por ejemplo, una palma de más de ochenta años ha sido derribada en la calle Lorenzo Piedra y Av. Pichincha. ¿No habrá alguna manera de evitar que estos depredadores miren para otro lado? ¿Qué posibilidades tenemos de una veeduría ciudadana ante los famosos derechos de la naturaleza que figuran en nuestra recién estrenada constitución? ¿En qué queda toda aquella propaganda de salvar al planeta? No, lo confieso paladinamente, no me sirve esta rabia que se trepa a los poquísimos árboles que nos quedan en Cuenca; no, no me sirve quejarme en este pequeñito y gratísimo espacio que me ofrece este diario. Lo importante es mirar lo macro, según los políticos, y estos detalles insignificantes no existen. Sin embargo, tenemos la obligación de seguir denunciando con furia todo aquello que se extingue o es agredido mortalmente a fuerza de no tener voz. Es urgente seguir abogando por los más indefensos del planeta. Un nuevo árbol ha muerto en Cuenca !No descansemos en paz! - 21 de enero 2013/ 15:15
- Diego Demetrio Orellana Ese espacio es un editorial de El Mercurio y no lleva fotos, pero claro que una imagen ilustraría ad summum el sentido clamor muy bien escrito por la poetisa, sensible per se a las cosas de la natura. Plurimas gratias por tu opinión, recordado amigo.
PAX TIBI
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA II DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII - Catalina Sojos Gracias Diego por mantener el espíritu incólume. Precisamente mi denuncia se basa en la suya. Lástima que tengamos que hacernos eco de estos actos, cuando ya son irreparables. Saludos fraternos.
- Diego Demetrio Orellana Gracias, Catalina Sojos, por haber escrito ese sentido artículo.
Aunque la pena es inmensa, no es tan lamentable que su eco se produzca cuando este acto vesánico de horrenda y nefandaria naturaleza vuélvese irreparable, puesto que con los textos escritos creamos conciencia y al confirmar que otras personas sensibles aglutínanse en torno a nuestras voces, in crescendo, podemos sentir que no somos la vox clamantis in deserto.
Tenga la certeza que si los árboles hablaran nuestra lengua de Castilla, seguramente, le agradecerían in excelsis por haber alzado la voz en su defensa. Mas, con el permiso de ellos, con los cuales tantas experiencias inolvidables he vivido, me permito decirle: PLURIMAS GRATIAS CUM GRATA RECORDATIONEM.
DIEGO DEMETRIO ORELLANA
IN OCTAVA II DOMINICA PER ANNUM, AD MMXIII
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