miércoles, 30 de septiembre de 2009

UN LIBRO CON GRAVES ERRORES HISTÓRICOS SOBRE CUENCA

Santa Ana de los Ríos de Cuenca, agosto 2 del año del Señor de 2009
In sollemnitate XVIII Dominica per annum

Dr. Paúl Granda López
ALCALDE ENTRANTE DE CUENCA

Ing. Marcelo Cabrera Palacios
ALCALDE SALIENTE DE CUENCA

Lcdo. Carlos Freire Soria
EX - DIRECTOR MUNICIPAL DE EDUCACIÓN Y CULTURA

Sr. Jorge Maldonado
UNIDAD EJECUTORA PROYECTO «NUEVE DE OCTUBRE»
Ciudad.

De mi consideración:

Hanc litteram visusus, salutem et respectum cum Historia in Concha et in mundi.

In honorem urbis et semper pro amoris veritatem, me dirijo a vosotros para exigir sanciones para los autores del libro «MERCADO, BARRIO Y CIUDAD: HISTORIA DE LA NUEVE» publicado por la I. Municipalidad de Cuenca con motivo de la reinauguración del Mercado «9 de Octubre», pues en dicha obra se han publicado varios datos históricos completamente errados con los que se desinforma a los lectores y, en particular, a los propios moradores de esa zona, quienes derecho tienen de no ser engañados a la hora de conocer su verdadera historia.

Ad initium et ex absurdum, los errores principian en el propio prólogo de la obra, en donde como ya es habitual, al alcalde le hacen decir barbaridades como el hecho que «el barrio 9 de Octubre era conocido en el pasado como barrio del Coco, barrio de la alcantarilla o el Usno» o que «el arroyo del Gallinazo bajaba por donde cruza la calle Sangurima». Adversas veritas, esto es terriblemente falso, ya que la Historia no ha comprobado que «barrio del coco» o «barrio de la alcantarilla» hayan sido nombres antiguos del sector del actual mercado «Nueve de Octubre», mientras existe certidumbre de que la ermita del Usno fue la primera iglesia de Cuenca en los iniciales años de su fundación castellana.

Se sabe que estaba localizada, in illo tempore, en donde es hoy la iglesia de Todos los Santos, junto a los molinos de Rodrigo Núñez de Bonilla, hecho que demuestra que la zona a la que los habitantes prehispánicos llamaban Usno estuvo en ese sector y nunca en la localidad en donde hoy se levanta el barrio «9 de Octubre», mientras que nunca existió el llamado arroyo del Gallinazo sino mas bien, la «quebrada del Gallinazo», la cual bajaba por la calle Sangurima y llegaba al cementerio de la ciudad, según se conoce con precisión histórica.
Pero, exceptis excipiendis, los errores de esta obra no se hallan tan solo en el prólogo que firma el ex - Alcalde Marcelo Cabrera Palacios y por ello, me permito señalar, a continuación, las graves equivocaciones en contra de la historia de Cuenca, las cuales son inaceptables en su fondo y forma y deberían ser corregidas al menos en una FE DE ERRATAS:
En el capítulo primero intitulado «MERCADO, BARRIO Y CIUDAD: HISTORIA DE LA NUEVE», el cual está firmado por Rodrigo Aguilar Orejuela, quien es el autor de estas inadmisibles equivocaciones, se dice ad pedem litterae: «El sector conocido hoy como la Nueve de Octubre era una tierra de nadie, con muy poca población. No será sino hasta 1860 cuando se da una reforma para recibir impuestos, que se involucre a este sector». El texto precedente se contradice con otro que se encuentra tres parágrafos más abajo y que lo copio de verbo ad verbum: «…Es decir, el sector de la Nueve de Octubre estuvo ocupado desde los inicios de la fundación de Cuenca con elementos importantes para el desarrollo y sustento de la ciudad».
Cum horribilis contradictionem, lo escrito causa hilaridad y es fruto palpable de la estulticia, pues ¿cómo puede decirse que el sector que hoy es conocido como la Nueve de Octubre era una tierra de nadie, y casi enseguida afirmar que desde los inicios de la fundación de la urbe estaba ocupado con elementos importantes para el desarrollo de la ciudad? Por otro lado, ex admirationem, llama la atención que no se especifique qué clase de reforma es esa que se ha expedido en 1860 para recibir impuestos y sorprende que no se diga quién la expidió. Los datos publicados entonces, quod erat demonstrandum, se vuelven imprecisos o absurdos y carecen de la acuciosidad histórica que era menester precisar cuando se está historiando a un barrio tradicional de la capital azuaya.
Más abajo, al hablar de la historia de Santa Ana de los Ríos de Cuenca, se dice otra gravísima información que adolece de absoluta falsedad in scriptis: «…De manera previa se habían ido conformando los barrios, a lo largo de los siglos XVII y XVIII, generalmente en torno a las iglesias: San Francisco, Santo Domingo, La Merced, las Conceptas, y del Hospital, donde se ubica la actual iglesia de San Alfonso». Sub specie instantis, esto no es verdad, pues -durante la época colonial- el Hospital de Cuenca estuvo ubicado en los predios en donde hoy se encuentra la antigua Escuela Central «La Inmaculada», en la esquina de las calles Gran Colombia y Benigno Malo. Esa casa de salud estuvo dirigida por la comunidad de padres betlemitas. En donde es hoy la iglesia de San Alfonso estuvo emplazada la antigua iglesia de San Agustín, de la comunidad de frailes agustinos.
Post factum, cabe indicar que tanto los religiosos betlemitas como los agustinos jamás retornaron a Cuenca después de que salieron de ella en el siglo XIX. Por lo tanto, lo que se escribió constituye un grave atentado a la historia de la capital azuaya y no se debe aceptar que se altere tan irresponsablemente su memoria histórica.
Ex absurdo, después de dos parágrafos encontramos otra equivocación histórica cuando se escribió: «El arroyo del Gallinazo, que cruzaba por donde baja hoy la calle Sangurima, nacía en Cullca, nombre con el que conocían los incas a las pléyades y a sus astrónomos. Había una laguna de donde nacía el arroyo, para luego descender por la Sangurima y el cementerio hasta desembocar en la confluencia del río Tomebamba y la quebrada de Milchichig» Ya hemos indicado que no era el arroyo del Gallinazo sino la «quebrada del Gallinazo», aquella que bajaba por la calle Gaspar Sangurima. Además, en la lengua de Castilla, arroyo no es lo mismo que quebrada; no obstante, en el texto transcrito existe algo más grave cuando se dice que: «Cullca era el nombre con el que los incas llamaban a las pléyades y a sus astrónomos», ya que esto constituye una mentira inaudita cuando los más grandes historiadores andinos han dicho, desde siempre, que el término Cullca equivale a granero o depósito de alimentos.
In via veritatem ad inquirendam, se sabe que cuando los conquistadores incas fundaron la ciudad de Tomebamba, se reprodujeron en la misma los cuatro puntos cardinales de la imperial urbe cuzqueña y por ello, debido a las diferencias fonéticas entre el Quecha y el Quichua, lo que allá se llamaba «Collca», aquí se bautizó como «Cullca» y de acuerdo con serios historiadores de la morlaquía como los Padres Jesús Arriaga o Alfonso Jerves, entre otros, in honorem veritas et Iustitia, debemos señalar que «Collca» en el Perú y «Cullca» en Tomebamba eran los graneros del incario.
Esto está más que comprobado por la verdad histórica como para aceptar, a estas alturas del siglo XXI, presunciones insólitas como eso de que Cullca era la constelación de las pléyades o que a los astrónomos del incario se les llamaba con este nombre. Estas peregrinas deducciones sólo contribuyen para confundir a los lectores de la infausta obra burlándose de su inteligencia et semper cum negligentia et innefabilis contradictionem.
En el capítulo intitulado «Los moradores del sector», el autor de la obra escribió varias imprecisiones como las siguientes: «El salón Tropical, del Sr. Nelson Bustos, con su especialidad de mariscos y pescado frito, parte del seminario de los Hermanos Cristianos…» Esto es un error, pues el edificio que hasta ahora existe detrás del monumento al Hermano Miguel, en la plazoleta del mismo nombre, no era el seminario sino el noviciado de los Hermanos Cristianos, que es muy diferente, ya que, en la lengua de Castilla, seminario es «la casa destinada para la educación de los jóvenes que se dedican al estado eclesiástico», mientras que, los Hermanos Cristianos, en tanto son legos que no alcanzan el Orden Sacerdotal, nunca estudian en un seminario sino en un noviciado, que es «el tiempo destinado para la probación en la orden lasallana, antes de la profesión de votos religiosos a los que los Hermanos Cristianos se someten, previo a su ministerio pastoral».
Dos parágrafos más abajo, se escribió otra equivocación que la transcribo ad peddem litterae: «El barrio contó a lo largo de su conformación con edificaciones importantes, como la casona municipal en la que funcionó la escuela de los Hermanos Cristianos, cuyos educadores de origen europeo formaron a personajes que luego contribuirían de manera decisiva a la ciudad y el país, como Gabriel Cevallos García. El Hermano Eudoro Pozo, quien solía siempre andar con sombrero, se recuerda entre aquellos educadores».
Ad exhibendum, esta información es digna de risa por las contradicciones y falsedades que lleva implícita, pues en el siglo XX, los Hermanos Cristianos de Cuenca no eran fundamentalmente de origen europeo. Muchos eran ecuatorianos y el tal Hermano Eudoro Pozo no se llamaba así, pues tenía como nombre Heliodoro Pozo, quien no fue de origen europeo sino que nació en Cuenca y ejerció su ministerio pastoral en nuestra ciudad durante la década de 1930. Por otro lado, no es verdad que el Hermano Heliodoro Pozo utilizaba habitualmente sombrero, ya que los Hermanos Cristianos, in vicesimum saeculo, en aquella época, estaban obligados a vestir su hábito talar, el cual incluía un solideo negro y no un sombrero. Que eventualmente, cuando salían al campo, se colocaban algún sombrero es diferente y todos los cuencanos que estudiaron en esa institución y que durante aquellos años eran niños en edad escolar y que ahora frisan casi los 80 años pueden confirmar la precisión inmediatamente precedente, por lo que ese texto es atentatorio en contra de la verdad histórica.
En el mismo capítulo que comentamos se publica una fotografía antigua de Cuenca desplegada en dos páginas, en cuyo pie de foto se escribió la siguiente equivocación inaudita: «Interior de la escuela de los Hnos. Cristianos. A la derecha, el Hno. Eudoro Pozo, que andaba siempre con su infaltable sombrero». Ignorare plus est quam errare/ Ignorar es mejor que errar, y por eso ya hemos dicho que no es el Hermano Eudoro sino Heliodoro Pozo, pero lo más grave del asunto es que, en esta fotografía, se ve claramente a un hermano cristiano que lleva un sombrero delante de un edificio que de ninguna manera es el interior de la antigua escuela de los Hermanos Cristianos de Cuenca, pues las paredes de esa edificación de dos plantas son completamente llanas y están pletóricas de ventanales; además, al lado izquierdo de la edificación se ve un camino de tierra que no podría ser jamás la actual calle Hermano Miguel, mientras a lo lejos se aprecia un paisaje campestre y nada urbano, en cuyo horizonte se halla una montaña que de ninguna manera pertenece al valle de la capital azuaya.
Ad contrario sensu, el interior de la antigua escuela «San José» de los religiosos lasallanos de Cuenca tiene varios arcos en la planta baja, los que sostienen a amplios corredores en la planta alta. Esto es fácil de comprobar por cualquier ciudadano que ingresa al local en donde actualmente funciona el colegio «Francisco Febres Cordero». En conclusión, fiat lux, la curiosa fotografía colocada en esta obra no es de Cuenca sino de Azogues y retrata a la antigua escuela de los Hermanos Cristianos de esa ciudad, lo cual deviene en un hecho que ofende a la historia de nuestra urbe y altera la verdad, a la vez que refleja la ausencia de seriedad investigativa en la preparación de esta malhadada publicación.

En otro capítulo de la obra, intitulado «Personajes y celebraciones» existen varias equivocaciones cuando confunden a varios ciudadanos y dicen, ad exemplum: «Personajes populares de la época fueron El Polanco, el Manco Medina, el Loco Aguirre…». Al respecto, hemos de decir que nunca existió, en ese tradicional barrio cuencano, ningún personaje llamado el Manco Medina sino mas bien, el Manco Molina. Cuenta la Historia, que se trataba de un ciudadano arquetípico del mercado que era un delincuente que robaba y se sabe con certidumbre que murió en Quito.
Dos parágrafos más abajo, Rodrigo Aguilar Orejuela escribió: «El Barbecho, un campesino que quería ser Presidente de la República, lanzaba discursos de corte revolucionario y ofrecía puestos a todos los que le escuchaban. Con el tiempo perdió todos sus clientes y decía «soy un cojudo, aquí hablando solito».
Mala fide, esta confusión es tamaña, pues ese personaje no era El Barbecho. Ciudadanos octogenarios y exalumnos lasallanos han contado, desde siempre, que este arquetípico personaje que soñaba en la presidencia de la República era un tipo al que los cuencanos lo llamaban «El Mendozita», apodo extraído de su apellido paterno que era Mendoza, por lo que es grave que se confunda a esta clase de personas que se volvieron legendarias pero deben ser recordadas con sus verdaderos nombres.
Casi enseguida se afirma otra confusión que la transcribo de verbo ad verbum: «El Cobitos, un caballero que se las ingeniaba para sobrevivir. Las colaciones y los helados de leche eran su especialidad, claro que también ponía inyecciones a domicilio y se inventaba juegos en enormes mesas pintadas a manera de un monopolio criollo». Cum gravissima culpa et negligentia, esto ya es el colmo, pues el famoso «Cobitos» era en verdad un caballero que se llamaba Carlos Cobos, pero nunca hizo nada de esas peripecias en su vida. Se trataba de un empleado que atendía como farmacéutico en la antigua Botica de la Salle, la cual estuvo localizada en la vieja edificación hasta hoy existente, en la esquina de las calles Luis Cordero y Lamar, frente al actual local de los Supermercados Unidos. Por supuesto que ponía inyecciones, pero porque esa era su natural función y se sabe que vendía helados en esa botica y, relata refero, quizás esta fue la particularidad que lo hacía singular de entre varios personajes de la barriada, por lo que esa historia está tan mal contada que de ninguna manera aporta para el debido conocimiento de la historia de ese viejo barrio cuencano.


Dos parágrafos más abajo se escribió otra imprecisión: «…En mayo se celebraba La Dolorosa de Jesús y el Corazón de Jesús, con castillos, globos, vacas locas, con orquesta a lo grande…» Post tenebras lux: Esa afirmación es inaudita y hasta por sentido común es fácil advertir cómo se confunden las cosas, pues en el interior del mercado «Nueve de Octubre» no se venera a ninguna Dolorosa de Jesús sino a la Dolorosa del Colegio San Gabriel, lo cual es muy diferente. Sus fiestas suelen ser en mayo, efectivamente, pero el mercado rinde culto también al Corazón de Jesús y su festividad no es nunca en mayo sino en junio, el viernes posterior a la octava de Corpus Christi.
En el capítulo intitulado «Billas, cantinas, trompones», Aguilar escribió una insólita contradicción con datos falsos sobre la historia del barrio. En efecto, comienza diciendo que hacia la década de 1960 aparecerían las cantinas de mayor importancia y un parágrafo más abajo escribe ad absurdum: «Una cantina peculiar fue La Escuelita, a la que llegaban intelectuales y bohemios como el mismísimo poeta César Dávila Andrade, el también poeta Efraín Jara Idrovo, Claudio Malo, Remigio Romero y Cordero, Cuto Díaz». Riddendo semper cum gaudium, la verdad histórica ha confirmado que después del año 1930 Remigio Romero y Cordero emigró de Cuenca para nunca más volver, habiendo muerto en Guayaquil en 1968, mientras que César Dávila Andrade, por su parte, salió de la capital azuaya en 1955 y nunca más regresó hasta que murió en Venezuela, en 1968. La pregunta que nos debemos hacer es la siguiente: ¿Si esa cantina llamada La Escuelita apareció en la década de 1960, cómo es que era frecuentada por Remigio Romero y Cordero y César Dávila Andrade si para esa época estos destacados poetas de la morlaquía no vivían en Cuenca? ¿No es evidente que el autor de la historia de la Nueve de Octubre ha escrito una vil mentira?
Pero allí no queda todo, pues enseguida se escribió: «Hasta se cree que una canción titulada La Churudita, aunque en realidad anónima, pudo haber sido escrita por Dávila Andrade en La Escuelita: ‘Yo tuve una churudita/ aunque era linda y me quería/ ven de día y ven de noche/ ella conmigo lloraba/ yo alegre la consolaba’». Si ya hemos dicho que Dávila Andrade emigró del país antes de la existencia de la Escuelita, ¿cómo pueden afirmarse este tipo de presunciones que además se plantean de manera ambigua cuando se dice que la canción es en realidad anónima pero pudo haber sido escrita por César Dávila? Ni siquiera en las obras completas del gran vate cuencano publicadas por el Banco Central del Ecuador se la ha registrado como de su autoría para ponerse a elucubrar sobre ello con bases infundadas y apócrifas. ¿No es evidente la falta de seriedad con las que se escribieron estas cosas?
Más abajo se dice otra barbaridad que la copiamos ad peddem litterae: «En la casa de la familia Cárdenas existió la Zona Militar, y luego pasó a ser una fábrica de chompas». Este dato es también falso, cum horribilis sensus, pues la casa en donde estaba ubicada la III Zona Militar es aquella que pertenece en la actualidad al presbítero José Castellví Queralt, en donde funciona la botica «Nueve de Octubre» y que fue de Mercedes Carrión Serrano
¿De dónde ha salido la información de la familia Cárdenas? Para más señas, et semper cum fidelitas in Historia, habremos de decir que antes de que la Zona Militar funcionara allí, en esa edificación existió la Escuela de Minas de Cuenca, que en aquel entonces estuvo dirigida por un conocido religioso de la Orden de Santo Domingo, el dominico Alberto Semanate, O.P. Ergo, nuevamente estamos frente a una información completamente mal investigada que altera la historia del barrio Nueve de Octubre.

Como veis, los errores históricos que se publican en el libro «MERCADO, BARRIO Y CIUDAD: HISTORIA DE LA NUEVE» son gravísimos y hacen de esta obra un pésimo aporte para el conocimiento de la historia de la ciudad. Esto es inadmisible y ahora que la publicación está circulando es conveniente que se realice una FE DE ERRATAS por respeto a los lectores y a los ciudadanos habitantes de este popular sector de la urbe, mientras se debería sancionar a los responsables directos de las equivocaciones, cuyos nombres constan en la página de créditos y son: Jorge Maldonado, Unidad Ejecutora Proyecto Nueve de Octubre; Carlos Freire Soria, Director de Educación y Cultura; Rodrigo Aguilar Orejuela, textos y edición; Fabiola Ochoa, Jaime Astudillo Lucero y Paúl Vanegas, investigadores y Ernesto Guevara, Coordinador.
La historia de una comunidad no debe ser alterada por investigaciones que adolecen de falta de rigor científico y acuciosidad para buscar la debida precisión histórica que era menester en este proyecto editorial. Por ello, esperando que la presente tenga de parte vuestra una acogida favorable, suscribo de ustedes con un cordial saludo, mientras os ratifico que los errores en contra de la historia comarcana, constantes en esta publicación, son imperdonables y deben registrarse con animus corrigendi, in honorem urbis et cum respectum per culturalis aspectibus.

Salutem dicit cum veritas semper fidelis et copiosa gratia in Christum Dominum Nostrum,

DIEGO DEMETRIO ORELLANA

Datum Concha, apud flumina Tomebamba, Anno Sacerdotalis in memoriam CL anniversaria Dies Natalis Sancte Ioannes Maria Vianney, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, ad initium mensis Augusti, die secundum, Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate XVIII Dominica per annum.

¿UNA GUÍA TURÍSTICA DE CUENCA EN CONTRA DE LA HISTORIA?


Santa Ana de los Ríos de Cuenca, julio 24 del año del Señor de 2009
In sollemnitate Dies Natalis Simón Bolívar

Ing. Marcelo Cabrera Palacios
ALCALDE DE CUENCA

Sra. Gladys Eljuri de Álvarez
DIRECTORA EJECUTIVA
DE LA FUNDACIÓN «TURISMO PARA CUENCA»
Ciudad

De mi consideración:

«Hanc litteram visusus, salutem et respectum cum Historia in Concha «Patrimonium Culturalis in mundi».


Vere dignum et justum est æquum et salutáre / Verdaderamente es digno, justo y equitativamente saludable que la Fundación Municipal «Turismo para Cuenca» haya puesto en circulación, en estos días, una publicación intitulada «Guía Turística de Cuenca y sus alrededores», la cual pretende ser un buen aporte para la difusión de los atractivos de la capital de la morlaquía y sus zonas aledañas, pero, ad contrario sensu, contiene lamentablemente graves errores que debieron ser verificados, in honorem urbis, para que no atenten en contra de la historia y la cultura de Santa Ana de los Ríos de Cuenca.A la vez que protesto por la negligencia con la que se ha elaborado esta publicación, me cumple señalar a vosotros, in honorem veritas et iustitia, las horrorosas equivocaciones cometidas, a fin de que os dignéis sancionar a los responsables y se realice una FE DE ERRATAS con los correctivos necesarios para que no se difundan las tamañas atrocidades que a continuación enlisto:


En la página 2 de la Guía Turística de Cuenca, en la sección intitulada «City Cuenca caminando (opción 1)» se lee: «…Sobre la misma calle se llega hasta el Monasterio de las Conceptas, cuya iglesia construida sobre rocas Incas, constituyó con su espadaña el edificio más alto de la ciudad en la época colonial».

Rebus sic stantibus/ Estando así las cosas, esta afirmación es ofensiva para la historia de Cuenca, pues no se ha comprobado que la iglesia del Monasterio de la Inmaculada Concepción , también llamada como iglesia de las Conceptas, haya sido construida con rocas incas, mientras que jamás ha sido, junto con su espadaña, el edificio más alto de la ciudad en la época colonial.
En efecto, in illo tempore, durante la Colonia , la iglesia más alta de la urbe era aquella de la Compañía de Jesús, de los beneméritos padres jesuitas, la cual estaba emplazada en los predios que hoy ocupa la Catedral de la Inmaculada Concepción y tenía su frontis hacia las actuales calles Padre Aguirre y Bolívar, mientras que la espadaña de las Conceptas ni siquiera fue construida en la época colonial como para afirmar semejante barbaridad. Si bien el convento de concepcionistas de Cuenca fue fundado en 1599, esa espadaña fue construida durante el siglo XIX, en plena época republicana, por lo que se nota que los autores de la Guía Turística de Cuenca escribieron estas notas con irresponsabilidad y falta de acuciosa investigación histórica.


Más abajo se dice de verbo ad verbum: «…Al caminar unos pocos pasos en la Calle Larga , con dirección oeste, se puede bajar por la escalinata del Hotel Crespo y detenerse sobre el puente peatonal «Juana de Oro» en el río Tomebamba».

Este puente peatonal, la verdad sea dicha, hasta ahora no tiene nombre. La Fundación Municipal «El Barranco», entidad que realizó la construcción de este elemento, lo identifica como «Puente Peatonal del sector Virgen del Río» en un libro que prepara sobre los proyectos de recuperación de sitios públicos en Cuenca. Si bien existe una sugerencia para llamarlo «Juana de Oro», el Concejo Cantonal de Cuenca hasta ahora no ha bautizado todavía a este puente peatonal, por lo que la información que se proporciona en la Guía Turística es imprecisa de principio a fin.


En la página 2 de la Guía Turística de Cuenca, en la sección intitulada «City Cuenca caminando (opción 2)» se lee ad contrario sensu: «El recorrido inicia en el Parque Abdón Calderón, en donde se podrán visitar la Catedral Vieja (1567) y la Catedral de la Inmaculada Concepción (1880)».

In errorem incido, esto constituye otra grave ignominia en contra de nuestra historia, pues la verdad histórica ha confirmado que el mismo día de la fundación castellana de Santa Ana de los Ríos de Cuenca, el Lunes Santo 12 de abril de 1557, se asignó el solar en donde se edificaría la iglesia mayor de la naciente urbe y, efectivamente, el Capitán Gil Ramírez Dávalos, Comisionado del Virrey del Perú, Don Andrés Hurtado de Mendoza, para dicha fundación, dispuso -in corpore presente- la asignación de dicho solar. De esta forma, los trabajos de construcción de tal iglesia comenzaron inmediatamente, es decir, 10 años antes de lo que señala la nueva Guía Turística de Cuenca, mientras que las excavaciones para los cimientos de la Santa Iglesia Catedral de la Inmaculada Concepción empezaron en octubre de 1885 y no en 1880 como erradamente se escribió en la Guía Turística de marras. Un año después, el 12 de diciembre de 1886, fue colocada la primera piedra del templo catedralicio y comenzaron los trabajos de su construcción.

Relata refero, inclusive, concordet cum conchensis historia, existe un documento incontrastable que prueba lo que acabo de referir. Se trata de una carta del hermano Juan Sthiele, CC.SS.RR, arquitecto de la Catedral Nueva de Cuenca, la cual está fechada el 12 de diciembre de 1886, en la que, in corpore et in anima, el benemérito redentorista cuenta que ese día se colocó la primera piedra del templo catedralicio. Me permito transcribir, ad litteram, parte de esta importante misiva dirigida a su hermano Chrisostomus Sthiele en Dachingen, Alemania: «…El día 12 de diciembre de este año 1886 se celebró con una ceremonia muy grande la bendición de la primera piedra. Nuestro excmo. Señor Obispo hizo colocar una placa de mármol al lado del altar. Esta placa lleva su nombre y el mío en conmemoración a los fundadores (autores) de esta catedral». (Traducción del Alemán, por Werner Richter).

Ad absurdum et adversas sensus comunis, en la sección intitulada «Comida Típica» se escribieron las siguientes cosas insólitas: «Las fiestas populares y religiosas cuentan con menús distintivos para cada ocasión;… en la Semana Santa la fanesca y arroz con leche, en la fiesta de Corpus Christi, los dulces de manjar y fruta».

¿De dónde han sacado estos datos terriblemente falsos? ¿Desde cuándo los cuencanos comemos arroz con leche en Semana Santa como comida típica de la morlaquía? ¿Por qué dicen que los dulces de manjar y fruta son típicos de la festividad de Corpus Christi? ¿No habrán querido decir mas bien, dulces de Corpus simplemente? ¿No es absurdo decir que los dulces de Corpus son parte del menú distintivo de esa festividad religiosa? ¿No pudisteis daros cuenta de que pertenecen a la repostería cuencana que no es lo mismo que cocina cuencana? ¿Quiénes escribieron estas temeridades?


Pero más allá de estas equivocaciones en contra de la historia y la cultura de Santa Ana de los Ríos de Cuenca, quid pro quo, los errores gramaticales, ortográficos, sintácticos y semánticos con los que se redactaron estas espeluznantes cosas denigran a nuestra incomparable lengua de Castilla y reflejan que quienes cogieron la pluma para hacer esta Guía Turística adolecen de ignorancia supina y tenebrosa en asuntos de lengua castellana.

Exempli gratia, los más graves deslices son los siguientes: en primer lugar; escribieron expresiones con inaceptables confusiones para el uso de las letras mayúsculas. Verbi gratia: «Iglesia de la Inmaculada Concepción »; «…cuya iglesia construida sobre rocas Incas…»; «…junto al Monasterio y la Iglesia de El Carmen de la Asunción …»; «… archivo Municipal de la Historia de Cuenca…»; «comida típica Cuencana»; «…todos estos elementos son parte de la identidad Azuaya»; « declaratoria de Cuenca como Patrimonio Cultural».

En segundo lugar, confundieron el uso de las tildes diacríticas y no las colocaron en sustantivos y verbos en donde su uso es obligatorio. Ad exemplum: «…le tomara aproximadamente unos 45 minutos…»; «…Posteriormente, en el siglo XV, el conquistador inca Tupac Yupanqui, tomo posición sobre el asentamiento cañari…».En tercer lugar, incurrieron en inauditas faltas de ortografía como cuando dicen: «City Cuenca, Caminando». Esta misma expresión tiene una segunda versión equivocada: «City Cuenca Caminando». Asimismo, escribieron inaceptables palabras en las siguientes frases: «…especialmente en la actual cede de la Alcaldía de Cuenca»; «… muestran el porqué de la declaratoria de Cuenca como Patrimonio Cultural»; «Esqueleotología»; «Plazoleta del Faról».

En cuarto lugar, no pudieron redactar con precisión semántica frases elementales como las siguientes: «…Turi se encuentra al sur del centro de Cuenca». O sea, ¿donde termina el Centro Histórico, en su parte meridional? ¿No habrán querido decir al sur de la ciudad? Anima nostra meminisse horret/ Nuestra alma se horroriza al recordarlo, pues la incapacidad para redactar es llevada al paroxismo y más abajo escribieron: «…para tomar un bus que lleva el nombre Turi» ¿Acaso hay un autobús que lleva el nombre Turi? ¿No hubiese sido mejor decir: «un autobús con destino a Turi»?

En la sección de créditos de la Guía Turística de Cuenca y sus alrededores aparecen los ciudadanos Xavier Montezuma, en la coordinación; mientras que Gabriela Álvarez Ríos, Fabiola Janán Piedra y Felipe Cardoso Vélez constan como autores de los textos. Es decir, estos son los personajes que han atropellado a la historia, la cultura y a la lengua de Castilla. Ergo, deberían ser sancionados por la irresponsabilidad, la negligencia y la estulticia con la que han realizado esta publicación que ofende a Santa Ana de los Ríos de Cuenca.

Est tempus concludendi cum invencibilis ignorantia in Concha/ Es hora ya de concluir con la ignorancia invencible en Cuenca. Señor burgomaestre cuencano y Señora Directora de la Fundación Municipal «Turismo para Cuenca»: no es posible que la ciudad sea objeto de atentados permanentes en contra de su historia, su lengua y su cultura en casi todas las publicaciones municipales que se editan en la urbe ¿Hasta cuándo los cuencanos y cuencanas vamos a seguir siendo objeto de engaño con este tipo de publicaciones que ofenden a nuestra inteligencia y prostituyen a la verdad histórica de una ciudad con fuerte personalidad histórica?

In terminis, sin otro particular por el momento y esperando que podáis ejercer mano dura en reivindicación de la «Atenas del Ecuador», me suscribo con respeto, mientras os hago partícipes de mis sentimientos de consideración y cortesía.

Salutem dicit cum veritas semper fidelis et copiosa gratia in Christum Regem Universorum,

DIEGO DEMETRIO ORELLANA
COMISIONADO PROVINCIAL DEL FIDEH AZUAY

Datum Concha, apud flumina Tomebamba, in Anno Sacerdotalis in memoriam CL anniversaria Dies Natalis Sancte Ioannes Maria Vianney, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, mensis Iulii, die quartum supra vicesimum, Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate Dies Natalis Simón Bolívar.

UN GRAVE ERROR HISTÓRICO EN DIARIO «EL MERCURIO»

Santa Ana de los Ríos de Cuenca, julio 19 del año del Señor de 2009
In sollemnitate XVI Dominica per annum

Dr. Nicanor Merchán Luco
DIRECTOR DE DIARIO «EL MERCURIO»

Lcda. Dory Merchán Luco
GERENTE DE DIARIO «EL MERCURIO»

Dr. Joaquín Moscoso Novillo
DIRECTOR REGIONAL DEL INSTITUTONACIONAL DE PATRIMONIO CULTURAL

Lcdo. Alberto Ordóñez Aray
PERIODISTA DE DIARIO «EL MERCURIO»
Ciudad.

De mi consideración:

Hanc litteram visusus, salutem et respectum cum Historia in Concha et in mundi.


Cum animus corrigendi et amoris veritatem in Historia/ Con ánimo de corregir y amor a la verdad en la Historia, me dirijo a vosotros para protestar por una información histórica completamente errada que diario «El Mercurio» publicó el día viernes 29 de mayo pasado, en la página 1B.
Se trata del reportaje intitulado «Hospital de Gualaceo será Monasterio de la Cultura», en el cual el periodista Alberto Ordóñez Aray manifiesta que «la construcción del Hospital de Gualaceo y el convento adyacente se inició en 1875 bajo la dirección del padre redentorista Juan Sthiele, entre cuatro y siete meses…». Inmediatamente, Ordóñez Aray continúa escribiendo algunos datos errados y nada verídicos cuando dice: «…posteriormente se separa (Juan Sthiele) porque es llamado a dirigir la construcción de la Catedral Nueva de Cuenca».
Ad absurdum, esta es una información terriblemente equívoca, pues la verdad histórica ha confirmado otra realidad a todo lo expresado en diario «El Mercurio». Efectivamente, hay un documento histórico incontrastable para refutar esta grave equivocación. Se trata del decreto ejecutivo No. 1, de fecha 7 de enero de 1936, por parte de Federico Páez, encargado del mando supremo de la República en aquel entonces, en donde se afirma que: «…el filántropo don Manuel Moreno Vázquez, en su testamento otorgado en la ciudad de Cuenca el 9 de marzo de 1889 dejó para la fundación de un Hospital de Caridad, en la cabecera del cantón Gualaceo, los siguientes bienes raíces: una casa, con su área respectiva y terrenos adyacentes, situados en el centro de la mencionada población, con frente a la calle Riofrío, una hacienda llamada Bullcay y un predio con sus respectivos edificios, ubicados en el lugar conocido con el nombre Hospital – Chacapamba que se halla en la propia parroquia Gualaceo del cantón del mismo nombre de la provincia del Azuay».
La información inmediatamente precedente, la cual la he copiado ad peddem litterae, es fundamental para desmentir la noticia publicada en diario «El Mercurio». Además, el mismo documento señala más abajo que: «…asimismo, el filántropo señor Doctor Benigno Vázquez Moreno, en su testamento otorgado en Gualaceo el 29 de junio de 1895 ha legado al expresado hospital la suma de cinco mil sucres».
El decreto al que hago referencia ordena que esta casa de salud se nacionalice y pase a manos del Estado para que la administre la Junta Central de Asistencia Pública del Azuay desde el 7 de enero de 1936. El texto histórico que ilustra esta disposición muestra, cum vera lux et claritatis, la terrible contradicción que se publica en diario «El Mercurio» en la nota objeto de esta crítica cuando, al afirmar que el hospital en mención se construyó en 1875, se incurre en un error imperdonable, pues a esa fecha el donante ni siquiera hacía todavía su testamento, mientras que jamás existió el padre redentorista Juan Sthiele sino el hermano redentorista Juan Sthiele, que es muy diferente.

Exceptis excipiendis, debo precisar que este benemérito religioso de la Congregación del Santísimo Redentor no fue el constructor de dicho hospital, pues la razón no pide fuerza y como reza el testamento del donante, el inmueble para el funcionamiento de la casa de salud ya existía como un bien de su propiedad a la hora de testarlo en 1889, 14 años después de la equívoca fecha que señala «El Mercurio». Esto demuestra que el Hospital «Moreno Vázquez» de Gualaceo nunca se fundó y menos se construyó en 1875, pues en ese año el donante vivía y no había dispuesto aún la fundación de la casa de salud.
Por otra parte, in honorem veritas et Iustitia, el hermano Juan Bautista Sthiele jamás pudo haberse separado de la construcción de dicho hospital para la fábrica de la Catedral Nueva de Cuenca, pues afirmar esta temeridad es publicitar un hecho apócrifo o fabuloso por donde se lo mire, amén de que, con apodíctica certeza y acrimonia, se sabe que la colocación de la primera piedra de la construcción de nuestro templo catedralicio fue casi una década después, el 12 de diciembre de 1886, cuando era Obispo de Cuenca, Monseñor Miguel León y Garrido y la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana estaba conducida por el Sumo Pontífice León, por la Divina Providencia Papa XIII.
Efectivamente, concordet cum conchensis historia, los padres redentoristas de San Alfonso, celosos guardianes de los documentos relativos a la vida del hermano Juan Bautista Sthiele, conservan una carta de este religioso, fechada el 12 de diciembre de 1886, en la que, in corpore et in anima, cuenta que ese día se colocó la primera piedra del templo catedralicio. Me permito transcribir, de verbo ad verbum, parte de esta importante misiva dirigida a su hermano Chrisostomus Sthiele en Dachingen, Alemania: «…El día 12 de diciembre de este año 1886 se celebró con una ceremonia muy grande la bendición de la primera piedra. Nuestro excmo. Señor Obispo hizo colocar una placa de mármol al lado del altar. Esta placa lleva su nombre y el mío en conmemoración a los fundadores (autores) de esta catedral». (Traducción del Alemán, por Werner Richter).
Ergo, de todo lo dicho se colige que ha existido una gravísima irresponsabilidad por parte de diario «El Mercurio» al momento de escribir esta noticia, por lo que sería conveniente que, coram populo, «el diario independiente de la mañana» realice las respectivas aclaraciones a los lectores que han sido malinformados sobre la fundación del Hospital de Gualaceo, pues este tipo de escritos pueden ser objeto de consulta y es de lamentar que, al momento de tomarlos como referencia, se prostituya a la historia de la comarca.
En la misma nota de diario «El Mercurio» se dice que Joaquín Moscoso, director regional del Instituto de Patrimonio Cultural, ha afirmado que: «…este espacio podría bautizarse como el Monasterio de la Cultura ». El término, en mi opinión, no guarda para nada la debida precisión semántica que se requiere cuando el fin de la restauración de dicha edificación patrimonial es la conformación de un archivo histórico regional de la parte meridional del Ecuador, por lo que recomiendo que a las cosas se las llame por su nombre, in honorem hispanica lingua/ en honor de la lengua de Castilla, pues la expresión Archivo Histórico tiene más coherencia que Monasterio de la Cultura al momento de definir el papel que habrá de cumplir el edificio del viejo Hospital «Moreno Vázquez» de la ciudad de Gualaceo.


Ad effectum videndi, me permito adjuntar a la presente, una copia de los documentos relativos al Decreto Ejecutivo de Federico Páez y una comunicación de la Curia Diocesana de Cuenca firmada por Monseñor Daniel Hermida Ortega, XI Obispo de Cuenca, a través de los cuales se podrá corroborar que las precisiones que me permito hacer en esta misiva están debidamente fundamentadas como para que, por extensión, procedáis en vuestro diario para rectificar el error in honorem respectum per Historia.
Conviene, hic et nunc, que nos preguntemos acriter et fideliter: ¿Hasta cuándo diario «El Mercurio» va a continuar publicando horribles atrocidades en contra de la Historia, la cultura y nuestra hermosa lengua de Castilla? ¿Qué vais a hacer para mejorar la calidad intelectual de las notas, los artículos, los reportajes y las crónicas que se publican, diem per diem, en el principal matutino de la capital de la morlaquía? ¿No es justo que «el diario independiente de la mañana» sea como un referente intelectual de la «Atenas del Ecuador» hodie et nunc et semper?



Esperando que la presente tenga la debida acogida favorable por parte vuestra, suscribo con un cordial saludo y mis sentimientos de respeto y consideración.

Salutem dicit cum veritas semper fidelis et copiosa gratia in Christum Regem Universorum,



DIEGO DEMETRIO ORELLANA
COMISIONADO PROVINCIAL DEL FIDEH AZUAY


Datum Concha, apud flumina Tomebamba, in Anno Sacerdotalis in memoriam CL anniversaria Dies Natalis Sancte Ioannes Maria Vianney, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, mensis Iulii, die decimum ac nonus, Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate XVI Dominica per annum.

DESTRUCCIÓN DE BIENES PATRIMONIALES EN CUENCA

Santa Ana de los Ríos de Cuenca, julio 13 del año del Señor de 2009
In sollemnitate octava XV Dominica per annum

Dr. Joaquín Moscoso Novillo
DIRECTOR REGIONAL DEL INSTITUTO
NACIONAL DE PATRIMONIO CULTURAL
Ciudad

De mi consideración:

«Hodie et semper necesse est protegere patrimonium culturalis in honorem urbis et suam historia/ Hoy y siempre es necesario proteger el patrimonio cultural en honor de la urbe y su historia».

En los últimos meses, tanto por iniciativa de la I. Municipalidad de Cuenca, como por efecto del decreto de emergencia del Patrimonio Cultural de la presidencia de la República , se han restaurado algunos edificios históricos de la capital de la morlaquía, en los cuales, ad contrario sensu, se han cometido serios atentados en contra de su esencia, siendo necesario que el Instituto de Patrimonio Cultural tome medidas para obligar a los responsables a su debida reparación.

Me permito entonces denunciar a usted, hic et nunc, los siguientes atentados al patrimonio histórico y cultural de Cuenca, a fin de que se disponga u ordene, ante quien corresponda, la restitución de los bienes destruidos:

En la restauración de la Basílica de la Morenica del Rosario o iglesia de Santo Domingo, de la Orden de Predicadores, la cual fue concluida en el mes de octubre pasado, mysterium noctis, los obreros que hicieron esos trabajos rompieron la cruz que corona la torre que se ubica hacia la calle Gran Colombia, sin que hasta el momento se haya procedido a su reposición. Es conveniente, por lo tanto, que se obligue al responsable de dicha restauración a que se construya una nueva cruz, a fin de que sea colocada en el lugar en el que siempre estuvo. Adjunto una fotografía con la que se verifica, de maxima ad minima, a plenitud, la destrucción de dicho elemento esencial de la torre sur de la Basílica de la Morenica del Rosario.

Conozco que esta obra estuvo a cargo de la Municipalidad de Cuenca y en la Dirección de Fiscalización de dicha entidad se me ha informado que hasta el momento no se realiza la acta entrega recepción de las obras realizadas en esa iglesia, por lo que es pertinente que, donec aliter provideatur, previo al cumplimiento de este formalismo, se disponga o se ordene al Ayuntamiento cuencano que exija al arquitecto responsable, que la cruz que se ha roto en la torre antes mencionada sea construida y repuesta. Dicha orden debería venir desde el Instituto de Patrimonio Cultural que es el ente apropiado para supervisar este tipo de cosas.

Cum horribilis gustibus et coloribus, en el frontis de la iglesia del monasterio del Carmen Alto de Cuenca, conocida con el nombre de «El Carmen de la Asunción », se ha colocado un elemento extraño que daña y altera la fachada de la edificación religiosa y atenta en contra de su ornato y su esencia. Se trata de un gigantesco corazón de hierro que forma un rosario y que en su parte inferior altera la visibilidad del bello portón de piedra que constituye una característica esencial de la arquitectura colonial y barroca de esta iglesia cuencana. Adjunto a la presente denuncia, sírvase encontrar la respectiva fotografía para que este atropello sea analizado y se tomen las medidas que el caso amerite.

Ad absurdum et adversas intelligentia, es sorprendente que se haya permitido esta intervención en la iglesia de las Carmelitas Descalzas, la que, al parecer, no guardó ningún criterio técnico o patrimonial para resguardar el frontis de uno de los edificios religiosos más arquetípicos de la urbe, por lo que, en mi opinión, debería obligarse a que se retire este elemento extraño utilizando las prerrogativas que concede la Ley de Patrimonio Cultural y que debían ser consideradas al momento de dañar la fachada de dicha iglesia. Usted podrá corroborar, cum accurata diligentia, el insólito atentado, al observar la fotografía que me permito anexar a la presente y que habla por sí sola de la arbitrariedad cometida, la cual debe ser sancionada con rigor y, consecuentemente, se debería ordenar que dicho elemento extraño sea retirado.

Al parecer, este atropello es responsabilidad absoluta del Grupo Juvenil «Hermano Miguel», una especie de club religioso que promueve actividades piadosas decimonónicas y sorprende que se lo haya cometido sin criterios de justa valoración técnica, o que no haya habido sensus comunis et intelligentia para incluir ese rosario tan horripilante que ni siquiera cumple la función piadosa que seguramente preveían.

Dentro del monasterio del Carmen de la Asunción , en el sitio en donde tradicionalmente se encuentra el torno de las religiosas de clausura, lugar que ha servido siempre para la atención del público, se ha colocado, adversas logica, una puerta de hierro que altera la llamada «Sala del torno», lo cual deviene en otro elemento extraño que debería ser retirado, pues aunque esta estructura de hierro guarda un pésimo gusto y lleva ya algunos meses montada en el sitio, nadie se ha pronunciado sobre el asunto y causa admiración que la misma haya sido autorizada por la Municipalidad de Cuenca. Solicito que el Instituto de Patrimonio Cultural tome cartas en el asunto y se pronuncie sobre el particular, y se obligue a su retiro, in honorem patrimonium culturalis in Concha.

Como usted sabe, amparados en el decreto de emergencia del Patrimonio Cultural, en meses anteriores se procedió a restaurar la vieja iglesia de San Francisco. La obra estuvo a cargo de la Arquitecta Lourdes Abad Rodas y sorprende que, en el instante de intervenir en la torre de dicha iglesia, se han roto tres esferas del reloj de San Francisco, las que están ubicadas en las caras septentrional, occidental y oriental de dicha torre.

Ad effectum videndi, le anexo dos fotografías en las que, en efecto, se puede contemplar que la esfera del reloj de la cara oriental de la torre, la cual posee un frente a la calle Padre Aguirre se halla sin la parte que corresponde al número IX, mientras que la esfera que se ubica en la cara septentrional de la torre, hacia la calle Presidente Córdova, tiene averiado el bloque correspondiente al número X. Asimismo, en la esfera que se ubica en la cara occidental de la torre, con frente al techo de la iglesia, están rotos los números III y IX, por lo que es menester que se obligue a la responsable de estos trabajos a la reposición de dichos elementos. Es pertinente considerar que, en las labores de restauración, no tenía por qué destruirse uno de los relojes más importantes de Santa Ana de los Ríos de Cuenca.

In via veritatem ad inquirendam, me permito indicarle, por ejemplo, que el reloj que se encuentra con vista a la calle Padre Aguirre es aquel que perteneció a la torre del viejo edificio municipal demolido, en la década de 1950, cuando se construyó el actual edificio del Ayuntamiento cuencano, mientras que las tres esferas restantes del reloj de la torre de San Francisco fueron construidas por uno de los artistas más hábiles que ha tenido Cuenca en el siglo XX, el relojero Vicente Arbito, de feliz memoria. Se trata entonces de un bien patrimonial que, por haberse destruido, amerita una sanción para sus responsables, a más de que se debe ordenar a que sea repuesto en la forma como se lo recibió, a priori, antes de la restauración de la iglesia.

En los trabajos de remodelación de la iglesia del Santo Cenáculo está a punto de consumarse un atropello inaudito cuando, por orden de la Comisión del Centro Histórico, se va a derribar una pared de la calle Tarqui, localizada entre la parte posterior de la iglesia y la vieja edificación que perteneció a la Compañía de Jesús, en donde funcionó -hasta el año de 1985- el Pensionado «San Francisco de Borja», de los beneméritos padres jesuitas.

A fin de que se pueda justipreciar la barbaridad que se intenta cometer desde la Municipalidad de Cuenca y para efectos de la debida comprobación, adjunto la respectiva fotografía de la pared que se levanta en el garage posterior a la cúpula de la iglesia del Santo Cenáculo, la cual –dicha sea la verdad- guarda una armonía estética con la edificación antes aludida y debería ser restaurada y no demolida. Mucho más, ex admirationem, cuando el criterio que se ha tenido para su destrucción es económico, pues la Municipalidad no desea gastar más dinero en la restauración de dicha iglesia, aduciendo que se les acabó el presupuesto y como el costo para salvar a la pared es de aproximadamente 7.000 dólares y ese rubro desfasa el presupuesto con que se contaba para dichos trabajos, los funcionarios municipales de la Comisión del Centro Histórico y de la Dirección de Fiscalización han considerado, ad absurdum et adversas Concha, que lo más conveniente sería demoler la pared y dejarla como una loseta coronada por una cornisa, solución que representa una peregrina idea y que si bien evitaría la inversión antes mencionada, no obstante, altera la armonía estética de dichas edificaciones históricas.

Riddendo semper cum gaudium/ riendo siempre con alegría, defender los bienes patrimoniales de la urbe con estos conceptos constituye una irresponsabilidad para con la ciudad de Santa Ana de los Ríos de Cuenca, «Patrimonio Cultural de la Humanidad » y no es aceptable que el Instituto de Patrimonio Cultural se acoja a esa disposición descabellada, sólo porque uno de sus miembros es parte del organismo colegiado, en cuyo seno se ha dispuesto esta atrocidad. Es decir, que por cuestión de democracia, como la mayoría ha votado por la demolición de la pared, ya no se puede hacer nada, per fas et per nefas, cuando podría mas bien asumirse ese costo de 7.000 dólares desde el Instituto de Patrimonio Cultural, in honorem urbis, defendiendo los bienes patrimoniales de Cuenca que en ningún caso deberían desaparecer «sólo porque ha faltado el dinero para restaurarlos».

En fin, Dr. Moscoso, creo que es pertinente que el Instituto de Patrimonio Cultural y la Municipalidad de Cuenca vuelvan a estudiar esta malhadada disposición in honorem Concha et cum respectum per culturalis aspectibus.

En mi denuncia sobre la desaparición de dos placas del frontis de la iglesia del Santo Cenáculo, de fecha 20 de mayo del año 2009, había indicado que dentro de esa iglesia ha sido retirada una hermosa escultura de la Escuela Cuencana de las Artes que se encontraba al fondo de la nave oriental y que correspondía a San Ignacio de Loyola, mientras el hermoso tabernáculo del altar mayor del templo, que fuera obra e inspiración de los beneméritos padres jesuitas, ha sido destruido completamente para construir otro de pésimo y chabacano gusto, lo cual es también un grave atentado al patrimonio cultural de Cuenca. Cabe indicar que en la iglesia y en la sacristía existían valiosas imágenes que deberían registrarse en el inventario de bienes patrimoniales de Cuenca.

Solicito que se me informe qué ha hecho el Instituto de Patrimonio Cultural frente a las imágenes del Santo Cenáculo y pido que se me indique si las mismas están inventariadas. En caso de estarlas, solicito, de la manera más comedida, que se me haga llegar copia de ese inventario, mientras recuerdo que todavía no se me ha dicho nada respecto a las sanciones que se van a tomar por la destrucción del tabernáculo del Santo Cenáculo.

En la parte posterior de la Catedral Nueva de Cuenca, detrás del baldaquino del presbiterio, se encontraba abandonada, hasta hace poco, una maqueta de la Catedral de la Inmaculada Concepción , la cual es una obra artística tallada en madera. Fue realizada, hace exactamente un siglo, por el gran escultor cuencano Ángel María Figueroa y no puede aceptarse que permanezca sujeta a la incuria y el abandono absoluto. Es necesario que se obligue a restaurarla y ubicarla en un lugar más digno.

Ergo, en consecuencia, solicito a usted que se digne informarme si es que este bien patrimonial de Cuenca está registrado debidamente en el inventario que el Instituto de Patrimonio Cultural acaba de realizar. Pido también que, en caso de que no lo esté, se mande a inventariarlo y se vea la manera más adecuada para restaurarlo y protegerlo, pues no es posible que desaparezca debido a la negligencia con la que se lo está tratando. Esa maqueta, una vez restaurada, muy bien podría ser expuesta -para la admiración del público- en el Museo de la Catedral Vieja de Cuenca, que es el sitio idóneo para que sea conservada.

Esperando que usted sabrá actuar en defensa del patrimonio de la urbe, le anticipo mi agradecimiento y le animo a que use mano dura, bajo el amparo de la ley, para precautelar los bienes patrimoniales de Santa Ana de los Ríos de Cuenca.

Salutem dicit cum veritas semper fidelis et copiosa gratia in Christum Regem Universorum,



DIEGO DEMETRIO ORELLANA
COMISIONADO PROVINCIAL DEL FIDEH AZUAY

Datum Concha, apud flumina Tomebamba, in Anno Sacerdotalis in memoriam CL anniversaria dies natalis Sancte Ioannes Maria Vianney, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, mensis Iulii, die tertiam supra decimum, reparate salute Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate XV Dominica per annum.

lunes, 7 de septiembre de 2009

DENUNCIA PENAL: ¿UN PASQUÍN DE FUNCIONARIOS MUNICIPALES CUESTIONADOS?

«FIDES ET RATIO BINAE QUASI PENNAE VIDENTUR QUIBUS VERITATIS AD CONTEMPLATIONEM HOMINIS ATTOLLITUR ANIMUS/ LA FE Y LA RAZÓN SON COMO DOS ALAS CON LAS CUALES EL ESPÍRITU HUMANO SE ELEVA HACIA LA CONTEMPLACIÓN DE LA VERDAD»
 
LA VERDAD DESVELADA POR EL TIEMPO
Giovanni Batista Tiepolo / 1696 - 1770
 
 
Santa Ana de los Ríos de Cuenca, agosto 24 del año del Señor de 2009  
In sollemnitate octava XXI Dominica per annum

Dr. Paúl Granda López ALCALDE DE CUENCA
Ing. Keyla Alarcón Quito
Dr. Nicanor Merchán Luco
Lcda. Marina Merchán Luco
Lic. Carlos Freire Soria
Sr. Cristóbal Zapata Carpio
Lcda. Betty Guerra
Dr. Juan Cordero Íñiguez
Arq. Diego Jaramillo Paredes
Lic. Diego Carrasco Espinosa
Lic. Flor Ordóñez
Lic. Giana Morocho
Lic. Galo Vallejos
Lic. Segundo Gallegos
Sr. Gustavo Landívar Heredia
Econ. Tito Astudillo Sarmiento
Arq. Fernando Cordero Cueva
Ciudad.

De mi consideración:

«Quod verum est per omnibus et semper verum esse debet/ Lo que es verdad debe ser verdad para todos y siempre»
MINISTERIO FISCAL DE CUENCA

Adjunto a la presente, sírvanse encontrar copia de una denuncia al Agente Fiscal del Azuay, en la que dejo constancia que el día lunes 17 de agosto del presente año 2009, a las 07:50 p.m., se hizo circular un mensaje intitulado «ACABAR CON LA IGNORANCIA EN CUENCA», desde la siguiente dirección electrónica: diegoorellana2002@gmail.com, difundiendo un escrito supuestamente firmado por mi persona, en el que se ofende a todos vosotros, ciudadanos y ciudadanas de Cuenca. Quiero aclarar, en honor a la verdad, que ese correo electrónico no es mío y dicho escrito no me pertenece. Fue fraguado imitando mi verdadera dirección electrónica que es la siguiente: diegoorellana2002@yahoo.es . Los autores de este delito actuaron como gente sin ética y moral y crearon una cuenta con mi nombre, desde el servidor de GMAIL, cuando yo la tengo en YAHOO. De este modo, parafrasearon luego una serie de escritos míos para crear un correo con el que ofenden a todos vosotros y se me ridiculiza.

ALEGORÍA DE LA JUSTICIA Y LA PAZ
CORRADO GIAQUINTO 1700 – 1766 216 X 325 cm.
Óleo sobre lienzo
 
Para componer ese mensaje, se han extraído una serie de expresiones tomadas literalmente, ad peddem litterae, de una comunicación enviada por mi persona al ex - Alcalde Marcelo Cabrera Palacios, fechada el 14 de junio del año 2005, sobre algunos errores escritos en una GACETILLA MUNICIPAL realizada por la Jefatura de Comunicación Social del Ayuntamiento cuencano, sitio en donde labora un anciano funcionario municipal llamado Rodrigo Mogollón, quien recuerdo que se molestó hasta el paroxismo por dicha misiva. Algunas frases de ese escrito han sido extraídas de varios artículos periodísticos escritos por el autor de estas líneas y cartas dirigidas por mi persona al ex - Alcalde Marcelo Cabrera Palacios, entre septiembre del año 2008 y julio del año 2009, con denuncias sobre las graves equivocaciones de la Agenda Cultural y varias publicaciones del Ayuntamiento cuencano editadas por el ciudadano Rodrigo Aguilar Orejuela, de Esmeraldas, quien escribe falsedades y errores en contra de la historia de la urbe, la cultura y la lengua castellana, lo cual afecta al prestigio de la capital azuaya y el propio Ayuntamiento cuencano. Otras expresiones han sido copiadas del blog www.criticayopinioncultural.blogspot.com, de mi autoría, desde donde han transformado dolosamente mis ideas para ofenderos y ridiculizarme. Verbi gratia, de este sitio electrónico copiáronse palabras mías con las cuales me presento en ese espacio virtual. Estos dos individuos, al parecer, intrínsecamente vinculados con el contexto de los escritos usurpados, serían los autores del infamante pasquín con el que preténdese hacerme daño y que la Fiscalía investiga habiéndose tomado ya algunas diligencias fiscales para investigar este infame delito.
 
La Verdad revelada por el Tiempo (1646-1652)
Gian Lorenzo Bernini 
 
Esta obra fue realizada para sí mismo durante este período, representando una alegoría de la Verdad. Esta es una mujer desnuda que porta el Sol en su mano y con un velo que habría de ser retirado por otra figura, la de Cronos, que no llegó a ser realizada (Iconografía de Ripa). Aquí Bernini pretende hacer una alegoría de su situación actual, encontrándose apartado de las obras y de la actividad por razones políticas y no profesionales. 
 
 
Los que vienen a hacer el oficio de pasquineros en este delito, al intercalar las expresiones en Latín y mezclar torpemente las frases extraídas de mis escritos, han pretendido imitarme sin lograr igualarme; ad contrario sensu, mas bien alteraron a la lengua latina y dejaron varios errores de construcción gramatical que os dan cuenta, con estricta claridad, de que eso no me pertenece, puesto que, cuando redacto, procuro ser muy cuidadoso de la precisión semántica y sintáctica de mis escritos.

ALEGORÍA DE LA JUSTICIA

¿Al haber tenido como contexto denuncias mías sobre asuntos municipales podríase columbrar que los principales sospechosos para crear este escrito son justamente empleados públicos que trabajan en el Ayuntamiento cuencano?; ¿No será que quienes siéntense observados por las terribles equivocaciones de la Agenda Cultural de la ciudad y las publicaciones municipales realizadas con incompetencia y negligencia andan, al parecer, atrás de este delito? ¿Quiénes más son sus cómplices y encubridores? ¿Acaso, según parece, se cuenta con el contubernio de gente que ha sentídose ofendida con las cartas que he dirigido para alertar sobre varios errores escritos en contra de la urbe, como aquella de fecha 14 de junio del año 2005 que dirigiera yo al ex - Alcalde Marcelo Cabrera Palacios sobre la inefable GACETILLA MUNICIPAL, de infeliz memoria?

LA JUSTICIA
 
Como habréis de ver en la denuncia adjunta, he pedido a la Fiscalía que se inicien las indagaciones correspondientes que habrán de dar con las responsabilidades del cometimiento de este delito informático, en las que se habrán de incluir un peritaje técnico que pueda determinar la infracción penal cometida.
EL ESPEJO DE LA VERDAD 
 
No me queda más que deciros a todos vosotros que mi estilo literario no consiste jamás en insultar por insultar, y es bueno que sepáis que en el mundo de las letras no me creo nada más que un humilde operario de la viña del Señor, en quien confío por mi acendrada formación jesuitica, por lo que jamás tengo poses de superioridad con nadie, ni tengo por qué ofenderos, menos inmiscuyéndome en cosas personales con ditirambos, diatribas y dicterios rocambolescos. Ese no es mi modus actuandi y, para quienes me conocen, cuando digo las cosas me expreso frontalmente, y nunca con la vulgaridad y la ramplonería con las que inténtaseme presentar en ese escrito atrabiliario que os engarbulla y que fue forjado con una mezcla de expresiones mías, escritas con otros objetivos y en diversos momentos y circunstancias. El Señor, con su Divina Providencia, sabe más que nadie que no tengo culpa en ese horripilante e infamante escrito que viene a ser un horrendo pasquín vulgar y ramplón y como las personas siempre deben asumir las consecuencias de sus actos, estoy seguro que los autores de este delito, un día habrán de pagar legalmente por sus viles acciones. 
 
GAUDIUM DE VERITATE O GOZO DE BUSCAR LA VERDAD 
 
Lamento que esto haya acontecido para afectarnos tanto a vosotros cuanto a mí, pero debo obedecer a mi conciencia, que muy bien derecho tiene de mandarme, y os aclaro que no soy responsable de ese repudiable correo que dice mucho de la vera effigies y la bajísima calidad moral de sus autores, confabulados para el cometimiento de un acto delictivo que no podrá ultrajar nunca mi nombre pero que sí envuelve sobre ellos un manto o cauda de rechazo, desprestigio e indignación colectiva. 
 
LAUS DEO in Iesu, Pontifex qui dilexisti nos et lavisti nos a peccatis in sanguine suo,  
 
Diego Demetrio Orellana  
COMISIONADO PROVINCIAL DEL FIDEH AZUAY  
Datum Conchae, apud flumina Tomebamba, in Annus Sacerdotalis in memoriam CL anniversaria Dies Natalis Sancte Ioannes María Vianney, ex aedibus FIDEH, districti meridionalis, mensis Augusti, die quarto supra vicesimum, reparate salute Anno Dominicae Incarnationis bismillesimus nonus, in sollemnitate festo S. Bartolome.